las trompetas de los ángeles siempre suenan demasiado tarde; justo cuando la catástrofe es inevitable; conviene, por lo tanto, no advertir sus sones como la llamada de lo indeseado; es preferible dar la vuelta a sus arpegios épicos y sementar otra clase de música; no dejar que sobrevuele el ángel exterminador y dar paso al sembrador
Asi es, de lo negativo puede surgir lo positivo.
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