El agua, siempre activa, el agua origen de la vida, nos sacude con sus mareas y labra y moldea, inunda y vence. Antes que la palabra, el gesto. Con la palabra, sigue existiendo el gesto. ¿Podría ser un amuleto de agua? ¿qué hay de agua en unas piedras labradas por ella? Me quedo entre líneas desmenuzando tus poemas y textos. Y pensando, porque hacen pensar, y me gusta. Seguiré tus pasos, poco a poco. Saludos...
Todo es amuleto de agua, Mafalda. Nuestras tierras estuvieron cubiertas por océanos. En su crisol acuoso se fraguó la vida que hemos heredado (hasta nosotros mismos)
Por supuesto, bienvenida y para cuanto gustes, si no te entra agobio.
Por supuesto, Neo, raíces de raíces, lianas, enredaderas, urdimbres lejanas en las que no podríamos reconocernos. Pero que debemos conocer y no considerarlas ni menospreciarlas.
A mí los agobios me los producen otras cosas, no el leer textos como los tuyos. espero seguir disfrutándolos y desmenuzándolos sin prisas ni agobios mucho tiempo. Gracias por tu recibimiento. Abrazo.
Camino, eso está muy bien. Nada que perdonar, me encantan ls concatenaciones humanas. Además gacela implica un término literario, un género de poesía árabe andalusí, lo cual es elevar la intención de modo maravilloso. Y algún iconoclasta lo practica en:
Qué bella está conexión entre la dureza y misterio del Paleolítico y la suavidad y dulzura de unos versos.
Al final todos provenimos de los clanes cazadores que vivían la vida en condiciones precarias pero alegres y adoraban a las diosas madres. Tenemos en nuestras mitocondrias grabado un pasado ancestral que no nos es ajeno y podemos beber de su sabiduría y su poder.
Me gustan estos versos concisos que dicen mucho en pocas palabras.
Sí. En el Paleolítico había dureza. También belleza. La he visto de cerca en las pinturas de las paredes de cuevas, en los arpones de hueso, en los utensilios de piedra, en los bifaces...lo he tocado, lo he limpiado, he buscado el sentido: el núcleo del que desgajaban los microlitos. Otros tiempos en que el Paleolítico me hablaba. Ese collar, por supuesto, no es de aquel tiempo, sino un capricho elaborado con cantos rodados y conchas que he encontrado por playas o terrenos volcánicos. Un a modo de aquellos antecesores, solo un a modo y un homenaje.
"Yo he elegido ser un poeta troyano. Pertenezco decididamente a la facción de los perdedores: los perdedores, privados del derecho a dejar huella de su derrota, privados hasta del derecho a proclamarla. Ahora bien, acepto la derrota, no la rendición". Poeta palestino Mahmud Darwish.
EL PASEANTE VALLISOLETANO
LAS FRANCESAS. UN CLAUSTRO CONVENTUAL DE LUJO DE HACE SIGLOS INCRUSTADO EN LA ARQUITECTURA DE HOY
TÚ, LA EVANESCENTE
El alma condenada. De Bernini a Bartolozzi
CHITÓN
El mar de Aral
LA SILLA DE K
TAKLAMAKÁN
DICHOS Y CONTRADICHOS
LA DAME AU CHIEN
EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA
"-¡Ay! -respondió Sancho llorando-. No se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía."
El agua, siempre activa, el agua origen de la vida, nos sacude con sus mareas y labra y moldea, inunda y vence.
ResponderEliminarAntes que la palabra, el gesto. Con la palabra, sigue existiendo el gesto.
¿Podría ser un amuleto de agua? ¿qué hay de agua en unas piedras labradas por ella?
Me quedo entre líneas desmenuzando tus poemas y textos. Y pensando, porque hacen pensar, y me gusta.
Seguiré tus pasos, poco a poco.
Saludos...
A todos nos atan las mismas raíces...muy lejanas, por cierto, pero las mismas...
ResponderEliminarUn abrazo
semeja mucho el estilo árabe de la poesía, por lo profundo y lo espejado a cosas naturales y tangibles
ResponderEliminarsaludos
Todo es amuleto de agua, Mafalda. Nuestras tierras estuvieron cubiertas por océanos. En su crisol acuoso se fraguó la vida que hemos heredado (hasta nosotros mismos)
ResponderEliminarPor supuesto, bienvenida y para cuanto gustes, si no te entra agobio.
Un abrazo.
Por supuesto, Neo, raíces de raíces, lianas, enredaderas, urdimbres lejanas en las que no podríamos reconocernos. Pero que debemos conocer y no considerarlas ni menospreciarlas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Omar, es que uno es mezcla de mezclas y salen siempre arpegios de las culturas que menos se espera, jaj.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mí los agobios me los producen otras cosas, no el leer textos como los tuyos. espero seguir disfrutándolos y desmenuzándolos sin prisas ni agobios mucho tiempo. Gracias por tu recibimiento.
ResponderEliminarAbrazo.
con todo lo que encuentro hago collares, pulseras
ResponderEliminartodo es amuleto de agua
y alguien me llama gacela
perdona que vea en mí tus palabras
Vaya, Mafalda, qué estimulos trasladas. Gracias mil.
ResponderEliminarCamino, eso está muy bien. Nada que perdonar, me encantan ls concatenaciones humanas. Además gacela implica un término literario, un género de poesía árabe andalusí, lo cual es elevar la intención de modo maravilloso. Y algún iconoclasta lo practica en:
ResponderEliminarhttp://lasombradelanube.blogspot.com.es/
Qué bella está conexión entre la dureza y misterio del Paleolítico y la suavidad y dulzura de unos versos.
ResponderEliminarAl final todos provenimos de los clanes cazadores que vivían la vida en condiciones precarias pero alegres y adoraban a las diosas madres. Tenemos en nuestras mitocondrias grabado un pasado ancestral que no nos es ajeno y podemos beber de su sabiduría y su poder.
Me gustan estos versos concisos que dicen mucho en pocas palabras.
Un abrazo
Sí. En el Paleolítico había dureza. También belleza. La he visto de cerca en las pinturas de las paredes de cuevas, en los arpones de hueso, en los utensilios de piedra, en los bifaces...lo he tocado, lo he limpiado, he buscado el sentido: el núcleo del que desgajaban los microlitos. Otros tiempos en que el Paleolítico me hablaba. Ese collar, por supuesto, no es de aquel tiempo, sino un capricho elaborado con cantos rodados y conchas que he encontrado por playas o terrenos volcánicos. Un a modo de aquellos antecesores, solo un a modo y un homenaje.
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