"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





domingo, 8 de junio de 2025

Lo envidioso

 












¿Por qué muchos envidian posesiones y logros de los demás pero no sus aptitudes, Xiao? Debe ser, Cao, porque a primera vista una propiedad o una posición social destaca más que el valor y el mérito de la persona, digo yo, ¿no? Pero no te fíes, en el fondo es obvio que envidian a su vez la capacidad y el esfuerzo ajenos, si bien su propio cegamiento suspicaz les lleva a no admitirlo públicamente. Pero el envidioso, ¿envidia lo que tiene el otro o a la misma persona que es objeto de envidia? Yo diría que ambas cosas. Desearía disponer de los bienes o facultades del otro y como no los va a tener centra su recelo en la persona ajena. Pero eso, Xiao, tiene que envenenar al envidioso. Tiene que ser un tormento su vida. Lo es, Cao. Y te diré más. La envidia les conduce a sospechar de aquel que ha conseguido recursos o reconocimientos como si los hubiera obtenido de manera ilícita o vendiendo su alma al diablo. Pero también hay individuos que por obtener cualquier beneficio se venden al mejor postor, Xiao. También los hay, pero es otro tema. Todo afán de celo enfermizo respecto a otros implica tal vez un desajuste de sus emociones que se ve acompañada por una insuficiencia cuando no carencia moral. ¿Será, Xiao, que esos personajes tienen por nacimiento una tendencia a la envidia? Creo, Cao, que  quien más o quien menos nos sentimos tentados a envidiar a otros. Pero acaso si se reconduce esa tendencia con una comprensión razonada, y sobre todo ética, la obsesión pasará a un plano insignificante que no afectará negativamente a las pasiones. A mí me parece, Xiao, que es un desastre padecer de envidia y también puede serlo para quien es objeto de ella, por cuanto este puede ser agredido por el envidioso. Sin duda, el riesgo es para ambos, así que toma nota, Cao. 

Si yo te dijera, Xiao, que envidio tu temple, ¿qué dirías? Que envidiarías una apariencia o un error o un sistema de autodefensa, siempre circunstancial aunque parezca que forma parte de mi carácter. Y que estarías envidiando algo de mayor gravedad que si envidiases mi huerto o mi taller artesano. 


* Grabado de José Hernández

18 comentarios:

  1. Bueno Xiao, podría decir que existe la envidia sana, aunque si es envidia no puede ser sana, quizás deberíamos hablas de respeto o de admiración.

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    1. Somos muy dados a hablar de envidia sana, un eufemismo.

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  2. Si anhelar, los conocimientos, los logros e incluso las posesiones de otros, es ser envidioso, entonces, yo soy muy envidioso. Y sinceramente, más allá del juego con las palabras, no creo que sea una actitud negativa en sí misma. Es como las armas; no son malas en sí mismas, pero lo que hagas con ellas, puede ser muy malo.

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    1. Cada cual debe valorar su impulso envidioso y saber dónde parar.

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  3. Creo que para que haya envidia primero debe haber idealización de eso que se envidia. Todo/s tiene/n algo no perfecto que se niega desde la envidia pero que en realidad existe.
    Buena semana

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    1. Puede que el envidioso per se ya idealice todo aquello que no posee, pero sufre mucho, y hace mucho mal. Hasta en política lo estamos viendo actualmente, no hace falta que ponga ejemplos.

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  4. La envidia no hace más que señalar nuestros límites, o el principio del odio. Ambas opciones me parecen igual de válidas.

    Saludos,
    J.

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    1. Cada vez me convenzo más que la envidia está en el meollo del odio, no sé si coadyuva a este o lo compone del todo, pero está ahí. Pienso en un temacolectivo y político en que una oposición descerebrada es conducida por la envidia para mentir, volver las oraciones por pasivas y atacar no solo a un gobierno sino a los conceptos mismos de una democracia y una constitucion. Envidia, pura y negra envidia de que no pueden gobernar ellos.

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  5. C reo que la envidia visita a todos los humanos en mas de una vez en la vida,asi como hay muchas virtudes tambien hay defectos comunes en todos,asi como creo que quien lo niegue rotundamente lo hace porque es incapaz de reconocer emociones.Buen post.Un gran abrazo!!

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    1. Por supuesto, no es que nos visite, está en nuestra manera de ser natural. Hay quien hace oficio de ella y quien solo se ve tentado y la desecha. Por supuesto también coincido en que hay virtudes, y en este caso la virtud sería la prudencia y la comprensión de no envidiar, salud, Menta.

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  6. No creo en la envidia sana, para mi siempre es un sentimiento negativo que si se lleva al extremo te puede hasta dañar.

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    1. Un sentimiento que daña a dos bandas o más. El sujeto envidioso se escupe también a sí mismo. Lo malo es siempre perseveerar en ese comportamiento.

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  7. Tal vez habría que identificar el equivalente positivo de la envidia como para poder reemplazar la "envidia sana".
    Es cierto lo que decís, la envidia es parte del corazón del odio, su germen y combustible.
    Como seres sociales que vivimos rodeados de gente y sus acciones, es casi inevitable tener opiniones de eso que nos muestran casi de prepo. De ahi a cultivar la envidia, habría que ver dónde cae la semilla.

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    1. Me parece que lo de envidia sana es un eufemismo. Sentir admiración o atracción por lo que otros tienen o logran conlleva características diferentes que pueden invitarnos a una aproximación. Nada que ver con lo que reconcome.

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  8. Supongo que todos hemos pasado por ese sentimiento y puede que no estemos exentos de recaer alguna vez más, pero estar envidiando lo ajeno con más o menos intensidad es un tiempo perdido y un sentimiento que carcome el ánimo de quien envidia...

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    1. Más claro no lo has podido decir. Una actitud que genera violencia incluso o al menos interfiere en las relaciones.

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  9. Els envejosos s'aconformen a no tenir, si d'aquesta manera els altres no tenen. Igual que existeix "el amargo don de la belleza", existeix el dolorós do de ser artista. Que et fa digna de compassió tant com d'admiració. A Hipàtia d'Alexandria, per massa intel·ligent i sàvia, la van acusar de bruixeria els que l'envejaven, i van acabar linxant-la.
    Jo m'he trobat a la feina a la biblioteca comentaris com que sense els meus cartells i els meus centres d'interès la biblioteca funcionaria igual. O que el club de lectura que porto és ple d'usuaris poc interessants. En fi.

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    1. Hipatia se topó con aquella tanda de fanáticos cristianos iluminados que no digerían el conocimiento y la libertad de ideas.

      La envidia es la peor de las cizañas, generadoras de violencia y desencuentro. Ni caso de los comentarios que otros hagan sobre lo de tu biblioteca.

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