Sé que no me toma por tonto. Pero a veces abuso de su paciencia y no duda en castigarme. Hay un pacto claro entre ella y yo. Procuro atenerme a lo acordado y ella me trata con guante de plata. Es cómoda una vida de esta clase. Mi ronroneo melodioso, las plácidas siestas de compañía, la sigilosa vigilancia de la casa, cómo respondo a su solicitud, todo ello es premiado por mi ama. Ella nunca ha dudado de mi fidelidad, ni le he dado motivos hasta ahora para dudar, pero reconozco que la tentación siempre llega desde fuera.
Podría decirse que la otra, que tiene cierta envidia de mi ama, me ha sobornado, es verdad. Ni los gatos nos libramos de las ofertas que nos hacen. Me avergüenzo de haber aceptado su propuesta, corriendo el riesgo de que me echen, porque ¿dónde iba yo a estar mejor que en esta casa donde como, duermo, me siento seguro y me dejo acariciar por cuantos visitantes llegan?
Conozco a mi ama lo suficiente y presumo de saber acerca de sus íntimos secretos. Me gusta que escriba de su vida y es una lástima que no sepa leer sus pensamientos escritos, que oculta de la vista de los demás. Pero su hermana ha llegado hasta mí con cucamonas y promesas, buscando hacerme su cómplice, y yo he caído en la trampa como un estúpido y por egoísmo, chivándome de los lugares ocultos donde mi ama preserva sus tesoros manuscritos. Un error que me puede costar caro. Y lo que sería peor: ¿dejará mi ama de amarme después de esta traición?
Esto viene a cuenta de un relato que aparece en eh chiton
https://ehchiton.blogspot.com/2022/02/mi-gato-ingrato-y-una-mas.html
(Imagen: ukiyo-e cuyo autor desconozco)
No creo que te castigue. Tu ama sabe que los gatos vais por libre y que nunca pasaréis del todo por el aro como hacen los perros, que son unos blandengues (que diría El Fary) y unos pelotas.
ResponderEliminarMaullidos.
Y además, por eso de que tenemos varias vidas...Yo voy por la cuarta (no es broma)
Eliminar(Noche: Eco de maullidos)
Infidelidades gatunas.
ResponderEliminarSaludos
Cornadó
Al menos en el caso del relato, y es que son tiempos estos -y cuándo no lo han sido- que se vende la primogenitura por ná. Saludos, Francesc.
EliminarFackel, deliciosa fabula, me ha encantado el retorcido juego que se traen gato y dueña.
ResponderEliminarLa idea de separar las narraciones en dos blog, me resulta muy interesante, por un lado creo una distancia, que luego el lector interpreta en una única narración.
Un saludo y buenas noches.
Simplemente es un juego, acaso de ovillos, que tanto gusta a los gatos.
EliminarMerece ser castigado por ello.
ResponderEliminarLa traición es una cosa muy fea.
Hace dos días se nos ha mostrado un caso bastante repugnante en el panorama parlamentario español; con su pan se lo coman; pero ya sabes que además del traidor hay quien paga al traidor; mercadeo de compra y venta.
EliminarNada pesa más que la traición cometida a sabiendas.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Hasta los traidores se justifican; pretenden nobleza donde no hay sino precio; ya dijo el profeta que las mujeres públicas precederían a muchos otros en el reino.
EliminarNem sempre é fácil admitir a traição...mas esse facto não a justifica...
ResponderEliminarE se o vai perdoar... talvez, mas nunca será como dantes... ficará sempre aquele ponto de interrogação: será que não me vai trair novamente?
Como sempre, interessante...
Beijos e abraços
Marta
Pues sí, siempre queda esa sensación o pensamiento tras percibir una traición o traicionar nosotros: ¿volverá a hacerlo de nuevo? ¿seré capaz de traicionar otra vez? Parece ser una de las posibilidades, entre tantas, de la condición humana. Los opuestos: fidelidad y traición habitan dentro de todos nosotros. Pero hay que aprender y tener una entidad ética. Salud de domingo.
EliminarNo me gustan los gatos a pesar de haber tenido en casa un tal "tigrín" que hacías las delicias de mi hermano menor y a mi me servía para descargar mi zona oscura. Pocos animales más puteados que el pobre "tigrín" diana del salvaje que me habita.
ResponderEliminarEspero que eso del karma y reencarnación no sea otra cosa que una calentura de coco, porque si tengo que pagar las putadas que le hice al gato, lo tengo claro...
Eso si: hablando de reencarnaciones o cosas parecidas, maximum celebrationem por el reencuentro con Chiton.
Las relaciones del humano con los animales es muy contradictoria y en ocasiones conflictiva e incluso cruel. Sobre todo en la infancia, aunque los cuentos para niños lo pongan todo bonito y de hermandad entre especies. No es el único caso que conozco el que tienes la sinceridad de relatar. Tú tranquilo en lo del karma, que no hay reencarnación ni transfiguración alguna cuando nos muramos. Como mucho transgresión: transgredimos la vida y ahí os quedáis los demás hasta que os toque lo mismo. Estoy tan cansado de falsedades y tonterías...
EliminarJope con el cum laude para Chitón, pe sonrojas, si solamente es que me lo paso bien de vez en cuando imaginando lo que el cerebro me permite. ¡Viva el cerebro y abajo los gachupines, que decían los mex, jaj!!!!
...me lo paso bien de vez en cuando imaginando lo que el cerebro me permite.
EliminarSi señor! en eso andamos y cuanto más retorcido mas jugoso.
Sucede que lo retorcido hay que saber expresarlo, y si no, callar, y como mucho disfrutarlo en la intimidad mental, porque para retorcidos explícitos y vomitivos ya tenemos a los de la ezpaña aeterna.
EliminarAy, si nos escribieran los animales de compañía...
ResponderEliminarSus Memorias, yo pediría que relataran sus Memorias.
Eliminar¿Tu eres chiton?
ResponderEliminarMe suena a traicion. ¿Cuanto te han pagado? No es necesario que contestes, pero
En los datos del perfil coincidís en todo menos en el nombre del blog.
Saludos gato
Chis...eh, chitón.
Eliminar(Por cierto, este es sucesor de La femme du chien, ¿no la conociste?
http://ladameauchien.blogspot.com/ )
La "traición" es imperdonable, jajaja
ResponderEliminar.
Feliz domingo
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Pensamientos poéticos y ensoñaciones
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En todos los casos los traidores no tienen perdón, para quien es traicionado, porque acaso a otros les hace el favor.
EliminarA mi personalmente los gatos no son de mi devoción.
ResponderEliminarPero, lo que si es de mi devoción es el texto que escribes. Has jugado con el ovillo estupendamente.
Un abrazo.
Devota Berta, animan tus palabras, seguiré "textificando".
EliminarLa relación entre una persona y su mascota puede llegar a ser tan íntima y fuerte que una pequeña "traición" no logra afectarla ( lo dice alguien que nunca tuvo mascota, jeje, solo alguna que otra vez le daba de comer al gato del vecino cuando llegaba de visita a mí casa). El gato de la imagen se adivina muy travieso, aunque aparenta ser buen cazador. Un abrazo
ResponderEliminarAhora que dices del gato de la imagen: hay dibujos y pinturas de gatos maravillosas, algunas muy sarcásticas y humorísticas. Y hay tatuajes de gatos también. Por ejemplo:
Eliminarhttps://gatosyrespeto.org/2017/08/10/los-muchos-gatos-de-utagawa-kuniyoshi/
https://picnic.media/felinos-tatuados-por-kazuaki-horitomo/
Etc.
Conociendo (a través de mis hijas) algo del manga y el animé, se puede ver una clara conexión entre estos antiguas ilustraciones japonesas del enlace y bastante de lo que hoy se sigue dando en estas formas de historietas tan en auge.
EliminarEso dicen, pero las diferencias son sustanciales. El arte de los ukiyo-e es excelente y meritorio. Entiendo que ese género actual haya calado y la industria es potente hoy día, pero por nada del mundo hay que confundir esos estilos.
EliminarEn cuanto a la personalización de los animales me refería. Sólo en eso
EliminarEntendido.
EliminarEstá claro que eso no hubiera hecho un perro, pero puede disculpare a un gato caer en tentaciones. La culpable es la hermana de la escritora, aficionada o profesional.
ResponderEliminarBien contado.
Los inductores de los traidores son los más traidores, sin duda. Saludo dominical, Demiurgo.
EliminarNo concibo la traición en los gatos. Llevo 21 años con gatos en casa. Al primero me lo mataron. Es una historia triste. El segundo se escapó. El tercero se murió en mis brazos por un ataque de asma. El cuarto está muy bien y vive alegremente. ¿Puede traicionar un gato? No. O al menos eso creo. Pero claro... el de tu cuento va por libre. Entonces quizás sí pueda traicionar... pero yo no lo veo ni lo concibo.
ResponderEliminarDe todos modos el texto que has escrito es entretenido.
Partiendo de que traición es un concepto humano, eximo a los gatos de aplicársela. Pero si es herramienta para lograr fines traidores por parte de un inductor humano, ¿qué me dices?
EliminarLos gatos van por libre, puede, cosa de su especie, pero hasta cierto punto.
En tal caso es posible. El gato manipulado por un humano sí puede traicionar. Y el gato que de pronto prefiere a otro humano porque le trata mejor también. Pero ninguna de estas opciones son traiciones en sí mismas.
ResponderEliminarLa primera es que el gato es manipulado.
La segunda es que el gato no soporta el maltrato y prefiere a un humano que le trate mejor.
Los animales no han venido al mundo para cumplir nuestras expectativas, aunque a veces se nos olvide.
Pues cualquiera diría en estos tiempos en que hay más mascotas que nunca. He leído el otro día en la prensa que aquí hay 76.938 menores de 14 años (no sé si se refiere a ciudad o toda la provincia) frente a 82.036 perros que tienen las familias. Quisiera saber qué piensan psicólogos y psiquiatras del tema. Quisiera saber, quisiera saber, quisiera saber la verdad...cantábamos a Dyalan y Baez cuando nos expulsaban a porrazos aquellas otras especies.
EliminarLas nuevas generaciones han descubierto que es mas barato y conlleva menos tiempo y responsabilidad tener un gato que un hijo. Así estoy yo, con un futuro sin nietos. La verdad? Tienen razón, yo prefiero un gato traicionero a la hora de revolearlo por un balcón . A mi hermana no podría...la ley no lo permite.
ResponderEliminar¿Solo porque la Ley no lo permite? Jaaaaa. Bueno, tus buenas razones tendrás, aunque un tanto díscolas (no quiero ser tu hermano, más que metafóricamente, claro)
EliminarHace tiempo leía aquel blog, había uno anterior, o quizás fue posterior, no lo tengo presente pero esa publicación que has ligado la había leído. No he tenido a mi lado un gato, pero otros animalitos sí y eso me deja claro que saben bien lo que hacen con nosotras ¿ama?, creo más bien que ellos lo son.
ResponderEliminarEse blog fue una aventura que me divirtió, no sé por qué la dejé varada.
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