"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





lunes, 30 de junio de 2014

Amuletos del silencio




















Hay riesgo de que los recuerdos se conviertan en amuletos. O solo es la posibilidad. Los amuletos siempre fueron tangibles. Se tomaban entre los dedos, se guardaban en un bolsillo o se colocaban sobre una estantería. A veces me parecían recuerdos muertos; a veces, creía ver en ellos prolongaciones de otras vidas. Con su presencia cercana preservaba sensaciones que se iban extraviando o vínculos que se rompían lentamente dentro de mí; o fuera de mí también pero que me afectaban. De vez en cuando una necesidad irreprimible me pedía un exorcismo personal que me condujera a librarme de ellos para siempre. Los tiraba a un río al son de una frase secreta. Los dejaba caer desde la jardinera de un tren, invocando la intervención del viento. Los regalaba, acompañados de una sentencia enigmática, trasladando así el conjuro a otra persona. En cada pequeña cosa en la que había depositado alguno de mis sentidos latía un diálogo, pero también rozaba el fetichismo. Con el tiempo he guardado varios amuletos, sin haberlos reconocido incluso como tal. O he adquirido otros nuevos, resistiéndome a considerarlos en esa categoría. Llegó un tiempo en que las personas se cruzaban en mi vida junto con los pensamientos, con los deseos y con la inercia. Cuando las personas se alejaban tenía la sensación, principalmente sobre algunas de ellas, de que se objetivaban y adquirían esa forma simbólica para estar presentes todavía de indeterminada manera en mi pequeña historia personal. Pero no sé si debo considerarles amuletos: son más bien divinidades manes o representaciones lares que se mueven en mi mente produciéndome inquietud empero también cierta clarividencia. A falta de hacerlos tangibles deposito muchas noches en la obscuridad embriagante, a través de mi voz más abstrusa, una llamada intensa que solo es atendida por el silencio.





sábado, 28 de junio de 2014

Maximalismo y Minimalismo


















Hace un tiempo hubiera escrito así:

Ese estado de fragilidad que a veces le cerca y se concita en él no sabe interpretarlo.  Más allá de lo aparente y obvio que campa en cuanto le rodea la indagación se vuelve turbia y confusa. Recuerda una lección del catecismo: los enemigos del alma son tres, a saber, el mundo, el demonio y la carne. Postulada esa división complementaria de las acechanzas de una conciencia, lejos estaba de romper la obediencia del tabú de las palabras. ¿O lo hacía al transgredir la ley de esas palabras, no obstante el riesgo a la desgracia que decían se postulaban en caso de no cumplirla? Pero el cuestionamiento siempre avanza: ¿me desazona la carne o me irrita el mundo o se trata de la tentación satánica en directo? ¿O todo es lo mismo, tentación, y proviene de aquella pretensión genética de pretender ser como dioses? Morboso y atractivo cuento de la infancia, no obstante lo oscuro de aquella narración sincopada. El triunfo de lo elemental, con siniestros fines, en medio de un universo complejo, interactivo y plural. Lo que en tiempos de receptividad cándida percibía como compartimentos estancos han resultado ser vasos comunicantes. Los hombres han descubierto hace mucho que más allá de esas esferas determinadas ideológicamente hay otros volúmenes, otras vidas, dentro y fuera de él de las que depende, que son absolutamente palpables. Los rostros de la materia que aún no controlamos supera a los tres agentes de la tentación. Hoy las bacterias, por ejemplo, se incorporan cada vez con mayor carta de naturaleza a nuestra presencia consciente. Y hablamos con ellas...


Ahora mismo solo escribe así:

Ese estado de fragilidad que a veces le cerca y se concita en él no sabe interpretarlo. La indagación se vuelve turbia y confusa. 

¿O fue al revés? ¿Empezó hace años por el segundo texto y ha devenido en la ampulosidad del primero? El lenguaje efectúa viajes de ida y vuelta. Hasta dejarnos desnudos.



martes, 24 de junio de 2014

Lasa Messidor




Oh, Messidor, estabas en un recodo del camino y yo no advertía tu presencia. Rodeada de tus atributos no es tanto cada uno de ellos lo que me permite saber que has llegado sino esa lasitud que contiene con medida tu exuberancia. Como una defensa del abandono al que te entregas no cedes el pudor. Probablemente escuchas los pasos de los seres inferiores que nos acercamos a ti para el culto puntual. Te dejas observar, aprecias nuestra aproximación, casi te rozamos. ¿No hay ya algo de adoración en cada elemento que te flanquea, las espigas, la vegetación, la luz, la herramienta? La ligera caída de tu vestido no traiciona la piel a la que se ciñe. Te basta con imponer a nuestra mirada ese torso benéfico para que nos transmitas mejor que cualquiera de los otros símbolos dónde se encuentra el espacio que propones. Impecable y fecunda eres a la vez autora y gozadora del propio placer. Nada hay de sueño definitivo en tu postura. Nada prometes, nada concedes para una eternidad, nada nos niegas. En nosotros está saber para qué has llegado. En la línea entre dos luces tu carne de nieve sufrirá. Sin inquietarte a la diagonal de tu leve caída, has soltado una flor arrancada al jardín. Yo, imprudente, extiendo los dedos para tomarla. Sin despertar del sueño mueves los tuyos, Messidor.  



(Imagen del mes Messidor perteneciente a un Calendario republicano francés)




Messidor






Celebremos Messidor.



lunes, 23 de junio de 2014

La otra línea editorial




El Roto es la única línea editorial alternativa de El País hoy día. En mi modesta opinión este periódico ha cerrado el arco de su trayectoria de defensa del Orden Global con la puntilla de la apología monárquica a ultranza de las últimas semanas. Se veía venir, pero como siempre que tiene que salir a salvar los trastos de una institución o de una situación que consideran de riesgo, y que a su vez es también procurar por tener seguro el negocio propio, se pone insoportable. Me recordó la época en que se votó el Referéndum sobre la entrada en la OTAN (vaya engaño) en que el diario desplegó todas sus armas de destrucción masiva para lograr que Felipe González no perdiera una votación en medio de un posicionamiento abrumador de la ciudadanía contra la entrada en el organismo belicista. Abrumadora opinión hasta que El País y la campaña del miedo de aquel gobierno influyeron por el objetivo final, tan exitoso para ellos, tan degradante para la Democracia. Ahora no se ha votado nada, pero vaya miedo les ha debido dar a los poderes fácticos la situación de desprestigio del reinado anterior, generado desde el interior, hasta el punto de que El País se ha convertido  -al menos de momento, pues el maniqueísmo siempre late por doquier- en el primer medio monárquico, desbancando a los tradicionales ABC y Hola. Las páginas del habitualmente considerado periódico de la Transición (¿de aquellos polvos estos lodos?) están resultando pestilentes. Particularmente creo que no se trata de un posicionamiento meramente político sino que toda la multimedia de PRISA se juega el negocio  -y si se la juegan ellos es que todos los demás también-  si se descoloca el tablero que los grandes propietarios del mundo habían trazado para España. Lo triste es comprobar que la mayor parte de los colaboradores y articulistas del periódico están contribuyendo con su objetiva visión a justificar y desfigurar lo que saben perfectamente que ni es justificable ni salvable. El fervor felipista del que están haciendo gala muchos de estos estos escribientes remunerados es un miasma irrespirable, pero queda registrado. O tempora, ¡oh pérdidas!

Roto: Salve. No bajes el listón.




sábado, 21 de junio de 2014

Aggggg!




Lo que se deposita en las banderas, en los uniformes y en los pasos marciales se detrae del cerebro.
Botas que se agitan, vidas que se pisotean.
Cuanto se entrega a los símbolos se hurta a la libertad del pensamiento. 
Por cada seguimiento a la maquinaria de la violencia muere un mundo de imaginación.
Fusiles que se levantan, neuronas que se desperdician. 
Gritos energúmenos que se emiten, susurros sensibles que se pierden.
Órdenes clamorosas, palabras de conocimiento que dejan de pronunciarse.
Himnos épicos que se vociferan, canciones de la tierra que se dejan de cantar.
Soflamas contra el enemigo, pérdida irreparable de la bondad.
Mensajes grotescos que se desperdigan para alentar a la tropa, lecturas placenteras que se dejan de hacer.
Por cada industria bélica que se potencia, destrucción de la riqueza de un país.
Por un Dios que se reclaman para sí unos y otros en apoyo a su lid, ¿cuántos hombres se apagan?
Por una Patria Mito que se sublima, ¿cuántas patrias y matrias del individuo son aplastadas? 
Por el negocio de la guerra de los mercaderes y la hipócrita justificación para bellum de los gobernantes del miedo, ¿cuánta miseria no se genera entre millones de seres?

¿Aprenderán alguna vez los humanos? ¿Aprenderemos?


(Aclaración: el enemigo de estos, que ha tomado antes la iniciativa, va del mismo cariz)



viernes, 20 de junio de 2014

Nosotras


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, no sé si alguien nos entiende pero estamos ahí procurando pequeños reposos en lo que otros llamarían cadena sintáctica que no es sino una de las múltiples manifestaciones de otras cadenas que se deben entre sí y que se alimentan y se alzan como vestigio de que pase lo que pase todo sigue su curso y que no hay nada que llene la vida de los hombres en su pura singularidad que habitualmente está dotada de insignificancia y precariedad aunque la apariencia lo falsee y disimule y cuyas limitaciones deparan sorpresas o bien ratifican que no cambia tanto la incertidumbre en que tiene lugar el curso de los acontecimientos y así nosotras sustituimos a otros signos que denotan confusión tales como los puntos y seguido que alardean de finalizar algo pero no lo logran o  los puntos suspensivos que dejan en la inseguridad de una falsa apertura aquello que los escribientes no saben desarrollar más y a pesar de la incomprensión que los lectores manifiestan con nosotras no tanto porque no agradezcan la comodidad que proporcionamos sino porque no alcanzan a captar la filosofía que nos guía nos empeñamos en una lid por evitar que se dude de la vida de las palabras y de alguna manera nuestra acción no es tanto dejar la puerta abierta a la perpetua reencarnación de los significados como transmitir que ocurra lo que ocurra en el mundo no debe exaltarse ni tampoco rebajarse como tan frecuentemente hacen los humanos las manifestaciones que se producen pues las imágenes con que estos se empeñan en modelar y colocar sobre pedestales están sujetas a la mera transacción y al costo de un determinado montaje que todos desean transcurra cuanto antes y es por eso que aunque demos la impresión de existir para asegurar la concatenación de la misma inercia de las cosas o para atrapar la improvisación de los avatares imprevistos tenemos vida propia más allá de una descripción o una redacción o un ajuste de la melodía de los fonemas que no quieren perecer,












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miércoles, 18 de junio de 2014

Amuletos





















Antes de saber lo que era un amuleto ya sabía cómo era un amuleto. Porque la necesidad se anticipa al nombre. Porque la aspiración protectora es instintiva antes que consciente. ¿Cuál fue el primer amuleto de mi vida? Sin duda el pezón de mi madre. Ese ejercicio de asirme a él que es gesto y que es tendencia irrenunciable. Tiempo también en que hábitat, afecto y alimento son los tres rostros de la única razón verdadera del existir. Vinieron otros amuletos después. ¿En qué orden? La memoria es confusa. ¿Qué imágenes retengo? Acaso el dedo gordo del pie. Luego tal vez un objeto exento, a saber, la almohada o un pequeño elefante de trapo. Elementos culturales ya, más simbólicos, menos instintivos, no por ello menos superfluos. Allí donde se va abriendo paso el poder del símbolo, donde se concentra lo primario, donde se proyectan las necesidades protectoras se va a definir el sentido de los amuletos. ¿Me habrán acompañado durante toda la vida? 



(Foto de Éric Marváz)

martes, 17 de junio de 2014

Schiller y Anna Netrebko




...emoción en estado creciente...aislarse para sentirnos en lo que nace y en lo que se dispersa, en lo que nos expulsa y en lo que nos recoge, en lo que nos conmueve y en lo que ignoramos...sentir una voz múltiple como si fuese una voz única, disolvernos para seguir creciendo, continuar para dotarnos de sentido, resistir para que la brutalidad no nos venza jamás







lunes, 16 de junio de 2014

Imaginario, 99.



Y en la profundidad de la mandorla vacía del tímpano ahondaba una obscuridad, justo allí donde nunca llegaron a poner estatua alguna, tal vez porque se les acabara la piedra a los constructores o porque no pagaran a los canteros o acaso porque se les terminasen las ideas y dejaran de creer en su monótona inoperancia.



Imaginario, 98.




Una mano grande y fuerte de alguien que no veía apretaba mi cuello; yo apenas podía respirar e imposible desasirme de ella, cuando se me ocurrió gritar al desconocido: no podrás conmigo, y la mano y el brazo que había detrás y el cuerpo que los proyectaba quebraron en mil añicos, dejando dibujada en el suelo una silueta de cenizas. 



domingo, 15 de junio de 2014





Imaginario, 97.




Una jauría de perros domésticos, cuyos amos mostraban una actitud de salvajismo sumamente peligrosa, abandonaba sus collares y venían conmigo, entregados, mientras a lo lejos los innobles laceros lamentaban la defección de los justos.



Imaginario, 96.




Llegaban los gitanos nómadas y les dábamos regaderas, palanganas, grifos desusados, barreños y otros objetos de cinc que ellos revendían. Y una niña de cabello enmarañado con el que jugaba a hacerse trenzas, que no era ni morena ni rubia, y que no dejaba de mirarme y de ir siempre tras de mí me decía: me quiero quedar aquí contigo porque eres un saltimbanqui como yo.



sábado, 14 de junio de 2014

Imaginario, 95.



Me despertaba sobresaltado tras soñar que una iguana hincaba sus dientes en uno de mis pezones y me desangraba. Al desperezarme ante el espejo contemplaba atónito aquel círculo morado de pequeñas muescas hendidas cuya explicación no tenía, salvo que siguiera soñando. O algo peor.



Imaginario, 94.




Recorro la galería de máscaras y me las pruebo. La del puma, el oso hormiguero, el simio, el fuego, el antílope, el árbol, el genio benéfico, la serpiente, la geométrica...Cuando me coloco la de feroz guerrero todas las demás se parten de risa y me siento abochornado.



Imaginario, 93.



Atravesaba el puente de piedra en medio de una tormenta que se avecinaba. Apenas me encontraba a la mitad cuando estallaba furibunda y luminosa. El caudal del río crecía y a punto estaba ya de tapar los ojos de la formidable estructura. Cuando me disponía a alcanzar el tramo final, un rayo había destruido el último pilar. Yo saltaba al vacío, pero un extraño ser que decía pertenecer a las profundidades del río me recogía en el vuelo al abismo.



viernes, 13 de junio de 2014

Imaginario, 92.




Las letras de tamaño grande iban encogiéndose a medida que pasaba las páginas, a mitad del libro apenas se distinguían, para acabar extinguiéndose misteriosamente justo en ese momento en que más interesante estaba siendo el relato, cuando todos los caminos permanecían abiertos, y todas las posibilidades quedaban en el aire, el amor sin saber si superaría la prueba, la cárcel que amenazaba al protagonista, la guerra que transcurría indefinida, la traición que acechaba y que nunca se sabrá si resultaba triunfante, la generosidad de los amigos que habían apostado por aquella aventura...


  




Pero ¿qué me cuenta?


¿lo que va de ayer...



MENSAJE NAVIDEÑO

El rey: "La justicia es igual para todos"

El tradicional mensaje navideño de Don Juan Carlos ha abordado todos los problemas de la sociedad española con especial mención a los esfuerzos que habrá que hacer para salir de la crisis y para luchar contra el paro

CADENA SER / AGENCIAS   24-12-2011 - 21:20 CET


...a hoy?





El Gobierno prepara el blindaje total del Rey para causas civiles y penales


Cualquier demanda o querella contra don Juan Carlos, una vez que pierda su inviolabilidad, se instruirá en el Tribunal Supremo. La protección jurídica que se prepara abarca su vida privada






















viernes, 13 junio 2014

el país



No. Lo que ha ido siempre. Y a este personaje sumen otros 9.999 aforados más, que leo que hay, aunque hay quien dice que son muchos más. España: Número Uno en Aforados en Democracia en el ránking mundial. ¿Cómo llamamos a esto? Hace unos días, el influyente dirigente político (porque lo es de facto) Juan Luis Cebrián titulaba: "¿Democracia o República? Democracia." Con esa expresión solamente emulaba aquél grito de Companys: "¿Monarquía? ¿República? ¡Catalunya!" Pues bien, venga, yo voy a aportar otro más próximo a la realidad: ¿Monarquía o República? Esto sigue siendo lo de siempre: Franquismo. Arriba España.




jueves, 12 de junio de 2014

Imaginario, 91.




Hundía mi cuerpo en la tierra hasta que lograba convertirme en topo.



Imaginario, 90.



Aliados en la insaciabilidad del juego que no distinguía ni el bien ni el mal, ni el orden ni la transgresión, cada noche mordíamos nuestros cuerpos para paladear el fruto prohibido antes de que fuera demasiado tarde y nos fuera arrebatado por los dioses de la envidia.




Imaginario, 89.




Sueño que mientras duermo una víbora muerde mi cuello y a través de él me extrae los pensamientos.



Imaginario, 88.




Al abrir el libro que contiene todas las respuestas, el ácido del papel se ha descompuesto tiñendo de amarillo las páginas y disolviendo las palabras. Solo han quedado algunos puntos suspensivos y varias comas, como si de cerros testigos de un valle erosionado se tratase, y no pierdo la esperanza.



miércoles, 11 de junio de 2014

Imaginario, 87.




Estoy al borde de un acantilado y seres insignificantes descienden atropelladamente por la ladera de la montaña lanzando gritos como energúmenos. Me hago a un lado y uno tras otro caen y se estrellan contra las rocas, permaneciendo apenas el eco apagado de sus gemidos. 



Imaginario, 86.



Acumulo tantas luciérnagas que puedo hacer el camino de vuelta, no obstante la noche obscura.








martes, 10 de junio de 2014

Imaginario, 85.




Bajo la bóveda del lugar soterrado un estuco representaba a un hombre y una mujer con ricos vestidos elevando una copa de vino moscatel. Ambos se sonreían con complicidad en la penumbra y giraban sus rostros hacia mí ofreciéndome el cáliz. Es la eternidad, me proponían en su lengua arcaica. Yo rehusaba. Prefiero lo inmediato, les respondía humilde.



Imaginario, 84.




Varios hombres se hieren a golpes alrededor mío, sin escuchar mis voces de apaciguamiento. El que parece resultar triunfante en la contienda viene hasta donde estoy, manso y con una actitud avergonzada.



lunes, 9 de junio de 2014

Imaginario, 83.



Una mujer venía de frente y a punto estaba de chocar conmigo. Justo al llegar a mi altura se desdoblaba en dos mitades. Yo trataba de pasar y al encontrarme en medio la mujer volvía a cerrarse. Y me engullía.







Imaginario, 82.



El pedestal que se erige en el mirador estaba vacío, me subía a él y contemplaba la espléndida vista. Sin embargo no podía evitar la sensación de que había perdido la ciudad. Me bajaba corriendo para no convertirme en estatua por toda la vida.



domingo, 8 de junio de 2014

Entrevista a Fool. Reaparecen los dichos y contradichos.















Recientemente ha reaparecido el blog Dichos y contradichos tras unos cuantos meses en cuarentena. Nos ponemos en contacto con Fool, autor del citado blog para hacerle alguna preguntas capciosas.

Fackel. Tras esta cuarentena, ¿llega de nuevo para mucho o para poco?

Fool. Para una eternidad.

Fackel. No nos diga que le vamos a tener que sufrir de aquí hasta el infinito...

Fool. Así es, solo que el infinito se mide en dos o más direcciones, por lo que si el blog desaparece mañana o se vuelve a tomar una siesta dentro de diez días cabría considerarlo una infinitud. 

Fackel. Por lo que vemos para usted el infinito no es algo meramente temporal...

Fool. En absoluto, más bien es un asunto de intenciones. De ahí que una cuarentena, algo así como cuarenta días, cuarenta noches, cuarenta mediodías, cuarenta medianoches, cuarenta madrugadas, cuarenta vespertinas, cuarenta asimilaciones, cuarenta diarreas, cuarenta por cuarenta etcéteras, haya supuesto una buena medida para valorar si merece la pena retornar a los desahogos y otras excrecencias.

Fackel. ¿Quién se oculta tras Fool?

Fool. Tras Fool no se oculta nadie, sino más bien al contrario, se revela el loco que uno lleva dentro.

Fackel. No diga eso, sus recomendaciones rezuman apariencia de cordura, sensatez y buena voluntad.

Fool. Tú lo has dicho, aparentan todo eso pero no son sino retortijones de las palabras.

Fackel. ¿Cabe la posibilidad, por lo tanto, de que usted se repita en sus aseveraciones, regañinas, insatisfacciones y moralinas?

Fool. Naturalmente, como se repiten la sucesión de los días y las noches, las costumbres monótonas, los vicios, los bostezos, los guiños, los partidos de fútbol, las digestiones y los actos más espurios que caben en el alma humana, tan carnal ella.

Fackel. ¿Tan pocas modificaciones se ha encontrado en el ambiente para obligarse a volver?

Fool. No, no, cuidado, yo no he vuelto por sentido alguno de denuncia ni de conciencia ni de humanitarismo ni mucho menos de misiones sobre los primitivos actuales que me rodean. Solo por capricho personal, intrascendente para otros, acaso transgresor para mí mismo. Pero lejos de mi pretensión queda el llevar mensajes de salvación sobre la humanidad circundante, que ya se han hecho muchos y además ya es mayorcita para perderse del todo, como parece que es su empeño. Pero bueno, si se lo pasa bien en el caos, nada que objetar.

Fackel. No me niegue que a veces no le tienta ser corregidor de conciencias.

Fool. Qué va. A estas alturas uno sólo se cabrea casi meramente por estética, o mejor dicho, por la estética deprimente que percibe o por la carencia de estética, y el olor nauseabundo a vacío que se respira. En el fondo pienso: loco, que se inquieten otros. Dicho de otra manera: que cada palo aguante su vela.

Fackel. Cualquiera lo diría. Ese tono cínico y bastante jocoso ¿es una treta o es que se está desviando del buen camino?

Fool. El recto camino no lo ha encontrado nadie. Nadie anda ni andará jamás en posesión de verdades y salvaciones. Todo es de una geometría pasmosa, de una geometría en parte tradicional; aquello de lo oblicuo, lo perpendicular, lo paralelo, lo secante, etc. sigue atravesando nuestras vidas, y no siempre únicamente en el plano formal. Pero hay otra geometría, la de los mil y un fractales que nacen y mueren cada día en nuestras actitudes, de manera improvisada muchas veces, que tienen vida propia, que no siempre se adecuan a la obsesión por el orden y el acatamiento en que se emperran los pragmáticos de la falsa autoridad y del business. Admito mi renacido cinismo, pero me considero un aprendiz torpe del mismo.

Fackel. No queremos hacer larga esta interviú, para no aburrir a nuestros fieles lectores. Vemos también que ha cambiado el logotipo, digamos. El anterior, aquella bola negra, el cuadradito rojo al lado, como echando un pulso al volumen, y el lema adjunto, estaban muy logrados. ¿Los ha desechado?

Fool. Si supieras de qué se trataba aquella siniestra esfera...Lo que no entiendo es como lo mantuve tanto tiempo. Pero, bueno, también los cristianos mantienen la cruz y no les aburre, parece ser.

Fackel. ¿Y esta representación que incorpora a una cabecera más sencilla?

Fool. Permanece lo geométrico, con permiso del señor Rodchenko y la señora Stepanova. Y qué quieres que te diga, no sé si era el anterior logotipo más abstracto que este. No sé si introducir a una lagartija lo simplifica o lo complica aún más. En el anterior se echaban pulsos ciertos poderes, el efectivo y el potencial. En este de ahora hay una aproximación entre mundos. Comprendo que para que se entienda debes convertirte en un fool como yo.






sábado, 7 de junio de 2014

Imaginario, 81.




Hombres que hablan de dioses ocupan las plazas de la ciudad y ordenan levantar más templos. Se quedan solos, y agraviados por no dar satisfacción a sus quimeras se alejan, siendo devorados por las sombras.



Imaginario, 80.




Echo a correr cuando oigo el crujido de las bóvedas del túnel y no paro hasta alcanzar en la veloz carrera el ámbito animal. Mi origen.



viernes, 6 de junio de 2014

Imaginario, 79.




En la pesadilla Gemma sale de la multitud, se para ante mí y me abofetea, sin dirigirme reproche alguno. No puedo entender si lo hace a causa de mi injusta superioridad de infancia o por mi cobarde indecisión de madurez.


  

Imaginario, 78.




Estoy llenando un tintero y no dejo de verter la tinta empapando el pupitre, los cuadernos, el suelo, hasta que la mancha moja los pies de los otros alumnos y acalla sus risas.




Imaginario, 77.




La luz era tan intensa que despertaba en las tinieblas.



jueves, 5 de junio de 2014

Imaginario, 76.




El abrigo rocoso bajo el que me refugio tiene signos que arañan la caliza. Paso los dedos sobre ellos y siento el generoso calor de su grafía. Me hablan.





Soy un tonto, pero también un estafado















Soy un ciudadano del Estado español, por inercia y en caída libre. Puesto que respiro, como, trabajo, consumo y pago impuestos en todas sus variantes cuantitativas y cualitativas, me considero de pleno derecho para ser respetado por el Estado español. Pero debo ser un ingenuo. Cuando leo que cada jugador de la selección española de fútbol va a cobrar 720.000 euros (¡setecientos veinte mil euros!) si ganan el campeonato ése de Brasil me siento engañado, o mejor dicho, estafado por el Estado español. Siguiendo por un instante la dialéctica tonta del fútbol, que no me interesa mayormente, parece ser que cada jugador de la selección brasileña cobrará ante la misma tesitura 330.000 euros y los de la alemana 300.000. (Por cierto, sin ganar la copa, ¿cuánto cobrarán los elegidos para la gloria?) Pero los que mandan en España deciden por todos los tontos de nosotros que tenemos que ser de los primeros en el ránking en premiar lo secundario, lo trivial, lo improductivo, el ocio, en definitiva. No quiero proyectar más el tema. Concluyamos que lo que pasa en este país no tiene nombre. Si a otros ciudadanos, a esa inmensa mayoría que se va a colgar del negocio futbolero durante las próximas fechas, no les importa es cosa suya. A mí, sí. Pero que cuando luego tengan que soportar los que ahora tragan la bola de la inmundicia más recortes, más subidas impositivas, más despidos, más bajo precio como carne trabajadora (eso llamado salario) y menos derechos de toda clase, que vayan a reclamar al maestro armero.




Imaginario, 75.




Al avanzar a través de las profundidades del santuario de los hombres antiguos los murciélagos se agitan en desbandada sobre mi cabeza y los percibo como un presentimiento.






miércoles, 4 de junio de 2014

Imaginario, 74.




Las hierbas del ribazo me engañaban y caía por el desnivel sintiendo las hieles confusas del abismo. Allá abajo, la mujer del sueño se acercaba a mí, ignoraba mis heridas y me besaba. Mientras, yo me desangraba lentamente.



Imaginario, 73.



El frescor de la arboleda me proporciona calma. De pronto sale a mi encuentro una voz delicada pero solicitante: no te alejes, dice. Yo miro a todos lados, una sola senda.



martes, 3 de junio de 2014

Imaginario, 72.




La arena se convertía en fuego, el agua en sustancia coagulada y el aire en decenas de falcatas afiladas. No había parte de mi cuerpo a salvo y buscaba refugio junto a las alimañas.



Imaginario, 71.




Al templo se le habían venido abajo las bóvedas, los muros estaban parcialmente derruidos y las puertas se hallaban desvencijadas. Y sin embargo el recinto permanecía a oscuras. 



lunes, 2 de junio de 2014

Tú, súbdito: recuerda quién eres




















El llamado Diccionario de Autoridades, el primer Diccionario emitido por la Real Academia de la Lengua en el año 1737, está dedicado a Nuestro Señor Don Phelipe V. Consulto la acepción Súbdito:

Subdito, ta. adj. El que está sujeto a la disposición de algún Superior, con obligación de obedecer sus mandatos y órdenes.

Significado, como vemos, muy de actualidad todavía. Y que quieren perpetuar. Me llama la atención que el Diccionario añada una coletilla como ejemplo. Un texto de la obra Empresas políticas, de Diego de Saavedra Fajardo, que dice:

"No nacieron los súbditos para el Rey, sino el Rey para los súbditos", que en su día tendría posiblemente su intención, pero que a estas alturas de los fracasos políticos no nos sirve. Simplemente: nadie debe nacer para ser de nadie. Que cada paisano elija qué quiere sentirse.



Imaginario, 70.




Hojeo periódicos muy viejos, cuya pátina del tiempo corroe mi olfato. Sin saber si es por la tinta, las noticias o mi sensibilidad.



Imaginario, 69.



Volvía de la guerra y no reconocía a su propia mujer por la calle cuando ésta salía a su encuentro. Ella le daba pistas, le hablaba con solicitud comprensiva al principio, le apremiaba después. Me confunde con otro, no sé quién es usted, respondía el hombre sin memoria para desfallecimiento de la esposa.



domingo, 1 de junio de 2014

Imaginario, 68.




Pasar largos días en el desván, donde todo ruido se aleja. Como si se tratara de la mente en reposo de la casa.



Imaginario, 67.




Estoy en el mercado al aire libre de una plaza irregular donde hay una torre de libros. Al separar uno de ellos toda la vertical se derrumba, produciéndose un estruendo de vidrios rotos. Cojo el libro que buscaba y me hago un corte en los dedos, manchando de sangre abundante las páginas.