¿Vieron ustedes hace unos días fotografías de ese personaje con su cruz a cuestas en una ceremonia fúnerario política de los seguidores de MAGA, en los USA? A algún disidente le faltó tiempo oportuno e ingenioso para reconvertir a la cruz, al personaje mesiánico y al público fervoroso en lo siguiente:
Pero muchos de ustedes acaso no sepan que la idea viene de muy lejos. De los fotomontajes que John Heartfield realizó para su revista AIZ (Arbeiter Ilustrierte Zeitung, es decir, Periódico Ilustrado de los Trabajadores) durante el ascenso y consolidación del nazismo. La revista duró de 1924 a 1938. Tuvo una tirada millonaria hasta 1933 cuando Hitler y su partido tomaron el poder. Como se ve la cruz ha marcado a las sociedades humanas desde hace siglos. Generada como instrumento de tortura fue tomada como signo de redención por una religión en ascenso, sin que el símbolo supliese necesariamente al castigo fatal. Pero a estas alturas no se ve que se redima nadie y muchos siguen invocando con ella más el dominio de los otros que la salvación, probablemente imposible, de todos. Hoy la cruz a cuestas la tiene que soportar gran parte de la Humanidad, en cualquiera de las imposiciones totalitarias y autocráticas que padezca. Y todos en el sistema de relaciones económicas que marcan, condicionan y dividen a los hombres. Al menos, la cruz ha servido como trágica metáfora aún en uso. La cruz a cuestas la llevamos, pues, todos.


Estamos rodeados de un bosque de cruces (y caras)
ResponderEliminarMientras ciertas caras no nos crucifiquen...En Palestina ya han crucificado a todos.
EliminarTodos los símbolos identitarios son, para diferenciar, estos de aquellos, ellos de nosotros, los buenos de los malos...
ResponderEliminarMuchos de esos símbolos proceden de lo que se ha dado en llamar lo sacro. La esvástica se utilizaba en los territorios de India y los romanos la dibujaron extensamente en sus mosaicos. Tenían significados que hoy no rigen.
EliminarAy los símbolos, como las banderas, están todos manchados de sangre.
ResponderEliminarY por lo tanto prostituidos y descalificados, al menos muchos de ellos.
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ResponderEliminarNo sabe uno qué decir a estas alturas de los símbolos sagrados. Hasta el témino sagrado o el concepto mismo están desvirtuados. Que no nos vengan con cuentos chinos. O judeocristianos, me da igual. La única sacralidad es la vida misma. Que muchos no pueden estrenarla.
Ander
Estoy de acuerdo. Todo lo que no respete la vida misma, al individuo, no tiene nada de sacro y mucho de delincuente.
EliminarNos gustan los símbolos, forma parte del espíritu gregario inserto en nuestro cerebro de reptil....incluso quienes los rechazan terminan adoptando algún símbolo. Al final es pura convención. La esvástica es un ejemplo de resignificación de un símbolo previo al nazismo🥺, pasa con la cruz de borgoña y con la cruz celta también...
ResponderEliminarEl nazismo se cargó para siempre el significado ancestral de la esvástica. Hoy día enarbolarla es signo de miedo o terror o sangre, si prefieres. Claro que la insignia llamada estrella de David no lleva mejor camino, a tenor del genocidio ejecutado.
EliminarNo hay que marchar tan lejos, en casa también hay de esos símbolos, aunque no nos lo creamos:
ResponderEliminarhttps://ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/23/67/09esparza.pdf
El nacionalismo vasco se las ha traído muy gordas. No en vano Sabino Arana procedía de una familia carlista y católica por lo tanto y promovió la exaltación nacionalista. Ignoro si la esvástica se utilizó mucho o poco antes de los nazis. Aunque las ideologías nacionalistas suelen tener sus puntos de contacto no necesariamente vienen por compartir símbolos gráficos análogos. Más bien por otros simbolismos más ideológicos como los cantos con bagaje romántico de la tierra, el país, la gente, los mejores de los mejores (otros el pueblo elegido por un dios)
EliminarEl lauburu vasco no debe confundirse con la esvástica nazi. En estelas ancestrales de cementerios aparece. Gracias por el artículo.
Me temo que las cruces se vuelven a poner de actualidad.
ResponderEliminar¿Dejaron de estarlo alguna vez?
EliminarLa simbología es muy extensa, pues tenemos símbolos que no son objetos, sino actos. Por ejemplo, el beso, que es símbolo de amor. Y, según esto, una agresión podría ser símbolo del odio, como estamos viendo en Gaza.
ResponderEliminarPor supuesto que hay variedad de símbolos y no todos negativos o conducentes a la violencia. Los actos van más allá de los símbolos.
EliminarLo que intentaba decir es que hay actos que en sí mismos son símbolos, son la expresión de una experiencia, como todo símbolo. Con el ejemplo anterior, cuando besamos a alguien estamos simbolizando la experiencia de querer a esa persona y cuando lo agredimos, estamos simbolizando el odio, la experiencia contraria
EliminarPero recuerda que hay besos convencionales y agresiones descabelladas sin ton ni son. Es un decir.
EliminarFáckel:
ResponderEliminarsí, demasiadas cruces llevamos a cuestas.
Salu2.
Y tanto. La imagen del individuo con la cruz a cuestas no sé si me produce algo hilarante o sensación turbia de miedo. Ese exhibicionismo de la cruz es enfermizo. En un ritual medio religioso medio político (no sé cual faceta se come a cuál) cargado más de odio que de sentimiento de bondad. No sé si se habrá enterado de que en el llamado Nuevo Testamento el personaje central dice en un episodio determinado: "No por decir alguien Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos". Y lo que sigue diciendo es aún más fuerte terminando en una frase muy interesante y aplicable a muchos: "apartaos de mí los que causáis desorden".
EliminarPara más interés consúltese la edición de Editorial La Oficina titulada Evangelio según Mateo, la versión que inspiró a Pasolini y que es muy interesante.
Soy de Lima Peru, pero vivo en Tulsa Oklahoma, y bueno en Peru, la idea de que el estado e Iglesia deben estar separados es bien sabido, pero aquí en Tulsa es exactamente al revés, no negare que me estresa el presidente y todas sus medidas. Pero lo que mas me asusta es ver como avanza esta ideología de mezclar religión y política, al punto de que la idea de que la tierra es plana se considera cierta en algunas familias, de que las vacunas son mas peligrosas de lo que son y un largo etcétera. Si seguimos así, uno de estos días nos vamos a despertar con la noticia de que están juntando voluntarios para una nueva cruzada.
ResponderEliminarEn Europa estamos bastante informados de cuanto va aconteciendo en los USA. Supongo que las personas independientes y laicas o religiosas pero respetuosas se sentirán muy desasosegadas con ese ascenso de las sectas que apoyan el integrismo religios, el social y el político. Seguramente el presidente las está utilizando para sus fines y a su vez las sectas recibirán contrapartidas de este mundo, el mercantil. Así que no te extrañe, Gary, que la nueva cruzada no esté en marcha. Gracias por opinar.
EliminarNo conocía esa foto, pero el montaje parece bien realizado y con cierta coherencia a su contexto.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Con ese cruzón que porta el individuo el del fotomontaje no podía hacer más. Hoy con las nuevas tecnologías no tiene el mérito de un Heartfield o de un Renau que con fotos hacía, montajes a pura manualidad.
EliminarGamada o sin " gamar", latina o griega, siempre me dio grima. Un instrumento de tortura. ¿Qué se puede esperar de una religión cuyo símbolo, logotipo o carta de presentación es un torturado agonizando en la cruz?
ResponderEliminarSaludos.
Se puede esperar que esa religión esté del lado de los torturados y sacrificados. Se espera, aunque no siempre se cumple.
EliminarCayetano, para obtener la respuesta hay que entender antes el mito y sus límites. Y los límites los impone el grupo humano que sustenta ese imaginario mitológico.
EliminarSenior, veinte siglos esperando, ¿no? Pero claro, depende de si entiendes una religión interior y acomodada a uno mismo o si dependes de esa intermediaria llamada Iglesia que ha estado siempre de una parte llamada Poder.
EliminarInfependientemente de intermediarios y relaciones con el poder y la influencia está el lado del mito, de esa concepción de representaciones ultrahumanas pero muy humanas que se basa en los límites del ser humano y que abusa de ellos (la inseguridad, el miedo, la soledad, la injusticia, etc.)
He llegit alguna vegada que dur una creu penjada del coll en una cadena és com dur-hi una cadira elèctrica.
ResponderEliminarSupongo que mientras no sea de hierro y te acerques a una instalación de alto voltaje no pasará ¿no? Es un decir. Nunca había oído esa expresión, un poco fuerte. El problema no está en ninguna cadena exterior sino la que cada cual lleve en su mente.
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