Pues un año más la tradición se repitió. No había que hacer mucho esfuerzo para colocar el monigote típico. Bastaba con recordar lo que los gobernantes de ahora -entonces aspirantes de la oposición a la tarta del poder- prometieron hace poco más de un año pero no cumplieron. ¿O es que antes del juego electoral no tenían intenciones aunque dijeron lo opuesto? Entonces, obraron con mentira, alevosía e irresponsabilidad. Se mire por donde se mire, han engañado. Ellos han sido malvados pero no han sido los tontos. Los que llevamos el monigote en nuestra frente, espalda o bolsillo somos nosotros, los súbditos. Por eso precisamente. Por no querer dejar de ser súbditos.
(Cartel visto hoy en una pared de mi ciudad)
Estoy leyendo un poco sobre revoluciones, lo que las provocó y como tiene que ser el nivel de presión para que uno empuñe un arma y se subleve...
ResponderEliminarPonderando el tema me doy cuenta de que todavía no ha llegado ese nivel de presión o estamos más, mucho más dormidos que en otras épocas, se dice que la religión es el opio del pueblo.., hoy día es el consumo, estamos idiotizados y pillados en tener, que lejos queda el "ser".
Bueno: seremos espectadores de la caída del imperio y veremos un nuevo mundo, o no, lo que si está claro es que lo tenemos que llevar a cabo nosotros.
Yo empezaría cortando cabezas por traicionar a su pueblo...,aunque se que nos da miedo defendernos llegará el momento. No veo otra manera, tenemos que echarlos, no se van a ir por las buenas.
Un abrazo desde la Luna llena.
De acuerdo en que Marx diría hoy que el consumo es el opio del pueblo. Sin dejar de existir la religión, y los miedos de los que las iglesias se alimentan aprovechando el sentimiento natural de los hombres...
ResponderEliminarOjo a lo que suceda en los próximos días en los USA. Allí el tema economía está que arde y los sucesos suelen acontecer en cadena...