¿Acaso el mundo no es sino la sombra de una nube que, no bien el hambriento de sombra la anhela, se disuelve…?, cantaba el poeta abasí Ibn al-Mu’tazz. Podría servir para un ejercicio no reflexivo sobre la disolución. Ah, la sombra de la nube...
Nuevas publicaciones didácticas
Hace 50 minutos
si, precisamente anoche estuve escuchando estas canciones fijándome en sus arpegios de guitarra ( las dos), porque el guitarrista se fue a formar parte de la materia etérea y porque llovía "a cantaros" en mi tierra y me fijé como Pablo y su guitarrista "Aprendían del aire" del aire de las nubes del aire que se mezcla con el agua y todo se mueve, así, como en las nubes.
ResponderEliminarComo me alegro que se ponga de nuevo el "sombrero"
Pues muchas gracias, anónimo, por sus buenos deseos.
EliminarTodo en uno. El vapor compacto suspendido en la atmósfera relleno de luz ,capaz de ocultar al mismísimo sol, descarga su sombra líquida en un ciclo de recuperación -disolución constante.
ResponderEliminarTodo en uno.
Un abrazo
Una sutil interpretación, Gene.
Eliminar