Se vive solamente una vez, en la infancia y la adolescencia; el resto es simplemente una repetición. Lo dice el hijo de Barve.
Leo esta cita introductoria del personaje llamado el hijo de Barve en el libro Yósik, el del viejo mercado de Vilnius. Me lo han regalado ayer y esa cita es una trampa o un arma de destrucción masiva de mi interior. No había oído hablar de su autor, Joseph Buloff, más que de pasada y sí que tienta la novela, sí. Mantendré el control de lecturas y esperaré. A la cola a pesar de las tentaciones. Pero mientras, la cita se me incrusta y gira cual derviche dentro de mí
Si la vida auténtica y primigenia estaba en aquellos estadios perdidos y lejanos de nuestra existencia, entonces, ¿por qué nos hicieron correr tanto para hacernos mayores? ¿Qué labraron en nosotros las experiencias de aquellos tiempos para que la obra realizada después no sea ya novedad? ¿Qué mérito hubo entonces que descalifica los años posteriores y los poblamos de insatisfación? ¿Qué tierra prometida hemos alcanzado? ¿O esto de ahora es más bien una migración por inercia? ¿Un exilio al que nos vemos condenados? ¿Una expulsión del paraíso? Si repetimos aquel pasado, ¿lo hacemos a imagen y semejanza de lo que entonces buscábamos y, sobre todo, vivíamos? Entonces, ¿era fantasía la infancia y aventura la adolescencia, o no existieron jamás? ¿O lo que ha venido después sólo ha servido para envejecer? Y así, estalla en mi despertar el fuego de artificio de las preguntas sin fin.
(Fotografía de Roman Vishniac)
Podríamos "jugar" a ser derviches con la cita que nos traes.
ResponderEliminarEn mi infancia sentía un gusto especial por ese juego.
Nos pasaríamos el tiempo girando y girando como "The windmills of your mind" ¿Recuerdas?.... "Round like a circle in a spiral, like a wheel within a reel, never ending or beginning in an ever spinning reel"......
La canción me persigue desde el 66, seguramente debido a todas las "dervichadas" que me pasé haciendo durante la infancia.
¡Quizás de eso vaya toda esta historia! No lo se, pero es el juego favorito de una servidora. Beso.
Si las sensaciones se descubren en la infancia, se reafirman en la adolescencia, creo que si, luego puede ser una repetición esporádica.
ResponderEliminarNo a imagen y semejanza de lo que se buscaba sino de lo que hemos encontrado allí.
Me parece muy buena esta cita.
No puedo estar más en desacuerdo con esa cita, aunque sea solamente para preservar un cierto equilibrio psíquico. Si no hay más que aquellas dos épocas -tan felices????- sobra el resto de nuestra vida, y podrían llegar a tener razón quienes nos quieren meros productores-consumidores.
ResponderEliminar¡Por favor! Qué cita tan horrororosa, espero que tenga alguna explicación en las sucesivas páginas y que responda a algún fin en concreto.
ResponderEliminarMención terrible a la adolescencia, esa suerte de limbo que es obligatorio transitar. La infancia era otra cosa, aparte de vivir se proyecta, pero creo que jamás pensando en la adolescencia, sino más allá. En cambio, la juventud y la madurez eluden proyectarse, ¿por qué? Porque hemos dejado que el gusano infecto de eternos adolescentes ingrese en nuestra persona, cayendo así en el absurdo laberinto posmoderno. Pero, oiga, ¿es que ya nadie quiere sera abuelo? Pues mira, yo sí.
Besos
Emejota, los primeros bailes de derviches ¿no serían aquellos corros de las patatas? ¿Ves? Si te persigue, es que lo que ha venido después es mera translación. ¡Repetimos! que decía el de no sé qué concurso.
ResponderEliminarNaturalmente, Balbi, la cita hay que entender en su metáfora medida y relativa. Siempre estamos viviendo nuevas experiencias, aunque no sé si con significados tan profundos como los de la infancia y crecimiento. Y que lo que seguimos buscando está instalado en aquellos estadios...tal vez sea esa la idea.
ResponderEliminarGracias.
Jaj, sí, Casilda, preservamos el equilibrio psíquico...Pero si el modelo de preservación de este equilibrio es entrar en el juego de la sociedad de consumo...¿Crees que hay otra alternativa? Sí, las hay personales, silenciosas, las búsquedas de placer, satisfacción y desarrollo interior que cada uno haga sin ceder a las alharacas del Becerro de Oro.
ResponderEliminarA mi me sobra un modelo de vida que quisiera engullirme.
Ata, pues acaso la novela explicita la intención de la frase, pero no la veas tan negra ni al pie de la letra.
ResponderEliminar¿Es tan malo ser un eterno adolescente? ¿Ya no podemos enamorarnos nunca como los púberes?
"...y esa cita es una trampa o un arma de destrucción masiva de mi interior."
ResponderEliminarEso, un arma de destrucción masiva. No sé, Fackel, me tengo tu blog, entre otros muchos, como detonante mental. Cuando quiero leer algo que automáticamente me induzca a pensar/imaginar/retroceder o adelantar en el tiempo, suelo venir aquí.
Susan, me alegro por lo que tiene de comunicación un blog y tu afán personal de búsqueda. Yo también practico esas miradas aunque calle. Sigue transcurriendo. Gracias, sí.
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