El paso era angosto y las paredes de perfiles desiguales. A la perfecta planitud de un tramo le sucedían salientes de aristas puntiagudas que raspaban mis brazos y se clavaban en mis sienes. Cuando aquel pasaje se estrechaba de manera que parecía insalvable salir de él mi cuerpo decidía convertirse en una culebra. En ese momento me encontraba a gusto y quería permanecer allí; hasta el punto de que desaparecía la angustia.
Haz feliz al perro; no cuesta nada.
Hace 2 minutos
El poder o la necessitat de l'adaptació per tal de sobreviure.
ResponderEliminarHa de ser, Olga, per aquesta necessitat d'adaptació per la qual l'espècie a la qual pertanyem està ara aquí i d'una determinada manera. Demà pot ser una altra (o l'extinció, que al cap ia la fi és una altra forma d'adaptació de la matèria) Un petó.
EliminarOLGA ha hilado fino en la respuesta.
ResponderEliminarSalut
MIquel, Olga es muy sabia. Salud.
EliminarCoincido con Miquel.
ResponderEliminar=)
Neo: ¿cuántas veces no nos hemos metamorfoseado en esta vida, sin que nadie lo haya sabido? Bs.
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