Ustedes se ríen porque nadan y guardan la ropa, ¿a que sí? Ustedes, que forman parte de la jerarquía de la organización menos democrática del planeta, tanto en el tiempo como en el espacio, se permiten intervenir en las vidas de los ciudadanos que ejercitan la libertad de expresión. Por supuesto, no lo hacen pontificando todos los días -esto lo efectúan de vez en cuando- sino utilizando sus escalas descendentes, desde sus agentes directos de las parroquias, pasando por organizaciones religiosas de toda laya hasta esa cohorte de acólitos intolerantes que no separan nunca religión y política, creencias y actividad cívica, pero que toman ejemplo de ustedes, obviamente. Me entero hoy de que en Valladolid una jueza ha admitido a trámite una querella de dos asociaciones de ultraderecha (sí, las citaré, porque están ahí, agazapadas y a la vez tratando de crecerse: Asociación de Abogados Cristianos y HazteOir) contra el actor Leo Bassi (a él le gusta denominarse bufón, pero ya se ve que algunos no soportan siquiera el papel respetable y respetado por los poderosos en siglos pasados) y contra el rector de la Universidad de Valladolid, que es de signo progresista, en octubre pasado. ¿Motivo? Un espectáculo de Bassi en el Paraninfo de la Universidad con el título de
Las raíces judeo-cristianas de Occidente: un fraude histórico a combatir. Quiero pensar que la querella ha sido admitida porque es algo generalmente al uso. No quiero pensar en principio que la jueza pertenezca o sea simpatizante de entidades intolerantes como las querellantes. El tiempo y la causa lo dirá. Así que, mientras, ustedes, los de la foto, sigan riendo, aprovechen, porque es muy probable que el desarrollo de la demanda tenga un final feliz para los querellados y tengan que tragarse sus risas. Ustedes saben hacerlo bien. Mientras el Estado les concede amplia subvención en directo, enseñanza concertada y otras prebendas, ustedes, siempre tan generosos para sus propios intereses, mueven sus hilos. No se puede decir que sean agradecidos. Con frecuencia, desprecian la mano que primero les da de comer. ¿No han pensado nunca en ponerse a trabajar? Ah, sí, dirán, es que hay tanto paro…
lo que nos queda por ver, que triste me pone esto amigo
ResponderEliminarPerezoso, ¿sabes lo más hiriente? Que llevo viéndolo toda la vida: antes del parto, durante el parto y después del parto. Que nací en el lodo de esa miseria, que crecí en él, que una vez creí -creímos- que era posible alzarse, ir más allá, pero ves que el lodo sigue ahí. No sé. Utilizo mal el término. El lodo es una sustancia demasiado noble que produce la tierra. Debería decir, acaso, excremento.
ResponderEliminarPero si un hombre quiere ser libre en alguna porción de sí mismo, puede serlo. Ellos, con sus risas, seguramente lo son menos que yo. Tendrán poder, pero no tienen la libertad de pensamiento que yo ya he obtenido.
Eso.
Al final de la partida el peón y el rey van a la misma caja...
ResponderEliminarun abrazo
Sí, claro, obvio. Mas durante la partida el Rey está más preservado que el peón.
ResponderEliminarSalud siempre. Tula.
¿sabes por qué se rien? porque tienen a una serpiente urgando sus entrañas y los muy ingenuos creen que esto es la felicidad.
ResponderEliminarSaludos
Muy buena, Alba, pero yo más bien lo que creo es que tienen un nido de víboras. La serpiente es símbolo de sabiduría, entre otros.
ResponderEliminar¿Ingenuos? Tu ironía está muy bien, pero cabe pensar en la de siglos que llevan sustrayendo sus actos al valor y al juicio de otros hombres, como si fueran realmente hijos del Cielo. Intocables. Qué mundo éste.
Gracias por pasarte, sí.
Se ríen de que nos han hecho mucho llorar. Miseria, temblor y terrores.
ResponderEliminarUnos hombres de negro...
Un abrazo
Si solo hubieran hecho llorar. He visto a gente de mis familias de otro tiempo tan condicionadas por esta gente.
ResponderEliminarY sí, llorar. Antes de que tuviera lugar el Concilio Vaticano II, que se pretendía aperturista y más comprometido con los problemas del mundo, por parte de algunos sectores de la Iglesia, y hoy, bueno, hace tiempo, un concilio traicionado en el mismo seno de la institución o empresa, una de las historias que ponían en marcha eran las llamadas Misiones.
No las Misiones con los negritos, sino dentro de la España, a la cual, a pesar del franquismo y de la sangre vertida, la debían considerar muy pecadora. Se trataba de una especie de Ejercicios Espirituales que daban a la población (yo lo viví en una ciudad, pero lo hacían por pueblos, también) Todos los días, durante una semana, por la tarde/noche, un predicador soltaba cada sermón que sobrecogían, y te juro que yo, en mi más tierna infancia, he visto a la gente llorando. No me alcanzaba saber qué fibra tocaban a las personas estos psicoanalistas vengativos y malsanos, pero la gente lloraba.
Aparte, le shicieron llorar por tantas barbaridades. Ellos dirán que eso es pasado. En cierto modo. Hoy al menos, si no quieres, si no te dejas, esta gente no tiene por qué intervenir en tu vida. Aunque de la política y de sus influencias en la vida social no hay manera de despegárnoslos.
Contra sus dogmas: pensamiento, argumentos y razón.
Yo también me indigné cuando leí la noticia. Atajo de hipócritas que han descubierto en la democracia una forma de volver a la dictadura. Nunca hay que olvidar que los lazos de la iglesia y la ultraderecha, el nacional-catolicismo, son indisolubles en este país.
ResponderEliminarLamento decir que la fe en la justicia en España está por decirlo de alguna manera en una "profunda crisis". Confiar primero en la justicia y después realizar las muestras de apoyo a los derechos pisoteados, es una estrategia que no da buenos resultados. Amen de que después se nos puede acusar de aceptar "solo" los veredictos que nos convienen. Que le pregunten al juez Garzón.
Gaia. Sin discusión todo lo que dices. Van por ahí las cosas. Gracias por tu opinión. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Fackel,
ResponderEliminarNo sé si ya lo has mencionado en este blog, pero nada puede ser peor después de que intentaran atacar a Leo Bassi con una bomba en Madrid:
http://www.elmundo.es/elmundo/2006/03/01/madrid/1141253912.html
Y después hay quien cree que los fundamentalistas son sólo los de la barba y la chilaba.
No conozco su espectáculo, pero prefiero mil veces la risa a la violencia. Y lo defiendo desde la vieja tradición española del humor blasfemo (si les cantaran a estos algunas canciones de nuestros abuelos...)
Gracias, Hiniare, por opinar.Leo Bassi encarna para esa gente lo irreverente, lo irreductible, lo sacrílego, lo heterodoxo... ¿Y? ¿Acaso ellos no son todo eso con la Humanidad? En cualquier caso, Leo Bassi hace algo diferente a la compañía eclesial: se expresa sin más, no crea Imperio como la Iglesia.
ResponderEliminarY después de ver lo que pasó ayer en la obra del Teatre Nacional de Catalunya, pues si eso es lo que siembran en cuanto a tolerancia los de las sotanas, que venga Dios y lo vea (sic)
El fundamentalismo existe en todas las corrientes religiosas, es inherente a su obsesión dogmática. Yo también prefiero mil veces la risa, liberadora y curativa, de Bassi o el TNC, que la violencia de los que se creen en posesión de la verdad, que sólo genera sangre. Y el humor blasfemo, como bien dices, es acervo cultural importante precisamente en los países que han estado más sometidos a la intolerancia clerical.
Un abrazo.