Sí es lo que parece me pones contento, niña. Me sacas de la abulia en esta noche de vacaciones a la española en que la gente mira dos veces para otra parte. Me aligeras también la mala conciencia. Pero sobre todo, me tientas. ¿Sabes lo que me apetecería en este mismo instante, mientras veo que hurgas entre las ruinas de Gaza en busca de un tesoro? Echarte una mano. Imagino, desde mi posición sin riesgo, una escena. Que me acerco y te digo: espera, no te cargues con mucho peso, vamos a recoger entre los dos todos los que podamos. Seguro que otras personas que nos vean vendrán a ayudarnos. Yo levanto los escombros y tú sacas aquel libro de matemáticas, ese otro de lengua, el de geografía polvoriento y no precisamente por el desierto, aquel de física, los relatos de las Mil y una noches, el de las aventuras de Harún al-Raschid, que se indignaría por lo que os está pasando, ese montón de partituras en mezcolanza...Mira, aquí hay uno precioso sobre caligrafía; probablemente fuera del maestro. Apresurémonos antes de que la próxima explosión destruya más libros y de paso nos deshaga a nosotros. Niña, seguro que no eres la primera de la clase pero sí la que más claro lo tiene. No me importa demasiado si los rescatas de una de esas escuelas que los bravos soldados del rey David bombardean, y que tú pretendes recuperar para tus compañeros. Ni tampoco si te los llevas para revenderlos en el mercadillo porque tu familia y tú tenéis que sobrevivir. O simplemente porque no puedes soportar que algo que se llama conocimiento y va impreso en esos desvencijados papeles queden a merced de la próxima razzia de los bárbaros que odian que el conocimiento deba ser para todos. Niña, algo así no se ve todos los días. Mientras en mi país los negociantes privados de la enseñanza y los editores se matan por renovar los mismos libros cada año por un tilde o una coma de más o de menos, ver tu heroicidad me conmueve. Ya digo, niña: si es lo que parece me sumerjo en la noche mucho más agradecido a la naturaleza humana, porque hay seres más sensibles y receptivos al bien que a la maldad, no obstante lo que sufran. Por esta noche, también a mí me salva ese sentimiento.
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Hace 1 hora
He contemplado largamente las fotos... Esa niña es la imagen viva de la esperanza, no sólo de Gaza sino de todos nosotros. He leído y releído tu escrito, un refugio para la sensibilidad (también bombardeada en todas partes).
ResponderEliminarEsa niña me ha recompuesto el alma. Cuando ves imágenes así se nos quitan a los ciudadanos "relativamente de lujo" los complejos de crisis y de quejas. Un abrazo.
EliminarEs un trabajo muy bello el que nos compartes, ojalá llegue a muchos para tratar de salvarnos, por encima de todas las dudas.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte., Fackel.
Ya sabes que la opción de "salvarnos", que es una metáfora y en ningún modo ideología cristiana, reside en el esfuerzo y el entendimiento de la existencia de los otros. Un abrazo, Sara.
EliminarVi ayer esas fotografías, me conmovieron de alegría y esperanza. Tus certeras palabras llenan el vacío que me deja mi propio silencio en estos momentos tan mudos.
ResponderEliminarGracias, Fackel.
Veo que las imágenes te produjeron sensaciones o, mejor dicho, sentimientos análogos a los míos. Los silencios son buenos, y más en medio de la verborrea mercantil y paranoica que invade a este país en que moramos. Hay que escuchar a esos otros silenciados, que incluso recogen libros, no armas.
EliminarTouché!!!
ResponderEliminarCon tu permiso comparto tu entrada. Un fueRte abRazo!!!
Por supuesto, eRRe, comparte cuanto gustes, las palabras son aire, materia a utilizar y por la cual ser también moldeados. Un abrazo.
EliminarHe colgado la entrada en TOT, Es muy buena, mucho.
ResponderEliminarSalut
Agradezco tu euforia, también es ánimo para mí, muchas gracias por llevarla a tu blog. Endavant i sort, Miquel!
EliminarFackel, todas estas letras, todas, sin dejar ninguna eran para ella y sus hermanos, no lo dudes.
ResponderEliminarComo siempre tus letras emocionan enormemente.
Muchas gracias.
Josep, fue un impacto de emoción ver a la niña recogiendo libros. Algo diferente a las fotografías cotidianas de niños y adultos muertos, barrios destruidos y miserias abundantes que nos suelen llegar, que nos conmueven pero nos sacan lo peor de nuestras vísceras, ¿no crees? La niña es como una parte de la naturaleza que se impone al caos y a la violencia de los hombres agresores. Gracias a ti, por comentar y animarme.
EliminarQué bello
ResponderEliminarY ojala útil (la actitud de la niña y su significado también sobre nosotros) Y pensar que en España los empresarios de los colegios privados y de las editoriales de libros de texto están locos todos los años por hacer tiradas nuevas de libros carísimos...
Eliminar¡te mando flor de abrazo!!!!
ResponderEliminar.
la lágrima queda en mi
Tus escritos, Omar, siempre han sido floresta para mí. Yo tengo mi lágrima también. Si las lágrimas humanas, sobre todo de los que más sufren, generaran lluvia de corrección y cambio de rumbo en la Humanidad...otro gallo cantaría.
Eliminarcom t'ho podria dir: gràcies per la propina....
ResponderEliminarSí, les mateixes gràcies que procedents d'aquesta nena van tocar el meu cor.
EliminarNo tinc paraules per explicar-ho millor. Però a sota la runa, a més de llibres, potser (segurament) hi ha cadàvers... Ara commemoren el centenari de la Guerra del 14, i resulta que en cent anys, més la II Guerra Mundial, més Hiroshima, més el napalm al Vietnam, més Bòsnia... no hem après res. Matar (vendre armes) continua sent negoci per a països que esperen que no les utilitzaran contra ells. Gràcies pel post.
ResponderEliminarNo tinc cap dubte que, sota aquests o altres runes, KRT, hi haurà cadàvers, que deixaran memòria en els vius. Aquesta memòria ha de ser complementària del coneixement humà (els llibres) perquè no generi tant odi com a superació i propostes de pau. I respecte als exemples de violència bèl · lica-el grau més extrem del mal dels homes-la teva selecció, com bé saps, es queda curta. Només remetent al segle XX, les guerres es van succeir per diverses zones del món. Fins i tot algunes coexistint, alguns menys nomenades, algunes no declarades, algunes com a formes de dictadures que van causar morts sense fi ... I per aquí va el ròssec ... Naturalment, vendre armes és un dels negocis més suculents que tots els països, en major o menor mesura, posen en pràctica per a la seva balança d'exportacions. Quanta maldat! I espera, que ja la naturalesa paral · lela a la nostra s'encarrega d'afegir, això sí, la vida biològica, natural, els seus mals a grans ... penso ara mateix al Ebola, sense anar més lluny.
EliminarGràcies pel teu comentari.
Hermosa entrada, muy hermosa. Gracias.
ResponderEliminarAbrazos!!!
Si lo bello fuera además siembra de justicia en este mundo...¡imagina, Sonia!
EliminarTengo otra descripción, Fackel. Una niña (una mujer) recupera unos libros de entre los escombros procurando no ser vista (observa su mirada), para salvaguardarlos de los que ni a los libros ni a las mujeres tienen demasiada estima.
ResponderEliminarBon estiu, Fackel i companyia!
Y tu descripción me conduce a otra, Enric. Esta mujer niña se conduce con pudor, discreción, pero a su vez empeño por salvar el conocimiento de las garras de los fundamentalismos (la destrucción de libros es uno de los rasgos más obvios de este comportamiento agresivo) que son los que odian a la mujer, al libre pensamiento y a la circulación de las ideas.
EliminarGràcies pels teus esplèndids desitjos, germà.
http://es.sott.net/article/30353-Brian-Eno-Hoy-he-visto-una-foto-de-un-hombre-palestino-llorando-mientras-sostenia-una-bolsa-de-plastico-con-carne-era-su-hijo
ResponderEliminarun abrazo desde el horror,,,
En efecto, lo que cuenta Eno y lo que opinas tú: el horror. Con nombres, apellidos, culpables y bárbaros.
Eliminar¡Ojo con las fuentes! La mayoría de páginas donde sale la noticia son esotéricas, es del día 3 y no ha trascendido.
EliminarEnric: ¿esperas que salga en el Pais?,
ResponderEliminar---no olvides la voz del Imperio.
este enlace es propalestino:
ResponderEliminarhttp://stopwar.org.uk/news/today-i-saw-a-weeping-palestinian-man-holding-a-plastic-bag-of-meat-it-was-his-son#.U-RxelarfVT