En homenaje al fotógrafo Lucien Clergue, muerto el sábado en Nîmes.
Fue una raíz
que se erizó en el humus
luego tallo creciente
ondulación desigual náufraga
entre la arboleda
Fue un rayo seco recorriendo a la inversa
su caída
sacudía el aire
y lo enhebraba con puntadas de sangre
Fue tronco incontenible
desafiante elevación
que rasgaba la mirada de mil hombres
hasta dejarlos ciegos
sin permitir su acceso al paraíso
Fue al fin la cúpula del bosque
donde encallaba el sol
y en el clima de los días húmedos desprendía
sus destellos de nácar
Cuando los feroces guerreros incendiaron el suelo
donde se había alzado
se hizo columna de material profundo
Y en una noche sin luna ni cánticos
levantó su templo
para que los paganos cayeran a sus pies
rendidos
desarmados
(Fotografía de Lucien Clergue)
Gracias por este retazo cultural.
ResponderEliminarNaturalmente, un retazo muy cultural, quien lo vea de otro modo yerra, y te juro que escribo cuando siento algo especial, además hace tiempo usé fotografías de este autor y qué menos que homenajearlo en base a una de sus obras, ¿no?
EliminarVayapordió hermano, parece que también compartimos juramento.
ResponderEliminar¿A qué edad descansó?
Me suena que a los ochenta.
Eliminar¿Y qué son los instintos sino tierra labrada de humedades y de fértil fantasía? Alzo la mirada al cielo y antes de enzarzarme entre las ramas anido en los altares.
ResponderEliminarBello retazo de cultura, Fackel. Bella imagen que contemplo de rodillas.
Pues al menos son eso que dices los instintos, sin ellos ¿qué frutos variados cabe esperar? ¿Los de las ideas, las creencias, los mitos...? ¡Eso también es producto de la fertilidad, sí!
EliminarGracias, Enric, por tu comment genuflexo.
Un homenaje muy vívido y expresivo.
ResponderEliminar=)
Pues sí, y te aseguro que sentido, siquiera porque descubrí hace tiempo su obra por mor de esta tarea de los blogs.
EliminarLa poesía es magnífica, el homenaje, merecido... y la poesía en blanco y negro la estampo en mi retina como gafas de sol.
ResponderEliminarCordial saludo.
No te dejes deslumbrar por el blanco y negro, pero desea la fertilidad, madre de todas las vidas, incluida la imaginación, los sueños y los trabajos humanos.
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ResponderEliminarGracias, Fackel, echaba de menos la belleza de tu poesía.
Hermoso tu homenaje¡
Abrazo, salud
m.
No es algo fácil para mí la poesía, ni son arquitecto de ella. Simplemente tengo mis repentes, mis ocurrencias, mis deseos...que siempre me dejan inseguro. Las palabras no dan satisfacción plena pero ayudan.
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