Se podría o no estar de acuerdo con sus ideas, aceptar sus propuestas o rechazarlas, pero suscitó recelos, odios y complejos. ¿Porque era mujer? ¿Porque analizaba y decía las cosas con claridad? ¿Porque iba más allá de lo que deseaban otros popes de su partido de origen? ¿Porque cuestionaba éticamente? ¿Porque los de la poltrona de dentro y de fuera de su anterior partido veían sus planteamientos como arriesgados para su vida cómoda? ¿Porque el Poder sabe buscarse los aliados tradicionalmente antagónicos para protegerse de las transformaciones que le ponen en entredicho? ¿Porque resultaba inadmisible la idea de internacionalización llevada a cabo por las clases humildes en un continente de naciones ciegas y ambiciosas? Podría haber sido una teórica más, sin mojarse. Podría haberse quedado en casa, sin más. Podría haberse exiliado, como hizo algún otro de un país cercano que había vuelto triunfador después. Pero no se limitó, la muy cabezona, a pensar, escribir y decir de boquilla. Pensó, analizó, debatió y luego hizo. Pero ese paso, hacer, le supuso la puntilla, literalmente hablando. Fue alevosamente asesinada por ejercitar el don de pensar, de expresar y de hacer. Después de aquello el país de los asesinos fue entrando en un proceso demencial. Hay buenos libros de Historia para saber del tema. Las ideas pueden ser discutidas, revisadas, replanteadas o descalificadas en nuestro tiempo. O al menos de modo relativo. Pero cómo llega uno al más allá del riesgo total por defender consecuentemente planteamientos transnacionales y protagonizados por los que menos poder han tenido me sigue pareciendo algo digno de respeto y admiración. O tal vez me queda una pizca utópica, que acaso debo disolver del todo.
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Hace 1 hora
Personajes que marcan su tiempo y se prolongan en la historia. Bien haces en recordarla.
ResponderEliminarUn abrazo
En un sentido ha llovido mucho en estos cien años transcurridos desde su muerte. Pero eso no es obstáculo para reconocer la dignidad y nobleza de alguien que pagó con su vida el ser consecuente. Gracias por reconocer, un abrazo.
EliminarBello homenaje a una valiente. Culturízame o refrescame la memoria porfa, de quien se trata?
ResponderEliminarSi preguntas a Karl Liebknecht, que también fue asesinado un poco antes, lo sabrás. Imagina que primero los matan y luego los tiran al río. Un amigo mío dice que la cultura germánica tiene muchas oscuridades también, pero ¿qué cultura no la tiene? Porque anda la nuestra...
EliminarAhhh, ciertamente! (P. V. )
ResponderEliminar¿Ves? Nada como una secreta ocultación o un acertijo para esforzarnos en dar con el personaje.
EliminarNo sé quién es esta mujer, seguramente modelo para escapar del acomodamiento y aliento en la lucha por la evolución de la sociedad.
ResponderEliminarAdriana
Modelo no sé, pero Rosa Luxemburgo debía creer mucho en la fuerza de los seres humanos cuando se enfrentan al poder Poder. Lo que sucede es que las cosas no son nunca sencillas, ni se hilan con el mismo hilo, ni existen garantías de éxito en las supuestas magnas causas. Las relaciones sociales y todas sus secuelas e interferencias políticas, gremialistas y de las castas institucionales al uso son un cosmos en tensión cuyos destinos son inciertos para todos ellos.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBuena deducción de Monterroso, un autor que me agradó bastante y que no deberíamos olvidar, al igual que Galeano. Estas breves fábulas dicen tanto...Gracias, Chiloé, por traerlo aquí.
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