- ¿Y dices, Ariadna, que has tirado el ovillo y te has deshecho de Teseo porque te parece un aburrido?
- Digo que prefiero escucharte a ti, que tienes experiencia y sabes contar las historias, a soportar los impulsos de un joven pretencioso que solo deseaba acabar contigo para hacerse el héroe y que todas se arrojaran en sus brazos.
- Me halagas, Ariadna, porque si bien soy ya viejo me está reconfortando el generoso narrador de lo vivido que llevo dentro.
- Pero se supone, por lo que van cantando por ahí los vates ciegos, que apenas has salido de este recinto. ¿Cómo puedes haber adquirido tanto conocimiento?
- No siempre estuve aquí dentro y tuve mis correrías.
- Pero un encierro priva de seguir sabiendo más.
- Acaso no, porque parar viene bien para reflexionar, es decir, sacar conclusiones y valorar lo andado. Eso es saber más.
- ¿No corres el riesgo de pensar solo en pasado, Mino, y quedarte obsoleto?
- Por eso he absorbido cuanto me han transmitido los efebos y las doncellas que me fueron entregados a lo largo de este tiempo. La obsolescencia es un término que tiene que ver con la utilidad, y a mí ya no me preocupa lo útil sino que me entusiasma lo gratificante.
- Poco podrían saber ellos de la vida, tan jóvenes como inexpertos que serían.
- No creas, los había espabilados. Además muchos sabían contar la vida vivida por otros y yo siempre me interesaba.
- Te podían estar contando lo que les parecía, Mino. Todo fuese por quedar bien contigo y evitar tus desmanes.
- Primero, que quede claro que nunca cometí desmanes de ninguna clase y que siempre me plegué a sus deseos. ¿Que deseaban que accediera a ellos? Se lo concedía. ¿Que me tenían pavor y rogaban piedad? Les facilitaba la salida del laberinto de un modo secreto. Pero, ojo, esto no lo sabe nadie y no puedo dejar en evidencia al mito. Y segundo, ¿y qué si cuantas historias me relataban eran recreaciones o fantasiosas invenciones? ¿Acaso no es la vida de todo humano la aceptación de una narración ficticia?
- De cualquier manera, Mino, lo que más me prende de ti es tu actitud reposada y el juego de tus palabras. Sea o no verdad cuanto dices, sabes decirlo, convirtiendo lo recreado en razonable.
- Es que lo razonable siempre es aleatorio, Ariadna. Dos que se interpelan se reclaman de tener razón, cuando acaso ninguno la tiene.
- Precisamente eso es lo que más admiro de ti. Teseo era tan seguro de sí mismo, de ideas tan fijas como simples, que apenas tenía imaginación para divertirme y escasa para saber amarme. Y tú, con tu hablar cachazudo, sin vehemencia alguna, sin solicitudes gravosas, consigues atraer no solo mi atención sino abrir la llaga de mis deseos recónditos.
- ¿Debo considerar lo que dices como un brindis a los buenos ratos?
- Considéralo como quieras, Mino. No he llegado al laberinto ni para torturarme ni para huir y menos para aspirar a presuntos mundos ideales, tan inalcanzables. Algo me decía que aquí dentro también hay disfrute y goce. Y si nos cansamos, ¿no podríamos utilizar esa salida arcana que has mencionado sin que nadie lo advirtiera?
- No planeemos, Ariadna. Estemos a gusto en este corredor de las edades, pues no otra cosa es un laberinto, y dediquemos a las divinidades de la contemplación y del placer las energías, convirtiendo en fortaleza nuestras flaquezas.
- Que sea como dices, Mino. Compartamos, pues, con entusiasmo el cáliz sabroso que conjura tanto la ignorancia como la discordia y el aburrimiento.
* Grabado de Pablo Picasso, perteneciente a la Suite Vollard.
También sería válido decir: celebración entre Dionisio y Apolo.
ResponderEliminarNo hay nada como la claridad del Sol, la razón y el saber estar apolíneo.
Salut
Los prefería más materializados epicúreamente, es decir, mortales.
EliminarNo hay nada más apetecible que una buena conversación. Maravillosa la fotografía del grabado de Picasso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Desde que vi la serie Suite Vollard en el ICO de Madrid, hace mucho tiempo, es una serie que me apasiona. Este cuadro es de mis favoritos.
EliminarY siempre he dicho y pensando que el mejor afrodisiaco es: una inteligente y entretenida conversación. Mino me encantó.
ResponderEliminarAbrazos Fackel
Es un buen afrodisíaco si las feromonas ya han entrado en acción, opino. Una buena conversación no lo es solo por el contenido sino por la manera de exponerse, y sus gestos.
EliminarUn buen diálogo. Picasso, el Minotaruro, puede ser criticado, pero su genialidad es incuestionable.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz jueves
Si ahora revisáramos las vidas de los artistas, los científicos, los eclesiásticos, los guerreros, los familiares, nosotros mismos o cualquier otro sector social y profesional hallaríamos muchas sorpresas, pero al final ¿con qué nos quedamos de ellos? Desde luego para mí la obra de Picasso es completa, arriesgada y prospectora, aunque nunca ningún pintor lo inventa todo.
EliminarFáckel:
ResponderEliminar¡qué parte de Minos atrae más a Ariadna, su parte animal o humana?
Salu2.
No sé, pero creo que a Minotuaro le atrae de Ariadna tanto el lado animal como el humano.
EliminarHay un laberinto exterior en tu historia y uno interior, el laberinto que recorremos todas las personas intentando explicarnos y del que no todo el mundo sale con algo entre las manos. A veces el conocernos mejor es una puerta al abismo... me alegra saber que el minotauro ha salido con éxito de la prueba.
ResponderEliminarBueno, Minotauro siempre busca la trampa, incluso cuandfo Ariadna se le escapa de las manos. Pero sí, hay laberintos y el concéntrico es el más complejo porque no sabes nunca con certeza qué pasillos se comunican entre sí.
EliminarMi conclusión después de leer este excelente diálogo es que yo como Ariadna también disfruto de algún Minotauro que otro, AQUÍ, en los blogs. Escasos, pero haylos.
ResponderEliminar¿Son peligrosos? ¿Esclavos o señores de laberintos?
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EliminarPeligrosos?Nooo que va!!! Mas bien percibo amabilidad, seguridad, talento...Pero como dicen en mi tierra no me voy a meter en "berenjenales" de monstruos, esclavos, señores o laberinto...aunque para este último como Ariadna tengo un ovillo de buen hilo.
Yo me he quedado con este Mino por la corrección tan elegante en la exposición de su diálogo, esa dialéctica tan precisa y tan sabia es con la que he comparado a algún bloguero:)))).
Debe ser que la casa de Asterión es mucha casa.
EliminarMe recuerda el cuento de Borges, La casa de Asterión.
ResponderEliminarInteresante esta versión del Minotauro, no tan encerrado, interesado por aprender.. Y revelando la salida secreta a quien le pidiera piedad.
Logrado el diálogo con la hermana.
¿Hay atracción entre Ariadna y el Minotauro? Eran hermanos, por ser hijos de Pasifae. Pero por lo que se cuenta,. los mitos no cuentan toda la verdad.
Saludos.
Es que Asterión era el nombre que alguien de la Antigüedad dio al Minotauro y el cuento de Borges, como todos los suyos, es excelente. Es un tema que me apasiona y que me gusta recrear a mi modo y ubicación de un viajero del siglo XX a XXI. De hecho en el blog tengo varias cosas escritas y acaso análogas, por ejemplo, si te apetece:
Eliminarhttps://laantorchadekraus.blogspot.com/search?q=asteri%C3%B3n
Ah, y no busques al viajero Ibn-al-Moussarek-al-Qtubi en internet que debió ser un heterónimo que adopté aquel día.
Perdona, y sobre la atracción interrogada por ti entre Ariadna y el Monstruo pues no va en línea con la tradición del mito, ya sabes que la pobre Ariadna andaba con Teseo, total que este se aprovechó de ella y luego...pero eso es historia oficial, que diría Gabiliante. Lo caprichoso es romper las historias oficiales, que al fin y al cabo son versiones, en los mitos y en lo que nos han contado de los hechos de los próceres y las naciones, cargados todos de cuentos, mitos y justificaciones vanas. En los mitos hay verdad si buscas identificaciones. Eso lo contaba Jung, pero mi opinión modesta es que me creo la mitad de la mitad, pero hay que ver cómo los antiguos ya conocían la naturaleza humana en su amplio repertorio de comportamientos que fueron capaces de narrar bellas invenciones, con sustrato, por supuesto, a las que se denominan mitos, leyendas, etc.
Eliminarno creas que aunque hables por boca del minotauro, no nos hemos dado cuenta de que eres negacionista del paraquesirvismo. Un derrochador de recursos intelectuales al noservicio de la utilidad.
ResponderEliminarNo obstante, vamos a hacer la vista gorda porque coincidimos en que la verdad no importa (siempre que esté al servicio de la versión oficial)
Estaremos al tanto de lo que publica en este blog.
Saludos.
Y abrazooo
Qué va, ¿negacionista moi? Cada vez soy más afirmacionista, y cuanto más asoman las orejas del lobo pues más me ratifico en mi afirmacionismo, que consiste en una conclusión sencilla: que mientras respiro, estoy. Simplemente. Me he vuelto afirmacionista hasta para llevar la contra a cuantos sistemas de representación ideológicos y mentales nos han afectado en esta secular tradición en que nacimos, crecimos, nos reproducimos y moriremos. Bueno, esta era la definición de la célula antiguamente, creo, pero sirve para un roto y un descosido también. Y la verdad...pues ya sabes, es tan dual según del color del cristal con que se ojea el panorama. Mantengamos la sana ironía, Gabi, que no falte.
EliminarHay conversaciones que no tienen merma,; y es que cuando don inteligentes, aparte de interesantes son enriquecedoras.
ResponderEliminarLo que interesa siempre es la aportación mutua. Nunca el anciano sabe del todo más que el joven. Nunca el joven sabe lo que conoce el anciano.
EliminarLo cierto es que de cualquier laberinto es posible hallar la salida, aunque nos hallan enrollado el ovillo con el que contábamos. Apuesto siempre a la esperanza y a la propia voluntad. Interesante actitud la del Minotauro, que en tu relato no resulta un sanguinario. Un abrazo
ResponderEliminarLo que sucede es que hay laberintos concéntricos: te libras de uno pero habitas el siguiente, y así...
EliminarMi Minotauro no solo no es sanguinario sino que pide consentimiento.
Salve.
Me gusta ese Minotauro franco y receptivo Y la versión de Ariadna, fantástica... desde luego, de las buenas conversaciones se saca miga.
ResponderEliminarEs que las conversaciones amigables tienen mucho de placer de la celebración.
EliminarEn el mundo clásico adoraban estos seres mixtos que siempre seremos.
ResponderEliminarPues hay unos cuantos en la mitología griega.
EliminarMuito bom este texto, meus parabéns pela criatividade.
ResponderEliminarArthur Claro
http://www.arthur-claro.blogspot.com
Gracias por pasar y leer. Saludo.
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