"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez
martes, 16 de enero de 2024
Ejercicios de instinto (Pecios)
El océano trajo hasta mí sus huellas; una a una pregunté qué vida hubo bajo sus pulidas texturas; solo somos pecios, dijeron, y las vidas tiñeron de color el mar.
Y un mausoleo enorme, del cual nos llegan de vez en cuando huellas, pecios, restos, naufragios y hundimientos. Solo se necesita percibirlo. Ya que lo dices, es increíble la cantidad de objetos de tiempos pretéritos que se han encontrado en lo profundo de los mares. Y los que quedarán como parte de la flora o devorados -preservados- por ella. Gracias, Tatiana.
Parece que nuestra supervivencia acabará dependiendo de los frutos del mar, y nosotros le tratamos como una escoria. Hay una serie de Movistar+ muy interesante sobre la revuelta del mar, ·El quinto día' es ficción, pero muy inquietante.
De todos modos las profundidades marinas son muy poderosas, capaces de transformar lo que no se hace en superficie. Si solo fueran los plásticos...¿y el fuel vertido ordinaria y extraordinariamente? Gracias, Pedro.
Hace bastantes miles de años, aprendimos a agujerear piedras y conchas para adornarnos con elementos simbólicos que representaran quién sabe qué. Hoy los hemos cambiado por camisetas con logos de marcas que no representan una mierda; quizás solo sus intereses. Miau !!
Sí lo es, pero menospreciamos a los mares: los vemos como territorio a conquistar para alimentarnos, como espacio para transportar o hacer cierto deporte, como ejercicio veraniego, como vertedero...Pero hay más, hay tanto...Todo sugiere, Ana, pero muchísima gente no atiende la llamada de la sugerencia oceánica.
Fáckel: los "pecios" de antes tenían su misterio y encanto: un barco, un ánfora, un anillo... Ahora se encuentra uno con una lata de cerveza, un retrete, un ladrillo... ¡Qué pena! Salu2.
"Yo he elegido ser un poeta troyano. Pertenezco decididamente a la facción de los perdedores: los perdedores, privados del derecho a dejar huella de su derrota, privados hasta del derecho a proclamarla. Ahora bien, acepto la derrota, no la rendición". Poeta palestino Mahmud Darwish.
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CHITÓN
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"-¡Ay! -respondió Sancho llorando-. No se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía."
El océano calla y reserva las vestimentas de los que una vez habitaron sus aguas. El océano es un museo abierto, solo se necesita observar.
ResponderEliminarAbrazos Fackel
Y un mausoleo enorme, del cual nos llegan de vez en cuando huellas, pecios, restos, naufragios y hundimientos. Solo se necesita percibirlo. Ya que lo dices, es increíble la cantidad de objetos de tiempos pretéritos que se han encontrado en lo profundo de los mares. Y los que quedarán como parte de la flora o devorados -preservados- por ella. Gracias, Tatiana.
EliminarLos pecios son historia de barcos y de hombres que los navegaron, los pelets, que tambien nos lo trae el oceano, es la miseria del ser humano.
ResponderEliminarSaludos
Cierto, cierto, total miseria y encima objeto de suicidio nuestro y de homicidio -¿o mutaciones?- para especies oceánicas.
EliminarEn el mar, acaban todos nuestros desechos.
ResponderEliminar¿No entiendo cómo todavía nos habla?
Creo que prefiere ignorarnos. Su capacidad de adaptación es pareja de la propiamente humana.
EliminarParece que nuestra supervivencia acabará dependiendo de los frutos del mar, y nosotros le tratamos como una escoria. Hay una serie de Movistar+ muy interesante sobre la revuelta del mar, ·El quinto día' es ficción, pero muy inquietante.
ResponderEliminarPues tomo nota, aunque no tengo acceso a esa plataforma, a ver si la encuentro en otra parte. Bon dia.
EliminarHemos hecho del mar un basurero. Los pecios ahora son del plástico que mata la poesía y hasta la vida.
ResponderEliminarBuen poema.
De todos modos las profundidades marinas son muy poderosas, capaces de transformar lo que no se hace en superficie. Si solo fueran los plásticos...¿y el fuel vertido ordinaria y extraordinariamente? Gracias, Pedro.
EliminarCuando observo el Mediterráneo, lo hago a menudo, pienso en las vidas que se lleva por delante cada día en busca de un futuro mejor.
ResponderEliminarSalut
Y si lo multiplicas por los milenios mediterráneos de civilizaciones y culturas...imagínatelo. Y así todos los oceános.
EliminarTodo me abruma del océano. Este poema se vuelve un buen punto de aproximación.
ResponderEliminarConviene no convertirnos en náufragos, ojo.
EliminarHace bastantes miles de años, aprendimos a agujerear piedras y conchas para adornarnos con elementos simbólicos que representaran quién sabe qué.
ResponderEliminarHoy los hemos cambiado por camisetas con logos de marcas que no representan una mierda; quizás solo sus intereses.
Miau !!
Qué razón tienes. Lo de los abalorios del paleolítico es fascinante. A mí me lo recuerdan estos cantos rodados agujereados.
EliminarQué bello, Fackel:
ResponderEliminarEl mar es fundamental para la vida en el planeta y para nuestra supervivencia.
Un breve inmenso.
Concisión y sugerencia...
Abrazos
Sí lo es, pero menospreciamos a los mares: los vemos como territorio a conquistar para alimentarnos, como espacio para transportar o hacer cierto deporte, como ejercicio veraniego, como vertedero...Pero hay más, hay tanto...Todo sugiere, Ana, pero muchísima gente no atiende la llamada de la sugerencia oceánica.
EliminarQuería hablar de los pelets, pero Emilio Manuel lo ha resumido a la perfección.
ResponderEliminarEn efecto, y de los hilillos aquellos de hace años que decía el ilustre que no ilustrado (al vulgo le gustó más llamarlo chapapote)
EliminarQuizá seguir siendo pecios es lo que les dota de verdadero valor...
ResponderEliminarAbrazo!
Son huellas de un valor devaluado, pero cuánta vida habría en todos los objetos o navíos hundidos antes de sus catástrofes.
EliminarEl mar, sus playas, nos acercan objetos con pasado, y seguramente somos la consecuencia de milenios de evolución gracias al mar.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz viernes
Muchos de esos objetos han quedado disueltos o convertidos en otra cosa: de eso las algas o las rocas saben mucho.
EliminarFáckel:
ResponderEliminarlos "pecios" de antes tenían su misterio y encanto: un barco, un ánfora, un anillo... Ahora se encuentra uno con una lata de cerveza, un retrete, un ladrillo... ¡Qué pena!
Salu2.
Se consideraba pecio a un objeto o cosa de un navío que había sufrido naufragio. Los náufragos hoy somos los de la orilla para tierra adentro.
EliminarMe conmovió la sencillez de estas líneas. Rastros de vida que alguna vez fueron más. Un abrazo
ResponderEliminarRastros, sí, a veces pruebas de demostración.
EliminarCrec que tots els versos són aquests "pecios".
ResponderEliminarUna manera de verlo.
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