La marquesina cubre una acera larga de puestos de verduras. La mujer vestida de punta en blanco pregunta a unos y otros y compra algunas hortalizas. Mientras, yo juego con una niña a escondernos entre cajas vacías que forman una pila que alcanza el techo. Una voz, dos voces, varias voces pronuncian de modo inquieto nuestros nombres. La niña y yo viajamos en un compartimento de tren y las ciudades pasan ante la ventanilla. En una estación en la que hemos parado me pide que le compre un helado. Toda la agitada algarabía del mercado cae sobre nuestras cabezas.
Aprobado
Hace 1 minuto
Ya desde niños es o el juego o el mercado.
ResponderEliminarContaba Galeano que en una encuesta le preguntaban a un grupo de niños si les gustaba más la tv. o la radio. Todos excepto uno contestaron que la tv. El único niño de la radio dijo preferirla porque se veían paisajes mucho más lindos...
Sorprendente. Los paisajes los ponía el niño y en eso aventajaba a lo que parece verse pero no se ve en tv. Los juegos de infancia devinieron en sueños. O viceversa.
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