Pues me parecen un ejercicio de sensibilización que voy a intentar también. Belleza breve, cadencia y nubes, canta el silencio. Un abrazo. Francisco Aranguren.
Ya has empezado, Francisco. Oriente y Occidente deben abrazarse en un punto: en el de la escritura. Las Olimpíadas pasan, las Letras -sean cuales sean sus signos y sus alfabetos- permanecesn y nos vinculan. En ese sentido, bienvenido los haikus japoneses o la esencia china de Li Bai Po. No es nuestra tradición, pero es nuestro descubrimiento. Y si no descubrimos otros mundo, ¿qué podemos esperar de éste sino el envejecimiento prematuro?
Esta serie de haikus me ha parecido excepcional, mi enmudecido amigo...
ResponderEliminarmaravillosos.
Exageras, lisonjero...
ResponderEliminarJaj, (sólo pruebo)
Pues me parecen un ejercicio de sensibilización que voy a intentar también. Belleza breve, cadencia y nubes, canta el silencio. Un abrazo. Francisco Aranguren.
ResponderEliminarYa has empezado, Francisco. Oriente y Occidente deben abrazarse en un punto: en el de la escritura. Las Olimpíadas pasan, las Letras -sean cuales sean sus signos y sus alfabetos- permanecesn y nos vinculan. En ese sentido, bienvenido los haikus japoneses o la esencia china de Li Bai Po. No es nuestra tradición, pero es nuestro descubrimiento. Y si no descubrimos otros mundo, ¿qué podemos esperar de éste sino el envejecimiento prematuro?
ResponderEliminarUn abrazo.