me pregunto cuántos nombres tiene la violencia; estoy viendo una fotografía de la prensa donde al menos aparecen tres nombres; detrás de esos tres nombres, ¿habrá tres veces tres nombres más?; ¿hasta qué potencia se eleva la muerte?; ¿hasta dónde se multiplica una muerte, una mujer solitaria, un huérfano?; ante los nombres que se rompen, pero que no se van a olvidar, la mujer clama; ¿contra qué personaje inclemente se alza?; ¿a quién exige? ¿al dictador del país, a los sanguinarios del Ejército, a la otra parte de la población cómplice de la barbarie, a las facciones religiosas, a Alá?; lo que no creo es que se lamente ni en vano ni en abstracto; su lamento tiene tantos nombres como la violencia recibida en sus carnes; por lo que dicen las noticias, está a punto de consumarse la matanza final; luego vendrán las plañideras occidentales hablando de genocidio, cuando nada se puede hacer; luego se rehará el panorama de aquiescencia con los dueños del país, porque no interesaba, porque no nos interesaba, que quebrara la correlación de fuerzas de ese otro nombre que se llama geoestrategia; desfilará de nuevo el dictador sirio ante su aberrante y fálica miseria militar, mientras su hermosa esposa volverá a exhibirse una vez más por las pasarelas de las cortes europeas; ¿y el niño? ¿alguien puede traducir su mirada?; demasiado abierta como para no distinguir la vida de la muerte; los falsos nombres cuya frontera es imperceptible
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Hace 19 minutos
...y qué doloroso también ese "luego" cuando ya todo es ruina y despecho...
ResponderEliminarSaludos, y que tengas, un buen día.
Fackel, cierto e indignante. No está este horno para bollos. Bs.
ResponderEliminarse está convirtiendo en cotidianeidad, e indignarse parece cosa del pasado
ResponderEliminarsaludos
A tantos asesinados a golpe de estado he recordado cuando aquí algunos gritan que vivimos bajo una dictadura fascista, o cuando se han oído arengas contra la democracia (así, sin especificar)..la indignación para uno y otro lado se mezcla con el dolor, nunca tanto como el de esa mujer por mucho que sea, y me sale por las tumbas de mis sienes, yo creo que ya casi muertas por tanta falta de Humanidad percibida, tanta falta de sensibilidad, inteligencia.
ResponderEliminarA manos llenas me has dado la tarde, Fackel, lo cual SÍ te agradezco.
Un beso enorme
Y lo peor de todo es que nadie está seguro en este mundo de monstruos. El dolor ajeno les trae sin cuidado, y las vidas no tiene más importancia que aquello que se puede manejar de ellas. No se hasta cuando este comercio de armas, este sobrevivir a costa de las vidas de otros.
ResponderEliminarRealmente ,la vida en la tierra es cruel;escuche esta frase en la última peli de Lars Von Trier,Melancholia y me dió mucho que pensar sobre lo que ya sabia. Matamos, siempre matamos, para sostener nuestra existencia.
La supervivencia se nutre se crímenes constantes.Algún día seremos nosotros las víctimas.
Un saludo
ccRider, sí, así es...estoy isn palabras.
ResponderEliminarGracias.
Emejota, pero es que hay tantos hornos...sigo sin palabras.
ResponderEliminarOmar, el recurso a la indignación me permite seguir respirando, una manera de evitar quedarme mudo.
ResponderEliminarHombre, Sofía, hay que prestar atención a los sesudos, que los hay, a los prudentes, pero no a los majadeeros. Yo cuando oigo palabras necias, me lleguen de donde lleguen, ya sabes...aplico el refrán.
ResponderEliminarEn efecto, hay que matizar...pero no me consuela nunca ese pensamiento de "otros están peor" que algunos expresan para conformarnos con nuestras miserias (que de momento, de acuerdo, son menos que las de los sirios perdedores)
Gene. Esa idea me interesa: nadie está seguro. Von Trier no descubría el mundo violento con esa frase, ya Homero lo refleja bien en sus épicos relatos.
ResponderEliminarVíctimas o verdugos: un rol que s enos brinda en esta comedia desagradable humana.
Cosas que hacer después de descubrir los nombres de la violencia y la muerte: seguir buscando palabras, emocionar con una buena imagen,detectar en el funeral a los camaradas del muerto(también enemigos del régimen), empuñar un arma, desgarrarse el alma como quien empuña ese arma contra sí, acariciar la piel más cercana para saberse vivo y caliente, llorar, deformarse la cara en el llanto y provocar, a lo lejos, una sonrisa, aceptar, mirar la ruina, mirar el libro sagrado de la imagen y pensar en el nombre de sus placeres y crueldades, colocarse el velo y pensar desde el velo que cubre el cadáver o tapa a la viuda o a la madre o a la mujer que solo para cuidar cadáveres tiene sitio, relativizar, pensar en el algo habrá hecho y tomar conciencia de que cada uno de nosotros ha hecho algo merecedor de muerte y venganza que se llame justicia....
ResponderEliminarY tanta posibilidad me deja sin resuello ético.
Pero esto no significa nada. Porque a continuación es deber saltar de nuevo sobre las causas del dolor injusto, justo o indefinido.
La violencia, que genera violencia.
ResponderEliminarHasta cuando esta lucha constante, este derramamiento de nuestra sangre, esta destrucción por parte del ser humano?
Mucha tristeza es lo que me produce.
un abrazo.
L. Eres un artífice de posibilidades técnicas y, por lo que veo, rituales, plagadas de cierta ironía e inercia que llevan consigo las reacciones del ritual humano. Pero indirectamente, al leerte, recordaba ciertas conclusiones que algún que otro intelectual o simplemente escritor (Primo Levi o más tarde Grass), expresó: ¿cómo escribir poesía -qué escribir- después de Auschwitz? En realidad ni la barbarie de la shoah ni ninguna otra han parado la necesidad de la escritura. Era una manera de indicar a qué niveles de ignominia y barbarie se puede llegar que desvaloriza todo. Y sin embargo, mira por dónde gracias a escribir TAMBIÉN se puede recordar.
ResponderEliminarLo que me indigna del tema sirio es que sí, hay unas castas y un dictador ejecutando a los ciudadanos alevosamente, por una parte. Pero hay un statuquo de naciones que no están por la labor de paralizar la matanza. ¿Va a ser sólo aquél el malo y éstas se van a ir de rositas? Probablemente.
Me adhiero y firmo sobre tu breve y último párrafo, Luis.
Un abrazo.
Mariola, esa espiral violenta es consustancial a la cultura humana. Si la Humanidad se autosobrevive tal vez se abran atisbos en el futuro. Mucho tendría que cambiar en los procesos culturales y sociales para que alterase también el instinto del individuo y sus tribus. Particularmente, no lo creo. Por mucho desarrollo que haya en todo el planeta...si comprobamos qué sistema y bajo qué coordenadas organiza el mundo a su capricho, teniendo en cuenta que la agresividad humana es también parte de esa capacidad de supervivencia de nuestra especie...lo dudo.
ResponderEliminarPara mí, la República Española, tras el golpe abyecto de 1936, fue un claro ejemplo de pueblo/nación/Estado dejado a la intemperie. De una manera desigual: a la reacción interior la apoyaron las dos potencias hiperdesarrolladas del totalitarismo europeo (el nazismo y el fascimo) y al gobierno legítimo ni dios. Las democracias europeas tuvieron un comportamiento lamentable de hipócrita neutralidad y la tan "obrera" URSS deplorable igualmente (tampoco estaban por la labor)
En fin, disculpa que compare, salvando distancias. Un abrazo.