Oh, la belleza y la fealdad recónditas de los modos y tiempos verbales. Oh, los errores casuales o intencionados. Oh, y lo que es peor, las correcciones que precisan pero oscurecen el panorama. Cómo se agarran a las formas verbales, cuando interesa, los grandes figurones de la política mundial. ¿Fue equivocación la forma de conjugación deberán en lugar de deberían que figuró al principio en el documento a firmar en la cumbre del clima de París ? Algo así debió aparecer primero: "Las partes que son países desarrollados deberán seguir encabezando los esfuerzos y adoptando metas absolutas de reducción de emisiones para el conjunto de la economía. Cada firmante deberá preparar, comunicar y mantener sus planes de recorte de emisiones de dióxido de carbono", según informa El País. No coló. El futuro simple fue corregido por el condicional. Como si no hubiera distancia entre proponer y conjugar usando un modo u otro. Como si el condicional fuera lo suficientemente fiable. Pero los chinos y los yanquis anduvieron listos matizando sus compromisos y obligando, por lo tanto, a cambiar el deberán por el deberían. Si el clima del planeta no queda acreditado en el modo futuro de verbo y va a depender sólo del condicional, ¿no cabe la sospecha de que no hay garantías definitivas para cumplir lo pactado en cuanto a no sobrepasar el 2% de la emisión de gases? Naturalmente, ¿quién soy yo para objetar a las grandes potencias desde mi defensa insignificante de los verbos? Me asaltan manías, dudas e incredulidad. El clima del futuro sigue siendo una incógnita, sospecho que su salvaguarda no está garantizada.
(Ilustración de Manel Vizoso, http://cachondodejahve.blogspot.com.es/ )
(Ilustración de Manel Vizoso, http://cachondodejahve.blogspot.com.es/ )
Por lo pronto servirá para "hacer política conveniente y ponerle el bozal a unos cuantos" por eso del "ya que"....el Pisuerga pasa por ....
ResponderEliminarEl bozal nos lo ponen cada día. Ya tienen a sus agentes por doquier (casi todos los partidos que van a ser votados el domingo están en la linea)
EliminarEn esas cumbres-cumbres siempre hay una señora a la que todos miman, agasajan y colman de atenciones. Es verdaderamente insólito que pase desapercibida para algunos, siendo como es la estrella protagonista en tales eventos. Como los hebreos, a quienes les está vetado mencionar a Elohim, los encumbrados-encumbrados tampoco pronuncian jamás el nombre de dicha dama. Se llama Hipocresía (ὑποκρισία).
ResponderEliminarY en la medida en que tal dama y otras más gobiernan el mundo y no dan el brazo a torcer ¿qué cabe esperar de las intenciones de papel?
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