Pues me parecen un ejercicio de sensibilización que voy a intentar también. Belleza breve, cadencia y nubes, canta el silencio. Un abrazo. Francisco Aranguren.
Ya has empezado, Francisco. Oriente y Occidente deben abrazarse en un punto: en el de la escritura. Las Olimpíadas pasan, las Letras -sean cuales sean sus signos y sus alfabetos- permanecesn y nos vinculan. En ese sentido, bienvenido los haikus japoneses o la esencia china de Li Bai Po. No es nuestra tradición, pero es nuestro descubrimiento. Y si no descubrimos otros mundo, ¿qué podemos esperar de éste sino el envejecimiento prematuro?
"Yo he elegido ser un poeta troyano. Pertenezco decididamente a la facción de los perdedores: los perdedores, privados del derecho a dejar huella de su derrota, privados hasta del derecho a proclamarla. Ahora bien, acepto la derrota, no la rendición". Poeta palestino Mahmud Darwish.
EL PASEANTE VALLISOLETANO
LAS FRANCESAS. UN CLAUSTRO CONVENTUAL DE LUJO DE HACE SIGLOS INCRUSTADO EN LA ARQUITECTURA DE HOY
TÚ, LA EVANESCENTE
El alma condenada. De Bernini a Bartolozzi
CHITÓN
El mar de Aral
LA SILLA DE K
TAKLAMAKÁN
DICHOS Y CONTRADICHOS
LA DAME AU CHIEN
EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA
"-¡Ay! -respondió Sancho llorando-. No se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía."
Esta serie de haikus me ha parecido excepcional, mi enmudecido amigo...
ResponderEliminarmaravillosos.
Exageras, lisonjero...
ResponderEliminarJaj, (sólo pruebo)
Pues me parecen un ejercicio de sensibilización que voy a intentar también. Belleza breve, cadencia y nubes, canta el silencio. Un abrazo. Francisco Aranguren.
ResponderEliminarYa has empezado, Francisco. Oriente y Occidente deben abrazarse en un punto: en el de la escritura. Las Olimpíadas pasan, las Letras -sean cuales sean sus signos y sus alfabetos- permanecesn y nos vinculan. En ese sentido, bienvenido los haikus japoneses o la esencia china de Li Bai Po. No es nuestra tradición, pero es nuestro descubrimiento. Y si no descubrimos otros mundo, ¿qué podemos esperar de éste sino el envejecimiento prematuro?
ResponderEliminarUn abrazo.