"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





martes, 11 de abril de 2023

Eternidad

 



Usted y yo coincidimos. Usted estaba allí, yo estaba allí, ambos llegamos desde diferentes procedencias, nos miramos o lo hizo usted primero. Más adelante usted diría que me miraba porque yo la miraba. Pero en aquel instante, en que no emitimos palabra, me pareció que el pacto visual se ofrecía como una invitación a la eternidad. Una muestra de eternidad, si prefiere, pues algo tienen  los momentos intensos que detienen el tiempo. Yo la miraba, usted me correspondía, sin intención alguna de cejar en el empeño, sin dejarnos afectar por la reclamación de nadie. Solo quien mira y es mirado comprende la extraña conexión entre quienes se sienten atrapados en una relación intemporal. Usted apuraba lentamente el sorbo de la copa, yo inhalaba un cigarrillo Egyptian con una parsimonia inhabitual en mí. Aquella complicidad persistía, ajena al cuchicheo del entorno, y yo me preguntaba si usted tomaría otra copa al terminar la anterior, y usted pedía con una señal inefable, solo identificable por mí, que yo encendiera otro egipcio. Como si cualquier acto móvil de nuestras manos o de nuestros labios no fuera sino parte de la complicidad con la parada del mundo en que habíamos incurrido usted y yo. ¿Veía usted desde el extremo más alejado de su retina la mirada perpleja que se emitía desde la mía? Usted no me pedía nada, yo no la reclamaba nada. Ni siquiera se trataba de una observación mutua que extrajera conclusiones acerca de la vida de uno u otro. Ninguno de los dos atendimos voces próximas que dispersaran el momento casual. Si aquel pulso era eterno, como nos estaba pareciendo, era imprescindible el silencio. La marginación del ambiente, la desconcentración del acto al que habíamos acudido, la distancia entre nuestros cuerpos. ¿Tentó usted un pensamiento especial sobre mi imagen próxima mientras no apartaba la mirada? ¿Fui capaz yo de dibujar en mi mente el perímetro de su figura atrayente? Nada se definía, porque habíamos decidido erigir el lenguaje secreto de los ojos en una vía de comunicación abstracta. No había más explicación. Algo nos decía que aquel encubrimiento mutuo se había transformado en pulsión. Un tiempo después usted admitió que una mirada, por permanente y asombrosa que sea,  nunca es un espacio vacío. Reconoció que el silencio y la abstracción exigían un paso más decidido que hablara otros lenguajes, atravesando caminos pedregosos. Pero ni usted ni yo, eso me confirmó, quisimos ir más allá de aquel momento en que coincidimos. ¿Hubiera sido posible?, le pregunto ahora. Hubiera podido ser, me responde, pero lo dejamos todo en aquella prolongada y acogedora eternidad.




* La actriz Louise Brooks en Tagebuch einer Verlorenen, Diario de una perdida, 1929.

36 comentarios:

  1. Es un ambiente acogedor y atrayente el que describes, dos miradas y un instante -el mismo- puede llevarte a la eternidad. El diálogo que desencadenan puede ser una maravilla.
    Más que remontarme a ese escenario encantador que envuelve toda tu escena, me recordaste cuando mi padre puso en mis manos una cajita de cigarros Dimitrino, era muy antigua y era hermosa, en la portada tenía una mujer recostada o reclinada, no recuerdo bien, por alguna razón la relacioné con esas cartas de la sota, no lo sé, hace tanto, se perdió en una mudanza -eso dijo mi madre- aunque ella rechazaba todo vicio y siempre que tenía oportunidad se deshacía de ello.

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    1. Las cajitas Dimitrino antiguas eran de latón, tenían una mujer sentada a lo occidental con abanico en una mano y el cigarrillo en la otra o bien en otras una mujer en posición sonriente. Qué valor del recuerdo y asociación de ideas tienen estos pequeños objetos, ¿verdad?

      Los diálogos del silencio y mirada fija son especialmente ricos.

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    2. Mi abuelo decía " la puta de bastos", por la asociación de ideas , digo
      Abrazoo

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    3. También la invocan algunos como de oros, se ve que es una expresión de jugadores de taberna que, en realidad, solían tener expresiones más bruscas y blasfemas. Jugar al mus por ejemplo ha sido muy visceral, tanto como conducir la yunta de bueyes. Solo que el mérito blasfemo quedaba más justificado ante este caso, por su labor de acarreo tan esforzado.

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    4. La primera que mencionas, Fackel, algo tenía en ambas manos, he tratado de buscarla en internet pero no me arroja resultados.

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    5. ¿Te refieres a la imagen de la mujer de la cajita? No sé, si la encuentro te lo digo.

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  2. Lo que pudo haber sido y no fue, se quedó en el acto impúdico del gesto, de la mirada falsamente abstraída.

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  3. Hay momentos que lo valen todo, aunque no se desarrollen ni perduren de facto, quedará siempre el recuerdo de ellos.

    Un abrazo.

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    1. Se recuerdan esos instantes como duraderos, no obstante su brevedad y acaso no pasar de ese estadio de mutua mirada. Si luego cada cual quiere fantasear es otro tema.

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  4. Há histórias completas escritas no olhar... São eternas, tornam-se memórias de sensações que nunca mais se repetem.. Pode ser o começo de tudo ou o fim... Mas fica tudo dito...
    Interessante como sempre...
    Obrigada pela visita
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Sí, sensaciones irrepetibles, cuya intensidad echa un pulso al tiempo, lo deja de lado, se apropia de él. No hay vacíos, solo brevedad. Pero la vida es eso, ¿no?

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  5. Hay complicidades que sólo son detectadas por dos personas. No suele suceder a menudo; pero una mirada se sabe cómplice cuando se devuelve con el mismo tono.
    Creo que a todos nos ha pasado en alguna ocasión en la vida.

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    1. En efecto, y en ocasiones esa complicidad visual ha desencadenado algo más. Pero incluso cuando no haya pasado de esa fijación casual, cuánto dice (o reclama, o pide, o habla de quien la emite)

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  6. Este relato es de lo más seductor, me atrapó hasta la última línea. Es curioso, la conexión que se puede establecer con la mirada seguramente es más potente que las palabras mejor escogidas. Al observar solo por el placer de detenerte en lo que esta frente a ti, se pueden percibir detalles muy sugerentes creo yo. Supongo que tomamos o descartamos caminos lo mejor que podemos y sin garantía alguna de acierto. Pero pienso que cuando somos capaces de mirar algo con asombro, como algo extraordinario, merece la pena intentar abrir esa puerta.
    Me ha llamado la atención y he indagado sobre los cigarrillos egipcios que citas, parece ser que son más aromáticos por su tradición de curar el tabaco al sol y que a principios de 1900, cigarrillos turcos y egipcios competían con las principales marcas de tabaco, auge que no duró mucho pues no me parece que en la actualidad sea un tabaco muy conocido.

    Qué interesante toda la entrada Fackel, besos🌸

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    1. Ese tentar miradas, Ana, siempre me ha parecido algo enigmático. Puede suscitar tantas preguntas como deseos, pero las más de las veces es solamente asombro y expectación. ¿Qué vendrá después? Pero aunque no llegara nada, aunque ambos interlocutores visuales se dispersaran, no sé qué tiene ese pulso que deja huella y no se olvida nunca.

      No tengo interés en el tabaco (aunque era una de las señas de identidad de nuestros tiempos jóvenes y, por lo tanto, fumamos) pero lo veo como algo literario. De lo aromático no te fíes, hay mucho añadido, ya lo había en otros tiempos, y en mi etapa de fumar con pipas se machacó mi garganta, era tan aromático aquel tabaco, y no te cuento la pose que uno adquiría.

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  7. Por una mirada un mundo.
    Por una sonrisa un cielo...

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    1. No está nada mal recordar al Bécquer que muchos llevamos aún dentro.

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  8. Pues qué lastima que al final hablaran... Me imagino a una con voz de pitó y al otro kos esa natalidad americana, pero demás apretandose la nariz.
    Y no te digo si se contaron sus vidas, y más aún si no mintieron al hacerlo. Todo se vuelve de lo más trivial. Al menos no lo han hecho en el relato.
    Ahora he visto el titulo de la peli. ¿ la recomiendas?
    Abrazoo

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    1. Las películas del cine mudo las dejo para gusto del consumidor extremadamente cinéfilo, no emito opinión por mi parte.

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    2. Jjajjs. Entonces est claro que no hablaron

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    3. No creas, ahora emito opinión: te permiten inventarte tus propios diálogos, el espectador puede aportarlos al guion mudo.

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  9. hmmmm en qué pelicula he visto yo esa escena?

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    1. En la película de la vida cotidiana puede y suele verse alguna vez que otra.

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  10. Es un relato sin duda curioso y bien trabajado.

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  11. Cuánto erotismo sugerido en la descripción de ese encuentro de miradas!

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    1. ¿O solo preludio? Y hablando de preludio, de parte de Juan Sebastian:

      https://www.youtube.com/watch?v=3hWTgaoiwNc

      Buena jornada.

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    2. Es para disfrutarlo.

      Un bodeguero que conocí puso a uno de sus vinos el nombre de Preludio de Sei Solo: las seis sonatas y partitas para violín solo (Sei Solo a Violino senza Basso accompagnato…)

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  14. Esto es una auténtica bomba, qué intensidad, cuánta seducción y pálpito amoroso.

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    1. Todo lo contenido puede resultar explosivo, ¿no crees, Marga?

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  15. M'agrada molt! És veritat que a vegades dos ulls que es troben saben tot el que han de saber de cop i per sempre.

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    1. Al menos lo intentan. ¿Serán la intuición y la fantasía las que decidan el instante eterno? (Hay instantes eternos, semejantes a este, que adquieren corporeidad en el tiempo y van más allá, te lo aseguro)

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