Éranse que se eran unos adictos entusiastas de la lectura. Habían mamado la portentosa tradición literaria, filosófica y musical de su patria, lo cual les procuraba un interés desmesurado por todo lo que fuera perseguir la luz (el gran Goethe, que no Zaratustra, había hablado) la ilustración que ayuda al entendimiento (Kant era un clamor) o revitalizar las leyendas de la antigua raza (oh, la mística de los mitos reconquistados por Wagner) Fieles al lema Sapere aude! aquellos lectores compulsivos no cejaban en su empeño de sacar regularmente libros de la biblioteca pública para empaparse de los placeres que contenían. Las ideas expuestas en ellos inflamaban su sed de conocimiento. Las narraciones levantaban la tapa de sus cráneos para llenar sus cerebros de fantasía. La poesía henchía sus almas puras hasta convertirlos a todos ellos en poetas afectados y sensibles. Con todo aquel bagaje comprendieron la gran misión que tenían por delante, que no era otra que vaciar las bibliotecas para que todo el mundo llevara a cabo la gran consigna kantiana: Sapere aude! Y tanto que tuvieron el valor de servirse de su propio entendimiento. El resto de la historia de estos valerosos lectores es sobradamente conocida.
Nuevas publicaciones didácticas
Hace 37 minutos
no sólo los nazis, los franquistas u otros salvajes han quemado libros, te comento que aquí:
ResponderEliminarhomenaje al poeta y profesor Washington Benavides, al cumplirse 57 años de la publicación de la novela "Tata Vizcacha", libro quemado ...
abrazo
Pues los pirómanos serían tipos del mismo pelo que los que citas. Ya sabes: acción/reacción. A la acción intolerante, reacción de generar más lectores. Es la clave. Las ideas y la política depende de que se lea.
EliminarAquí, escuchando hablar incluso a políticos nuevos y emergentes, te mueres de horror por la ignorancia manifiesta. Solo saben hablar repitiendo eslóganes o lugares comunes. Su sintaxis es pésima. Para mí votarles también depende de su sentido y uso del lenguaje.
Alguien sabe como puedo dedicar mi vida a la lectura sin que se apodere de mi la ansiedad? Sinceramente son pocos los ratos como estos cuando puedo disfrutar de sus escritos sin sentir mi pecho ardiendo y mi corazon acelerado.... Felicito a aquellos que si pueden. Y gozan de mi admiracion.
ResponderEliminarSaludos. Me dio gusto haberte leido.
Te entiendo, me pasa a mí, es como si uno no tuviera ya tiempo...y sin embargo hay que hacerlo, acaso seleccionando lo que intuimos nos significa más. Hay ansiedad por leer y por la recepción que nos produce lo leído en nosotros. Los libros nos traen mundos que nos excitan, nos atrapan, nos exigen. Es un placer especial que, no obstante, hay que domeñar. Gracias por tu opinión, Jackie.
EliminarTu blog me parece interesantísimo, por ello te designo con el Premio Dardos que se entrega entre los blogeros.
ResponderEliminarEntra y sigue las instrucciones
Un saludo.
http://elblogdemrmgh.blogspot.com.es/2015/04/premios-dardos-2015_24.html
Gracias por parar y leer. Agradezco tu estima, María, pero soy lo menos competitivo que puedas imaginarte. Gracias, premiémonos cada uno leyendo. Un abrazo.
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