Leo en el sarcástico y cínico
Diccionario del diablo, de Ambrose Bierce, esta definición sobre rescate.
rescate, s. Adquisición de algo que ni pertenece al vendedor ni puede pertenecer al comprador. La menos rentable de las inversiones posibles.
El que tenga oídos para oír, que oiga; ojos para mirar a distancia, que no pierda la mirada; mente para pensar, que reflexione; sentido del humor en tiempos de carencia del mismo, que ría.
El sistema funciona cada vez más como una farsa. Uno ya no sabe si se levanta con derechos y deberes reconocidos o haciendo de comparsa. Si es protagonista de su individualidad o es meramente un extra. Si nuestro mundo es lo realmente existente o si se trata de una tramoya. Ambrose Bierce, el genial escritor yanqui, lo tenía tan claro allá por 1911. Cuando aún quedaban casi dos décadas para el hundimiento de un capitalismo. Del que surgiría otro.
(Imagen: muñeca mascota de los trabajadores de una empresa en huelga, acampados delante de la estación de ferrocarril)
Lo irónico es que parece que hayamos asumido que es nuestra obligación asumir esa farsa, que somos como las cuerdas de la tramoya al final de cuyos cabos está instalado el telón de la corrupción. Que ha sido de la rebelión?
ResponderEliminarSaludos.
Creo que la citada (¿y añorada?) rebelión está en busca de autor.
ResponderEliminarAcaso las cosas no sean como parece, ni vayan para cuatro días. Pero uno tiene también esa sensación vuestra.
Gracias por vuestro coment, Logan&Lory.
Las palabras, cuando están bien puestas, se bastan y se sobran. Lo mismo que cuando están mal puestas también se bastan y se sobran, ni que sean para engañar. Cuando están bien puestas lo que hacen es iluminar y destruir las mentiras que se edifican a cada paso.
ResponderEliminarDespués del verano y de las olimpiadas,ya veremos. De momento parece que estamos lo bastante distraidos como para rescatarnos de nosotros mismos.
ResponderEliminarUn abrazo
Vendré con el tiempo que merece tu magnífico blog.
ResponderEliminarAbrazo.
Ramón, aforismo redondo. Me lo apunto. Bueno, en mi opinión: cuando están mal puestas...sobran, ¡sobran!
ResponderEliminarImportante poner bien las palabras, edificarlas en su origen.
Gene. El curso de la "normalidad" continua. Cuando el tío Paco con su rebaja se note, hablaremos. Esto va para largo y acaba de empezar. No engañarnos. Nos seguirán haciendo la cama (o mejor dicho, deshaciéndonosla)
ResponderEliminarPor supuesto, pasa cuando gustes, Sara. Suerte el domingo. Desde aquí estamos expectantes.
ResponderEliminarpero cómo puedes decir que Italia tiene mañana posibilidades para ganarnos??
ResponderEliminarQué triste todo!! Ya lo estoy diciendo por ahí, mi querido Fackel, ¿dónde hay una Bastilla para tomarla?
Isala. Si te contara todo lo que pasa por mi mente...Bastillas de la mente hay bastantes millones. Pero los sanculottes se han ido de rebajas o están expectantes por el fútbol.
ResponderEliminarOzú, qué frío!!!
Somos extras, por supuesto. ¿No has visto cómo utilizaron los bancos la primera inyección del Gobierno? Para que sus peces gordos se blindaran indemnizaciones euromillonarias. Se sabe, se cuenta...¿y qué pasa? absolutamente nada. Somos menos que extras.
ResponderEliminar"La única forma de lidiar con un mundo sin libertad, es convertirse en completamente libre ya que entonces tu propia existencia es un acto de rebelión." Albert Camus
ResponderEliminarla luna está radiante...
un abrazo...nómada.
Francesca. Contundentes tus palabras. Peores que extras...somos...unos que pasaban por allí, aunque seamos millones, para simplemente propiciar sus beneficios. Ojo, que el recorrido, como está de moda decir ahora, va a ser largo.
ResponderEliminarSe agradece que muestres tu sensibilidad.
Tula, Albert Camus es uno de los consuelos que nos queda. Tenaz en la claridad de su observación del mundo y del individuo tiene pensamientos como ese que transmites. Ejercer la libertad no requiere exhibición exterior, ni solicitar permisos, ni adherirse a las obligaciones que marcan los propietarios de las riquezas. La libertad no se nos da, la tomamos.
ResponderEliminarCasi a punto de luna llena. Eso es lo importante, no lo efímero.
Un abrazo, hermano inquieto.