Aquella desconocida ponía la mano sobre la mía cuando yo iba sujetándome a la barra de un vagón del metro. Solo por la intensidad de su apretón y por la constancia en mantenerla supe que necesitaba mi calor y que yo aceptaba el suyo. Al llegar el tren a la séptima estación me ordenó firme: bájate aquí. Arrancó el tren y al sobrepasarme vi que tenía puesta su mano sobre la mano de otro hombre. Sentí mucho frío.
Haz feliz al perro; no cuesta nada.
Hace 7 minutos
Sigue desgranando el que escribe su imaginario, ontología sin quieres. Lo inorgánico que veía yo hace unos días pasamos aquí a lo cálido y lo frío, brota lo táctil, la piel que puede más que el ojo. Porque el ojo dice que ella - ay, ella - se ve arrastrada por el gusano de luz y dentro nuestro hueco ha sido llenado por otro, un otro contingente.... Pero la piel sigue ahí y el frío ordenado por el ojo encuentra la rebelión del tacto que dice que sí hubo la certeza de "que necesitaba mi calor y que yo aceptaba el suyo". No fue un maldito sueño, te lo digo desde este mi lado, amigo, no lo fue.
ResponderEliminarSalud y buen día de festejo
¿Fue entonces una ensoñación? Hay sueños y ensoñaciones en las que se siente hasta las temperaturas.
EliminarCompletamente de acuerdo con el mensaje anterior.
ResponderEliminarApuesto que su constancia e intensidad optaron un rato por un calor más manejable para sobrevivir y no incinerarse tan rápido.
Qué imaginario más afín, por cierto, el de las desconocidas y los lenguajes secretos en un vagón de metro. Me trae muchos recuerdos personales, mucha magia y mucha decepción.
Este paisano se va dentro de un rato de paisanajes a la caza de la sombra de un indicio de nube, en cuanto los tifones primaverales con los que vivo se los lleve el viento un rato a Nador.
Feliz día del libro a todos
Sí, probablemente tienes razón, hay imaginarios breves, pero intensos. En metros, en trenes, en autobuses, al borde de un precipicio...pero la velocidad de la vida suele ganarnos su partida,,,Celebra el día leyendo un capítulo más.
EliminarEste imaginario, junto con otros, resulta ser un micro genial, se expande y conmueve.
ResponderEliminarSALUDOS, UN PLACER LEERTE.
Gracias por estimular, Aguja, digo Isabel. Salud siempre.
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