he echado una ojeada a sus papeles en presencia suya; no parecía importarle; mira lo que quieras, me ha dicho; me he fijado en un texto que sobresalía y parecía reciente; lee eso que he escrito esta noche: al despertar una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un monstruoso insecto, figuraba en el pliego; me he quedado pensativo; ¿te parece extraño?, y se ha girado para mirarme a la cara; parece ingenioso, le he respondido inmerso en mi propia confusión; ¿y también exagerado?, ha insistido; no, simplemente revelador de la condición humana, ¿o no es así?; depende, ha dicho lacónicamente, volviéndose hacia la lenta luz del día
(Fotografía de Giorgia Napoletano)
En mi búsqueda de esa abeja obrera, que no encuentro ahora, espero te conformes con esta.
ResponderEliminarhttps://lh4.googleusercontent.com/-V_Ay6udx6bQ/Ty5h67jqOgI/AAAAAAAAt6Y/2mPlCB4_N24/s512/Imagen1694.jpg
Bs.
MJ. Mi capacidad de comprensión abstracta duda. Se admiten explicaciones para torpes.
ResponderEliminarGracias.
A falta de una abeja constructiva y nutriente, en tiempos de crisis, al menos identificarnos con la materia y a ser posible que dicha materia tenga formas que nos hagan volar la imaginación y encima sus resquicios encajen en nuestra mano, a modo de saludo y símbolo de compenetración. Solo eso, buena voluntad. Bs.
ResponderEliminarMJ. La abeja constructiva y nutriente está dentro de nosotros. La noto, la siento, me acompaña, trabaja mientras duermo y me avisa de mis pasos torpes o arriesgados. Puedo delegar mi imaginación en figuras externas, en ideas, en palabras, en sueños, pero sin dejar de ser jamás. Necesito ser, sentirme que soy, y no sé si es la abejita esa la que me aporta hasta un sentido de conducta que no me aportó la religión ni el comportamiento de los hombres que rigen los Estados. Para no defraudarla, para que supiera que le agradezco que esté en mí he querido demostrárselo siendo un hombre más esta mañana en combate contra la barbarie. Creo que la abejita me lo ha agradecido. Lo vi en la cara del niño disfrazado de pirata carnavalero sobre los hombros de su abuelo. La abejita, disfrazada de la imagen de Camus, me enseñó hace tiempo a ser lo que soy. Para ser lo que soy tuve que decir NO. Pero negar no es renunciar; es decir SÍ desde el primer movimiento (Camus dixit)
ResponderEliminarPD. Ver post último.
Ya lo he leído, ¿y no notaste cómo te zumbaba el oído? porque cierta abejita maia disfrazada de mosca cojonera andaba revoloteando bien cerquita. Mi pueblo estaba desierto, prácticamente. Bs.
ResponderEliminarSí, MJ, un sonido que no era ruido me rondaba, sí.
ResponderEliminarVolvemos a las andadas. Pero esta vez no asistió el clero; ellos lo tiene resuelto y si no se trata de divorcios, abortos o gays, pues no vale la pena salir a la calle.
ResponderEliminarCreo, pero, que va a ser que no, que pasará como en lo de Irak, oidos sordos, ojos ciegos, lenguas mudas. Y "revotamos" a los mismos tipejos.
A mi me dan escalofríos las masas, me entra como una especie de pequeñez, me siento mosca a punto de ser aplastada por un elefante. Leo, en los comentarios de varios blogs, repetidamente"lo que nos espera"
porque esperamos?
Que coñ...esperamos?
El lobo que al final se come las ovejas?
Bueno, quien espera desespera y la desesperación solo induce al terror masificado;ese es el objetivo.
un saludo
Gene. El clero es lo más venenoso que existe. Su carga ideológica pretende ser aún triunfante. Adopta máscaras aparentes de modernidad. Leí el otro día una entrevista con el obispo de Solsona que no tiene pérdida. De las nuevas hornadas, 42 años, da el pego a quien se lo dé, claro.
ResponderEliminarhttp://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/02/19/actualidad/1329606179_489986.html
Es para diseccionarla. Pura ideología y dura del cristianismo. Como además parte de hechos reales, no los niega, parece que aporta algo. Pero los reconvierte muy en la línea abstracta y cínica de la empresa vaticana. Por supuesto, su capacidad de análisis es necia y oportunista, tal vez me anime a desentrañarla.
Lo de las masas...punto y aparte. Espanto permanente y siniestro. Al mejor postor. Calma.
¿Hay algo monstruoso dentro?, quizás que todo esté dañado desde fuera.
ResponderEliminarMe impresionó la pintura
Foto, creo.
EliminarLo monstruoso habita espacios exteriores e interiores; estos últimos son decisivos para nuestra actitud en la vida. Piensa en ello.
Pensé más en algún tipo de defecto que tenemos por tanta información equivocada que nos es inculcada. Prometo pensarlo
EliminarMantengamos en forma nuestro propio catalizador mental y no seremos pasto de la sobreinformación y, sobre todo, de la falsa información.
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