Era en Borobudur y se hacía de noche. Las figuras bajaban de sus relieves mientras nosotros nos queríamos. Nos hacían la ronda, proponiéndonos que nos incorporáramos a sus lienzos y nos quedáramos allí.
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Hace 25 minutos
He tenido que mirar qué era Borobudur. Qué guapa historia de amor. Qué ronda de ensueño.
ResponderEliminarEl amigo Leonard Cohen ya estuvo invitado unos años en un monasterio budista, genio y figura hasta el relieve. Humanos hasta la médula, todos los sabios han tenido que ser grandes pecadores e inconsistentes primero para saber de ello. El daimon socrático no siempre fue sabio, solía sugerir Sócrates de su pasado e inclinaciones, etc.
Un abrazo, y plenitud como esta de vez en cuando. Claro que sí.
Es un lugar fantástico, alimentado por la religión en su momento, pero donde la jungla y las ideas fantasiosas de los hombres conviven más allá del amor.
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