"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez
domingo, 19 de noviembre de 2006
Otra noche
Otra noche, de nuevo. Del día te separa una luz ausente. Dónde la serenidad. La mirada se abre de golpe. Los ojos se abandonan a la obscuridad y lo ven todo. El cuerpo se llena de relámpagos. Los colores mordisquean los músculos. Transfiguración de la piel. Un recorrido en plenilunio inquieto. Tírate, estírate, diluye los huesos, deja de respirar. Envuélvete como planta trepadora que cae desde el alféizar. Crucifícate arrojado a tinieblas sin geometrías. Abre la boca al viento que penetra por la ventana. Estás degustando su gelidez. Distorsiana tus piernas. Cubica tu sexo en el alfabeto inútil. Contorsiona tus brazos. Esas manos abiertas se contraen y se vocean de un extremo a otro de tu mismo suelo. Estás sobre ti mismo. Te sientes bajo ti mismo. No sabes si entras o sales. Un rayo traslúcido te taja. Eres todo chillido. Caes. Todo calla. Eres lo que no eres.
(Acompaña a la noche una pintura del artista polaco Marek Zulawski)
"Yo he elegido ser un poeta troyano. Pertenezco decididamente a la facción de los perdedores: los perdedores, privados del derecho a dejar huella de su derrota, privados hasta del derecho a proclamarla. Ahora bien, acepto la derrota, no la rendición". Poeta palestino Mahmud Darwish.
EL PASEANTE VALLISOLETANO
LAS FRANCESAS. UN CLAUSTRO CONVENTUAL DE LUJO DE HACE SIGLOS INCRUSTADO EN LA ARQUITECTURA DE HOY
TÚ, LA EVANESCENTE
El alma condenada. De Bernini a Bartolozzi
CHITÓN
El mar de Aral
LA SILLA DE K
TAKLAMAKÁN
DICHOS Y CONTRADICHOS
LA DAME AU CHIEN
EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA
"-¡Ay! -respondió Sancho llorando-. No se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía."
Totalmente salvaje, desgarrado y ácido.
ResponderEliminarUfff!!duele.
Francamente una expresión a sangre y fuego en corazón latente. Es parte del vivir. Buenos días, Fackel.
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