"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





miércoles, 31 de diciembre de 2014

Post scriptum: fragmento






















...Deberíais ser muy cautos, amigos, evocando el paso del tiempo. ¿Creéis que se merece un homenaje quien nos depara pérdidas?



(Cuadro de John William Waterhouse)

martes, 30 de diciembre de 2014

Post scriptum: debate beodo

















El que narra lo hace dos veces, me dice Ino de Agra mientras vacía en mi copa un vino de moscatel que cultiva en sus tierras. Una como verdad y otra como mentira. Cómo es eso, le digo yo. La verdad es lo que sucedió en una ocasión. La mentira es desde cuando se empieza a contar lo que sucedió, me responde. Pero eso quiere decir que nunca se cuenta la verdad, le replico. Ino de Agra exhibe en sus sienes unas canas dignas, luego experimentadas. Es probable, pero ¿importa mucho eso? ¿Qué quieren escuchar las gentes? ¿Lo que fue o lo que quieren que haya sido? Me confunde y trato de rebatirle. Pero si no se transmite lo que ocurrió realmente, ¿cómo puede nadie saber? Ino es tozudo en su particular visión de las cosas. ¿Qué importa que no sea cierto lo que se narra? Si lo que se dice es hermoso y gusta, ¿no se justifica? Convéncete y apura la esencia dulce de mis vides. Las gentes aceptan la belleza de lo que se cuenta en parte porque les interesa para justificar sus vidas y en parte porque les hace soñar. Y no todos comparten esa doble posibilidad del relato. Tu vino es exquisito pero tus palabras envenenan, amigo Ino. Sírvete más, e insiste. Haya tenido lugar o no un suceso los pueblos necesitan inventárselos. ¿No es ése el papel de nuestros relatadores? Si un acontecimiento ha tenido lugar en un pasado oscuro lo que nos llega de él es una versión transmitida de boca en boca. ¿Quién nos dice que por el camino no ha ido variando en parte o en todo? Lo que las gentes consideran certeza es siempre el último relato y sé que ha habido lugares en los que se han enfrentado diferentes versiones sin que nadie supiera cuál podría ser la menos engañosa. Entonces, le digo un tanto beodo, dime para qué sirve transmitir los mitos de los dioses y de los héroes y cantar las hazañas y las desdichas de nuestros antecesores. Sirve para esto. Para las tertulias y las celebraciones. Para las frías noches de invierno en el hogar y los atardeceres tediosos del estío. Sirve para mantener neciamente el orden de nuestros débiles sistemas de convivencia. La memoria ¿es siempre un relato alterado de lo que acaeció o pudo acaecer? Nunca lo sabremos.





    

lunes, 29 de diciembre de 2014

Post scriptum: poemas como dardos















Aunque lo haces con disimulo, Safo, me percato de que algunos de los poemas que recitas en público tienen a mi persona como diana. Nunca flechas tan hermosas como certeras fueron disparadas para herir mi corazón con tamaña habilidad. Los oyentes aplauden y cuchichean intrigados por quién puede ser el destinatario de los osados versos. Quedo sobrecogido, aparentando análoga ignorancia. En medio de la convulsión recuerdo uno de los cantos en que mencionabas a Eros como:

el que obsequia con dolencias,
el urdidor de mitos...

No logro evitar una contradictoria desazón. Sin embargo, puedo estar equivocado.



(De un cuadro de Rafael de Sanzio)


domingo, 28 de diciembre de 2014

Post scriptum: el narrador





El extranjero que acogimos se ha integrado de tal forma en nuestros círculos que causa expectación. Sus maneras reservadas y prudentes encandilan a los adultos. La cuidada presencia física y el tono de voz grave pero cálido impresionan a los jóvenes. Algunos le agobian a preguntas, pero él elige las justas para responder. Tal vez las que considera más interesantes o sobre los temas que puede hablar con propiedad. Si bien su pronunciación resulta aún bastante gruesa lo compensa con la expresividad de los gestos y la exposición medida de su discurso. No solo habla de sus orígenes y de los desplazamientos que ha vivido, sino también de los oficios aprendidos, de las levas obligadas y de las aventuras que han salido a su encuentro. Lo que observo es que no se limita a contar de pasada sus experiencias, sino que lo hace con un estilo especial. Tú, Safo, sueles decir que narra, que recrea. Vive y hace vivir cada episodio. No es retórico ni ornamental. Pero sus silencios precisos o su modo de hacerse preguntas y dejarlas en el aire cautiva a los oyentes. Se ve en los rostros que un aire fresco ha venido a renovar el ambiente. Me da igual si ha vivido cuanto relata. O si se trata de un embaucador con todas las de la ley. No pide nada a cambio, salvo ser escuchado.



(Fotografía de Mona Kuhn)

sábado, 27 de diciembre de 2014

Post scriptum: diálogo sáfico

















- ¿Crees, Safo íntima, en el dardo de la palabra como recurso que nos ofrece Eros?

- Creo en la intención de cada hombre y de cada mujer y en su capacidad de fantasía.

- Pero las palabras enredan de tal modo que a veces no se sabe si son el medio o el fin de nuestras fantasías.

- La verbosidad debe ser guiada por el deseo pero a su vez debe reconducir al deseo. 

- ¿Acaso para aplacarlo? ¿O más bien para convertirse en su cómplice?

- El Amor es una montaña, amigo mío, cuya cima se aleja a medida que la escalamos.

- Hablas como la Pitia, respondiendo con un enigma nuevo al anterior.

- Solo los enigmas aportan motivaciones a los humanos y el Amor es acaso el mayor de los enigmas.  

- ¿Porque el deseo no basta? ¿Porque la aproximación al otro no es duradera? ¿Porque el instinto no es interpretado? ¿Porque lo que se persigue no acaba de ser tangible?

- Si el enigma del Amor se descifrara alguna vez los hombres no sentirían atracción por la novedad ni anhelo que les diera sentido ni pasión que les impulsara. Perderían interés por las demás obras. Ve, pues, hasta qué punto hay enigmas que fomentan o aniquilan la fuerza de los esclavos.



(Obra de Thomas Dobb)


viernes, 26 de diciembre de 2014

Post scriptum: los lances del guerrero














Anaxandro, que es viejo pero no decrépito, frecuenta mi amistad. Dice que tiene mucho que contar y que yo soy buen oyente. Él abunda en los relatos de sus viajes y también en las historias de conflictos. Dice que de estos últimos no todo ha sido guerrear y que muchos de ellos han tenido lugar en los márgenes de la paz. Observo que Anaxandro, a pesar de ser un inválido, conserva algunas de sus características más vigorosas. Se ha curtido en numerosas vivencias marcadas por Eros, de las que dice que dejan heridas más perecederas que las batallas contra los lacedemonios. No renuncia a lo que él llama la esencia de la juventud, una especie de halo que perdura se tenga la edad que se tenga. Me ha dado a entender que le gustaría seducir a una de tus discípulas, querida Safo. Una de las que más brilla en los coros y ejercita los bailes de manera más sobresaliente. Anaxandro pretende que yo le sugiera el modo de que ella se interese e incluso ha llegado a rogarme que haga de intermediario. Yo le he dicho con claridad que si tiene algo que ofrecer a una mujer que vaya de cara. Que ellas admiran la audacia y el valor. Y que hasta las más jóvenes estiman elevadamente que estas virtudes procedan de hombres que han padecido desgracias o están próximos a la edad provecta.

Safo, no sé qué más añadir. No estoy interesado en participar de lances ajenos y sumamente arriesgados. Y menos si tu bella danzarina ha dado a entender por ahí que se siente motivada por mi persona.  




(Obra de John Reinhard Weguelin)      



jueves, 25 de diciembre de 2014

Post scriptum: días de mal humor















Mi humor está hoy fuera de su temple habitual, apreciada mía. Aun admitiendo que el ambiente general de los encuentros que propicias es agradable y fructífero, no todos saben comportarse con humildad. Observo entre algunos jóvenes cierta pedantería que deberías atajar. O bien procurar que ellos mismos se dieran cuenta y corrigieran su actitud. Tenías que haber venido el otro día conmigo al taller de Axias, el maestro de las cráteras. Nada que ver la conducta amable y humilde de las hijas del alfarero y otros jóvenes que trabajan allí con la petulancia y la soberbia de algunos de tus alumnos. Seguramente aquéllas, sin haber recibido clases de lenguas y artes sepan más de pensamiento y de la vida, siquiera porque el contacto con el barro y con una tarea tan digna les proporciona el elemento imprescindible para comprender la realidad. Tus pupilos deberían aprender que no es a través de los devaneos con las palabras ni en los discursos retóricos donde se encuentra sentido a las cosas. Las palabras no siempre explican la verdad que, por otro lado, puede ser percibida de modo más directo a través del manejo hiriente de la arcilla. 

Tú verás lo que haces. Si no reconduces la arrogancia de tus discípulos yo mismo estoy dispuesto a hacerlo, si bien mis métodos acaso no gusten entre la aristocracia de la ciudad. 



(Fotografía de Mona Kuhn)

 

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Post scriptum: canto de recomendaciones

















He escuchado este atardecer declamar a Safo:

Elegiste el oráculo, Acteo, para que te indicara el camino correcto.
Pero lo que eligió el oráculo por tu cesión solo te ha traído insatisfacciones y desdichas.

¿No va siendo hora de que decidas por ti mismo?

Si cometes errores los sentirás como propios y valorarás más tu vida ante la siguiente decisión.
Si consigues aciertos te premiarás por el esfuerzo realizado y te afirmarás en la confianza.

¿Por qué condenarte a que tus actos sean dispuestos siempre por un ente ajeno, por muy consagrado que esté?

¿Acaso respiras y comes y disfrutas y te enamoras y escribes poemas porque te lo indica la Pitia?

Decide ya si guerrear para otros tiene mérito para ti, y recuerda que tu capacidad para las artes se bastaría para proporcionarte una vida cómoda y armónica.


Es sorprendente cómo Safo trata de dulcificar bajo la forma de poema lo que en realidad es una invectiva.



(Fotografía de Duane Michals)



martes, 23 de diciembre de 2014

Post scriptum: los alfares
















De la visita a los alfares me traigo el entusiasmo de la paciencia. Con razón me habías hablado, Safo, de que es la mayor virtud que poseen aquellos artesanos. Paciencia trabajando el torno y dando las formas, paciencia para mantener en el horno su justo tiempo de cocción, paciencia al planear las escenas que se representan, paciencia en el trazo del dibujo refinado, paciencia en la aplicación de los colores y los barnices. Paciencia en el esfuerzo y en la privación, en definitiva. Los relatos de divinidades y de héroes se codean con imágenes de nuestra vida cotidiana. Las exaltaciones del valor con las aproximaciones al placer. La apreciación del cuerpo se alterna con los riesgos. Los vestidos suntuosos se combinan con desnudos magníficos. Las formas más esquemáticas juegan con las más naturalistas. Se diseñan objetos nuevos y se hacen evolucionar los tradicionales. ¿En qué piensan esos artistas cuando elaboran vasos, cráteras, lecitos, ánforas, aríbalos y deslumbran nuestra mirada? ¿Sólo están pendientes de fabricar un producto que se venda y satisfaga al comprador? ¿Únicamente quieren que sea lo más perfecto posible para el uso destinado? ¿O acaso el afinamiento delicado y exquisito de los objetos está para que sean admirados más allá de nuestras tierras y de nuestro tiempo? 

No hago más que preguntarme si tanto arte sobrevivirá a nuestros huesos y si alguien, en el misterio del porvenir, sabrá apreciar lo que una vez salió de la tierra y de las manos de los hombres.




lunes, 22 de diciembre de 2014

Post scriptum: las dudas juveniles














Aunque Cleis es muy joven y aprende pronto a crear belleza, como tú, tiene sus dudas pero por ello también se agita en reflexiones ágiles. Me pregunta: Todo esto sobre lo que ponemos tanto empeño, este canto poético, esta música, esta oratoria, este pensamiento, ¿se perderá algún día? ¿Serán conservadas nuestras melodías y el vuelo de nuestras palabras con la misma pasión que nosotros ponemos en ellas? ¿Cómo serán interpretadas nuestras disciplinas por parte de futuras generaciones? ¿Sabrán los tiempos inciertos que vendrán que hemos existido? ¿Traspasará nuestra obra los límites de las islas más próximas?

No le he respondido. En parte porque no sé prever siquiera para el día siguiente de mi propia vida. En parte porque no debo hacer que se disperse con incertidumbres y desconfíe de sus posibilidades. Pero su capacidad inquisitiva me parece tan loable como su hermosura.



(Fotografía de Mona Kuhn)


domingo, 21 de diciembre de 2014

Post scriptum: apuntes indescifrados





Extraños apuntes estos que leo sobre tu mesa. Haces como que no ves mi intención. Te alejas a propósito hasta el jardín para que pueda husmear con libertad. Somos el enigma, expulsados del pensamiento, atrapados en el instinto, dices en uno de ellos. Y en otro: la palabra nada tiene que decir donde el misterio nos ciñe con su cíngulo. Y en el de más allá: impulso, oscuridad, espacios no ocupados antes de conocernos. Hay aquí uno que me sobrecoge por su tono blasfemo: los dioses no podrán vencer a los que se dan al amor sin pedir nada a cambio. Y este texto: la música es origen, es movimiento, es destino, ¿cómo interpretar al hombre sin ella? Todo lo que leo, me digo, ¿serán simples apuntes o conclusiones? Recuerdo que una vez me comentaste que no te interesaba escribir tratados sino cazar al vuelo sensaciones. Tal vez sean estas algunas de tus piezas. Deleitosas, sin duda. 



(Lawrence Alma-Tadema)


sábado, 20 de diciembre de 2014

Post scriptum: habla Safo















Has sido clara en la tertulia de esta tarde, Safo. Lo importante es la espontaneidad, una reacción efímera que nos hace sinceros. Eso has defendido. Y por ello improvisar nunca es desastroso, sino que adquiere un doble valor. Bien te has despachado, y yo lo transmito. Alguien había propuesto hacer una fiesta para agasajar al recién llegado, has dicho. Pero, ¿acaso no es una celebración el sencillo bienestar de una tarde cualquiera en que los amigos se encuentran y con su coloquio ya agradecen el sentido de la existencia? He aquí al lejano vecino que ha desafiado nuestro mar proceloso para convivir con nosotros. ¿Era acaso necesario algo que no fuera sino invitarle a participar de modo natural en nuestras costumbres cotidianas? Bien, pues él y nosotros estamos aquí para un intercambio. No hablo de una compraventa ni de una concesión ni siquiera del mismo bagaje que portamos cada uno en nuestro pensamiento. En los intercambios lo más importante no es siempre el alcance de cuanto conocemos, sino simplemente el aire. Puede parecer que el aire, se trate de la tierra del visitante o de la nuestra, es siempre el mismo, sople con la intensidad que sople, burle o arrope a los de una costa u otra, lleve sones de guerra o ecos de victoria, anuncie tormenta o quietud. Oh, qué vital es el aire. Éter, rumor, silencio. ¿Quién puede delimitar su espacio si carece de espacio? ¿Quién puede arrebatárselo al otro si no tiene bandera? ¿Quién puede trocearlo si es indivisible? Así pues, el aire es lo que compartimos y lo que nos arrebata. Hoy la tertulia es una celebración, sin necesidad de extender viandas o hacer correr el arrope o el vino. La celebración de nuestra presencia. La recepción de otro hombre que habita la dimensión inconmensurable del aire.

Creo que algunas personas se han aturdido al escucharte hablar de esta manera. Pero tú has sido benévola.



(Obra de John William Godward)


viernes, 19 de diciembre de 2014

Post scriptum: vericuetos













Por qué vericuetos tan extraños se conduce la vida, persuasiva Safo. El extranjero me trae un escrito anónimo que dice haber recibido. Como no entiende bien todas las palabras y menos todos sus sentidos quiere que se lo interprete. Se lo traduzco: "Oh, tú, extraño enviado del destino. Llegas para traer el aire de la tierra fértil sin pedirnos nada a cambio, salvo permitirte aprender en nuestros pedregales. Te es concedido. Si huyes de algún amor has llegado al lugar adecuado donde reponerte. Te es ofrecido. Si el mundo de tu origen se quedaba pequeño sé bienvenido para hacer crecer el nuestro. Te es exigido. Cede tu aire, toma el amor, amplía nuestro espacio. Participa de la libación en nuestra fiesta". Al acabar me dice con mirada franca aunque algo confusa: ahora sé, pues, que debo quedarme. Me pregunto, amiga, quién de nuestros íntimos desea atraerse al hombre nuevo con artimañas de un discurso tan retórico.




(Obra de Lawrence Alma-Tadema)
      

jueves, 18 de diciembre de 2014

Post scriptum: los ardides















Tus discípulas Desma y Antea han venido a verme diciendo que anhelas que vayamos a tu finca lo antes posible. Me ha extrañado su insistencia porque no es la forma habitual en que sueles transmitir un recado. He disimulado como si me creyera que la iniciativa hubiera sido tuya y las he dejado hablando con el extranjero. Encuentro afortunada esta clase de ardides que yo no sabría a estas alturas mantener con tal ingenio. Por mi parte necesito respirar los aromas del campo y caminar para desentumecer estos músculos que cada día se muestran más rígidos. Mas estos ejercicios saben responder por sí mismos, incluso sin que se les dirija, pues los sentidos son sabios y a su vez generosos. Ello me permite tener ocupada mi mente en pensamientos varios. ¿Hay manera más sosegada de repasar nuestras cuitas y mantener un discurso claro con nosotros mismos que liberando las sensaciones? ¿Hay mayor enriquecimiento que permitir que confluyan con naturalidad unos y otros espacios de nuestro territorio interior? Debemos sentir la materia externa como complementaria de la propia, pues no es otra cosa nuestro cuerpo sino parte afinada de toda ella. Hemos hablado en diversas ocasiones sobre el bienestar que produce en nuestra mente esta comprobación, más que idea. Y cómo propicia no solo indagar sobre el mundo sino converger en conductas consecuentes y dignas. Creo que no volveré en todo el día. Al salir de la casa he visto qué acogida más amable ha habido entre tus discípulas y el joven viajero. Mejor que el tiempo sea todo suyo.




(Fotografía de Mona Kuhn)


miércoles, 17 de diciembre de 2014

Post scriptum: novedades















Hay naves nuevas en el puerto que traen mercancías de otras costas. También llegan con ellas relatos de acontecimientos lejanos y algún que otro viajero que no es nauta ni mercader ni afortunadamente hombre de armas. Uno de ellos ha preguntado por ti. Dice que conoce con deficiencias nuestra lengua pero que comprende la intención y el ritmo de lo que escribes. Me ha pedido que le haga acceder a tu presencia. Que ha oído comentar en su tierra que la sensible poeta de Lesbos organiza círculos de lectura y de música y de enseñanza de las artes. Y que también debatimos los que estamos a su alrededor sobre los límites invisibles de la composición de la vida y del ámbito en que ésta se desarrolla. Afirma que es su intención volver a su ciudad y practicar el ejemplo de lo que tú, Safo, haces. Me he brindado, por supuesto, a que te conozca. Sé que no eres mujer que ponga puertas a la libertad del pensamiento y menos a la hospitalidad. Él también puede aportar visiones que amplíen nuestra mirada. Todo lo que llegue del exterior debe ser bienvenido si llega con ofrecimiento pacífico y con alma inquisitiva. No te oculto que lo que más me ha gustado de este joven es la curiosidad y su afán por el conocimiento. Que haya embarcado en su país remoto, aun con riesgo de no saber si iba a ser bien recibido en nuestra isla, dice de su predisposición ante lo ignoto. He ahí una característica valiosa que debemos admirar en una persona audaz.




(Fragmento del Kylix de Eleusis)


lunes, 15 de diciembre de 2014

Post scriptum: los sueños

















No permitas, amiga, que te inquiete ese sueño que últimamente se repite en tus noches. Me dices que en él te ves enmudecida. Que tus versos no fluyen y tu voz se paraliza y tus dedos no saben pulsar el lento y grave bárbitos. Me dices que a veces te despiertas estremecida y sudorosa. Piensa que no es sino una venganza miserable del otro lado de ti misma. Esa otra mujer que te habita y que envidia la destreza que has desarrollado, deseando así verte desprovista de los atributos por los que se te reconoce. El lado obscuro suele tentarnos ofreciéndonos en el sueño las riquezas que no poseemos y arrebatándonos los dones que nos hacen valer. Tampoco, Safo, debes tomarte esas pesadillas, por mucho que reincidan, como advertencias ocultas. No hay en ellas clarividencia alguna ni revelan destinos que no podamos descubrir a medida que avanzamos en edad. Muchas personas viven obsesionadas con sus fantasmas, del mismo modo que muchas otras recurren con frecuencia a los oráculos para que les digan lo que son incapaces de conocer por sí mismas. Créeme. Los sueños son pruebas que propician la búsqueda de los placeres en esta vida. Hazme caso y a cada tortuosa quimera de la noche responde al amanecer del nuevo día con pasión. Escribe más profundo, entona con mayor dulzura, desgarra los arpegios del modo más melodioso. Así todos dirán: Safo se ha visto torturada por los sueños pero los ha vencido.




(Fotografía de Manuel Álvarez Bravo)       



domingo, 14 de diciembre de 2014

Post scriptum: anhelo





Safo amable. Si pudiera yo escribir como tú escribes. Y recitar después en alta voz los cantos con el sentido y la entonación conque nos cautivas a todos. Me sentaré bajo el sicomoro a escucharte. Enséñame.




sábado, 13 de diciembre de 2014

Post scriptum: retiro
















Alarmada por no saber de mí desde hace varios días has enviado a uno de tus más diligentes mensajeros a interesarse por mi persona. Yo lo agradezco. No me pasa nada y sí me pasa. Por supuesto, te he tenido todo este tiempo en mi pensamiento, como es ordinario. Pero uno no siempre sabe qué relatar si piensa que con el discurso habitual no aporta mucho a otros. Es importante de vez en cuando mantener silencios, en parte porque no debemos abusar del oído de los amigos que queremos y agobiarles con nuestras cuitas, en parte porque precisamos dedicarnos a fondo a la solicitud con nosotros mismos. Puede que se me vea como un despegado, pero no se me malinterprete por tal actitud. Además no puedo evitarlo. Sabes que mis exigencias son modestas y que para mí lo importante de la vida es no percibirla como algo oneroso. Necesito reposar el pensamiento, calmar emociones, ya sean estimulantes o coléricas, soslayar pasiones inciertas, meditar sobre las propuestas que pueden forzarme a tomar decisiones y cambiar de vida. Retirado al interior de la isla encuentro un ámbito apropiado para apaciguarme. Así se lo he hecho saber a tu fiel Aeschylos, con el que he compartido una frugal pero agradable comida, y no dudo que te lo transmitirá. Agradezco tu interés y la hermosa copa ática que me has hecho llegar con Aeschylos. Sus colores y la geometría de las figuras son nuevas y no dejo de maravillarme. Ahora quedo turbado pues la presencia inquisitiva de tu mensajero y el regalo me han traído de una manera, encubierta pero intensa, a ti. Y veo en ello una suerte de reclamo para que vuelva. Esta fragilidad, suscitada espontáneamente, hace que tome como mías unas palabras que escribiste en cierta ocasión: No sé qué decidir: dos son mis pensamientos.




viernes, 12 de diciembre de 2014

Post scriptum: los espiados





















Mientras mis amigos y yo nos bañábamos esta mañana en la playa nos sentimos observados. Phaidros se burlaba. Seguro que es por ti, me provocaba entre risas. Androcles no parecía conceder mucha importancia a la sospecha y, por el contrario, no se retraía en exhibirse y hasta en hacer algunos gestos obscenos en dirección a los matorrales. No es que me importe que me miren, lo que me molesta es que lo hagan acechándome. Creo, amiga mía, que tus alumnas son unas juguetonas. ¿No les has advertido que los juegos suelen acabar en trampas? Ahora recuerdo lo que hemos comentado otras veces. Hay muchas personas a las que les gusta hacerse las presas porque piensan que así también pueden apoderarse del cazador.



 
(Obra de Henry Scott Tuke)


jueves, 11 de diciembre de 2014

Hacen de su capa el sayo que les conviene
























(este blanco no es la niebla de ahí fuera, es la mordaza de aquí dentro)




Post scriptum: ejercicios de estilo



















Alzaremos juntos el kilix y celebraremos el encuentro...No, esto no me gusta. Tal vez mejor: Al levantar el kilix brindarán los elementos con nosotros...Muy rebuscado. Acaso de esta manera: Los bordes de la copa son el perfil de tus labios...No, no, me mirarías con sorna, pues un verso de esta clase no debe declamarse ante otros ojos sino susurrarse a unos oídos. ¿Y esta otra manera? Libemos juntos hasta llegar al fondo del vaso. Demasiado precipitado, pues parece forzar un acontecimiento más que ratificarlo. Ay, Safo, amiga, estoy perdido. ¿Qué busco cantar? ¿Lo que siento con sinceridad o lo que me reclaman engañosamente las circunstancias externas? Siempre has dicho que no escriba para los demás sino para mí mismo. Yo ahora pensaba en halagarte a ti cuando debería únicamente pensar en la manifestación de mi propia naturaleza. Sé que siempre valorarás más que exprese, aunque sea de forma abrupta, lo que llevo dentro que pretender una construcción retórica y, por lo tanto, hueca. Aún debo aprender. 

Permaneceré en un rincón escuchándote. 



(Kilix del Museo de Delfos)



miércoles, 10 de diciembre de 2014

Post scriptum: acoso






















Tu discípula Cleis no me quita ojo desde que hicimos aquella excursión al templo de Afrodita. Ayer fue más allá y se insinuó con gran alborozo por parte de otras alumnas. Ya le he dicho que lo mío no son las especialidades. Que no domino la lira, que apenas me manejo con el aulós, ni debato de filosofía con suficiente conocimiento de causa, ni paso de ser un seguidor encandilado con la comedia, ni logro avanzar en los esbozos de pintura que los alfareros plasman en sus cráteras. Ni siquiera mi fortaleza física me permite participar en los juegos. Si algo me pone contento es escribir algunos cantos modestos que la observación de la naturaleza me pide por instinto. Pero ella, dulce Safo, insiste en que poseo más de lo que aparento. Tampoco quiero insistir en mis aclaraciones pues por el hecho de intentarlo ya estaría proporcionándole excusa para que continúe su acoso. Intenta, amiga, hablar con ella para que me deje en paz. Soy de pocas palabras y la oratoria, escasamente convincente, no sabe salir con fluidez de mis labios.



(Imagen: Lawrence Alma-Tadema)


martes, 9 de diciembre de 2014

Post scriptum: habladurías















Ciertas personas de tu ámbito, amiga mía, consideran que estoy detrás de algunos de los poemas con que nos deleitas. No prestes atención a tales habladurías. Hay gente a la cual la envidia le marca más que su propio nacimiento. A esos mismos necios les diría: ¿cómo podría ir yo por delante de la divina Safo, si en cada palabra salida de su cálamo se transporta un aroma que sólo pertenece a ella? 



(Pintura de Lawrence Alma-Tadema)


lunes, 8 de diciembre de 2014

Post scriptum: sonidos naturales

















Sé de tus artes para fabricar instrumentos y de tu capacidad para la melodía. Siempre me deparas alguna sorpresa nueva, pues te vales como pocos para hacer variaciones con todos ellos. Pero, ¿acaso la música es una invención? ¿No será, más bien, que robamos a la naturaleza sus propios sonidos y los adaptamos a nuestros caprichos? Mis paseos cuando bajo de la ciudad alta al valle me enseñan la vasta extensión de musicalidad que nos rodea. Si atravieso los campos de cereal me estremezco con el cimbreo acompasado y violento de las espigas por el soplido del aire. Si encaro la pequeña vega me acompaña el suave arrullo de los madroños.  Si me siento a contemplar la corriente desde la orilla del arroyo la armonía es irrepetible. Cuando camino por la costa me acuesto en la playa de guijarros y cierro los ojos para descifrar la acometida del oleaje. No hay mayor placer para mí que tenderme en una zona umbrosa que hay donde termina la tierra cultivada y donde empieza el frescor de la ribera feraz. Allí, en una leve hondonada, se entrecruzan libremente diversos sonidos que me hablan. Es como si el viento, al azuzar cada elemento de la naturaleza, hiciera de mensajero de los dioses o, lo que es más importante, desencadenase premoniciones del destino. Un día te llevaré para que te inspires.



(Pintura de Arnold Böcklin)


domingo, 7 de diciembre de 2014

Post scriptum: escucha




Ayer, al llegar a Mitilene, después de visitar los campos de olivos, pasé por la proximidad de tu casa. A través del paseo de jacintos llegaba hasta mi presencia una tenue melodía a dúo. Deduje que tocabas el bárbitos con alguno de tus alumnos. Me senté en los mojones que delimitan la finca para disfrutar de la complicidad del aire que traía la música. Me dije: cada vez afina más los compases mi amiga. No pude resistir la tentación y avancé discretamente, evitando a los perros, hacia el parterre de donde parecía proceder aquella belleza emitida por tus dedos. Sin embargo, al llegar no había nadie. No supe si había sido mi imaginación o la fuerza del anhelo, enigmática Safo, de embriagarme con el tañido melancólico de tu cítara.



(Pintura de Jules-Élie Delaunay)


sábado, 6 de diciembre de 2014

Post scriptum: interrupción


















Aunque mi presencia haya interrumpido tus pensamientos, espero me disculpes. Sabes bien que no es mi intención desviar tu fructífero ensimismamiento, algo ordinario en ti, y mucho menos invitarte a separar sentimientos de ideas. Pero déjame aconsejarte algo. Sé precavida. No seas tajante al decir que esta vez ha sido Eros quien ha sacudido tus entrañas. ¿Lo ha sido alguna vez? Di, más bien, que el fuego es natural dentro de ti misma y que, de la misma forma que ahí se fragua tu cólera también se genera la pasión. Eros se acostumbró a habitar la mujer y tú lo manejas a tu antojo y le paseas por tu poesía. Solamente va más allá cuando necesitas que la inspiración beba de la materia que hay fuera. Y a la que sabes atender convenientemente y con discreción, no obstante las habladurías de quienes no te quieren bien en Lesbos.



(Pintura de John William Godward)

     

viernes, 5 de diciembre de 2014

Post scriptum: recomendaciones





















Safo, amiga: bien saben las musas que jamás te disputaría las amantes. Y si alguna de ellas te ha ignorado no es por mi causa. Si han llegado a tus oídos comentarios insidiosos, no prestes atención. Si has visto pasar frente a tu casa una sombra acompañada que te parecía la mía, no concedas fiabilidad a la noche. Tú que escribiste en cierta ocasión: "Pues bello es quien es bello en cuanto a la mirada/ Pero también el bueno ha de ser pronto hermoso" no puedes rendirte a actitudes de ninfas poco maduras, ni dar crédito a palabras vanas, ni reconocer en figuras difusas personajes amigos. Modera, pues, tus celos infundados. No permitas que tu mirada extraviada desvaríe hacia el resentimiento. No hay mayor enemigo del amor generoso que la sospecha que castiga la libertad de cada amante. Mi experiencia me dice, amiga cantora, que no hay más alto grado de belleza que la que cabe en la bondad de un alma plácida.



(Pintura de Charles Mengin)



jueves, 4 de diciembre de 2014

Francisco de Goya entrega el cuadro de Carlos IV y su familia




Francisco de Goya y Lucientes ha entregado el cuadro en el que ha retratado a Carlos IV y a su familia. A ver si nos enteramos de lo que vale un peine. Madrid, 1800.




miércoles, 3 de diciembre de 2014

Post scriptum
















- Oh, ¿por qué dijiste a Citerea engañosamente, Safo, que el tierno Adonis había muerto para siempre? 

- Así me lo dijeron a mí, ¿qué podía hacer yo sino llorar su desaparición y clamar por la pérdida?

- ¿No sabes que la belleza permanece a pesar de las obras destruidas por los hombres salvajes y de la nefasta alegría de los dioses envidiosos ? ¿Y que mientras haya ruinas y se transmita el recuerdo sobrevive una pizca de lo hermoso? ¿Desconoces, acaso, que el arte es eterno?

- Nada de eso, pues bien has entendido desde que me conoces que me admiro por todo lo creado y me indigno por lo que se deshace gratuitamente. Y canto a todo aquello que hace concebir esperanzas a los hombres y, especialmente, a cuanto invita a emerger a su esencia más amorosa.

- Quien duda de la noble misión de los mortales en este mundo, gozar y disfrutar de lo que se han concedido por la benevolencia de una parte de su carácter, está abocado a tomar erróneamente como digna, sabia y placentera la violenta conducta sin salida que algunos desesperados nos ofrecen, graciosa Safo. Yo te creo y te animo. Escribe pues, una y otra vez, no solo recordando las gestas del amor sino animando a que los hombres corrijan la maldad y enderecen sus destinos. 

  



lunes, 1 de diciembre de 2014

Iconografías






















Iconografía: descripción de imágenes. Imágenes del pasado, no solo del antiguo sino incluso del inmediato. Pero el inmediato a veces no se distingue de lo secular. Más en nuestra historia matria. Miró con su cartel de 1937: un paradigma, un icono. Acaso no la misma lectura. ¿Quién y quiénes deben ser ayudados hoy día? Esperar todo de otros -por la vía que fuera- no ha sido nunca la mejor solución. La costumbre de que otros te den -te presten y luego se cobren un precio- no ha sido valorada en su justo término por los hijos de la matria. Consecuencia: mala costumbre y abandono; pervivencia de la picaresca y falta de esfuerzo. Y gracias si pasó un tren -los tiempos modernos suelen poner en circulación nuevos trenes- y se cogió. A mí nadie me quita de la cabeza que tarde y mal. Peor hubiera sido permanecer náufragos en el océano de miserias y hematíes. Cultura. Ayuda a la Cultura del individuo, causa y efecto de la colectiva. Al concepto, a la implicación, al compromiso. E impregnar todo con conocimiento y cultura -que no es lo mismo que tertulia, espectáculo, entretenimiento, negocio o enciclopedias virtuales- para ver y hacer las cosas de otra manera. Sin la Cultura ¿es pensable una política abierta, tolerante y participativa? ¿Es factible un código ético que cale en todas las actividades colectivas? ¿Es posible una convivencia pacífica y de apoyo mutuo? Divago en mis anhelos. Ayúdense ustedes mismos, hijos de la misma matria. Y dejen las peleas callejeras de fanáticos de fútbol de lado. ¿O éstas son reflejos cada vez menos encubiertos de las que tienen lugar en instancias superiores de esas órbitas donde nuestros elegidos nos toman el pelo, dilapidando los bienes públicos y gestionando el país a dictados de los poderosos de la Tierra? Y por favor, que nadie me venga conque también hay la cultura de la agresividad y la violencia. Eso es solo instinto nefasto que jamás debe imponerse. Iconografías, ya digo.


sábado, 29 de noviembre de 2014

De pronto, me viene...



















Dos años ya de tu partida. A estas alturas es un ejercicio inútil recordar lo que hicimos en cada momento de nuestra larga amistad, pero recordar es necesario para valorar cuanto nos aportamos mutuamente y dimos a otros. Suficiente para no dudar de los significados estimulantes que hay en esto del vivir. Estéril también hacer cábalas sobre lo que no llegamos a hablar, a leer, a escribir, a compartir en los últimos tiempos. Encuentro esta foto (cuánto ha llovido y escampado desde entonces) en que tu seriedad habitual caía por su peso al sostener la niña. Me niego a celebrar las muertes, aunque como dijo nuestro admirado Canetti: "Mi odio contra la muerte presupone una permanente conciencia de ella; me maravillo de poder vivir así". Y no quiero decir más, porque lo que pudiera recordar ambos nos lo sabemos (y tú con desventaja) No conviene decir mucho para no caer en la melancolía. También de Elias Canetti es esta cita: "Gratitud por la melancolía compartida. Hemos hablado de la vida como de un muerto..." Por eso, por si acaso, porque no quiero que la memoria de los buenos tiempos, que además fueron muy emocionantes, tenga tierra encima, me callo.



viernes, 28 de noviembre de 2014

Aquella macla de Oteiza



¿Tendrán las piedras un haz y un envés como las plantas? ¿Permanecen al emerger bajo las mismas formas que tuvieran antes en las profundidades? Si cambian, ¿qué las altera? Si se desgastan ¿qué ha hecho mella en ellas? ¿Las rasga la luz del sol de manera análoga a como las coloreaban las corrientes de otros minerales en el útero de la tierra? Sus geometrías, ¿para qué arquitecturas están pensadas? Sus apariencias ¿qué secretos compactos preservan interiormente? Sus volúmenes, ¿qué visión del mundo pretenden sostener? Sus vetas, ¿qué lenguaje de petroglifos espontáneos despliegan? Su abstracción, ¿qué mundos inconcretos sugieren? Y cuando evocan, ¿no traen sino el aroma de la humedad y el cálido ovillo de lo que existe bajo nuestros pies?



(Gracias a Francesc Cornadó por recordarme la piedra que tengo cerca
http://francesccornado.blogspot.com.es/2014/11/el-solido-indeformable-y-el-cuerpo.html )




martes, 25 de noviembre de 2014

Aforismo de mi hartazgo de los profetas




Si algo me harta en esta vida  -y mira que hay motivos para el hartazgo-  es la permanente exhibición de los profetas. De los antiguos y de los nuevos. De los que tienen consolidado su poder desde hace siglos y de los emergentes que parece que se van a comer el mundo. De los que predican paraísos ultrafísicos y de los que prometen cambios que nunca tienen lugar. De los que señalan la mota en el ojo ajeno y no ven la viga en el propio. De los que hacen política con la religión y de los que quisieran convertir en eje religioso a la política. De los que no creen en la libertad de pensamiento y de los que desearían convertir el pensamiento en doctrina.Me llegan noticias de que hoy han coincidido en el Parlamento Europeo profetas diversos y se han jaleado mutuamente. Debo compensar mi hartazgo con un saludable y agradecido escepticismo. Ahora solo me falta llegar a ser lo suficientemente estoico como para no padecer por la intolerancia de los profetas. De momento invoco aquel gesto de desdén enérgico de nuestros nunca suficientemente apreciados Fernando Fernán Gómez y Antonio Labordeta. Su ¡a la mierda! era una verdadera declaración de principios contra los aprendices de brujo, lleven dos mil años incordiando, presidan los grandes organismos de control social y económico del planeta o pretendan con operaciones mediáticas asaltos a no sé qué improbables cielos.





sábado, 22 de noviembre de 2014

Carta del otro





Querido Fackel. Estos días he estado fuera de España. Lo cual no significa que haya estado en otro territorio aparente, es decir, alguna de esas rimbombancias nombradas Estado, reino o república. Tus hojas rojas me han venido muy bien. Han sido como una guía que me ha permitido descubrir los mundos pequeñitos pero hondos. En ellos reposo  de todo lo que acontece en el entorno. Una manera también de evitar envenenamientos innecesarios que, antes o después, arriesgan una septicemia. Sigue ofreciéndonos hojas o guijarros o riachuelos subterráneos que ayuden sobrevivir a lo necio. Visto el panorama no descarto que siga tomando como referencia tus botones de muestra y persiga dimensiones que apacigüen mi temperamento. Ya hace tiempo que me refugiaba de vez en cuando en las palabras de hombres clarividentes de este país que han escrito con sensatez  -escribir es avisar o no vale para nada- sobre sus hombres y sus quehaceres y sus días. Hay más autores avisados de los que se piensa la gente, pero pocos los siguen leyendo y todavía menos los hacen caso. Me estimulan sus opiniones emitidas en otros tiempos pero vigorosas, es decir que permanecen. Por supuesto, no siempre un texto basta para atemperar la inquietud y el desasosiego. Por eso me gusta también mirar lo elemental. Lo que es elemento en sí mismo. Por ejemplo tus hojas rojas, las ramas que se van cubriendo de orfandad, las corrientes de aire que anuncian otro clima, las piedras que, aun desgastadas, tienen entidad, las sonrisas de bondad que algunos paisanos aún esbozan y con que me obsequian. Te agradezco esas tus búsquedas menores y, si bien con ello no evito que la estupidez del entorno se aligere, ya veo que no, al menos me permite tomarme las cosas con una levedad que no me desgaste. Te paso un enlace que he pillado hoy porque en él se habla también de algo bastante de atrás, y que uno no desearía que fuera eterno. Un día de estos nos paseamos entre majuelos y catamos lo último de lo último. 




(Ilustración de El Roto hoy en El País)




jueves, 20 de noviembre de 2014

Sotobosque: la anciana ávida



Matemáticas aparte, dicen que el cálculo de probabilidades es sorprendente. Yo digo que además es admirable. Por ejemplo (un ejemplo práctico, vivido) ¿qué posibilidades había de que un día después de coger yo aquella hoja, en el mismo lugar, sobre la misma calzada, a la misma hora, otra persona se inclinara para recoger una hoja roja? Y de pronto, aquella anciana la vio en el suelo, vio la llamarada que emitía, vio la dimensión perfecta de una hoja de libro de naturalista, y yo miré a la mujer. Se me adelantó. Fue un gesto rápido. Por un momento me sentí tentado a disputar con ella la hoja; podía haber dado un brinco, haberla desplazado, incluso haber vociferado: ¡señora, esa hoja es mía!, y me hubiera importado un bledo su susto. Si no lo hice no fue por mostrarme amable y mucho menos generoso sino, debo reconocerlo, porque me ganó la mano. Fue más hábil y, me avergüenza admitirlo, hasta más ágil. La veo aún doblándose sobre su cintura menuda, arqueando con levedad su espalda, extendiendo la mano como una prestidigitadora. Sus ojos rezumaban avidez y no dudó. Yo sí. Me pareció emocionada, consciente de que conquistaba un tesoro o acaso de que hacía una obra caritativa salvando a la hoja de ser pisoteada por el desdén de los paseantes. La hoja era perfecta, intensa en su rojez, mostraba todas las puntas enteras. Me pareció incluso lozana, si es que una hoja marchita acaso puede comunicar algún eco de frescura. Yo miré de nuevo a la anciana y debí esbozar un gesto de fastidio, porque se giró, como si la pillara en un acto ilícito. Ella, como una furtiva, tomó la hoja en su mano y la hizo desaparecer con presteza en alguna parte de su abrigo. No, no se me dan las estadísticas. Un lenguaje tan al uso que ha tomado el relevo a los acontecimientos palpables. Pero lo presenciado hoy me dice que no debo desdeñar el margen en que los acontecimientos pueden tener lugar de manera coincidente. Naturalmente, basta que te pongas a calcular para que nada se produzca. Porque lo interesante no es tanto confiar en la previsión, sino arriesgar con los dados del azar. Mañana volveré a pasar por el mismo lugar y aunque el cálculo diga que prácticamente es imposible que vuelva a aparecer una viejecita para recoger ante mis narices una hoja roja, quién sabe. Por si acaso iré preparado para tomar la iniciativa. Y es que la hoja que me he perdido hoy no me la puedo quitar de la cabeza.



miércoles, 19 de noviembre de 2014

La hoja roja





Me sale al paso. Solitaria, triste, desubicada. No en el parque otoñal ni bajo los árboles de una plaza amena ni en los jardines de un viejo palacio. Yace sobre el asfalto. Está pisoteada y polvorienta. Amputada y rugosa. Sus nervios tiritan y las aristas se encogen. Su envés es mortecino, pero el haz destella todavía tanta luz. La salva el rojo. Y su color me habla.




lunes, 17 de noviembre de 2014

El árbol de Lucien Clergue



























En homenaje al fotógrafo Lucien Clergue, muerto el sábado en Nîmes.



Fue una raíz
                  que se erizó en el humus
luego tallo creciente
                             ondulación desigual náufraga
entre la arboleda

Fue un rayo seco recorriendo a la inversa
su caída
            sacudía el aire
y lo enhebraba con puntadas de sangre

Fue tronco incontenible
                                     desafiante elevación
que rasgaba la mirada de mil hombres
hasta dejarlos ciegos
                            sin permitir su acceso al paraíso

Fue al fin la cúpula del bosque
                                       donde encallaba el sol
y en el clima de los días húmedos desprendía
                                                                   sus destellos de nácar

Cuando los feroces guerreros incendiaron el suelo
donde se había alzado
                                 se hizo columna de material profundo

Y en una noche sin luna ni cánticos
                                                       levantó su templo
para que los paganos cayeran a sus pies
rendidos
             desarmados





(Fotografía de Lucien Clergue)




domingo, 16 de noviembre de 2014

Trébol


















No sé cómo fue que un día brotó de un tallo inadvertido. Luego han venido bastantes más, con la misma procedencia desconocida. Me abstraigo en ellos. Esbelta, delicada, con una inconsistencia que engaña. Y el resultado fina de unas hojas que parecen iguales pero no lo son. Los dedos se aproximan y absorben de la planta sensibilidad. Quién lo iba a decir. Muchas veces, si no siempre, es un enigma el por qué de las cosas. De otros seres, de otras existencias, de otras manifestaciones. Pero, aunque no lo sepamos interpretar, la vida es. Estar. Uno no acaba de asombrarse de la capacidad de reposición del reino vegetal. Hay tanto que aprender de las plantas. Siquiera observarlas y dejarnos sorprender por ellas. Gozar su aparente quietud. 




sábado, 15 de noviembre de 2014


















Cuando se acomete contra españoles y no españoles para proteger, por ejemplo, los intereses de las multinacionales de las fuentes de energía, ¿cómo hay que llamarlo? ¿Siempre va a ser lo mismo? ¿Siempre las instituciones tradicionales van a usar su fuerza bruta contra la protesta pacífica de quienes disienten? ¿Siempre va a triunfar el poder de las minorías enriquecidas contra los intereses de los pobladores y los defensores de la conciencia colectiva? Estas son imágenes en que la Armada española (aquí el verbo da miedo ponerlo) esta mañana a/con los peligrosos activistas de Greenpeace en aguas de Canarias. Para defender, ¿qué y a quiénes? ¿Es que se trataba de un acto de guerra o de una agresión territorial para enviar a la Armada? Huy lo que se está equivocando este gobierno. O no, simplemente muestra el rostro que tiene, y otro no cabe en sus presupuestos antidemocráticos. Ya está dando demasiado asco todo. Muchas cortinas de humo hay levantadas últimamente para ocultar los problemas fundamentales relegados, maltratados y despreciados de las clases sociales -las clases, sí, no la gente en abstracto-  más precarias. Mientras, la oligarquía  -no las castas en general- campa a sus anchas y usa los medios tradicionales que le proporciona el Estado para sus fines totalmente privados. Mucho huele mal en este país...que nos puede intoxicar a todos. Y uno no quiere, en absoluto, que prenda el guerracivilismo que han desatado los de siempre cuando no controlan la situación. Aunque, pensándolo desde otro ángulo, probablemente casi todo lo tengan atado y bien atado.  





jueves, 13 de noviembre de 2014

Diálogo entre 67P/Churyumov-Gerasimenko y Philae



















67P/Churyumov-Gerasimenko es un cometa que en un momento determinado pero sin tiempo han pillado a mano los habitantes de un planeta lejano. Philae es una exploradora que ha sido enviado por gente de este planeta para ver de qué va el cometa. Acaban de tomar contacto y tiene lugar este diálogo cordial.  


67P.      ¿Qué haces tú aquí?
Philae.  Exploro.
67P.      ¿Eso qué es?
Philae.  No lo sé muy bien. Algo que deciden los que me han fabricado.
67P.      ¿Quieres decir que no has venido por tu propio pie?
Philae.  Huy, qué va. Si supieras lo que tardaron en hacerme y los años que me ha costado llegar.
67P.      ¿Qué son los años? 
Philae.   Una medida que se gastan en el planeta de donde vengo.
67P.      ¿Vienes de un planeta? ¡Qué importante!
Philae.   No estoy segura. Aquello es muy complicado. Tan pronto te hacen creer que eres alguien como te deshacen y solo te llamas chatarra.
67P.      Me cuesta entenderte, pero me esfuerzo. Eso de chatarra, ¿es acaso el nombre de los seres que pueblan ese planeta del que vienes?
Philae.  No de todos ni en cualquier momento. Pero a casi todos les toca antes o después convertirse en chatarra.
67P.      ¿Es de lo que están formados esos personajes?
Philae.  No. En principio todos son lozanos, vitales y hasta están contentos. Pero suceden muchas cosas allí, al menos hace diez años, cuando partí, ocurrían cosas muy graves.
67P.      ¿Tan graves como para que se conviertan en chatarra, según tú?
Philae.  Y en huesos, y en ceniza, y polvo.
67P.      Uf, cuesta verlo con claridad, pero eso del polvo lo entiendo. ¿Sabes que también yo contengo eso?
Philae.  Algo me barruntaba. Pero ¿de qué mas te compones?
67P.      Anda, guapa, eso lo tienes que descubrir tú, que eres la exploradora. 
Philae.  Sí, pero te pediré ayudita. Con tu permiso tocaré todas tus partes posibles para ver qué contienes.
67P.      Bueno, me lo pensaré. Acaso te deje un poco. Pero a cambio, cuéntame. ¿De qué más están fabricados los que te han fabricado a ti?
Philae.   No se lo cuentes a nadie, pero las materias más importantes de ellos son la memoria y el olvido.
67P.      ¡Hala! ¿Son elementos resistentes?
Philae.   Lo son, pero depende. Suelen convivir, pero a su vez se desplazan mutuamente. A veces triunfa uno a costa del otro.
67P.      ¿Y qué pasa?
Philae.  Pasa que si la memoria se impone todo el mundo se comprende mejor y hay armonía y transcurren mejor los tiempos. Pero si el olvido extiende su poder entonces suceden cosas terribles.
67P.      ¿Que se convierten los de ese planeta en chatarra?
Philae.  En cierto modo, porque entonces las gentes no se entienden y se destruyen, y a veces con todos los recursos a su alcance.
67P.      ¿Recursos?
Philae.  Sí, hay muchos: manipulaciones, engaños, propagandas, leyes, invasiones...incluso disponen de algo muy terrorífico llamado armamento.
67P.      Pues no acabo de verlo. Si son capaces de ser felices, ¿cómo pueden tirar por los suelos lo que les hace estar bien?
Philae.  Acaso es que no son nunca felices y se alimentan de espejismos. ¿Sabes? Se creen los reyes del universo y no son siquiera dueños de su planeta.
67P.      Pero eso es pura vanidad, ¿no?
Philae.  Y ceguera, querida amiga, y necedad principalmente. Todo es parte de la misma bola en la que se envuelven y ruedan incesantemente en su confusión.
67P.      No sabes lo que lo siento. Y tú, ¿tienes que volver a ese lugar inhóspito y contradictorio?
Philae.  Seguramente me habrán programado para eso. Aunque según venía para acá pensaba que si no les vale mi gestión es probable que me dejen flotando inútilmente para toda la eternidad sideral. Son así de desconsiderados. Ya les ha pasado a otras.
67P.      Vaya. Aunque mira, qué bien por otra parte. Podrías quedarte conmigo.
Philae.  No lo había pensado, pero dame tiempo.
67P.      Ya verás cómo no te arrepientes.


Philae sufre un movimiento brusco que interrumpe la conversación y se aleja un palmo de 67P/Churyumov-Gerasimenko. Ésta extiende una mano y Philae la hace un guiño.




(Imagen de Friedrich Wilhelm Murnau)



martes, 11 de noviembre de 2014

Copiando y pegando a Jordi Savall




Me vais a perdonar que insista en el tema de la renuncia de Jordi Savall al Premio Nacional de Música que establece el Estado. El sábado apareció en Babelia un artículo extenso suyo con razonamientos. Seguramente algunos ya lo habréis leído, siquiera en su versión reducida, pero para los que no lo conozcan corto y pego por el alto interés que me parece que contiene. Cada párrafo del mismo es una fuente de conocimiento, invita a la reflexión y nos propone sacar conclusiones. Como cantidad de cuestiones de nuestra historia, de las creaciones del pasado y de nuestro acervo, el arte, en concreto el musical y sobre todo el antiguo, puede estar herido de muerte. El desinterés y la ignorancia de los gobernantes lo están propiciando de manera determinante. Con el agravante que ello repercute en el nivel educativo y cultural de los españoles. Careciendo del conocimiento, del disfrute y de la capacidad de transmisión de la música a las generaciones del futuro se abriría una situación incierta en la calidad de nuestra sociedad. 




"Renunciar a una distinción importante como es el Premio Nacional de Música, otorgado por el Ministerio de Cultura, como reconocimiento a más de cuarenta años de dedicación apasionada y exigente a la difusión de la música como fuerza y lenguaje de civilización y de convivencia, ha sido un gran sacrificio, pero una decisión al fin y al cabo relativamente clara de tomar. Aunque concedido por un jurado compuesto en parte por músicos y personalidades independientes, ¿cómo podía aceptarlo viniendo de la mano de una institución que desde tiempos inmemoriales ha dado la espalda a los músicos y especialmente al Patrimonio musical histórico del país? ¿cómo podía callarme y beneficiarme de los 30.000 euros que lo acompañan, sin pensar en las voces cada día más numerosas y más desesperadas de tantos músicos que piden ayuda y oportunidades, y que se han quedado sin trabajo ante la rápida desaparición de festivales y reducción de programaciones de conciertos en auditorios de resultas de la drástica supresión de las modestas ayudas? 

La cultura, el arte, y especialmente la música, son la base de la educación que nos permite realizarnos personalmente y, al mismo tiempo, estar presentes como entidad cultural en un mundo cada vez más globalizado. Estoy profundamente convencido que el arte es útil a la sociedad, contribuyendo a la educación de los jóvenes, y a elevar y a fortalecer la dimensión humana y espiritual del ser humano. Durante siglos y hasta la Revolución Francesa, fueron la mayoritariamente la nobleza y la Iglesia las que financiaron la cultura y el arte. En tiempos modernos es la filantropía de algunos ricos negociantes y burgueses que, por amor a sus ciudades o países, hace posibles la construcción de museos, hospitales, estaciones, iglesias, teatros de ópera, auditorios. En pleno siglo XXI el mundo económico y las grandes fortunas están totalmente globalizados, y en nuestro país hay que añadir que no ha existido la tradición filantrópica de los países anglosajones y, para mayor desgracia, no tenemos ni una ley de mecenazgo correcta. Pero lo más grave es que, a pesar de un extraordinario y creciente interés en todo el mundo por las músicas barrocas, renacentistas y medievales, no existe en España un pleno reconocimiento institucional de la gran importancia de nuestro patrimonio musical histórico. Ello se debe, en gran parte, a la trágica pérdida de memoria de la conciencia musical europea que había perdurado hasta los años cincuenta, y que todavía continua vigente en nuestro país, ya que nuestro repertorio musical anterior al 1800 permanece sepultado bajo las sucesivas capas culturales que el romanticismo y el modernismo han añadido sobre él. El resultado de esta gravísima desatención de la que no existe tan siquiera clara conciencia, es una imagen incompleta y distorsionada de nuestra tradición e identidad culturales, a las que ha sido cercenado uno de sus aspectos más vitales, brillantes y originales. 




No olvidemos que nuestras orquestas sinfónicas, nuestros grandes coros, nuestros grandes teatros de ópera, que también padecen de los recortes, responden a un modelo cultural centroeuropeo especializado en los repertorios del siglo XIX, mientras que nuestro patrimonio más universal –desde las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio hasta las ensaladas de Mateo Flecha, desde las misas de Cristóbal de Morales y de Tomás Luis de Victoria hasta los villancicos de Sebastián Durón, desde las églogas de Juan del Enzina hasta las óperas de Vicente Martín y Soler–, dependen exclusivamente del buen hacer de la iniciativa privada. España necesita un proyecto cultural apoyado por una clara voluntad política que le permita recuperar sus principales músicas históricas, ya que representan uno de los patrimonios intangibles de la humanidad más importantes y más significativos por su especial relación histórica con las culturas musicales del Mediterráneo y del Nuevo Mundo. 

“La riqueza cultural de un país depende no sólo de la importancia de su patrimonio, sino más bien de su capacidad de valorarlo, lo que implica un proyecto, el cual supone una voluntad...” Estas palabras, que le recordaba hace exactamente 10 años (en una carta del 25 de noviembre 2004) a Carmen Calvo, ministra de Cultura del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, continúan definiendo las causas esenciales de una grave situación de desinterés e ineficacia por nuestra cultura y sus creadores, y en especial por la música histórica y los músicos que la mantienen viva. Tres palabras clave en toda política cultural: valor, proyecto y voluntad. Todas cualidades que desde tiempos remotos no forman parte del quehacer cotidiano de nuestros máximos responsables al programar una política cultural que tendría que ser digna y generosa, y siempre velando que todas las clases sociales puedan acceder a ella. ¿Las causas de tal desinterés? Primero por ignorancia, ya que no se puede valorar lo que no se conoce. Segundo por falta de proyecto, ya que ninguna política cultural de interés general puede afianzarse sin un proyecto serio. Y, finalmente, por falta de voluntad: sin un mínimo apoyo institucional estable es imposible consolidar la recuperación y la difusión de un patrimonio musical milenario. 


¿Cuántos españoles han podido alguna vez en sus vidas, escuchar en vivo las sublimes músicas de Cristóbal de Morales, Francisco Guerrero o Tomás Luis de Victoria? Quizás algunos miles de privilegiados hayan podido asistir a algún concierto de los poquísimos festivales que programan este tipo de música. Pero la inmensa mayoría, nunca podrá beneficiarse de la fabulosa energía espiritual que transmiten la divina belleza de estas músicas. ¿Podríamos imaginar un Museo del Prado en el cual todo el patrimonio antiguo no fuera accesible? Pues esto es lo que sucede con la música, ya que la música viva solo existe cuando un cantante la canta o un músico la toca. Los músicos son los verdaderos museos vivientes del arte musical. Es gracias a ellos que podemos escuchar las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, los villancicos y motetes de los siglos de Oro, los tonos humanos y divinos del barroco… Por ello, es indispensable idear los mecanismos institucionales para dar a los mejores músicos un mínimo de apoyo institucional estable, ya que sin ellos nuestro patrimonio musical continuaría durmiendo el triste sueño del olvido y de la ignorancia. 

La ignorancia y la amnesia son el fin de toda civilización, ya que sin educación no hay arte y sin memoria no hay justicia. No podemos permitir que la ignorancia y la falta de consciencia del valor de la cultura de los responsables de las más altas instancias del gobierno de España, erosionen impunemente el arduo trabajo de tantos músicos, actores, bailarines, cineastas, escritores y artistas plásticos que detentan el verdadero estandarte de la cultura y que no merecen sin duda alguna el trato que padecen, pues son los verdaderos protagonistas de la identidad cultural de este país. 




Mi profundo desacuerdo con esta actitud y situación, son la única razón de mi renuncia al Premio Nacional de la Música 2014, y no, como algunos han querido dar a entender, por otras razones relacionadas con la actual situación política en Cataluña y por asociarlo a mi claro apoyo al derecho de los catalanes de votar el próximo 9 de noviembre. Llevo medio siglo de mi vida viajando con mi viola de gamba y mis músicos de Armenia, Turquía, Israel, Marruecos, Siria, Bulgaria, Bosnia, Serbia, del viejo y del nuevo mundo, y mi hogar es donde se venera a la música y la amistad. Pero en un mundo cada vez más globalizado, no puedo olvidarme de mis orígenes, de mi lengua ni de mi cultura, pero esto nunca me ha impedido sentirme en casa tanto en Sevilla como en Paris, en Basilea o en Nueva York, en Toledo o en Florencia. Con la música no se puede mentir, y el oficio de músico nos enseña y obliga a escuchar, a compartir, a respetar, a dialogar, a buscar la armonía y, gracias a todo ello, podemos establecer nuevos puentes entre las culturas y las creencias más diversas y alejadas.

Vivimos en una época de gravísimas crisis; política, económica, ética, social y cultural, a consecuencia de la cual una cuarta parte de los españoles está en situación de gran precariedad y más de la mitad de nuestros jóvenes no tiene, ni tendrá quizás, posibilidad alguna de conseguir un trabajo que les asegure una vida mínimamente digna. Una crisis que anunciaba ya Tomás Moro en 1516, cuando decía “allí donde todo se mida por el dinero, no se logrará jamás organizar la justicia y la prosperidad social, a menos que consideres justa una sociedad en la que las mejores prebendas vayan a manos de los peores y que creas perfectamente feliz el Estado donde la fortuna pública sea la presa de un grupo de individuos insaciables de placeres, mientras la mayoría es devorada por la miseria” (Utopía: "Sobre la Justicia y la prosperidad social"). La prensa nos da a conocer cada día nuevos casos de corrupción de políticos y hombres de negocios, y al mismo tiempo se dan a conocer la lista de las 100 grandes fortunas de España, desvelando que aglutinan 164.424 millones de euros, y mencionando que sus fortunas habían aumentado en un año un 9’2%, mientras que el umbral de pobreza de la población aumenta día a día (¡solamente en una ciudad como Barcelona se ejecutan una media de 22 desahucios diarios de familias que no llegan a poder pagar su vivienda!). Esto nos hace recordar que vivimos en un mundo cruel y profundamente injusto, en el cual el 1% de la población posee lo que necesita el 99%: mejores viviendas, mejor educación, mejores médicos y mejores formas de vida. Ahora bien, como señala Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía en el 2001, a esa minoría le falta algo "que, al parecer, el dinero no ha comprado: la conciencia de que su destino está vinculado al modo en que vive el otro 99 por ciento. A lo largo de la historia, es algo que ese 1 por ciento superior acaba aprendiendo... demasiado tarde". 




Actualmente como observa con extraordinaria lucidez Tony Judt (1948-2010) "Nuestro culto contemporáneo a la libertad económica ilimitada, combinado con la intensificada sensación de miedo e inseguridad, conducen a la reducción de las prestaciones sociales y a una regulación económica mínima… El miedo resurge como un ingrediente activo de la vida política de la democracias occidentales. El miedo al terrorismo, por supuesto; pero también, y quizá de un modo más insidioso aun, el miedo a la incontrolable velocidad del cambio, el miedo a la pérdida del empleo, el miedo a perder terreno frente a otros en una distribución cada vez más desigual de los recursos, el miedo a perder el control de las circunstancias y las rutinas de la propia vida cotidiana. Y, quizá por encima de todo, el miedo a que ya no sólo no podamos dirigir nuestra vida, sino a que también hayan perdido el control quienes detentan la autoridad en provecho de fuerzas situadas más allá de su alcance". Judt concluye defendiendo el lugar de la historia reciente en una época de olvido: "Creemos haber aprendido lo suficiente del pasado para saber que muchas de las viejas respuestas no funcionan, y puede que sea cierto; pero en lo que el pasado puede ayudarnos es a comprender la eterna complejidad de las preguntas». 

Nos dice Elias Canetti “Cuanto más la población terrestre va volviéndose más densa, cuanto más la vida se vuelve más maquinal, menos podremos pasar de la música. No está lejos el día donde ella sola podrá salvarnos de la ceñida red de lo funcional, y es el primer deber de la inteligencia futura preservar de toda influencia esta formidable reserva de libertad. Ella es la historia viviente de la humanidad pues, sin ella, solamente poseeríamos parcelas muertas”. Son todos los músicos actuales los que mantienen viva esta historia de la humanidad, pues con sus cantos y sus sonidos, con su talento y su sensibilidad, nos transmiten día a día, toda la belleza creada por todos los grandes compositores del pasado. Sin ellos, sin la emoción de este eterno renacer, que es el milagro del arte, dormirían el triste sueño del olvido. Todo ello explica mi renuncia al Premio Nacional de Música 2014, convencido que este sacrificio será comprendido como un acto revulsivo en defensa de la dignidad de los artistas y pueda, quizás, servir de reflexión para imaginar y construir un futuro más esperanzador para nuestros jóvenes. 

Creo, como decía Dostoyevski, que la Belleza salvará al mundo, pero para ello es necesario poder vivir con dignidad y tener acceso a la educación y a la cultura".