"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez
domingo, 21 de febrero de 2010
Paso
“...y cuando me aproximo me desconcierto. Porque una imagen que una vez fue una obra, y seguramente una obra que pretendió aunar espacio y conocimiento de artesano, sigue siéndolo en su estertor. Aun diezmada, derruida, efímera al fin ante el poder de las herramientas. En su día, y esto es lo paradójico, las herramientas empuñadas por unas manos, por un cerebro, por una intención, levantaron aquello que duró cuánto, ¿dos, tres siglos? Pasado el tiempo, pasado el éter de lo que llamamos tiempo de historia, otras herramientas empuñadas por otras manos, por otro cerebro, por otra intención, acaban con el instante que se prolongaba. Es en ese momento cuando llegas a tiempo de comprobar el factor moribundo de un objeto. Imaginas por un instante el proceso de ascensión del objeto, cuando todos los recursos, los materiales, la concepción de sí mismo, el fin y la armonía convergente, se iban situando como un todo acabado. Y la imaginación, tan arbitraria como inútil en este caso, se desvanece ante el polvo que llega a tu garganta, y las cenizas, las astillas desprendidas, los ladrillos desencajados, la mampostería quebradiza, el cañizo desvencijado. Las grietas seculares no han originado esto. Las grietas hablan, dan fe, garantizan firmeza. Son tránsito en sí mismas. Prolongación. Las grietas son como la fiebre, no constituyen un mal en sí mismas. Acostumbrarse a convivir con las grietas es un ejercicio que entraña al ser con el objeto. Conciencia de lo inestable, de lo no perdurable. Veo entonces la metamorfosis. Las formas más antiguas del universo reproduciéndose ante mis ojos. El viejo caracol que sube a ninguna parte...”
"Yo he elegido ser un poeta troyano. Pertenezco decididamente a la facción de los perdedores: los perdedores, privados del derecho a dejar huella de su derrota, privados hasta del derecho a proclamarla. Ahora bien, acepto la derrota, no la rendición". Poeta palestino Mahmud Darwish.
EL PASEANTE VALLISOLETANO
LAS FRANCESAS. UN CLAUSTRO CONVENTUAL DE LUJO DE HACE SIGLOS INCRUSTADO EN LA ARQUITECTURA DE HOY
TÚ, LA EVANESCENTE
El alma condenada. De Bernini a Bartolozzi
CHITÓN
El mar de Aral
LA SILLA DE K
TAKLAMAKÁN
DICHOS Y CONTRADICHOS
LA DAME AU CHIEN
EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA
"-¡Ay! -respondió Sancho llorando-. No se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía."
Muy cierto, a veces la pátina del tiempo mejora la obra de los hombres y las grietas nos hablan.
ResponderEliminarFractalmente en medio de un temporal que ya,.. ya.
Tal vez. Pero lo efímero tiene un precio.
ResponderEliminarSalud a pesar del temporal. No te expongas.