"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





miércoles, 23 de marzo de 2022

Fragmentos del diario de un pintor ignoto (Serie negra, 82)

 


Algunos le conocen como el pintor de Tálasa, Θάλασσα, el mar. Nada se sabe de sus orígenes pero sí que trabajó en ciudades de lo que hoy denominamos la cultura minoica. Tampoco es seguro que los fragmentos escritos que nos han llegado, cuales los de un Heráclito posterior, pero más mundano y narrativo, pertenezcan a apuntes, en diversos momentos interrumpidos, de lo que podemos nombrar nosotros como un diario de artista. No se identifique, por favor, el relato con la pintura adjunta, aunque juegue un papel de referencia. Pero, ea, dejémonos llevar por las confidencias personales del Pintor de Tálasa, que rebosan pasión por su trabajo y por los placeres de la vida.



" He sido requerido por los príncipes de esta ciudad. Tienen fama de saber disfrutar de los bienes obtenidos. Quieren que realice un gran mural que sea un canto a su manera de vivir. Alardean de no estar interesados como otros en representar las hazañas guerreras. La propuesta me ha parecido atrayente y también (...)

Acompañado por el arquitecto de los príncipes del palacio he accedido a una gran sala vacía. Paredes encaladas. Luz suficiente. Materiales de lujo en el suelo y las puertas. Una disposición arquitectónica que he elogiado y mi acompañante ha agradecido. Me ha dicho que le haga saber lo que necesito. Que se me proporcionarán medios técnicos y ayudantes. También ha insistido sobre si yo tenía una idea clara de lo solicitado. Entonces he sido un osado. Transmite al príncipe, le he respondido, que representar sus modos de vida tendría más calidad y precisión si también se relataran las costumbres de los habitantes. Se ha quedado intrigado pero no le ha parecido mal. Lo consultaré con el señor, solo él decide (...)

Imposible pegar ojo. Tengo preocupación por haber sugerido que se altere el plan original. Si lo ven como desaire puedo tener serios problemas y habría hecho un viaje largo para nada y (...) 

Me ha llamado el príncipe. Has llegado precedido de una celebridad profesional de la que no estamos dispuestos a prescindir, ha dicho. No vemos mal que relaciones la vida de nuestros súbditos con nuestra propia vida. Al fin y al cabo se trata de buscar la armonía en todos sus aspectos. Empieza cuando quieras. También con el príncipe he vuelto a mostrarme atrevido. Entonces, he dicho,  primero tendré que conocer cómo viven los habitantes de la isla. Incluso compartir las tareas y los entretenimientos con ellos. Solo después llevaré con acierto mi interpretación a estos muros (...)

Llevo dos días sin saber si tengo la aprobación para moverme libremente por la isla. ¿Por qué seré tan arrojado? (...)

Para mi sorpresa hoy ha venido a hablar conmigo una de las esposas del señor. Por su actitud podría decirse que tiene influencia decisiva sobre el príncipe. Ha estado primero exigente. Te hemos llamado para que los frescos exalten la magnificencia de esta corte. Yo le he respondido con la mayor cautela: si queréis que las generaciones del futuro os recuerden deben aparecer también en las paredes de vuestro palacio las mujeres y los hombres que os acompañan en la vida y os proporcionan sus frutos y os participan sus alegrías. Ella se ha manifestado contrariada. Después se ha estado interesando por mi modo de trabajar. ¿Cómo vas a representarme?, ha dicho sin ningún pudor mientras se me acercaba con cierta actitud zalamera y provocativa. Dejaré, mi señora, que elija el lugar, la vestimenta y la disposición siempre que  (...)  

Acompañado de un guardia he dado un paseo por los cultivos. Había tantas muchachas recogiendo la flor del azafrán. ¿Por qué mi mirada advirtió sobre todo la presencia de ella? Esa presencia que (...)

Se han despejado mis cuitas. Han sido contundentes. Aceptamos que pintes a toda la gente que desees. Hemos consultado con nuestro filósofo y consejero. Recomienda que no solo expongas escenas de trabajos sino también de placeres. No solo de las casas que habitan sino de las plazas donde se divierten y festejan las cosechas. Además el paisaje que va cayendo suavemente hacia la costa te proporcionará motivos, ya verás. Han advertido mi entusiasmo contenido. Habrá también juventud a tu disposición, han precisado. He exagerado mi agradecimiento. He tomado la senda que se desliza hacia el plateado mar (...)   

Hoy han traído ante mí a dos jóvenes, mujer y hombre, para que posen como modelos, si lo considero oportuno. No he querido disentir y hemos pasado a la sala grande donde la espléndida luz ya dibuja desde el alba sobre las paredes. Ambos no salían de su asombro y me han preguntado qué tenían que hacer. Les he pedido que se pusieran de perfil, de espaldas, de frente, que ejecutasen movimientos lentos y también veloces. Que se retorcieran y que de pronto permanecieran pasivos. Se han echado a reír. Luego me han dicho si les necesitaba para algo más. Y que contase con ellos para (...)

A veces permanezco absorto largo rato ante el muro blanco. La luz refleja tonalidades diferentes, expande sombras, dibuja a su manera geometrías evanescentes, hace estallar intensidades. En ese momento me parece que sobro. Pintar es mi dedicación, mi arte, ya lo sé. Pero, ¿puede un pintor emular a la propia naturaleza? ¿Acaso (...)

Empeñado todo el día en preparar los colores y hacer las mezclas que proporcionen las texturas más adecuadas para los muros no he tenido humor para nada más. A través de la ventana he visto pasar a las recogedoras del azafrán, y me he despistado. Algo no ha ido bien en la combinación que buscaba, y he tenido que empezar de nuevo la tarea. Menos mal que aquí no reparan en gastos. La mirada de la última muchacha era la misma del otro día. Tal vez debería hablar con los señores, la luz de sus ojos son una buena inspiración, tal vez (...) 

Los señores ponen objeciones. Dicen que las recogedoras no son originarias de allí, que hacen trabajo como esclavas y no representan a su pueblo. No entienden que tenga que tomar como modelo rasgos físicos diferentes u otra coloración de la piel o proporciones de cuerpos que no son como los individuos de esta isla. Me hubieran sido tan útiles, les he respondido. Lástima (...)

Hace varios días que los príncipes no se interesan por la obra que he empezado a pergeñar. Me da lo mismo (...)

La desnudez de los dos modelos que me han proporcionado se complementa. Cuando posaban ha aparecido el príncipe y me ha preguntado con cierto sarcasmo si acaso pienso representarlos de ese modo. Le he tranquilizado. Un artista necesita ver la desnudez para acercarse más al alma de las criaturas y compararlas con su apariencia. Creo que no me ha creído mucho. Artistas, artistas, siempre con excusas, ha dicho. Y se ha marchado (...) 

La esclava del azafrán me mira desde el umbral. He detenido el trabajo y me he desorientado para el resto de la jornada. ¿Qué podía hacer yo? (...)

Noche de luna llena. Magnífica. Una extraña agitación me tiene insomne. He acudido a la gran sala donde poco a poco van tomando cuerpo las imágenes que salen de mis manos. De pronto la luna se ha precipitado con toda su potencia diáfana sobre el lienzo del muro aún virgen. He permanecido desconcertado. Ni siquiera soy un intermediario de su luz (...)

Al volver, avanzada la madrugada, he presentido que me seguían. A la vuelta de una esquina me han cegado unos ojos desvelados por el plenilunio. La chica del azafrán, a la que no quieren que pinte, ha salido de las sombras. Ha murmurado tenuemente en su lengua algo que no he podido entender. Pero su presencia me ha bastado. Ambos nos hemos dispersado tras un muro oscuro (...)

Mi propósito me tiene desazonado. Ella va a estar en aquel mural  de la vida, guste o no a los príncipes. He de buscar la manera de que pase desapercibida, pues observarán uno a uno a cada personaje y lo que hace. Pero la ocurrencia, a la que vengo dando vueltas, puede exigirme que modifique mi estilo. Pues, ¿y si precisamente esta joven, la actitud prohibitiva del señor y la noche en que nos atravesó la luna no son sino señales de que debo evolucionar en mi arte? (...) 

Vuelve a visitarme la esposa más influyente del príncipe. Su excusa es comprobar los preparativos y el avance de mis esbozos. Ha despachado a sus sirvientas y toca cuanto hay preparado para la obra. Ha dicho también a mis ayudantes que el arquitecto los reclama para darles ciertas instrucciones. Me violenta la presencia de esta mujer. Se unta los dedos de colores diferentes y se acerca peligrosamente a mi rostro. ¿Sabes aquello del pintor pintado?, y ríe. Pero no llega a rozarme. ¿Qué puedo hacer? (...)

Me he tomado de descanso la jornada. Necesito pensar mejor lo que quiero plasmar en ese salón que va a ser tan visitado y compartido por gentes diferentes. He solicitado no tener injerencias de ningún tipo. Sé que puedo suscitar las iras de quien me asedia caprichosamente. He paseado y he estado un buen rato entre las higueras contemplando los distintos planos del horizonte. Al pasar junto al cultivo de azafrán todas me miraban, Pero ella, de otro modo. Más altiva, más segura (...)  




(Fresco de la casa llamada Xeste 3, en Akrotiri, Santorini. Civilización minoica)

37 comentarios:

  1. Siento que la entrada haya sido amplia. A pesar de todo he hecho una selección de fragmentos textuales del artista conocido como el Pintor de Tálasa. Quedan bastantes más, y jugosos, y acaso en otra ocasión, una vez traducidos, los exponga aquí. Gracias por vuestra comprensión.

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  2. Es realmente bueno. Se queda uno con ganas de más. No es solo lo que dices sino lo que queda intuido en esos retazo perdidos.

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    1. Fragmentos. Hasta los discursos que aparentan un corpus completo son fragmentos encadenados.

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  3. Texto que gostei de conhecer e ler
    .
    Cumprimentos cordiais e poéticos
    .
    Pensamentos e Devaneios Poéticos
    .

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  4. Al final a sucumbido, pintara a la chica del azafrán y evitará la dama influyente, pero me temo que eso le traerá problemas y que su obra no será bien vista.

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    1. Ahí el desafío: cómo incluir a la recogedora sin que la dueña se dé cuenta.

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  5. Fackel, en el ordenador y en el móvil no me gusta leer y siento cierto rechazo hacía textos largos en esto de los blogs. Pero en este sentido, cuando consiguen romperme los esquemas suelo disfrutar y mucho, como ha sido en este caso. Espero que podamos conocer más de las andanzas del pintor.
    Un saludo y gracias por tan buen rato.

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    1. Pero ha salido un tanto largo. Es lo que tiene lo fragmentario,, que engaña. Gracias a ti por dedicar el rato a leerlo.

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  6. Inevitable ser comprensible con tan interesante y revelador texto.
    Parece que el pintor encontró dos musas inspiradoras, aunque más para una obra personal más que para un encargo.
    Y que la mujer poderosa, está interesada en el arte o en el artista.
    Saludos.

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    1. Riesgos del artista observador y receptivo a cuanto se mueve en torno suyo, Demiurgo.

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  7. ...Prólogo o introducción a nuevas aventuras?... Seguro que atractivas e interesantes. Sabes elegir de maravilla tus personajes protagonistas.

    A la espera, pues. Aurrera.

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    1. Fragmentos, fragmentos de momento.

      Cuesta concentrarse imaginativamente en medio de la catarata de acontecimientos que estamos viviendo.

      Pero hay que imaginar para no perecer. Un abrazo.

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  8. Siempre he pensado que esos artistas ignotos de la antigüedad tenían más de siervos artesanos que de personajes respetados más allá de sus pares, y quizás, hasta de los arquitectos y demás personajes encumbrados que diseñaban las obras que encargaban los reyes y emperadores. Tal vez hayan tenido más libertad creativa, como lo planteas, y se las ingeniaban para deslizar sus propias ocurrencias dentro de las obras para las que eran convocados. Siempre es un placer leerte.

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    1. Supongo que habría de todo. Pero indudablemente el criterio de arquitectos, artesanos y artistas en general serían tenidos en cuenta. Eran gente que sabían. Muchos ya tenían su currículum, su fama correría por los territorios geográficos. Otra cosa es que tuvieran que ejecutar obras que pretendían los propietarios, príncipes o mecenas, ídem pasó siglos después con las obras del cristianismo. Pero los artistas probablemente impusieran sus propios lenguajes más allá de la exaltación a la vida mundana y no te digo de la religiosa. Es para indagar más y conocer, sé poco al respecto, pero mira, acaso me da por informarme más. Buen jueves, Neo.

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  9. Muy buenas reflexiones el pintor, afligido por saber si el permitirían o no pintar a su antojo. Me he imaginado a Miguel Ángel, pidiendo pigmento azul para su fresco de la pared de la Sixtina. Sí, esta vez pudo usar tanto lapislazuli como quiso, proque no pagaba él el material esa vez, sino el papado.

    Por los pintores valientes. Un abrazo

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    1. Seguramente Miguel Ángel y todos los de aquel tiempo ya contaban con sus complicidades en el poder: papas, príncipes y dux eran gente de buen vivir y de competir, lo cual hacía que reclamasen lo mejor de lo mejor, y había mucho bueno. Lo genial del arte, que no es tan individual como parece a primera vista, es que ha trazado líneas de avances o rupturistas con el pasado, por eso son jalones de nuevos estilos y formas. Por toda expresión libre de los corsés múltiples.

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  10. Ummm, presiento que acabará como Nonell con su modelo preferida, la gitana que trabajaba en los Almacenes El Siglo. Al tiempo.
    Salut

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    1. No sabía lo de Nonell, me provocas que indague a ver qué encuentro por la red sobre su affaire personal y no solo plástico. Salud dos veces, Miquel.

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    2. No se si Internet te proporcionará algún detalle, pero búscalo y a ver que encuentras. Si hay algo que valga la pena sobre su amante y modelo gitana, házmelo saber.
      Salut

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    3. De acuerdo, hay que compartir información provechosa, porque chorradas ya abundan y no enseñan nada.

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    4. No sé si como Nonell pero sí como Casas que se casó con la gitana que fue su musa y modelo.

      https://alfredcomermaprat.blogspot.com/2016/07/julia-el-desig-ramon-casas.html

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    5. De Casas sí había oído algo, pero voy a enterarme con más detalle. Gracias, Alfred.

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  11. Uma parede nua onde a lua e o Sol dançam... Será que é suficiente para retratar a alma do que vê, as emoções que desfilam?
    Está tudo em aberto....
    Gostei muito...
    Beijos e abraços
    Marta

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    1. Pues sí, el arte abstracto sabe mucho de ello. Quién sabe si aquellos pintores antiguos también lo percibían aunque tuvieran que ser figurativos y más o menos naturalistas.

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  12. Pienso que siempre ha habido algún tipo de faja constriñendo la libertad creativa. Desde el capricho del mecenas, a los imperativos del marchante o la presión de modas y hoy, la influencia de las redes sociales. Opino que hay muy pocos artistas verdaderamente libres, aunque tambien es verdad que casi todos empiezan siéndolo.

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    1. ¿Existe el artista libre en la historia de la plástica?

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    2. ¿Mande?
      Seguramente, pero deben ser unos fracasados económicos.
      (Perro mundo)

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    3. En gallego: haberlos, haylos, mais...

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  13. A mi me parece corto el texto, aún siendo fragmentos es parte de una historia tan antigua e interesante. Desde siempre me ha fascinado la historia griega pero al leer estos fragmentos sentí que ha pasado tanto tiempo y sin embargo seguimos siendo iguales. Pidiendo permiso y autorización al rey, al presidente, al jefe...Me encantó que incluyera a la recolectora de azafrán en el fresco, un revolucionario antiguo.

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    1. Pero seguramente hay muchos matices. Una de las cosas que me gustaría saber es si entonces había conatos de rebeldía ante actitudes impositivas, por ejemplo.

      Ya sabes que el concepto de revolución es moderno y convencional, y en tantas ocasiones y temas puede ser trivial y equívoco.

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  14. Fáckel:
    ¡los artistas siempre tan libres e imaginativos!¡Ojalá pudiésemos ver el fresco acabado!
    Salu2.

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    1. Pues estáte atento que tal vez ponga un texto que explica bien ese asunto. Son libres e imaginativos según y cómo.

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    2. Creo que el auténtico artista, el genio, es libre aunque le impongan unos requisitos. Recuerdo que la profesora de latín nos explicaba que la Eneida había sido un encargo y que Virgilio tenía que meter allí, como fuese, a la familia imperial. Sí, la metió, pero la Eneida no se recuerda por esos detalles precisamente.
      A muchos compositores se les "encargaba" un réquiem o algo así. Aunque según la liturgia haya que repetir no sé cuantas veces el "kyrie" y cosas así, no por ello, el autor deja de crear lo que le da la gana. Creo.
      Salu2.

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    3. Creo que es como dices. Una vez leí no sé dónde, y no sé si aquello fue real, que el pintor ruso Malévich pintó un cuadro vanguardista y abstracto a base de bandas de colores representando la tierra y el cielo. Parece ser que a Stalin no le gustó, como que no contenía espíritu revolucionario. Al pintor no le quedaba otra que deshacerlo o añadir un toque. Y en la parte superior, como cabalgando sobre el perfil de la tierra, junto al horizonte, pintó una serie de jinetes sencillos y tituló el cuadro Caballería roja o La carga de la caballería roja, no sé. He visto en directo ese cuadro, de gran tamaño si no recuerdo mal, y me pareció fantástico. Malévich no se había cargado la intención plástica original y los jinetes están ahí, como de pasada, pero justificando y concediendo a la censura soviética. Pero el cuadro en esencia sobrevivió. Ella un vistazo en Google.

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    4. Hola de nuevo, Fáckel:
      acabo de ver el cuadro. Es muy interesante.
      El artista, el auténtico, sabe capear el temporal, utilizar las "imposiciones" y, al final, salirse con la suya. Supongo que ahora sería difícil entender el cuadro sin la caballería. Se podrían dar muchas interpretaciones: con la caballería el cuadro gana "humanidad"; sin la caballería gana colorido.
      Gracias por la recomendación.
      Salu2.

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    5. Con la caballería se dio nombre a un cuadro. Sin ella, ¿cómo se llamaría? Creo que la caballería, aun presidiendo en la altura es minúscula y no altera el resto del cuadro. Hay doce jinetes (tres grupos de cuatro dan doce) y doce colores diferentes en la tierra. ¿Qué simbolismo guarda este número?

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