¿Leeríais alguna vez un libro en que las letras tomaran carta de naturaleza independiente del resto del texto? ¿Os imagináis que, en su entusiasmo, las vocales y consonantes se declararan soberanas en un territorio con texto paralelo? ¿Seríais capaces de someteros a su audaz golpe de mano? ¿Os perderíais por la reconstrucción formal de párrafos enteros de una narración? ¿Os dejaríais sucumbir por su atracción fantástica? ¿O más bien utilizaríais su arquitectura para introduciros en el conjunto del texto? Hasta ahora había visto diversas ediciones de La metamorfosis de Kafka iluminadas por extraordinarios dibujantes. Pero nunca una en que la ilustración sean los tipos de imprenta, generando espectaculares proyecciones. Cuando la caligrafía se erige en avanzadilla del mensaje, sin renunciar a la integridad corporal del texto, se duplica la belleza. A diferencia de los libros ilustrados, en que los ilustradores ponen rostro a los personajes y ubicación a los paisajes, con riesgo de invadir la capacidad inventiva del lector, en este libro la abstracción lineal de la tipografía no desvía la imaginación. No obliga al lector a ver los personajes como recreaciones que el ilustrador quiere. El lector sigue imaginando a su aire. Las letras que saltan del texto juegan, acompañan y sugieren. Una edición genial de la editorial Nórdica. Me limito a colgar algunas imágenes relacionadas con el libro de Kafka. Los textos de Borges son para otro momento.
domingo, 25 de septiembre de 2011
metamorfosis de La metamorfosis
¿Leeríais alguna vez un libro en que las letras tomaran carta de naturaleza independiente del resto del texto? ¿Os imagináis que, en su entusiasmo, las vocales y consonantes se declararan soberanas en un territorio con texto paralelo? ¿Seríais capaces de someteros a su audaz golpe de mano? ¿Os perderíais por la reconstrucción formal de párrafos enteros de una narración? ¿Os dejaríais sucumbir por su atracción fantástica? ¿O más bien utilizaríais su arquitectura para introduciros en el conjunto del texto? Hasta ahora había visto diversas ediciones de La metamorfosis de Kafka iluminadas por extraordinarios dibujantes. Pero nunca una en que la ilustración sean los tipos de imprenta, generando espectaculares proyecciones. Cuando la caligrafía se erige en avanzadilla del mensaje, sin renunciar a la integridad corporal del texto, se duplica la belleza. A diferencia de los libros ilustrados, en que los ilustradores ponen rostro a los personajes y ubicación a los paisajes, con riesgo de invadir la capacidad inventiva del lector, en este libro la abstracción lineal de la tipografía no desvía la imaginación. No obliga al lector a ver los personajes como recreaciones que el ilustrador quiere. El lector sigue imaginando a su aire. Las letras que saltan del texto juegan, acompañan y sugieren. Una edición genial de la editorial Nórdica. Me limito a colgar algunas imágenes relacionadas con el libro de Kafka. Los textos de Borges son para otro momento.
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Una gran idea. ¿Si los pensamientos hicieran lo mismo? ¿O ya lo hacen y a eso le llamamos re-flexion-ar? Beso.
ResponderEliminar¡Qué maravilla! ¿Las letras al poder! Volvemos a los antiguos caligramas. Me encanta que se apoderen de todo un libro.
ResponderEliminarAunque estoy más interesada en la parte de Borges...
Me ha gustado la deconstrucción de un texto paradigmático del s.XX por medio de la tipografía textual. Además de novedoso, me parece arriesgado, aunque no creo que desagrade al lector capaz de adentrarse y experimentar en terrenos paralelos al texto en sí.
ResponderEliminarLo anoto para enseñarlo a mis alumnos de bachillerato.
Claro, Emejota, hay muchas maneras de inventar imágenes. Pero hay que reconocer que esta creación tipógráfica de Verónica Moretta es extraordinaria.
ResponderEliminarLos pensamientos deambulan haciendo garabatos una vesces y creando letras de molde otras. Es el mismo proceso. Sólo hay que practicar.
Hiniare, obviamente no es todo el texto esta tipografía recreada. Pero lo que hay es de primera. Me ha gustado tu grito de guerra: ¡las letras al poder!
ResponderEliminarApunto otro: Bajo los adoquines y los asfaltos nos esperan una vez más la playa de las letras.
CMG. Es una poesía visual la de Verónica Moretta, pero más arriesgada y creativa que lo tradicional en poesía visual. No sé si hay muchos trabajos de este estilo, y me gustaría saberlo. También me gustaría conocer cómo lo ha hecho, debe ser fascinante, porque no son solo las letras proyectadas sino la manera de elegir los textos y hacer que se pronuncien más allá del original. Verdadera ilustración, sólo apta para coleccionistas. Por cierto, es una edición limitada y numerada.
ResponderEliminarEditorial Nórdica tiene una colección de libros ilustrados que no tiene pérdida.