"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





martes, 2 de febrero de 2021

Moreau y la trompeta de Davis me dejan sin palabras

 



Y es que hay búsquedas infructuosas y lenguajes melancólicos que no se encarnan en las palabras.





(Vídeo: De la película Ascensor para el cadalso, dirigida por Louis Malle)

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32 comentarios:

  1. Tot Barcelona02 febrero, 2021 11:23

    No hay como el blanco y negro, una buena trompeta y el rostro de incomparable esta actriz.
    Una entrada superior.
    Jazz del bueno con Julián de fondo.

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    1. Fackel02 febrero, 2021 19:30

      Así es, Miquel. Y la película es de primera, ya inicia la nouvelle vague.

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  2. Alfred02 febrero, 2021 12:16

    Hay cosas que me ponen nostálgico y, ésta es una de ellas.
    Salud.

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    1. Fackel02 febrero, 2021 19:31

      Una escena que invita a ponerla varias veces, y en cada pase de ella encontramos algo nuevo, no solo en el filme sino en nosotros mismos.

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  3. Pedro Ojeda Escudero02 febrero, 2021 12:46

    Acabo de tener la necesidad de volver a ver esta película.

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  4. Ángel02 febrero, 2021 13:17

    Desde luego la nostalgia ocupa toda la escena.
    Un saludo.

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    1. Fackel02 febrero, 2021 19:33

      Cierto, la mujer transmite un desasosiego que disimula a duras penas. Se entrega a la lluvia desesperadamente.

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  5. Cayetano02 febrero, 2021 13:23

    A veces no hace falta decir nada: el lenguaje corporal y una música sugerente pueden ser más elocuentes.
    Un saludo.

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    1. Fackel02 febrero, 2021 19:42

      Ya lo he dicho: me ha dejado sin palabras (las palabras suelen sobrar en ocasiones y una buena película lo sabe)

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  6. Francesc Puigcarbó02 febrero, 2021 16:27

    fascinantes Jeanne Moreau y Miles Davis. Por cierto hay un cuento extraordinario de Julio Cortazar sobre otro monstruo del jazz, Charlie Parker: el Perseguidor.

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    1. Fackel02 febrero, 2021 19:43

      Un estupendo relato también. Habiendo tantas manifestaciones interesantes -en cine, teatro, literatura, música...- no se entiende la pérdida de tiempo o la abulia, ¿verdad?

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  7. soco luis fernandez02 febrero, 2021 20:37


    ...No hacen falta palabras, Fackel. Ah, la melancolía... Esa búsqueda de algo, que nunca se encuentra...Y el jazz...

    Sí, yo también pensé en el cuento de Cortazar, en memoria de Charlie Parker, otro persiguidor.

    Por el jazz. Por la melancolía.

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    1. Fackel02 febrero, 2021 22:00

      No hacen falta palabras ni discursos ante otras expresiones, no. Pero cuidado con las adicciones de fácil acceso. Conviene tener a mano antídotos.

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  8. Albada Dos03 febrero, 2021 07:37

    Fascina lo mucho que se dice con poco.

    Un abrazo

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    1. Fackel03 febrero, 2021 07:52

      ¿A que sí? Pero ¿es una cuestión de emisor o también, y acaso sobre todo, de receptor?

      Buen día, A.

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  9. emejota03 febrero, 2021 12:05

    El poder de la perspectiva. ......en blanco y negro.....
    El dolor de la obsesión.
    Menos mal que la lluvia aparece al final de la escena, paraguas innecesario.

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    1. Fackel03 febrero, 2021 14:27

      El dolor de la obsesión, qué interesante. O al menos la fijación, con un curso peligroso, como en todo lo que de ese tono. Me temo que el paraguas no fue suficiente para una lluvia con cierto grado de acidez.

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  10. emejota03 febrero, 2021 20:41

    Mira lo que ocurre al mencionar la lluvia ácida: Que salto con otro comentario! Jaaajjjj no debo tener remedio, tendré que asumirlo aunque en absoluto me agrade.
    No conviene olvidar que solo se trata de una película que pretende representar o estimular porciones de las películas personales de los espectadores para despertar sus mecanismos emocionales.
    Y es que si ya vivía desengañada de la película temporal que nos ha tocado representar empezando por la propia como algo asumido, la observación del comportamiento de nuestro género, incluido el supuestamente mío durante los actuales tiempos y circunstancias, no solo ha dado de lleno en blanco de mis peores sospechas, algo aún demasiado humano , por cierto, sino que me ha inclinado aún más hacia cierta aproximación al pensamiento cuántico bajo el disfraz de una verdadera fortuna que permite el lujo de la disipación
    Jajj, parece que hasta de lo más frío, feúco y terrible de mis pensamientos no puedo evitar extraer algo positivo para acabar en nada. Seguramente se lo deba a ciertos patrones genéticos demasiado recurrentes.

    Siento llegar tan tarde a comentar pero blogger avisa a este iPhone bien tarde de las publicaciones , de todos modos no me corto ya ves!

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    1. Fackel03 febrero, 2021 23:15

      Pero precisamente a mí me parece de lo más interesante que cuando vemos -o al menos veíamos- una película se establezca un cierto grado de comparación entre lo que se nos representa en ellas y nuestras existencias. Las películas en mis tiempos infantiles y juveniles eran grandes alicientes para la vida interior. Había muchas pautas de comportamiento, modelos y referencias en ellas que tomábamos como ejemplo, es decir, que copiábamos. El cine salvó muchas vidas en este país, en el sentido de emerger un poco por encima de la vida cotidiana gris y anodina de aquella sociedad aplanada. El cine fue una gran escuela emocional y sentimental.

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  11. emejota04 febrero, 2021 10:36

    Visto así he de darte la razón, sin embargo a la larga a mi, vulgar circunstancia y común ciudadana me dañó, o más bien me distrajo de mis metas subliminales, también erróneas, por cierto.

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    1. Fackel04 febrero, 2021 11:05

      Ya sabes que en esta vida todas las cosas se pueden enfocar desde distintos ángulos y ubicaciones.

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  12. emejota04 febrero, 2021 10:38

    Claro que mi sociedad infantil distaba de la planicie y más bien era pura cordillera

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    1. Fackel04 febrero, 2021 11:06

      La sociedad, como la vida, o a la inversa, tiene elevaciones y llanos.

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  13. Milena04 febrero, 2021 18:09

    Una escena sublime.

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  14. hanna06 febrero, 2021 22:40

    Fascinante, la pelicula, el blanco y negro en conjuncion con la melancolia y el jazz. Muy bueno!! Beso

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    1. Fackel06 febrero, 2021 23:14

      Cierto, esa es la palabra: fascinación. No en vano iba a dar sus primeros pasos aquel estilo de hacer cine llamado la nouvelle vague. Sin palabras.

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  15. Dyhego06 febrero, 2021 23:39

    Fáckel:
    el sonido de una trompeta no deja indiferente, es fuerte y tierno a la vez.
    Salu2.

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    1. Fackel07 febrero, 2021 08:58

      Y eso viene desde muy antiguo. Recuerda aquello bíblico, es decir, mitológico, del sonido de las trompetas y el derribo de las murallas de la ciudad elegida.

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  16. Ana Muela Sopeña05 marzo, 2021 23:35

    Fabulosa escena. Ciertas melodías de Jazz enmarcan muy bien la soledad, lo sórdido en las grandes ciudades.

    Realmente es muy interesante. Buscaré la película ya que no la he visto.

    Gracias...

    Un abrazo

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    1. Fackel05 marzo, 2021 23:48

      Hay mucho lenguaje en esa escena, Ana, y eso da la talla del cine: guion, actriz, director, ambientación, acompañamiento musical...Y el crimen casi nunca es perfecto. Buona notte.

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