Conocí a Else antes de que las flores se tiñeran de sangre. Aunque mirado de otro modo ¿cuándo no se habían teñido de la sangre de los hombres? Ese humor que circula por venas y arterias había estado salpicando siempre la vida. Todas las vidas. No solo las humanas sino las del resto de especies, las animales y las botánicas, el suelo que se pisa y el aire que se respira saborearon siempre la salinidad de la sangre.
Ni los surcos del campo, ni las naves de las acerías, ni las minas de las que se extrae lo preciado, ni los andamios de los edificios erigidos, ni los vientos que recorren aleatorios los vacíos, ni el adoquinado de las calles, ni los hogares en discordia, ni la presuntuosa sacralidad de los templos, ni la soberbia solemnidad de los parlamentos, ni la vanidad de los mandatarios prepotentes, ni las palabras de las profetisas ignoraron nunca que la sangre es tan mineral como signo de vida, pero también es marca de muerte, sigan cursos perentorios o se arrastren a través de los días.
Fue cuando la sangre aún se mantenía oculta, pero ya agitada, cuando apareció Else en mi vida. Else que buscaba sin saber qué. Else que se sentía oscilante entre la tirantez de su antigua elección y el deseo impreciso. Else que utilizaba tonos de voz impulsivos. Else que amaba las palabras donde contemplaba su propio rostro desconocido. Else que se sentía si no malherida sí al menos desdichada porque sus aspiraciones se habían vuelto volátiles. O tal vez necesitaba una luz que la sacara de aquel mundo oscuro que le insatisfacía. Else se manifestó desde su belleza atrevida y yo la miré.
M'agrada moltíssim aquesta entrada, de principi a final, no té pèrdua. Com ho lligues tot amb la sang, les flors, la protagonista.
ResponderEliminarEs el recorrido de la sangre, siempre tan imparable, y cuando se detiene ya sabes: se seca.
EliminarUna tardía aparición fantasmagórica.
ResponderEliminarCuando la realidad se disuelve permanecen los fantasmas.
EliminarLa sangre es mineral, muy de acuerdo. Es líquida pero se huele; es fluida y que no pare porque es muerte. Es oscura pero ilumina con su correr.
ResponderEliminarElse no se pierde de nada. La vemos y nos perdemos en su presencia.
La sangre es torrente, pero su circulación a veces resulta ser tan mineral y densa que puede producir coágulos y entonces...Pero aparte de eso, tiene tantos significados la sangre...Incluso cuando nos enfadamos o excitamos por algo solemos decir: nos hierve la sangre. Saludo.
EliminarLa sangre es vida, un torrente más o menos espeso, mejor menos, que nos permite admirar esas flores salpicadas y soñar con agitarla con Else.
ResponderEliminarLa sangre lo traslada todo, es la actividad constante de la máquina humana. Y hay que agradecérselo. ¿Por qué nos asustaremos tanto cuando sale de sus cauces? ¿Porque de hecho casi nunca la vemos mientras no se rompe una venilla como mínimo?
EliminarQuando deixamos de sentir o sangue em nós...já perdemos tudo...ficamos apenas com os fantasmas...
ResponderEliminarBeijos e abraços
Marta
En realidad es una trampa de nuestro cerebro, o mejor dicho, de nuestras emociones que a veces secuestran, pero no paralizan, las actividades más ocultas.
EliminarFáckel:
ResponderEliminarsangre roja,
sangre azul,
sangre negra,
sangre de horchata,
Sangría.
Salu2.
Expresiones, cada cual en su uso. Los plebeyos solo la tenemos de un color.
EliminarLa sangre que se vertía en cada construcción, de catedrales, por ejemplo, tanta sangre invisible hoy, y no cesa, ahora abiertamente en guerras enquistadas.
ResponderEliminarElse tendrá que reinventarse o rendirse. Un abrazo
Una observación muy exacta por tu parte, la de cada construcción o destrucción. Y encima ha habido gente que se enorgullecía, y aún lo hace, de la sangre que históricamente ha sido derramada. No hace falta salir de España para comprobarlo en nuestro pasado.
EliminarReinventare o rendirse...propuesta a tener en cuenta. Gracias siempre.
No me fiaría mucho de alguien que dice llamarse Else.
ResponderEliminar¿Por? Los nombres no hacen al monje ni a la monja, creo.
EliminarHabrá que preguntar a Schnitzler de nuevo, por si acaso.
hay quién considera heroico regar con sangre las flores del campo.. ya me dirás que tontería, lo heroico es vivir y luchar por encontrar a una Else...
ResponderEliminarYa ves, en esa sangre y con esa sangre se escriben las épicas de los vencedores de toda laya. Das en el clavo. Lo heroico es sobrevivir (y pienso en mis ancestros directos) Una Else siempre acaba uno encontrándose.
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