Hay que ver cómo marca la marca España. ¿Es ésto lo que van a vender los titulares institucionales del equipo de la falsa democracia española que andan hoy en Nueva York y en la ONU? Llevo toda mi vida viendo esta marca. Mi padre y mi abuelo me mostraron la misma. ¿No va a cambiar nunca esto? ¿No hay manera de que dejemos de ser un lamento?
Patético.
(Fotografía de El País)
Tristemente, viendo las imágenes de lo que pasa esta noche en Madrid, tal parece que sí, que estamos condenados a ser un eterno lamento. Espero, con todo, que el lamento no se calle, porque el silencio es peor. Mucho peor.
ResponderEliminarUn saludo.
Hay mucho interés no solo en que todo se quede en lamento y en volver a las etapas mas represivas y oscuras de la dictadura.
ResponderEliminarSe repiten las mismas actitudes, incluida la manipulación o el silencio de algunos medios de comunicación.
Pero mucho de lo conseguido y que ahora estamos perdiendo ha sido gracias a ese lamento.
....el NWO lleva años acampando, simplemente ahora se empiezan a notar los efectos.
ResponderEliminarPobre especie...
Un abrazo en tiempos revueltos.
Tula.
......olvidé: "cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar".
ResponderEliminarSalamandrágora, pero ¿y si el lamento crece y se hace mayor y es otra cosa?
ResponderEliminarBalbi, hay mucho interés en que los españoles permanezcan domesticados. Solo si estos no se dejan y no son capaces de defenderse para evitar males mayores es cuando esa noche oscura -la longa noite da pedra, del poeta- podría retornar. Cultura, sin cultura seremos siempre manipulados. Pero con otra cultura.
ResponderEliminarTula, si te refieres al Nuevo Orden Mundial, que no es tan nuevo, pues en efecto campa desde hace bastante. Ahora se está ajustando a la carta de cada país. Pagaremos nuestras insensateces, nuestra delegación y nuestra conformidad malsana. Por otra parte, algunos hemos tenido siempre las barbas a remojar, pero no todos han sacado conclusiones del pasado. Y la memoria es un don que mucha gente no quiere utilizar. Lástima. Un abrazo.
ResponderEliminarSi, a él me refería...
ResponderEliminarLo que no nos damos cuenta es que cuando uno vota, delega, le da una carta blanca al votado...como los humanos estamos con muy poca conciencia y somos muy crédulos con mala memoria (como bien dices), pues el resultado es lo que hay.
No votemos, ¿o sí?.
Islandia de mis amores.......
Tula, si solo fuera cosa de votar...Votar y olvidarse para cuatro años es como no votar como no tener reconocido el derecho al voto como...Es el magma y el sentido de las cosas lo que hay que remover. Y cuando se tenga claro lo que debe salir de ello el voto tal vez pueda tener otro sentido. Pero mientras, yo siempre he sido partidario de votar, no cediendo la primogenitura, sino exigiendo seguir activo. No olvidemos que los bárbaros de la historia en los tiempos modernos han llegado al poder por el voto minoritario, por la abstención de los desilusionados. Y así se han legitimado para las mayores tropelías.
ResponderEliminarPor cierto, ¿ves de ayer a hoy cómo nuestros bárbaros caseros se respaldan en la legitimidad de los votos para negar la legitimidad de las protestas? No es mera cuestión electoral, es de fondo. Hay que poner al desnudo sus atroces argumentos. Hay que mostrar su rostro canalla.
España, aparta de mi este cáliz...(César Vallejo)
Fackel, ahora que corren aires y gritos de independencia en Cataluña es el momento de clamar por el mismo espacio de libertad en toda España y refundarla. Llevamos muchos siglos aguantando dictaduras de todo tipo. Federalismos y regeneracionismos se han visto aplastados por la misma maquinaria inquisidora que ha empobrecido culturalmente este país; pobreza mayor, si cabe, que la económica.
ResponderEliminarEnric. Debería ser así, pero no hay una España, ni un solo concepto de la misma, ni un sentido que vincule...El que podría habernos permitido dar el salto -el concepto de clase trabajadora- permanece etéreo de momento, y yo soy de los que considero que esa debería ser la razón moderna y la clave actual para afrontar todos los males pasados, todas las cuentas pendientes, conjurar dictaduras, reinados y tecnocracias neoliberales. Pero coincido en que el momento debe llegar, no sé aprovechando el tirón catalán -porque la manipulación de la "mayoría silenciosa" que dice el ínclito presidente por parte de la derecha va a ser agobiante, acaso cruel.
ResponderEliminarPero los catalanes deberíais hacer las cosas muy bien. Yo no me creo que el tal Mas vaya a ser vuestra solución. Y no me creo el descubrimiento deprisa y corriendo del federalismo por parte de la socialdemocracia. Yo llevo tras la idea federal desde mi juventud, desde que me enteré un poco de los planteamientos de Pi i Margall (catalán) y de otras ideas al respecto un tanto en nebulosas. Pero casi nadie ha querido avanzar por ese camino.
¿Estamos condenados a ser Sísifos de nuestra incultura política?
Mi querido amigo, llevamos años exportando la misma marca, la única que, al parecer, somos capaces de tener con denominación de origen; la de la brutalidad innecesaria, el abuso de la fuerza por parte del poder, y la represión. Ya desde los tiempos de los tercios, con el Gran Capitán, Manuel Filiberto o el Duque de Alba, no hemos podido crear una marca nueva, y cuando se ha intentado, como ahora o en otros momentos de nuestro devenir, se reprime con la marca española, y se ahoga en la tinta de los medios de comunicación y de los libros de historia, mediante la manipulación y la mentira.
ResponderEliminarEs la marca de un país de esencia cainita.
Un abrazo.
Mejor dicho, imposible, Carlos. Todo intento de ser de otra manera fue cortado de raíz y aplastado a sangre y fuego. Lo que más me fastidia es que llegamos (quien haya llegado) a creernos que la Transición fue modélica (una falacia), qué elevábamos nuestra calidad de vida (un mito), que vivíamos en paz (una ocultación de la vida cotidiana), que teníamos una cultura vasta y profunda (otro engaño que no resiste el más leve análisis) Etc.
ResponderEliminarPregunta. ¿No vinculas tú esa esencia cainita a una actitud hipócrita y opresora desarrollada y transmitida por la ideología y la práctica de cierta institución que se vanagloria de que su mundo no es de este mundo (otra hiperfalacia?)
Fackel, desde luego que Mas no va a ser nuestra solución. ¡Qué horror! Sería más de lo mismo.
ResponderEliminarEstá claro que el modelo de estado no sirve y los presupuestos tampoco: lo social, la res publica debe estar por encima de todo. La independencia es pecata minuta. Y aunque se consiga no va a romper nada. O mejor dicho: lo va a romper todo si todos nos ponemos de acuerdo en toda España y con los trozos componemos algo sensato. Pero tu (vosotros) ya sabes cómo funciona la información: se transmite lo que interesa a los poderes fácticos.
Os dejo el vínculo a un artículo que da un punto de vista mucho más realista de lo que ocurrió el 11 de septiembre en las calles de Barcelona:
http://www.eldiario.es/catalunyaplural/politica-Catalunya-Republica-Monarquia-Artur_Mas-independencia_6_51854819.html
Enric, ni que decir tiene que comparto tu visión. Lo social y la res publica tienen que replantearse, retomarse. No se trata a estas alturas, en mi opinión, de erigir meras formas de estado o institucionales sin una regeneración democrática, sin contenidos nuevos y que den respuesta social. O el paquete es íntegro o no sirve.
ResponderEliminarLo de los poderes fácticos y los media a su servicio no van a poner fácil cualquier ruptura con el pasado. Los debates que no sean a través de televisión se reducen en su influencia social. Y en las teles no hay debates, hay tertuliejas que no trasladan la riqueza de inquietudes e ideas y menos las de cierta proyeccción social.
No obstante, todo se andará. Bona nit.
Siempre han estado orgullosos de que España ha sido "la espada y la Cruz", como si estuviéramos predestinados a ser los vigías, mediante el uso de la fuerza, de esa gran hipocresía que se ampara en el símbolo de la Cruz, y que a cristazo limpio han metido en la cabeza a un país y un "Nuevo Mundo" encontrado y expoliado.
ResponderEliminarCreo que es en la infancia cuando se desarrollan la mayor parte de nuestras facultades y cuando también se forma nuestro carácter, combinando lo heredado con lo que vamos aprendiendo en el medio ambiente en que nos desenvolvemos.
Por tanto, contesto afirmativamente a tu pregunta. Esa ideología y práctica transmitida (y cuyo ejemplo vivimos) por la araña negra, es en quien ha modelado en gran parte nuestra forma de ser, y la que cuando España se ha desviado de sus presupuestos, ha incidido notablemente con toda su influencia (moral y económica) para que volviera por "el buen camino". Recordemos los Cien mil Hijos de San Luis con su "vivan las caenas", la más reciente "Cruzada del 36", y las actuales presiones que intenta ejercer ahora. La Cruz es nuestra cruz.
Un abrazo.
Carlos, esa es mi visión también. Aviso a los navegantes que no saben por dónde navegan: hay muchos que piensan ahora que la Iglesia no tiene el poder que tuvo. Cierto, relativamente. Por supuesto, ha mermado su extensión y ésta se produce de otra manera. Pero ¿no es poder estar libre del IBI y otros impuestos que todos pagamos? ¿No es poder el hacerse cada vez más con la educación de los niños, propiaciados ahora tanto por esta ralea que nos gobierna? ¿No es poder inteferir en las leyes, no cumplirlas (casos de profesores de religión despedidos, p.e.)o tener a su disposición tratamientos de favor con excusas como que tal iglesia es un monumento, un bien de interés cultural y queda libre de tributos que pasan a ser satisfechos por los contribuyentes en general?
ResponderEliminarLarga mano o, como se dice ahora, largo recorrido que en España ha marcado nuestra historia que es tanto como decir nuestras vidas. Y si no, que les pregunten a los asesinados al grito de vivacristorey! Patético.
Tenía que haber dicho: no tienen el poder que desearían seguir teniendo, omnímodo, feudal (en propiedades y ejércitos) y absolutista hasta en lo más profundo del cerebro de los hombres.
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