Heráclito -al que, paradojas de la vida, le han llamado el oscuro- dejó esta cita como parte de su obra denominada Fragmentos. Tiene poco de fragmento y sí mucho de pensamiento total. Vista la siniestra situación a que nos están conduciendo entre los listos con poder y los tontos que son elegidos en las urnas, la Democracia está más en cuestión que nunca. No sé si es producto del último residuo calvinista que se actualiza periódicamente o del pulso hegemónico que tiene lugar en un plano mundial. Lo cierto es que la Democracia es lo que más se está resintiendo. No hay más que ver las presiones que el gobierno alemán ha ejercido estos días sobre los griegos o aquellas otras que ejecutan todos los organismos vinculados al dinero sobre los españoles para que nos empobrezcan la vida.
El grito del 15M lo llaman democracia y no lo es, resulta lamentablemente correcto. Son esos poderes quienes se la cargan y la sociedad resulta cómplice si no se opone a los planes tenebrosos. Lo sorprendente de todo es que un individuo que vivió entre 540-480 a.c. lo tuviera ya entonces tan claro. Sugiero que esa cita de Heráclito -¿el oscuro, con lo evidente que era para él?- se haga presente en las paredes de nuestras ciudades. Que sea un grito, una reflexión, una norma de renovación moral. Se escuchen o no tus palabras, Heráclito, son imborrables. Y nos agarramos a ellas con esperanza. Ya digo, dos mil quinientos años después de ser escritas.
Siempre he pensado que la ciudad és el centro neurálgico de toda sociedad: la civitas. Refundemos las ciudades y rescataremos la democracia. Volvamos a ser ciudadanos y dejemos que el viejo estado se pudra; que muera el monstruo.
ResponderEliminarEnric. Supongo que en la mentalidad del tiempo de Heráclito, las ciudades, que eran ciudades-estado tenían un concepto de la ley mucho más amplio. Era un concepto político, no meramente jurídico, de ahí que se pueda reconocer en esa idea la defensa del Estado, la defensa de la Democracia. Si mi interpretación es demasiado libre, ya digo que hay que entender la imagen del filósofo en su contexto temporal y espacial.
ResponderEliminarSer ciudadanos hoy es ser demócratas, recuperar y resurgir por encima de las cenizas de lo que caduca. Incluso avanzar en una idea aún más precisa y adulta: la de Res Publica.
Que mueran los mosntruos, desde luego.
¿Por qué no triunfa la ley si es la muralla y sabemos que hay bárbaros que atacan la ciudad? Me sorprende el caso egipcio, con la reducida participación y la elección entre dos candidatos que, a mi, me sorprenden a un año de los que se dijo revolución cívica. O no me sorprende. Quizás las murallas no sirven porque los bárbaros están dentro, son los vigías.
ResponderEliminarNo sé
Luis. La Ley y la muralla hay que hacerlas día a día, renovarlas, replantear su sentido si es preciso. La ley y la muralla tienen que servir al individuo; de lo contrario, algunos individuos las utilizarán contra la mayoría de los hombres. Es lo que viene sucediendo, ¿no? Heráclito lo debía ya intuir o acaso comprobar, salvando la distancia de matices y de complejidades que le separan de nuestro tiempo.
ResponderEliminarTal vez en Egipto sucede que no hay consenso unánime por votar a las dos opciones que ahora pulsan y controlan el poder.
La "revolución" egipcia -no sé si traicionada, aplazada o frustrada- no se hizo para dar el poder a los Hermanos Musulmanes ni para que el Ejército (que no dejó de estar ahí) siguiera dirigiendo el país. De ahí acaso que muchos egipcios no hayan querido votar o lo han hecho como "mal menor" a alguno de los candidatos (¿no sucede esto también en España?) Ha cundido la decepción, el desánimo, el complejo de que la "primavera" ha fracasado. Los media se apresuraron a calificar y a generar exèctativas y mira...
Los procesos de cambio son intrincados, precisamente porque los factoires sociales y políticos latentetes son bastante complejos. No obstante, desearía que los egipcios cultos, laicos y honestos no perdieran la esperanza.
Y por supuesto, Luis, yo a los bárbaros que más temo son a los de casa. Hoy el limes no está en la territorialidad, sino en la actitud delante del televisor.
ResponderEliminarFackel, está llegando el día, en que la concepción de la palabra democracia no es la que nació en la Grecia antigua, ya vimos que el socialismo real ni era real ni era socialismo,
ResponderEliminar.
si mucho depende del modelo, no poco depende de nosotros mismos y al decir de M.L.King 'no me atormenta tanto el ruido estruendoso de los poderosos, como el silencio pasmoso de los que nada tienen'
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un abrazo
Omar. Por supuesto, la idea originaria queda lejos, pero en esencia no pierde valor. Heráclito sigue vivo en cuantos deseamos el protagonismo del hombre.
ResponderEliminarQue tirios y troyanos modernos falsificaran y hundieran la idea, el desarrollo y el objetivo no quiere decir que no sea una aspiración.
Pero estoy con MLKing. Si los que deben exigirla, los de abajo, no lo hacen ¿qué cabe esperar? Personalmente el asunto me descompone.
Un abrazo y gracias por tu palabra, que siempre consuela (no es poco)