Curiosa coincidencia. El Roto también habla con su propio lenguaje hoy sábado en el periódico El País, llamando a las cosas por su nombre.
¿Veis cómo a todos se nos puede ocurrir algo para fomentar el uso del lenguaje, ya sea en bable, gallego, euskera, catalán, castellano, aragonés, caló, por lengua de signos o a través de onomatopeya? Al adecuar el sentido de las palabras, al renovarlas en su rica sustancia, al actualizarlas consecuentemente a los hechos, estamos rescatando el concepto. No son solo las palabras las que se han venido desvirtuando o prostituyendo, tanto desde las altas instancias de la nación como desde la masa repetidora de la voz de sus amos. Son los conceptos a los que sirven, o deberían servir, las palabras los que se demuelen día a día. Si se dice honorable (por poner un ejemplo recientemente escandaloso de cierto presidente que fue de la patronal) a quien ha sido ladrón, ¿se ha producido un mero, malo y defectuoso uso de los términos? ¿O se ha dado impúdicamente la vuelta al concepto de las cosas?
Corrijamos las palabras, los conceptos y, consecuentemente, el sentido o significado. Los conceptos deben servir para ordenar el sentido de cuanto nos rodea. Deben significar su valores reales. Pero ya sabemos hasta dónde llegamos. ¿Qué puedes esperar de una ciudadanía que llega a una tienda y dice: deme un kilo de garbanzos o dame un whisky, cuando en realidad lo está comprando? ¿O: vengo a que me dé un crédito bancario o me conceda una hipoteca, cuando estos productos los va a pagar con creces? Pues cabe esperar eso: que volvamos a llamar al pan, pan, y al vino, vino. Por la cuenta que nos tiene.
¡Qué mal lo tenemos! Para la semántica y la etimología es necesaria la memoria, pero éste es un país de desmemoriados.
ResponderEliminarEl uso de eufemismos, además de ser una herramienta de engaño y estafa, también se convierte en un elemento de confusión. Confunden los conceptos geométricos: "geometría variable", "líneas rojas".
ResponderEliminarSubvierten los conceptos morales: llaman "honorable" a un conseller de la policía, este que ordenan el disparo contra los ojos de los manifestantes, y llaman "honorable" a los que viven de la sopa boba.
Salud
Francesc Cornadó
Y llamamos copago a volver a pagar por un servicio cuando otros han saqueado las arcas. O sanidad gratuita cuando es sanidad pagada por todos.
ResponderEliminarEl trabajo de desmontar los eufemismos, de denunciar el marketing del crimen económico organizado, es merecedor de elogio porque resulta imprescindible para desenmascarar la manipulación mediática que nos asfixia.
Un saludo
¿y qué decir de emprender, emprendedor y emprendimiento?
ResponderEliminarEnric, equilicuá. Un país de desmemoriados, de iletrados y de aparentes. Así se ve lo que se ve por la calle.
ResponderEliminarFrancesc, odio los eufemismos que se inventan cada día las ineptas autoridades que tenemos, que deberían dejar de llamarse autoridades. Subvierten todo. Los verdaderos subversivos están siempre en el poder. Tener que subvertir la subversión (vaya trabalenguas) es tarea compleja, eh. No nos queda. Y siempre o ellos o el caos.
ResponderEliminarCamino, es como dices. Pero tú y yo, los que pasamos por aquí y por otros ámbitos de escritura y rabia, podemos combatirlos a nuestra modesta escala. Pero ¿hacen algo los medios? Cierto que hay algún programa que con ironía resalta temas análogos. Pero no hay batalla de lenguaje conceptual y el formal anda también por el suelo. Periodismo decadente, voces de sus amos, correveidiles del sistema.
ResponderEliminarCasilda, otra palabreja de moda. ¡Ya nadie quiere ser obrero! Salen en noticiarios chavales que quieren ser autónomos nada más abandonar la teta, manda güevos. Se está incubando una filosofía de la carencia de esfuerzo y pintando de rosa. Va a llevar a estrellarse a muchos y a perder dinero quienes arriesguen. Pero con el tema del paro se justifica todo.
ResponderEliminarEl Roto es lo único que salvaría de El País.
ResponderEliminarHace tiempo que al pan lo llama vino y al vino pan.
¿por la cuenta que nos tiene? Por la cuenta que nos tiene atados a la hipoteca es por lo que, para consolarnos, buscamos el refugio de un lenguaje engañoso...total, en todo lo demás también nos han engañado.
ResponderEliminarIsla. Para mí Elroto es evangelio siempre (laico y portador de verdad) Ese surrealismo que practica le convierte en el mejor exégeta el surrealismo español presente. Pero ya empezó en la revista Triunfo, con otros nombres, a ejercitar. Ese señor es un Monumento.
ResponderEliminarDe acuerdo: al llamar pan al vino y vino al pan, deconstruye los eufemismos de los canallas y edifica la verdad.
María. Puede haber muchos motivos, principales y secundarios. ¿Hemos entrado todos y a todo al trapo de los dominios del mercado? Cada uno que se responda. Supongo que en mayor o menor medida. Pero encima, esa soberbia mayoría parlamentaria lograda con la puñetera Ley d'Hont carece de pudor, de respeto y de piedad con la ciudadanía. Si sus votantes lo admiten, allá ellos. Yo NO.
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