Fascinación ante la madona que se crece, mientras el hombre se encoge. Que se siente segura, mientras ese ser que se arrebuja en ella no se encuentra. Que rezuma ternura donde él se rehuye. Que contempla con piedad su confusión. Que mira con gesto comprensivo su ocultamiento. Que le atiende mientras él se abandona. Que le sujeta mientras se estremece. Que le transmite bondad donde el hombre diminuto se espanta de sus descarríos. Que le da luz donde él se refugia en las tinieblas del miedo. Que le alivia mientras el otro se angustia. Que le abre un regazo inmenso donde él se abrevia en su inconsistencia. Que le concede todo el calor posible cuando el hombre se siente gélido. Que le aporta alegría a la par que la desazón del hombre le hace vivir en una permanente turbación. La giganta y el enano que debe desarrollarse. El territorio y la particularidad. La extensión y la conformidad. ¿Será la historia de la mujer respecto al hombre la historia de una
pietá y Frans Masereel no quería ignorarlo? ¿O es el vigor de la Naturaleza frente a la resistencia opaca de quienes no la respetan ni la entienden? ¿Será el hombre ante la Historia lo que quiere manifestar Masereel? ¿Estamos ante la metáfora más concreta que debe abrir los campos de la convivencia y de la comprensión globales? Fascinación por este monumento de la representación, que dibuja uno de los iconos más obvios de la lucha del ser humano que se debate entre lo ilimitado y la resignación.
Esta madona se parece a mí. Físicamente.
ResponderEliminarSin olvidar a la prostituta que reescribe a diario la conciencia del hombre, que sucumbe siempre no al placer, sino a la debilidad.
ResponderEliminarFrancesca, suerte que has especificado porque si no ya te veo abriendo consulta! :)
ResponderEliminarPues qué casualidad, ¿no, Francesca?
ResponderEliminarEnric, qué sagaz. Yo no quería entrar en definir profesionalidades. No sé si las prostitutas reescriben a diario la conciencia del hombre, parece demasiada tarea, ¿no? Volviendo a la imagen: linealmente tienta interpretarla en la versión que ofreces (yo mismo fui tentado, pero enseguida lo rechacé) aunque prefiero ser más simbolista y extender la metáfora más allá de una situación transitoria y efímera. Hay una diferencia enorme con otro grabado en que un prepotente va a acostarse con una puta con cara de póker. El tamaño de esa mujer que yo llamo madona es un símbolo con entidad, dudo que Masereel la limite al papel de meretriz, salvo que nos limite a todos los hombres a ese rol de debilidad permanente, solo explicado por su propia insuficiencia y avidez sexual y afectiva.
ResponderEliminarDejemos la puerta abierta a la libre interpretación.
Fackel, yo lo que quería era reflejar la imagen más literaria del hombre rendido al poder femenino simbolizado en una prostituta. El acceso a la cultura, al conocimiento, parte de la desobediencia d'Eva: el ansia por saber la expulsa del Paraíso. Desde ese momento la gran Madre es convertida bajo la mirada del hombre no sólo en pecadora sinó en la seductora capaz de llevar a la perdición al hombre.
ResponderEliminarMientras el deseo está vivo el hombre se siente poderoso. Una vez aliviado, se siente débil. La violencia es una de las respuestas a esa debilidad; la otra, esa sensación de inferioridad que muestra el hombre empequeñecido de la ilustración de Masereel, que cointrasta con esa Madonna protectora i con la poderosa ciudad que se ve a través de la ventana. Es intrahistoria. Son las miserias humanas que refleja Masereel de puertas adentro en las escenas más íntimas.
Pero claro, es sólo una interpretación, que en el fondo no está tan alejada de la tuya si desacralizamos el concepto de "Madonna", que no es más que la otra cara de la misma moneda: la mujer vista como donna angelicata o como prostituta.
Si te apetece, echale un vistazo a mi apunte "Lulú: mite i realitat", que escribí tras ver la ópera Lulú en el Liceu: http://enarchenhologos.blogspot.com.es/2010/11/lulu-mite-i-realitat.html
Enric. Tu post tiene miga y plantea diferentes enfoques que no viene al caso incidir ahora. ¡Menudo temita! Un tanto condicionado por la ópera que viste, lógicamente. El hecho de que las religiones del Libro, presididas por ese cruel y patriarcal Génesis, triunfaran no nos debe condicionar en cuanto a la mirada sobre la mujer. Muchos otros pensamientos y religiones, incluso anteriores a las del Libro, valoraban de otra manera a la mujer, de ahí la aceptación de la Diosa (cierta exposición en Barcelona hace unos años sobre las diosas desde el Paleolítico me dio muchas pistas y me abrió del todo los ojos) que el sincretismo (lógico pero también oportunista) del cristianismo acabó traduciendo en la Virgen, y dotándola de otras connotaciones de segundo grado: se la exaltaba fuera del marco físico para que fuera menos diosa, menos tangible y menos digna de reconocimiento racional. Nada hay inocente en la historia de las religiones y de las tres victoriosas ni te cuento.
ResponderEliminarLo que sí me haces repensar es que acaso esa imagen sea el contrapunto a la ciudad ominosa y dura que todos padecemos (la ciudad, la administración, las instituciones, el Estado) El hombre que contempla la ciudad al margen es también el que la construye y es también el que se siente asfixiado por ella. Así que, ¿por qué una imagen que viene casi al final de la historia no puede ser también esa ciudad, encarnada como mujer protectora-consoladora-alternativa-constructiva que acoge al ser humano que se encuentra perdido y anulado prácticamente en su vida cotidiana? Ese tamaño desproporcionado entre la supuesta madona y el hombrecillo me hace pensar mucho. Ah, dirás, ¿y la cama? Qué importa: en la cama se nace, se fornica, se reposa de la enfermedad, se sueña y se muere…La cama es un elemento urbano o intraurbano, que dirías.
Así que ya ves, creo que confluimos desde diversos ángulos (los límites de los textos puede agotarse pero el debate debe permanecer siempre abierto) sobre el asunto. Y ha sido un placer tu aportación, algo que acepto y releo y repienso.
Un abrazo.
A nosotros difícilmente nos condicionará la imagen de Génesis la mirada sobre la mujer. Leyéndonos queda claro. Pero la Història y la sociedad sí que están condicionadas por todo ese imaginario religioso... y artístico. Al margen de que la Biblia y la historia bíblica son una de mis pasiones (estudié semíticas; el apunte no nace sólo de la ópera "Lulú"), Occidente no puede desenterderse de uno de sus orígenes.
ResponderEliminarEl tema da para toda una vida.
Pero lo que quería decirte es que me parece muy interesante tu idea de mujer-ciudad-protectora. Interesante y seguramente acertada. Pero tu idea no anda tan lejos de la mía.
Buenas noches. Un abrazo.
Interesantísima apostilla, quizás superada por los comentarios entre tú y Enric. Mejor que superada diré muy enriquecida. Tras la lectura, no diferís en el fondo con las posibles intenciones del autor; me decanto por más de una, aunque hubiese una principal que sería como globalizadora del resto.
ResponderEliminarAprendo un montón de cosas con lo que decís, un poco apabullada me quedo con vuestros saberes. Pero os seguiré de cerca, al otro lado de la pantalla, o colgada de la ventana tras la que aparece la ciudad, devoradora de hombres.
Enric, de acuerdo con tu opinión. Por supuesto, el imaginario colectivo de nuestras sociedades fue moldeado desde hace siglos por la farsa y el ardid ciertas castas. La liberación de esa influencia es siempre personal, y no significa por ello que no se reconozcan los procesos culturales. Pero hay que poner los puntos sobre las íes.
ResponderEliminarPuesto que estudiaste semíticas, algún día me tienes que hablar de los papeles de Qmran. Fue una de mis pasiones de juventud, pero el misterio y hermetismo que se han traído entre israelíes y vaticanistas lo vuelven más esotérico. Es un decir.
Salud y temple.
Bueno, Mafalda, lo bueno de los coments es que se puede ampliar lo que se dice en los posts, contrastar, disentir y dar otros puntos de vista. Aunque no siempre las entradas lo posibiliten o sea necesario.
ResponderEliminarPero todos aprendemos unos de otros. Este mundo de los blogs está repleto de sugerencias. Un nombre, una idea, una propuesta enseguida nos llevan a consultar, ampliar conocimiento o simplemente seguir reflexionando.
Buena noche.
desde los tiempos añejos, esa es la rutina, entre el hombre y todo lo demás
ResponderEliminar.
su ruindad está en la poca convicción de que está signado a ser el centro de todas las cosas
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saludos
O excesiva soberbia de creerse el centro del universo, ¿no crees?
ResponderEliminarBien por verte de nuevo por aquí, Omar.