(mira por dónde Enric me lo ha recordado y yo me andaba con circunloquios; al doce de octubre le llamaban Día de la Raza; ¿qué raza?; ¿la humana? ¿la del pueblo elegido? ¿la del español? ¿la del híbrido?; al americano no se le reconocía: este era el conquistado; o se le reconocía como raza convertida a la religión verdadera y a la cultura excelsa por encima de las excelsas; pero nunca me quedó claro; sólo recuerdo que sonaba muy bien y que en mi sumisa infancia me sentía sumamente orgulloso de aquella abstracción; como lo estaba de las otras abstracciones, lugares comunes, falacias, absolutos o vulgar palabrería: Dios, patria, rey (inexistente pero no en el imaginario de una parte de mi familia), unidad, grandeza, destino, lengua…caray como se fue haciendo añicos todo; primero en mí, a veces paralelamente a la quiebra de su pseudoconceptualidad; pero algo debe quedar en el subconsciente mediocre y acrítico de algunos españoles para mantener esa fecha como representativa nacional; ya se sabe que este país -¿o en este caso debo decir Estado?- es atípico y sus referentes simbólicos -bandera, himno, religión, fechas- se basan en la exaltación de lo aparente, en las ideas de intolerancia y humillación, en el mito de esclavitud y no en un mito libertador, y en un reclamo en absoluto vinculante a la mayoría; así que se sigue tragando sin apenas fervor ni mérito ni ilusión con las viejas y necias historias; y pienso: con las hermosas y dinámicas que hay)
Haz feliz al perro; no cuesta nada.
Hace 14 minutos
¿Día de la hispanidad?...que pena que Buñuel o Passolini no estén por aquí.....
ResponderEliminarEl NWO sigue adelante y los pueblos callados.
Solo se puede ser dos cosas en este mundo:...o víctimas o verdugos.
bueno, pues un abrazo desde creciente.
Disculpa falta de firma.
ResponderEliminarTula
Pasolini y Bueñuel hicieron cuanto pudieron, pro no eran eternos.
ResponderEliminarRespecto al NWO, lee titulares de hoy:
http://elpais.com/
El FMI nos sentencia a todos. Un abrazo, Tula.
Es esa manía de buscar símbolos que nos representen, ¿verdad? Sean banderas, razas, clubes de fútbol, religiones, coches... Se nos debería educar para "ser", no para "tener". Qué sé hacer con la mente, con las manos... Qué soy éticamente, qué siento, qué me conmueve... Y si se cree en una fuerza superior, aunque sea divina, interiorizarla, vivirla. Y se nos debería educar para aprender a compartir, no ha imponer. No soy creyente, pero me siento en paz en un templo, o leyendo a santa Teresa, o a san Juan de la Cruz, o a Verdaguer, o la Biblia, o el Zohar...
ResponderEliminarEl problema de los símbolos es que se vuelven armas arrojadizas.
Un saludo a todos, y que tengáis una buena semana.
Enric. Pues sí, realmente también soy un descreído de los símbolos. Si mantengo alguno y de modo muy reducido es por su fuerte contenido emocional que no consigo superar, y que vinculo a momentos de aplastamiento colectivo. Comparto contigo que debemos aspirar más a ser que a tener. Pero en eso no nos pueden educar jamás, porque educar es otra cosa: es inducir, fabricar individuos para el sistema, dar cuerda a los sujetos y ponerlos en circulación como las mercancías, cual mercancías, más bien. Y los escasos márgenes de educarnos en otra dirección ya sabes cómo han concluído, desde Ferrer Guardia hasta la culturización intentada por la Segunda República. Ni siquiera admiten ahora la tibia Educación para la Ciudadanía...
ResponderEliminarEl tema de las creencias...por supuesto, ojala nos respetáramos todos, pero...desde el momento que los creyentes de un credo o ideología se unen para sus catequesis y adoctrinamientos, la posibilidad de no respetar al otro está ahí. Y pienso más en la Iglesia que en otros sectores laicos que, o bien no han podido expresarse libremente en los tiempos históricos de este país, o son extremadamente respetuosos. Pero la Iglesia no respeta nada, siempre utiliza sus manostijeras para influir por doquier.
Lo de sentirse a gusto leyendo a ciertos -Juan de la Cruz o el Arcipreste o Teresa de Ávila, por citar cercanos, son apasionantes- o estando en un templo es un tema de larga charla. Donde no habría que tener tanto en cuenta la religión como esa otra fuerza superior llamada escritura, pensamiento, mística o arquitectura. Las creaciones materiales del ser humano son poderosas. Y un ateo y un librepensador no tiene por qué sentirse reñido con la disponibilidad de esas obras. Creo que en general somos más abiertos y receptivos. Tema aparcado.
Sí, los ímbolos son verdaderas armas. Mira aquellos que morían enfanatizados por ¡Cristo Rey!, por ejemplo. Salud para la semana (y paciencia y ojo avizor, que van a suceder muchas cosas en este octubre gris)