El pedestal que se erige en el mirador estaba vacío, me subía a él y contemplaba la espléndida vista. Sin embargo no podía evitar la sensación de que había perdido la ciudad. Me bajaba corriendo para no convertirme en estatua por toda la vida.
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... Hiciste caso a la intuición..
ResponderEliminarO la añoranza...o el temor a la pérdida...
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