contemplar la foto de familia; un ejercicio no habitual, pero sí recurrente, que practica cuando otras fotos de otro tipo de familia le producen repugnancia; tiene que mirar para otro lado si algún medio de incomunicación le mete por las narices fotos de cierta familia conocida que vive del erario público en un palacio y de la cual alguno de sus miembros ya sortea el límite de la delincuencia (presunción de inocencia hasta que una causa judicial decida y alguien solucione el problema irregularmente); familia cuyos orígenes fueron espurios, ¿quién colocó al cabeza de la tribu donde está?, piensa en voz alta; esa familia con un presupuesto amplio por no hacer nada, salvo cumplir un cierto requisito constitucional, del que se podría prescindir si los contribuyentes, que se han olvidado de ser ciudadanos, quisieran; él necesita el exorcismo de mirar fijamente una foto de familia sencilla; donde una serie de personas posan, él precibe el sufrimiento cotidiano; aquél era un domingo y ya se habían permitido las visitas, bajo control; hay muchas fotos de familia de anónimos, supervivientes por suerte, pero penados por desgracia; esta foto es de cuando la bondad y la generosidad católicas imperantes permitía ya ser visitados por hijos, esposas, madres; por supuesto, no son fotos de familia de las primeras hornadas; las primeras hornadas perecieron sin opción divina alguna, y las segundas y las terceras; el azar de los azares vino a ayudar a algunos; el azar de los azares -ay, de esa Jano que nunca sabes qué viento la hace soplar y en qué dirección- llegó para condenar a otros; mira con atención esa foto carcelaria, suavizada por el encuentro; foto propagandística de un régimen feroz que dejó hondas secuelas; ve resignación, apariencia de acatamiento, caras de buenos chicos para redimir condena y salir antes de la cárcel, si era posible; no puede evitar comparar fotografías, individuos, miserias y beneficios; no puede soslayar la imagen de los vencidos frente a la de los vencedores; piensa en la infamia del pasado y en la infamia del presente; si la dignidad existe, hay familias como las de la foto, que pasarán a ese sucedáneo abstracto llamado Historia con dignidad; de otras, está por ver.
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8,4 millones de euros en el 2011 (en mi calculadora no he podido ni pasarlo a pesetas porque se salían los ceros) del erario público para la familia de delincuentes, y para mi no son presuntos sino culpables porque se ha de ser delincuente para chupar así del bote
ResponderEliminarObsérvese con atención la portada de HOLA! del último número. Mi experiencia me dice que hay un desafío clarísimo. No es una fotografía ni una portada casual. El pudor moral brilla por su ausencia. Un respaldo, y una larga mano...
ResponderEliminarRat, contundente, comparto tu rabia. En esa empresa familiar no hay recortes. Claro que no se trata de recortar ese presupuesto, simplemente si los españoles quisieran, habría que suprimirlo.
ResponderEliminarBajo el señuelo y el velo de sociedad de consumo se está configurando una sociedad neoclasista (nunca ha dejado de serlo) que aterra un poco. ¿Será por eso que en vísperas electorales no sé si el candidato electo u otro de su partido dijo que habría que construir más cárceles para generar empleo? Vaya perspectiva.
V.I.Ulianov, me impresiona su nombre. Tal vez a más de un lector le entre un escalofrío, pero capto su ironía nominal. Sí, comparto su observación, la visita de la reina a sus hijos "norteamericanos" tiene toda la pinta de ser algo más que un tierno y amoroso encuentro de familia normal. ¿Llegaría para nuevas instrucciones, para palpar la situación, para aportarles aliento ante el desliz del yerno? Pero esa foto es un reclamo, un decir aquí estoy con ellos y qué pasa.
ResponderEliminarAh, no olvide, señor Ulianov, que el pudor es una marca muy particular de cada casa, muy ad hoc de los sistemas ideológico-religiosos de doble moral.
Bienvenido.
La monarquia es una institución penitenciaria, donde todos somos reclusos por iniciativa propia y pagamos el erario obligado,pero con la gratitud del necio.
ResponderEliminarQue en pleno siglo XXI eceptemos estas anticuallas me advierte de un futuro no exento de conflictos, pues las coronas siempre fueron bélicas.
Parásitos con pedigri que chupan la sangre roja con elegancia, para convertirla en azul y sentirse elegidos por la historia.
Así,hasta que la cultura sea un hecho y no un enfoque.
Un abrazo
"Con las tripas del último papa ahorcaremos al último rey"
ResponderEliminarGaribaldi
Muy expresivo y robusto tu comentario, Genetticca. La aceptación de antiguallas de esta guisa es inherente al desarrollo cultural y político (que es también cultural) de los españoles. Los españoles no alcanzarán calidad de ciudadanos mientras sigan tragando instituciones que van contra ellos mismos. La Iglesia es otra de esas instituciones nefastas que refrenan el pensamiento libre. Pero ya se sabe, solo piensa en libre el que quiere pensar.
ResponderEliminarObviamente tu modo de interpretarlo es muy ilustrativo y compartible. Sólo una cosa, no entiendo bien del todo esa frase final "hasta que la cultura sea un hecho y no un enfoque".
Gracias.
Stalker, ¿y llevó a efecto su propuesta Garibaldi?
ResponderEliminarSalud.
Pues me refiero a que culturalmente estamos mejor preparados que antes y que los jóvenes de ahora tiene mayor libertad de expresión,pero es una cultura de enfoque.
ResponderEliminarDefino.
Enfoque
"Acción de enfocar o ajustar un mecanismo óptico para hacer que una imagen se vea con nitidez."
En mi metáfora,es lo que indico.
2 "Dirección o procedimiento que se adopta ante un proyecto, problema u otra cosa, que implica una manera particular de valorarla o considerarla."
Pues a eso me refiero. Que no se utiliza el mecanismo óptico, en ese caso el de la razón, para ver las cosas con realismo,si no la cultura se reduce a un concer sin
profundidad.
Respecto a las religiones, más de
lo mismo,ortopedias para el miedo,las llamo yo.
Un abrazo
Lo intentó, Fackel, lo intentó
ResponderEliminarDiana, Genetticca. ¿La razón? Ya le has oído hace poco al recién votado presidente, cuando era candidato: "vamos a hacer las cosas como Dios manda".Sublime decisión. Y así pensaron muchos españoles que le proporcionaron la poltrona.
ResponderEliminarAy, la razón, ay, la cultura. Qué devaluados conceptos. Qué confusión sobre su significado. Qué ausencia de ponerlos en vigor. Con esos grandes de-formadores que son los medios de televisión, y las conductas de ocio y de huída delpensamiento crítico, ¿qué queríamos tener?
Oye, lo de ortopedias para el miedo me gusta. Me lo apunto.
Salud.
Stalker, pues vaya. ¿Sería por aquello que dice la Estatua en el Don Juan Tenorio de "un punto de contrición da al alma la salvación"? Garibaldi no era bolchevique, es obvio.
ResponderEliminarBon somni.