"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez
viernes, 6 de diciembre de 2013
...nos hizo más libres a todos...él y multitud de anónimos lo consiguieron pagando el precio de la propia vida...¿nos mantenemos en el camino? ¿o nos estamos traicionando?...un gesto para una actitud, un desafío para un paso adelante, una seña para sostener una conducta...
La historia necesita hombros dispuestos a cargar su peso. Mandela es uno de esos ejemplos vivenciales que hacen más digna nuestra existencia. Así que me adhiero a tu homenaje textual. Abrazos.
Gracias, José Luis. Yo era muy joven cuando empecé a saber del calvario de este hombre. Apenas llegaba el eco del apartheid hasta aquí y pocos sabíamos de la existencia de Mandela. Recuerdo que en nuestra precariedad de medios llegamos a escribir en hojas rudimentarias y clandestinas sobre la explotación en Suráfrica y ya mencionamos a este personaje. No tenía el impacto de una imagen que venía desde Bolivia entonces pero probablemente tejía hilos con mejor fortuna. ¿Será que al final sobreviven los fuertes de espíritu? Un abrazo.
Que se nos pegue algo, Josep, a cada cual, tal vez un pequeño injerto pero multiplicado por el número de quienes lo tomemos alcance objetivos superiores...las cosas no son nunca solo por un líder...
"Yo he elegido ser un poeta troyano. Pertenezco decididamente a la facción de los perdedores: los perdedores, privados del derecho a dejar huella de su derrota, privados hasta del derecho a proclamarla. Ahora bien, acepto la derrota, no la rendición". Poeta palestino Mahmud Darwish.
EL PASEANTE VALLISOLETANO
LAS FRANCESAS. UN CLAUSTRO CONVENTUAL DE LUJO DE HACE SIGLOS INCRUSTADO EN LA ARQUITECTURA DE HOY
TÚ, LA EVANESCENTE
El alma condenada. De Bernini a Bartolozzi
CHITÓN
El mar de Aral
LA SILLA DE K
TAKLAMAKÁN
DICHOS Y CONTRADICHOS
LA DAME AU CHIEN
EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA
"-¡Ay! -respondió Sancho llorando-. No se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía."
La historia necesita hombros dispuestos a cargar su peso. Mandela es uno de esos ejemplos vivenciales que hacen más digna nuestra existencia. Así que me adhiero a tu homenaje textual. Abrazos.
ResponderEliminarGracias, José Luis. Yo era muy joven cuando empecé a saber del calvario de este hombre. Apenas llegaba el eco del apartheid hasta aquí y pocos sabíamos de la existencia de Mandela. Recuerdo que en nuestra precariedad de medios llegamos a escribir en hojas rudimentarias y clandestinas sobre la explotación en Suráfrica y ya mencionamos a este personaje. No tenía el impacto de una imagen que venía desde Bolivia entonces pero probablemente tejía hilos con mejor fortuna. ¿Será que al final sobreviven los fuertes de espíritu? Un abrazo.
EliminarFackel, que lástima que se nos vaya el únoco que tenemos, cuando precisamente necesitados 200 en cada pais.
ResponderEliminarSaludos.
Que se nos pegue algo, Josep, a cada cual, tal vez un pequeño injerto pero multiplicado por el número de quienes lo tomemos alcance objetivos superiores...las cosas no son nunca solo por un líder...
EliminarSakudos.