"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez
jueves, 27 de junio de 2013
Dedicado a la penúltima chica turca
Cuando las palabras se vacían quedan los gestos. Pero ¿y si también los gestos se extravían por el camino de su repetición? ¿Y si se difumina el sentido que los impulsó? Voces en off dirán que siempre permanecerán los símbolos. Palabras símbolo. Gestos símbolo. Actitudes simbólicas. Rituales para preservar palabras que no se paren nuevas y lenguajes no verbales cuyo destino final es el estereotipo. Y un culto de esperanza trivial y ordenado que volverá a oscurecer el horizonte. Os advierto contra los clérigos: los viejos y los nuevos, los obsoletos y los que hacen carrera en los cambios de la historia. ¿Queremos solamente esto? ¿Hemos cultivado con tanto esfuerzo la palabra, los gestos y las resistencias para dejar que se petrifiquen? ¿Podemos permitir que se desenganchen del pensamiento? Cuidado con los símbolos que nos pueden tapar la boca y derribar los brazos. ¿Creéis que alguna vez David venció a Goliat? ¿No sería David el fuerte, más fuerte que el gigante? Si no de qué iba a ganar. En el mundo de los símbolos todo parece puro. Pero es cruento. En el espejo de los símbolos todo aparenta memoria. Pero es duelo. No hay otro camino que el de siempre: recuperar la confianza en el lenguaje. Rehacerlo. En todas las formas de expresarnos. Reinventándolas. El hombre es un ser de lenguajes articulados que los hace crecer y se crece en ellos. Aviso uno: no hay lenguaje válido si no hay sentido válido que merezca la pena ser ganado. Aviso dos: hablar los lenguajes es desproveerse de sus trucos, de sus falsos tonos, de sus equívocos y de su mixtificación. La aldea global se mueve: ¿alguna vez dejó de hacerlo? Hemos tenido muchos errores de percepción y nos hemos contemplado en demasía el ombligo. Lo que hoy acontece en Turquía o en Brasil, y cito lo inmediatamente sonoro, ¿son gestos puramente locales? Quien trate de ignorar las convulsiones puntuales no entenderá jamás las que permanecen larvadas, las que prenden el sotobosque bajo nuestros pies. No: las palabras no dejarán de llenarse ni los gestos de reforzarse si se ahonda en su significado. El cuerpo de los hombres debe ascender como una serpiente de sabiduría nunca arrastrarse como el ofidio de la maldad. ¿Lo lograremos?
"Yo he elegido ser un poeta troyano. Pertenezco decididamente a la facción de los perdedores: los perdedores, privados del derecho a dejar huella de su derrota, privados hasta del derecho a proclamarla. Ahora bien, acepto la derrota, no la rendición". Poeta palestino Mahmud Darwish.
EL PASEANTE VALLISOLETANO
LAS FRANCESAS. UN CLAUSTRO CONVENTUAL DE LUJO DE HACE SIGLOS INCRUSTADO EN LA ARQUITECTURA DE HOY
TÚ, LA EVANESCENTE
El alma condenada. De Bernini a Bartolozzi
CHITÓN
El mar de Aral
LA SILLA DE K
TAKLAMAKÁN
DICHOS Y CONTRADICHOS
LA DAME AU CHIEN
EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA
"-¡Ay! -respondió Sancho llorando-. No se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía."
Qué extraordinaria reflexión, Fackel. Voy a releerla y a meditar sobre ella, tal vez después vuelva para comentarla como se merece.
ResponderEliminarUn desahogo, Loam.
EliminarGran reflexión, tomé prestada la foto y una linea final para aclarar una propia introspección..
ResponderEliminarhttp://arquitecturame.blogspot.com.es/2013/06/politicos-malos.html
Gracias por dar luz
Simple intermediario, JJ. Pero ya veo que compartimos sensibilidades, voy a ver tu artículo.
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