Es la calle la que genera movimientos. ¿Será que se deja influir por el aire, que toma el relevo del aire, que es el aire mismo? Es la que inventa la lengua. La que hace de las palabras un abanico múltiple de significados. La que otorga dobles significados que se pierden en la noche de los tiempos. La que aplica calificativos aunque los periódicos y las emisoras no se atrevan. La que recoge lo que se percibe, aunque no esté refrendado por leyes. La que juzga, a veces peligrosa y arriesgadamente, antes de que los jueces juzguen. La que señala cuando las reglas de juego del estatus esconden el dedo. La que gime cuando suceden cosas que invitan a llorar desconsoladamente. Por supuesto, la que ríe estruendosa cuando el gozo inunda los corazones humanos. Es la mano que consuela para que no se sientan solos los hombres desposeídos. La que siente el magma de las profundidades antes que la mente mediatizada de nuestra especie. La que calienta los pies con la vinculación telúrica. Es la calle la que grita con voz aguda cuando es necesario hacerlo. La que congrega a cuantos tienen necesidad de encontrarse. La que crea canciones para sobrellevar las cargas. La que recoge las protestas justas. La que hace de alguna canción un símbolo. La que hace que la gente se agarre de las manos. La que convierte en bien colectivo las propiedades dudosas de los hombres. Es la calle la que ha presenciado la comedia y la tragedia. La que ha exhibido máscaras siniestras. La que ha soportado desfiles. La que ha conocido descamisados, algunos con sangre. La que ha tenido que padecer las condenas de unos hombres sobre otros. La que ha acogido también el baile de los liberados. La mirada de los enamorados. La sonrisa de los niños. Es la calle la que abre, la que se vuelve etérea, la que dignifica el concepto democracia cuando quieren reducirlo los de siempre y, si fuera posible, acabar para siempre con ella. Ayer fue sobre todo la calle, y lo fue de la manera más sencilla, cálida y sentida. La calle se sintió moldeada por una mayoría de cuerpos y voces jóvenes. La calle fue joven. Todo tiene que volver a ser como la calle. Adelante.
Haz feliz al perro; no cuesta nada.
Hace 6 minutos
Sí y esa calle debe enlazar con otra calle. No hay que parar aquí, sino seguir, porque se nos viene la segunda parte.
ResponderEliminarSalud!
En el fondo y a lo lejos hemos publicado bajo una inspiración común.Beso.
ResponderEliminarHuy si fuera la segunda parte...Todo esto está empezando, y malo si no cuaja bien, porque todo el talante de ahora se tornará más virulento. Al estatus le interesa la violencia y la virulencia. Casualmente estaba comiendo cuando veía noticias en tv, y en el canal Cuatro que no veo desde que se lo vendieron al emporio Berlusconi y telecinco. Pero hoy casualmente surgió. Y salen escenas de lo de ayer. ¿Sabes que salieron? Los incidentes de la minosría de turno violenta en Madrid.
ResponderEliminarEn periódicos locales ni he visto la noticia. Si el tratamiento que hacen los mediáticos es el tergiversador, aplicaremos el refrán: ladran luego cabalgamos.
Pero ojo avizor, Ata, y léete el artículo de Germán Cano que tengo colgado aquí arriba a la izquierda.
Un abrazo.
¿Te refieres a lo de Valentina, Emejota? La inspiración, puede, pero el tema difiere, ¿o no tanto?
ResponderEliminarUn abrazo.
Aunque no estoy de acuerdo en algunos puntos con Cano, me quedo con el párrago final. Y es que ahí se carga de razón, pues me hace recordar las palabra de Nietzsche en Ecce Homo. No es literal, pero dice algo así como que el individuo desesperado pierde de vista el mundo y la situación y por tanto entra en una espiral "décadent". Pues lo dicho, a mantener la serenidad.
ResponderEliminarSalud!
¿Será que algo se está moviendo? ¿Será que no somos inmunes ?que tenemos la palabra y queremos gritarla bien alto.
ResponderEliminarAta. El análisis es francamente duro y a mí me cuesta quitarle razones. Temo a los seres cargados de miedo, a los que temen sobre todo al miedo. Son capaces de todo. Ha ocurrido. En cierto modo muchas de las pautas cotidianas de la sociedad se manifiestan por el miedo y la inseguridad latente de sus individuos. Puee ir a más. Si va a más sólo nos espera violencia.
ResponderEliminarSerenos pues, temple y visión. Buena noche.
Ico, bienvenida a esta fronda. Comparto tus preguntas, me las hago cada día, me incentivo con ellas, me genero ilusión. ¿Será todo ello vano? Atentos al tiempo. Tomemos el pensamiento, tomemos la palabra, no seamos ciegos.
ResponderEliminarVuelve cuando quieras. Un cordial saludo.