Lo que Robert de Niro dice dirigido a estadounidenses, y en concreto a las artes, puede extenderse a los otros países democráticos que aún quedan. De Niro no se muerde la lengua llamando a las cosas por su nombre.
Nota bene.Y mientras, Israel sigue asesinando impunemente día tras día, todos se lo permiten, y encima al extremo agresor le molesta que le llamen genocida.
De Niro, Springsteen, Rufus Wainwright y otros. Es la otra América.
ResponderEliminarSaludos.
Y millones que no habrán votado a los ultras.
EliminarParece que el trumpismo tuvo mayoría absoluta en las elecciones americanas, la diferencia fué mínima poco más de un punto, pero por como gobierna el del pelo naranja parece que es suyo el país, se lo permite su sistema electoral.
ResponderEliminarEl problema es que si desmantela, acomete y cambia instituciones que garantizaban la democracia ese ganar por la mínima, pero no tan mínima, se hace más ganancia,. ya me entiendes. Lo desgraciado del caso es que lo pagan todas las demás políticas democráticas y no te cuento los que sufren las consecuencias de guerras y crímenes por parte de estados tan genocidas como los que ya sabemos.
Eliminarhttps://www.bdsmovement.net/es/news/join-boycottcarrefour-global-week-action-may-21-28
ResponderEliminarGracias por el enlace.
EliminarHubo un tiempo en que su democracia era objeto de deseo. Hoy provoca una repugnancia vomitiva. Nunca, como ahora en la historia, 25 gramos de Pb podrían solucionar tanto.
ResponderEliminarNo solo depende de una figura por muy carismática que sea para sus seguidores. La tal MAGA ¿se está configurando poco a poco como una formación fascistoide?
EliminarA arte acaba por expor os pontos fracos... e a melhor forma de calar as críticas é atacando as artes, as ciências e afins....
ResponderEliminarInteressante como sempre....
Beijos e abraços
Marta
Eso es lo que está haciendo el personaje innombrable en su asalto a la democracia.
EliminarAixò de no quedar-se quiets com qui mira una pel·lícula és massa bo, de la millor retòrica.
ResponderEliminarY sin embargo tengo la sensación de que estamos viendo la condenada realidad de los otros como una película de ficción, lo cual nos hace reprobables moralmente y probablemente cómplices de quienes ejecutan los crímenes reales.
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