domingo, 31 de agosto de 2025
Humanos: ¡El arte os vengará!
viernes, 29 de agosto de 2025
Resistente Neil Young (79 años) y su potente grito No more great again
miércoles, 27 de agosto de 2025
Muecas
domingo, 24 de agosto de 2025
Evasiones
miércoles, 20 de agosto de 2025
Contemplaciones
martes, 19 de agosto de 2025
Conmemorando al Federico que vive y habita entre nosotros
domingo, 17 de agosto de 2025
Lo enmascarado
Te veo apresurado, me dice Xiao. Voy al taller de máscaras, me queda poco para terminar la que estoy haciendo para la fiesta de la cosecha. Y no te lo vas a creer, pero por primera vez este año permiten temas libres. Hay quien sigue reproduciendo las mismas imágenes de genios, diosecillos o diablos de toda la vida. O quien todavía recurre a representaciones animistas, como si la naturaleza tuviera que tener rostros como nos place a los hombres. Yo elegí un tema más perturbador. Una cara que no se identifique, al menos en apariencia, con ningún humano ni con ningún personaje mitológico ni con ninguna fuerza natural. Cuesta imaginar tu máscara, Cao. Querré verla cuando la termines. Además tendrás que adjudicarla un nombre, ¿no? Ahí me pones en un aprieto, Xiao. Porque tal como llevo su modelado no solo va a confundir a los que la vean sino que me deja a mí mismo perdido. Te daré un avance. Es asimétrica, sus facciones no se corresponden, los órganos de la cara están exagerados. Hay prominencias desmedidas donde no existen en un rostro como el nuestro. No se sabe si ríe o llora. Si ama u odia. Si mira adentro o afuera. Si clama o si se muerde la lengua. Además la voy coloreando irregularmente, sin correspondencia alguna, siguiendo impulsos donde los colores no tienen los mismos significados que nuestros colores habituales. Seguramente sea repulsiva para la mentalidad tradicional. Y sin embargo a mí se me antoja más humana que las convencionales. Y más terrorífica que las que están sobradamente gastadas.
Cao, me tienes en vilo. Me dan ganas de ir contigo al taller. No, Xiao, prefiero evitar interferencias. Quiero una máscara que me salga desde dentro. Una carátula que exprese lo que sientan las vísceras y que no se ajuste a lo convencional. Quiero que mi propio enmascaramiento revele lo que se me oculta de mi interior a mí mismo. Y no me importa si dicen que es extremadamente feísta. O que expresa un alma torturada. O que retrata una personalidad degenerada. Si lo ven de este modo me reiré de todos, pues la máscara no solo les estará realmente ocultando mi manera de ser, aunque yo pretenda transmitírsela sin tapujos, sino que se estará apropiando de las suyas. Presiento que te dejo pensando y, sobre todo, intrigado, Xiao. Cao, me quedo dando vueltas a que si no será la fealdad lo que mejor expresa el trasfondo de una máscara. O simplemente lo que hay detrás o dentro de cada uno de nosotros, Xiao.
Mi amigo hace un gesto de confirmación con la cabeza. Ve ya, no te entretengas, dice, y que la inspiración o tus tripas te permitan terminar con acierto la máscara.
*La verdad es que me salió una máscara atípica, al menos, sí.
viernes, 15 de agosto de 2025
Lo casual
Tengo una duda, Xiao. ¿crees que hay algo que sea absolutamente casual? Yo también tengo mis dudas, Cao, y he vivido más que tú. He llegado a la conclusión de que lo que existe es la apariencia de lo casual. Siempre hay causas concretas detrás de cada suceso, aunque no las conozcamos. O, si prefieres, llámalo motivaciones, si lo que llega viene de mano humana. Lo que es obvio es que hay fuerzas que se desatan sobre los humanos y que directamente no se pueden modificar. Un rayo siempre será un rayo o un temporal un diluvio imparable o un movimiento bajo nuestros pies una sacudida que muerde la tierra, por ejemplo. Pero los humanos tenemos a nuestro favor un aprendizaje largo que nos debe permitir prever. ¿Que no siempre se puede? Dirás: es que no se ven venir ciertos castigos naturales. Pero tampoco es cierto pues la ciencia ha avanzado para hacer pronósticos cada vez más aproximados. Y gracias a ello se han frenado males mayores. Los hombres han echado un pulso continuo desde las primeras civilizaciones. Se han asentado en zonas fértiles aunque también tengan en muchos casos sus riesgos. Las casas no siempre se han levantado sobre terreno a salvo de desgracias. Los bosques no siempre se han cuidado. Las guerras no se han podido evitar en tantos casos. Las locuras de los malvados no son fáciles de parar a tiempo. ¿Quieres decir, Xiao, que solemos culpar a lo externo cuando no hemos hecho lo suficiente y a tiempo para impedir el azote de fuerzas naturales o humanas? ¿Que justificamos nuestros defectos y pasividades con eso que llamamos el azar? Mira, Cao, la discusión sobre qué hay de azar y qué de visión preventiva sobre un fenómeno o un acontecimiento es de toda la vida. Nunca nos pondremos de acuerdo en obtener una respuesta clara. Entonces, Xiao, ¿no sería más fácil y sobre todo más beneficioso dotarnos de medios y estar siempre alerta siquiera para que lo que directamente no podemos controlar reduzca el riesgo sobre nuestras vidas? Cao, vas aprendiendo a extraer tus propias conclusiones. Aplícate a ello. Descubrirás que tras lo fortuito, que dirán muchos, lo que hay es no querer o no poder tomar medidas a tiempo.
*Fotografía de Lalo R. Villar, tomada de El País de la edición del 15 de agosto.
miércoles, 13 de agosto de 2025
Lo sobrio
martes, 12 de agosto de 2025
Cuando Las Médulas -y otros entornos- veas pelar...
Señores visitantes: asómense al agujero de la vida un rato antes de que el infierno apagase el paisaje, devastara la naturaleza, condenara la herencia de otros hombres, ignorase el ingenio de ancestrales culturas, acabara con unos cultivos de las gentes de la comarca, insultase a la belleza y desplazara el sentido común.
Asómense a lo que fue una vez un ámbito heredado que debería servir para admiración, conocimiento y sabiduría, y no solo para compensar el aburrimiento de los veraneantes.
Contemplen lo que pudo seguir siendo si no se considerara el bien público con desprecio por algunos, con escaso respeto por otros, con dejación y poca intervención en sus cuidados por las autoridades.
Si han visto alguna vez la hermosura de la naturaleza recreada desde que los romanos actuaran sobre los montes para extraer el codiciado oro retengan aquella visión.
Aprovechen para reflexionar sobre los comportamientos de dudoso civismo de nuestros días que suele conllevar un concepto equivocado del disfrute colectivo. Sobre las privatizaciones que destruyen la riqueza de los bienes comunales. El paisaje o los restos monumentales e históricos no son una mercancía, aunque negocios varios y autoridades de todo tipo los estén convirtiendo en un producto al que sacar rédito, y cuanto más mejor (para algunos)
Resalto parte de las declaraciones -en cursiva- en el diario.es de Javier Sánchez-Palencia, arqueólogo, experto conocedor de Las Médulas:
lunes, 11 de agosto de 2025
Siempre serán Las Médulas
En la búsqueda de uno de los materiales de lujo de su tiempo, el oro, los romanos provocaron este paisaje casi extraterrestre. Se encuentra en la comarca de El Bierzo, en la provincia de León. Para obtener el oro los romanos ingeniaron sistemas y procesos de extracción a cielo abierto, que al derrumbar la montaña generó un nuevo paisaje, dejando estos pichachos y la creación de un lago artificial, el lago de Carucedo. Castaños, cerezos, robles repoblaron las laderas para beneficio de los pobladores modernos. El mega incendio de ayer destrozó todo, incluso algunos hábitats y, naturalmente, habrá cambiado la vida de las gentes del entorno. Habrá o no mano siniestra provocando el fuego, pero también probablemente abandono y falta de medios y prevención por parte de las autoridades de la Junta de Castilla y León.
En una semana dos incendios de impacto. La Mezquita de Córdoba y Las Médulas. Ya llegó el tirón de orejas de la UNESCO para el primer incidente. Probablemente llegue el segundo para la zona leonesa. Y es que no hay manera de que se extreme el cuidado y protección de los bienes culturales. Ambos incendios son señales de aviso graves para todo espacio cultural del país. A ciertos gestores que navegan en la extrema derecha habría que decirles: menos caza del inmigrante o del musulmán, y más defensa en este caso de la herencia histórica, que es pública.
Veremos en qué quedan las responsabilidades de la autoridad y en qué para el delito si hubo perversa intención de causar el daño. Pero para los que hemos apreciado siempre Las Médulas, para quienes nos hemos quedado perplejos no solo al contemplar el paisaje sino al conocer las técnicas de explotación romanas, Las Médulas seguirán. Mis mejores deseos de ánimo para todos los vecinos de los pueblos y aldeas de la zona. Larga vida y pronta recuperación, que la naturaleza se repone antes o después. La Humanidad, de sus errores o dejaciones, ni se sabe.
jueves, 7 de agosto de 2025
Lo destructivo
Xiao, estoy atemorizado por las noticias que nos llegan de otras partes sobre destrucciones y sus efectos sobre las personas. Siempre las hubo, Cao, pero no nos hacíamos eco, o bien no afectaban directamente a nuestras generaciones respectivas. Tal vez el hecho de que ahora sintamos más cerca tanta devastación, tanta persecución de otras gentes, nos hace temer por nosotros mismos. Es como si pensásemos: no estamos libres de vernos envueltos en conflictos que suelen ser alentados por desalmados. Pero sería un error adjudicar solamente a personajes sin escrúpulos sus invasiones y violencias sobre otros pueblos. Esos personajes suelen estar apoyados por parte de su población y además saben aprovechar las condiciones de debilidad o pasividad de otros que podrían evitarlo. Esos otros que dices, Xiao, ¿no pueden o no quieren hacer nada para impedirlo? De todo un poco, Cao, y haces bien en utilizar el presente. Demasiados interes de minorías que detentan poderes en cascada. Quienes tienen bienes económicos controlan a su vez poderes políticos y alientan con su demagogia a sus sociedades. ¿Me estás diciendo, Xiao, que toda situación de destrucción a la que se llega no es una mera obra de esas minorías sino que cuenta con la complicidad o al menos el silencio de sus poblaciones? Complicidad de los propios, Cao, pero también de los ajenos. ¿Ves cómo acerca de las noticias que nos llegan de gente que sufre y pierde su suelo, sus bienes, sus vidas, no hacemos nada? ¿Acaso ves si nuestra sociedad de aparente paz y seguridad sale en defensa de quienes lo pierden todo, sea cual sea el lugar del mundo donde se produzca? Xiao, creo que he sacado a relucir un tema espinoso que vuelve opacas nuestras conciencias. Porque queremos, Cao; porque queremos permanecer en la cómoda pero ciega oscuridad.
* Recordando Hiroshima y Nagasaki. Recordando Gaza. Recordando Sudán. Recordando Congo. Recordando Ucrania. Recordando lo que hemos olvidado. Recordando incluso lo que desconocemos.
martes, 5 de agosto de 2025
Escritora Catherine Lacey: La divinidad da rienda suelta a la crueldad
Escritora Catherine Lacey en una entrevista en El País Semanal:
"La divinidad da rienda suelta a la crueldad. Si crees que hay un Dios verdadero y sigues unas reglas, puedes justificar cualquier maldad. Eso hace que nuestra humanidad sea totalmente desechable. Porque lo real está en otro sitio. Lo estamos viendo en Gaza. Hay gente que cree que tiene un derecho divino a esta tierra. Y eso justifica, para ellos, los asesinatos. La violencia religiosa es de las pocas violencias por las que la gente no pide perdón. Si crees está de tu lado, no puedes hacer nada malo. Puedes matar niños y no pasa nada. No eran los elegidos".
Qué interesante opinión que me deja reflexionando, por si aún tenía dudas. Que no las tenía.
*Fotografía: La primera, tomada de El País. La última, de la página de Amnistía Internacional.
domingo, 3 de agosto de 2025
Lo uniforme
Al pasar por la cercanía de la Plaza de las Siete Lunas he advertido tal gentío que parecía dirigirse a ella que no he podido por menos que evitar las calles principales y elegir otras de escaso tránsito para llegar hasta aquí. Xiao me lo cuenta con cierta inquietud. No sé si se trataba de gentes que iban a una concentración religiosa con el líder supremo que está de visita o de una concentración de uno de los partidos que pugnan por dirigir la ciudad. Podría haber sido cualquiera de ellos, pues esgrimían pendones y proferían consignas que ensalzaban a su paladín, y no me ha parecido que hubiera diferencias en la parafernalia que exhibían, en el fervor que mostraban y en la pasión mística que parecía guiarles. Obviamente también podría tratarse de un evento deportivo o de la atracción publicitaria por algún producto de moda que se esté lanzando y que haya cautivado a la masa. Xiao, ¿lo que te tiraba para atrás era ese flujo innumerable de individuos que dices o su comportamiento? Sin duda, Cao, que ambas cosas. La masa, numéricamente hablando, me ha vuelto escéptico total desde hace mucho. Y además descreído. Donde hay masa siempre me pongo en guardia. Si se la ve muy organizada y con tono agresivo, la rehúyo. El comportamiento, tan impersonal, tan de como si en lugar de ir miles fuera solo un individuo, del mismo modo y voceando frases insensatas y de culto al personaje que sea, me causa rechazo. La uniformidad de las personas formando masa expresan una mentalidad excesivamente ajena al ejercicio de un pensamiento independiente e imaginativo.
Nos hemos asomado a la terraza desde la que se divisa abundante y plateado el río. También el río es una masa, Cao, me dice con aire pensativo. Pero esa personalidad natural es la que le dota de belleza y alma libre. En los humanos lo natural queda relegado por los imperativos forzosos de los que acaso somos pocos los que queremos escapar.
*Fotografía de Aleksandr Rodchenko.