Oigo decir el otro día al ministro de Justicia (de cuyo nombre prefiero no acordarme) que gobernar, a veces, es repartir dolor.
Por los pobres grandes empresarios y nobles que evaden dinero a Suiza, ¡cuánto dolor!
Por las modestas fortunas puestas a buen recaudo en paraísos fiscales, ¡cuánto dolor!
Por la exención de impuestos a la humilde Iglesia, ¡cuánto dolor!
Por los millones evadidos por pobrecitos ahorradores de alto nivel que pueden ser amnistiados si retornan al país, ¡cuánto dolor!
Por el saneamiento de los indigentes bancos a cuenta de la deuda pública, ¡cuánto dolor!
Por los menesterosos de los consejos de administración de las empresas, ¡cuánto dolor!
Por los apurados miembros de la monarquía afectados por los recortes, ¡cuánto dolor!
Por las pensiones precarias de algunos políticos del pasado ya en excedencia, ¡cuánto dolor!
Por los blindajes de banqueros y antiguos altos cargos de las Cajas de Ahorro, ¡cuánto dolor!
Por los arruinados presidentes de la patronal española de los que se sabe que han delinquido, ¡cuánto dolor!
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¿Se refería el ministro que no nombro a todos esos personajes? Ah, ¿que hablaba indirectamente de los afectados por los desahucios?
¡Cuánto desprecio y cinismo, señor ministro, en usted y toda su corte de gobernantes!
(*) Se pueden añadir cuantas letanías se consideren oportunas en esta triste recitación.
(Fotografía de Olmo Calvo sobre la acción judicial de un desahucio. Explicación: Loli se tapa la cara delante de la comisión judicial después que le notificasen que su madre Antonia, ella y su hermano iban a ser desahuciados en ese mismo momento de su casa en Getafe)
Amigo, permitaseme cierta ironía, LETANÍA resulta un término demasiado sospechoso, me quedo ENUNCIADO. Jajjj. y si, añadiría alguno más pero no en el plano colectivo que ya está muy trillado, sino en el individual. Bsss y días de paz interior.
ResponderEliminar¿esa barbaridad dijo?...no tienen vergüenza!
ResponderEliminarNecesitará acallar su conciencia...
ResponderEliminarDolor para los demás... qué bien lo dijiste.
ResponderEliminarDijo que "gobernar, A VECES, es repartir el dolor" Y no, gobernar debería ser, SIEMPRE, tratar de evitarlo. Muy cínico, sí.
ResponderEliminarTristemente así es!
ResponderEliminarLo he publicado en mi muro, espero que no te importe.
Emejota, llámalo hache. Y si crees que el plano colectivo está trillado...no veas el personal. Seguro que ambos planos se reflejan mutuamente. No vale escaquearse. Pues días de paz interior todo el año, hermana. Como aspiración. Se acepta el deseo.
ResponderEliminarPues sí, Neo. Los bárbaros dicen y COMETEN barbaridades, según el diccionario RAE.
ResponderEliminarNo me cabe duda alguna, Francesca. Toda esa rehala vive cada día acallando conciencias propias desde hace décadas...Lo malo es que nos quieren trasladar a los demás ese ejercicio. Así el miedo es más.
ResponderEliminarRamón. Eso mismo. Una minoría social cura sus heridas con la sangre de la mayoría. Terrible destino (salvo que se le dé la vuelta)
ResponderEliminarSala. Tus palabras son sabias. Pero ya sabes de sobra. Gobernar no es un ejercicio moral como pedirían Aristóteles y muchos otros. Es una práctica de preservar poder, protección de bienes de una minoría y asegurarse control de lo máximo posible (economía, política, costumbres, etc,)
ResponderEliminarPues como no sé quién es, Anónimo, no puedo responder si me importa o no.
ResponderEliminarnos desangramos en versos,
ResponderEliminardoloroso pero también removedor porque ya diremos ¡basta!
un abrazo
Leí esa aportación del ministro de justicia al pensamiento sobre el poder y me quedé muy sorprendido. Sobretodo porqué es una cita textual del manifiesto fundacional de ETA, en donde se explica que la finalidad de la lucha armada es la socialización del dolor, ya que les parece injusto que sólo sufran unos pocos y el dolor debe estar bien repartido.
ResponderEliminarEl dolor ¿puede hacer revivir-replantear-reaccionar? Va a haber muchos muertos y heridos (reales y metafóricos) en este país que no se encuentra en la vida a sí mismo.
ResponderEliminarGracias, Omar. Escribamos para no hundirnos.
Espinoso tema, Lluis. ¿Tendrán la misma intención los ejecutores de la derecha española que los fundacionales de la organización terrorista? Me asaltan tantas preguntas...¿Nadie puede plantearse que lo que hay que hacer es ERRADICAR el dolor? Desde luego, lo INACEPTABLE es que siempre lo sufran los mismos.
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ResponderEliminarHola Fackel,Anónimo es una profesora de un IES, pero entiendo que llevas razón si no se identifica alguien.
Ya está quitado.
Simplemente quería decir que no sabía responder a lo que me decía, Anónimo. Usted puede obrar como quiera si es de carne y hueso. Este espacio es abierto. Gracias.
ResponderEliminarPuro lenguaje religioso en boca de sumos sacerdotes: hemos venido a este mundo a sufrir. Resignémonos porque encontraremos nuestra recompensa tras la muerte.
ResponderEliminarA todos nos suena, ¿verdad?
Enric, así es. Y además el dolor purifica, ¿no? Neto mensaje religioso, sí, pero inmoral. Un abrazo.
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