"...Y es que en la noche hay siempre un fuego oculto". Claudio Rodríguez





domingo, 17 de agosto de 2025

Lo enmascarado

 












Te veo apresurado, me dice Xiao. Voy al taller de máscaras, me queda poco para terminar la que estoy haciendo para la fiesta de la cosecha. Y no te lo vas a creer, pero por primera vez este año permiten temas libres. Hay quien sigue reproduciendo las mismas imágenes de genios, diosecillos o diablos de toda la vida. O quien todavía recurre a representaciones animistas, como si la naturaleza tuviera que tener rostros como nos place a los hombres. Yo elegí un tema más perturbador. Una cara que no se identifique, al menos en apariencia, con ningún humano ni con ningún personaje mitológico ni con ninguna fuerza natural. Cuesta imaginar tu máscara, Cao. Querré verla cuando la termines. Además tendrás que adjudicarla un nombre, ¿no? Ahí me pones en un aprieto, Xiao. Porque tal como llevo su modelado no solo va a confundir a los que la vean sino que me deja a mí mismo perdido. Te daré un avance. Es asimétrica, sus facciones no se corresponden, los órganos de la cara están exagerados. Hay prominencias desmedidas donde no existen en un rostro como el nuestro. No se sabe si ríe o llora. Si ama u odia. Si mira adentro o afuera. Si clama o si se muerde la lengua. Además la voy coloreando irregularmente, sin correspondencia alguna, siguiendo impulsos donde los colores no tienen los mismos significados que nuestros colores habituales. Seguramente sea repulsiva para la mentalidad tradicional. Y sin embargo a mí se me antoja más humana que las convencionales. Y más terrorífica que las que están sobradamente gastadas. 

Cao, me tienes en vilo. Me dan ganas de ir contigo al taller. No, Xiao, prefiero evitar interferencias. Quiero una máscara que me salga desde dentro. Una carátula que exprese lo que sientan las vísceras y que no se ajuste a lo convencional. Quiero que mi propio enmascaramiento revele lo que se me oculta de mi interior a mí mismo. Y no me importa si dicen que es extremadamente feísta. O que expresa un alma torturada. O que retrata una personalidad degenerada. Si lo ven de este modo me reiré de todos, pues la máscara no solo les estará realmente ocultando mi manera de ser, aunque yo pretenda transmitírsela sin tapujos, sino que se estará apropiando de las suyas. Presiento que te dejo pensando y, sobre todo, intrigado, Xiao. Cao, me quedo dando vueltas a que si no será la fealdad lo que mejor expresa el trasfondo de una máscara. O simplemente lo que hay detrás o dentro de cada uno de nosotros, Xiao. 

Mi amigo hace un gesto de confirmación con la cabeza. Ve ya, no te entretengas, dice, y que la inspiración o tus tripas te permitan terminar con acierto la máscara.



*La verdad es que me salió una máscara atípica, al menos, sí.

viernes, 15 de agosto de 2025

Lo casual

 

















Tengo una duda, Xiao. ¿crees que hay algo que sea absolutamente casual? Yo también tengo mis dudas, Cao, y he vivido más que tú. He llegado a la conclusión de que lo que existe es la apariencia de lo casual. Siempre hay causas concretas detrás de cada suceso, aunque no las conozcamos. O, si prefieres, llámalo motivaciones, si lo que llega viene de mano humana. Lo que es obvio es que hay fuerzas que se desatan sobre los humanos y que directamente no se pueden modificar. Un rayo siempre será un rayo o un temporal un diluvio imparable o un movimiento bajo nuestros pies una sacudida que muerde la tierra, por ejemplo. Pero los humanos tenemos a nuestro favor un aprendizaje largo que nos debe permitir prever. ¿Que no siempre se puede? Dirás: es que no se ven venir ciertos castigos naturales. Pero tampoco es cierto pues la ciencia ha avanzado para hacer pronósticos cada vez más aproximados. Y gracias a ello se han frenado males mayores. Los hombres han echado un pulso continuo desde las primeras civilizaciones. Se han asentado en zonas fértiles aunque también tengan en muchos casos sus riesgos. Las casas no siempre se han levantado sobre terreno a salvo de desgracias. Los bosques no siempre se han cuidado. Las guerras no se han podido evitar en tantos casos. Las locuras de los malvados no son fáciles de parar a tiempo. ¿Quieres decir, Xiao, que solemos culpar a lo externo cuando no hemos hecho lo suficiente y a tiempo para impedir el azote de fuerzas naturales o humanas? ¿Que justificamos nuestros defectos y pasividades con eso que llamamos el azar? Mira, Cao, la discusión sobre qué hay de azar y qué de visión preventiva sobre un fenómeno o un acontecimiento es de toda la vida. Nunca nos pondremos de acuerdo en obtener una respuesta clara. Entonces, Xiao, ¿no sería más fácil y sobre todo más beneficioso dotarnos de medios y estar siempre alerta siquiera para que lo que directamente no podemos controlar reduzca el riesgo sobre nuestras vidas?  Cao, vas aprendiendo a extraer tus propias conclusiones. Aplícate a ello. Descubrirás que tras lo fortuito, que dirán muchos, lo que hay es no querer o no poder tomar medidas a tiempo.



*Fotografía de Lalo R. Villar, tomada de El País de la edición del 15 de agosto.

miércoles, 13 de agosto de 2025

Lo sobrio

 





















Al pasar por delante de la taberna de Chiang allí estaba como todas las tardes tu anciano pariente, Xiao. El hombre alzó su vaso de espeso huangju en ofrecimiento. Le agradecí el gesto pero lo rechacé. Luego bebió de un trago todo el vaso, carraspeó y se frotó los labios con la manga de su remendada camisa. Transmite mis deseos de lo que quiera a mi pariente Xiao, dijo. Me limito a trasladártelos. Xiao ha sonreído afirmando con la cabeza. Mi pariente está de vuelta de todo, dice, y su escepticismo le ha llevado a cambiar incluso el lenguaje convencional. Otro hubiera dicho: da recuerdos o un saludo o la paz para Xiao. Él ha preferido que el destinatario de su deseo elija. No es nada tonto y sabe que al dejar la puerta abierta a la bondad natural no solo desprecia los lugares comunes de las palabras y las expresiones al uso sino que concede al sujeto al que dirige su recuerdo la posibilidad también de romper con el tópico y la trivialidad. El mundo está necesitado de retomar las palabras con sentido que han sido desplazadas. Necesitado de que se rescate la sensatez que los viejos términos sabios sabían interpretar y sobre todo comunicar. O bien de reiventar voces nuevas pero recuperando el valor de los conceptos que antes fueron válidos y ahora parece estar siendo ignorados. Yo pensé, Xiao, que tu pariente estaba un tanto ¿cómo decirlo? despistado por el alcohol y que hablaba por hablar. No, Cao, no es ningún beodo. Él siempre controló lo que decía, cómo lo decía y a quién se dirigía con su mensaje. Nunca ha abusado de la conversación. Lo suyo es lo escueto y preciso. Párate un día, acepta un trago de huangju si puedes con ello, y escucha al anciano. 




*Obra de Maximino Peña Muñoz    

martes, 12 de agosto de 2025

Cuando Las Médulas -y otros entornos- veas pelar...

 


Señores visitantes: asómense al agujero de la vida un rato antes de que el infierno apagase el paisaje, devastara la naturaleza, condenara la herencia de otros hombres, ignorase el ingenio de ancestrales culturas, acabara con unos cultivos de las gentes de la comarca, insultase a la belleza y desplazara el sentido común. 

Asómense a lo que fue una vez un ámbito heredado que debería servir para admiración, conocimiento y sabiduría, y no solo para compensar el aburrimiento de los veraneantes.

Contemplen lo que pudo seguir siendo si no se considerara el bien público con desprecio por algunos, con escaso respeto por otros, con dejación y poca intervención en sus cuidados por las autoridades.

Si han visto alguna vez la hermosura de la naturaleza recreada desde que los romanos actuaran sobre los montes para extraer el codiciado oro retengan aquella visión.

Aprovechen para reflexionar sobre los comportamientos de dudoso civismo de nuestros días que suele conllevar un concepto equivocado del disfrute colectivo. Sobre las privatizaciones que destruyen la riqueza de los bienes comunales. El paisaje o los restos monumentales e históricos no son una mercancía, aunque negocios varios y autoridades de todo tipo  los estén convirtiendo en un producto al que sacar rédito, y cuanto más mejor (para algunos)



Resalto parte de las declaraciones -en cursiva- en el diario.es de Javier Sánchez-Palencia, arqueólogo, experto conocedor de Las Médulas:

"El incendio se ha producido apenas un año y medio después de la polvareda levantada por el proyecto impulsado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León (precisamente la que lidera el operativo contra el fuego) para acondicionar rutas para BTT (Bicicletas Todo Terreno) en tramos de los canales romanos, la red hidráulica más importante del Imperio Romano, una infraestructura clave al conducir el agua que removió las montañas para extraer el oro hasta dejar las singulares formas del paraje. “Y este es un ejemplo clarísimo del mucho dinero que se ha destinado a tonterías y no a prevención. Se destinaron 800.000 euros, que se dice pronto, para habilitar rutas. Como si no hubiera otros sitios para hacer rutas en León… Y sin ningún arqueólogo que hiciera un seguimiento. Como si fuera en el siglo XIX”, censura el arqueólogo, muy crítico desde el principio con esta iniciativa. 

Preguntado sobre si la falta de gestión única en un paraje en el que intervienen administraciones desde la autonómica hasta los tres ayuntamientos del entorno (Carucedo, Borrenes y Puente de Domingo Flórez) y varios colectivos ha podido lastrar también la gestión contra los incendios forestales, Javier Sánchez-Palencia lanza una reflexión más profunda: “Hay que dejar de considerar a Las Médulas como un producto. Es un recurso, tanto para la gente de la zona como para los que llegan de fuera. No es algo que haya que vender. Lo que pasa es que estamos metidos de lleno en esta corriente neoliberal asquerosa. La gente podría aprovechar la visita para adquirir conocimiento. Y sería una experiencia más rica que siendo un mero producto turístico, pero no se acaba de entender que se trata de un sitio único y singular”. ¿Podría ser este incendio un hito para cambiar la mentalidad? “Casi lo dudo”, contesta. "Todo está unido. Las Médulas es un conjunto. Sin embargo, la gente está acostumbrada a disociar lo cultural de la naturaleza; o la biología de la arqueología”.



Enlaces de interés:









lunes, 11 de agosto de 2025

Siempre serán Las Médulas

 


En la búsqueda de uno de los materiales de lujo de su tiempo, el oro, los romanos provocaron este paisaje casi extraterrestre. Se encuentra en la comarca de El Bierzo, en la provincia de León. Para obtener el oro los romanos ingeniaron sistemas y procesos de extracción a cielo abierto, que al derrumbar la montaña generó un nuevo paisaje, dejando estos pichachos y la creación de un lago artificial, el lago de Carucedo. Castaños, cerezos, robles repoblaron las laderas para beneficio de los pobladores modernos. El mega incendio de ayer destrozó todo, incluso algunos hábitats y, naturalmente, habrá cambiado la vida de las gentes del entorno. Habrá o no mano siniestra provocando el fuego, pero también probablemente abandono y falta de medios y prevención por parte de las autoridades de la Junta de Castilla y León. 

En una semana dos incendios de impacto. La Mezquita de Córdoba y Las Médulas. Ya llegó el tirón de orejas de la UNESCO para el primer incidente. Probablemente llegue el segundo para la zona leonesa. Y es que no hay manera de que se extreme el cuidado y protección de los bienes culturales. Ambos incendios son señales de aviso graves para todo espacio cultural del país. A ciertos gestores que navegan en la extrema derecha habría que decirles: menos caza del inmigrante o del musulmán, y más defensa en este caso de la herencia histórica, que es pública.

Veremos en qué quedan las responsabilidades de la autoridad y en qué para el delito si hubo perversa intención de causar el daño.  Pero para los que hemos apreciado siempre Las Médulas, para quienes nos hemos quedado perplejos no solo al contemplar el paisaje sino al conocer las técnicas de explotación romanas, Las Médulas seguirán. Mis mejores deseos de ánimo para todos los vecinos de los pueblos y aldeas de la zona. Larga vida y pronta recuperación, que la naturaleza se repone antes o después. La Humanidad, de sus errores o dejaciones, ni se sabe.




jueves, 7 de agosto de 2025

Lo destructivo

 









Xiao, estoy atemorizado por las noticias que nos llegan de otras partes sobre destrucciones y sus efectos sobre las personas. Siempre las hubo, Cao, pero no nos hacíamos eco, o bien no afectaban directamente a nuestras generaciones respectivas. Tal vez el hecho de que ahora sintamos más cerca tanta devastación, tanta persecución de otras gentes, nos hace temer por nosotros mismos. Es como si pensásemos: no estamos libres de vernos envueltos en conflictos que suelen ser alentados por desalmados. Pero sería un error adjudicar solamente a personajes sin escrúpulos sus invasiones y violencias sobre otros pueblos. Esos personajes suelen estar apoyados por parte de su población y además saben aprovechar las condiciones de debilidad o pasividad de otros que podrían evitarlo. Esos otros que dices, Xiao, ¿no pueden o no quieren hacer nada para impedirlo? De todo un poco, Cao, y haces bien en utilizar el presente. Demasiados interes de minorías que detentan poderes en cascada. Quienes tienen bienes económicos controlan a su vez poderes políticos y alientan con su demagogia a sus sociedades. ¿Me estás diciendo, Xiao, que toda situación de destrucción a la que se llega no es una mera obra de esas minorías sino que cuenta con la complicidad o al menos el silencio de sus poblaciones? Complicidad de los propios, Cao, pero también de los ajenos. ¿Ves cómo acerca de las noticias que nos llegan de gente que sufre y pierde su suelo, sus bienes, sus vidas, no hacemos nada? ¿Acaso ves si nuestra sociedad de aparente paz y seguridad sale en defensa de quienes lo pierden todo, sea cual sea el lugar del mundo donde se produzca? Xiao, creo que he sacado a relucir un tema espinoso que vuelve opacas nuestras conciencias. Porque queremos, Cao; porque queremos permanecer en la cómoda pero ciega oscuridad.


* Recordando Hiroshima y Nagasaki. Recordando Gaza. Recordando Sudán. Recordando Congo. Recordando Ucrania. Recordando lo que hemos olvidado. Recordando incluso lo que desconocemos.


martes, 5 de agosto de 2025

Escritora Catherine Lacey: La divinidad da rienda suelta a la crueldad

 


Escritora Catherine Lacey en una entrevista en El País Semanal:

"La divinidad da rienda suelta a la crueldad. Si crees que hay un Dios verdadero y sigues unas reglas, puedes justificar cualquier maldad. Eso hace que nuestra humanidad sea totalmente desechable. Porque lo real está en otro sitio. Lo estamos viendo en Gaza. Hay gente que cree que tiene un derecho divino a esta tierra. Y eso justifica, para ellos, los asesinatos. La violencia religiosa es de las pocas violencias por las que la gente no pide perdón. Si crees está de tu lado, no puedes hacer nada malo. Puedes matar niños y no pasa nada. No eran los elegidos".

Qué interesante opinión que me deja reflexionando, por si aún tenía dudas. Que no las tenía.




*Fotografía: La primera, tomada de El País. La última, de la página de Amnistía Internacional.

domingo, 3 de agosto de 2025

Lo uniforme

 










Al pasar por la cercanía de la  Plaza de las Siete Lunas he advertido tal gentío que parecía dirigirse a ella que no he podido por menos que evitar las calles principales y elegir otras de escaso tránsito para llegar hasta aquí. Xiao me lo cuenta con cierta inquietud. No sé si se trataba de gentes que iban a una concentración religiosa con el líder supremo que está de visita o de una concentración de uno de los partidos que pugnan por dirigir la ciudad. Podría haber sido cualquiera de ellos, pues esgrimían pendones y proferían consignas que ensalzaban a su paladín, y no me ha parecido que hubiera diferencias en la parafernalia que exhibían, en el fervor que mostraban y en la pasión mística que parecía guiarles. Obviamente también podría tratarse de un evento deportivo o de la atracción publicitaria por algún producto de moda que se esté lanzando y que haya cautivado a la masa. Xiao, ¿lo que te tiraba para atrás era ese flujo innumerable de individuos que dices o su comportamiento? Sin duda, Cao, que ambas cosas. La masa, numéricamente hablando, me ha vuelto escéptico total desde hace mucho. Y además descreído. Donde hay masa siempre me pongo en guardia. Si se la ve muy organizada y con tono agresivo, la rehúyo. El comportamiento, tan impersonal, tan de como si en lugar de ir miles fuera solo un individuo, del mismo modo y voceando frases insensatas y de culto al personaje que sea, me causa rechazo. La uniformidad de las personas formando masa expresan una mentalidad excesivamente ajena al ejercicio de un pensamiento independiente e imaginativo. 

Nos hemos asomado a la terraza desde la que se divisa abundante y plateado el río. También el río es una masa, Cao, me dice con aire pensativo. Pero esa personalidad natural es la que le dota de belleza y alma libre. En los humanos lo natural queda relegado por los imperativos forzosos de los que acaso somos pocos los que queremos escapar.



*Fotografía de Aleksandr Rodchenko.

jueves, 31 de julio de 2025

Lo desigual











Me pregunto a veces por qué hay tanta diferencia entre unos y otros humanos, Xiao. Y no me refiero solo al aspecto exterior o a su comportamiento. ¿Alguna vez has visto dos guijarros idénticos, Cao? ¿O dos gotas de rocío del mismo perímetro? ¿O dos miradas que transmitan idéntica intención? ¿O dos caricias que hagan sentir con el mismo cariño? ¿O dos palabras capaces de interpretar con precisión equivalente  lo que se desea expresar? Dos individuos sometidos a las mismas preocupaciones no reaccionan del mismo modo. Dos humanos por ser humanos no gozan de las mismas bondades. Dos pobres simplemente por serlo no aceptan del mismo modo su condición. Dos inteligencias, a cual más competentes, no obtienen el mismo resultado en su uso. Entonces, Xiao, ¿está en la propia condición natural ser diferentes? Pues mira, Cao, es frecuente que las desigualdades naturales sean la coartada para justificar las que los humanos hemos establecido, que a la postre son más profundas e hirientes, hasta el punto de que muchos afirman cínicamente que también la desigualdad social es un producto de la naturaleza. Y lo que es más indignante: que se admita.



*Fotograma de la película Arroz amargo, de Giuseppe de Santis.

miércoles, 30 de julio de 2025

Nuestro genocidio. Una denuncia de ONG israelíes



Son bienvenidas las críticas y argumentos de israelíes disidentes con sus gobernantes. En este sentido dos ONG de aquel país han salido a la palestra valiente denunciando el genocidio de su Estado en Gaza. B'Tselem y Médicos por los Derechos Humanos (PHR) han hecho su informe y copio y pego su editorial. 

"Desde octubre de 2023, Israel ha reorientado su política hacia los palestinos. Su ofensiva militar contra Gaza, en curso durante más de 21 meses, ha incluido masacres, tanto directas como mediante la creación de condiciones inhabitables, graves daños físicos o mentales a toda la población, la destrucción de infraestructuras básicas en toda la Franja y el desplazamiento forzoso a gran escala, añadiendo la limpieza étnica a la lista de objetivos oficiales de guerra. 

Esto se ve agravado por las detenciones masivas y los abusos contra palestinos en cárceles israelíes, que se han convertido en campos de tortura, y por la destrucción del tejido social de Gaza, incluyendo la destrucción de instituciones educativas y culturales palestinas. La campaña también constituye un ataque a la propia identidad palestina, mediante la destrucción deliberada de campos de refugiados y los intentos de socavar al Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS). 

Un análisis de la política israelí en la Franja de Gaza y sus terribles consecuencias, junto con las declaraciones de altos cargos políticos y comandantes militares israelíes sobre los objetivos del ataque, lleva a la conclusión inequívoca de que Israel está tomando medidas coordinadas y deliberadas para destruir la sociedad palestina en la Franja de Gaza. En otras palabras: Israel está cometiendo genocidio contra los palestinos de la Franja de Gaza.  

El término genocidio se refiere a un fenómeno sociohistórico y político que implica actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Tanto moral como legalmente , el genocidio no puede justificarse bajo ninguna circunstancia , ni siquiera como acto de legítima defensa.  

El genocidio siempre ocurre dentro de un contexto: existen condiciones que lo posibilitan, acontecimientos desencadenantes y una ideología que lo guía. La actual arremetida contra el pueblo palestino, incluida la Franja de Gaza, debe entenderse en el contexto de más de setenta años en los que Israel ha impuesto un régimen violento y discriminatorio contra los palestinos, adoptando su forma más extrema contra quienes viven en la Franja de Gaza. Desde la creación del Estado de Israel, el régimen de apartheid y ocupación ha institucionalizado y empleado sistemáticamente mecanismos de control violento, ingeniería demográfica, discriminación y fragmentación del colectivo palestino. Estas bases, establecidas por el régimen, son las que posibilitaron el lanzamiento de un ataque genocida contra los palestinos inmediatamente después del ataque liderado por Hamás el 7 de octubre de 2023. 

El ataque contra los palestinos en Gaza es inseparable de la creciente violencia que se inflige, en distintos niveles y formas, contra los palestinos que viven bajo el dominio israelí en Cisjordania y dentro de Israel. La violencia y la destrucción en estas zonas se intensifican con el tiempo, sin que exista ningún mecanismo nacional o internacional eficaz que actúe para detenerlas. Advertimos del peligro claro y presente de que el genocidio no se limite a la Franja de Gaza, y de que las acciones y la mentalidad subyacente que lo impulsan puedan extenderse también a otras zonas.  

El reconocimiento de que el régimen israelí está cometiendo genocidio en la Franja de Gaza, y la profunda preocupación de que éste pueda extenderse a otras zonas donde viven palestinos bajo el régimen israelí, exigen una acción urgente e inequívoca tanto de la sociedad israelí como de la comunidad internacional, y el uso de todos los medios disponibles bajo el derecho internacional para detener el genocidio de Israel contra el pueblo palestino". 








lunes, 28 de julio de 2025

Lo servil

 









Xiao, venía pensando: ¿por qué hay personas tan serviles? No solo hay individuos serviles, Cao, sino  naciones enteras. ¿no lo estás viendo? El servilismo es una afinación de la sumisión, un rasgo más acentuado de una condición donde se produce un paso consciente que el sometido normal no suele dar. Hay sumisos que pueden verse tentados a liberarse, a romper ataduras, aunque les cueste un precio elevado, porque la mayor parte de los sometidos se ven obligados a obedecer, pero con frecuencia hay tipos dóciles que eligen demostrar que aceptan su sumisión y se prestan no solo a lo que les mandan sino que además toman iniciativa. Para obtener consideración de sus amos proponen quehaceres que les obliga a más. ¿Quieres decir, Xiao, que se ponen de parte de sus superiores sin tener tal rango? Algo así, Cao, porque piensan que de ese modo van a estar mejor considerados por quien les somete, sin caer en la cuenta de que probablemente se les va a exigir más que a nadie. Son correveidiles, rastreros, aduladores, chafarderos, vasallos y toman de modelo a sus dominadores para tratar con desafección si no brutalidad a otros más por debajo de ellos. El servil ¿está entonces vendiendo su alma, Xiao? Lo vende todo. Su presente y su futuro. Su personalidad independiente y su capacidad creativa. La posibilidad de tener una ética consciente y con identidad, adoptando, a cambio, la visión del mundo y de la vida de quien le compra. No quiero ser servil, Xiao. Entonces, Cao, no seas nunca un hombre masa. Son los más enajenados de todos.   



*Fotografía de Lee Jeffries.

sábado, 26 de julio de 2025

Madre amantísima

 


Ya sé por qué se dice aquello de una imagen vale más que mil palabras. No porque contenga las palabras, sino porque ha desalojado las palabras. Ha apagado todos los ruidos. Ha ensordecido las demagogias. Ha expulsado a los populismos. Ha hecho trizas los nacionalismos. Ha cuestionado todas las ideologías. Ha dejado de adorar a todos los dioses. Ha cargado contra cualquier clase de hipocresía. Ha derribado la falsa y doble moral. Ha puesto en evidencia la supuesta buena voluntad humana. Ha eliminado cualquier atisbo de esperanza. Y lo que nos va a saber peor a los espectadores: una imagen nos recuerda imágenes de nuestro pasado y se sugiere como una posibilidad de futuro porque no hay dios ni tribuno ni mandatario que nos libre del peligro de cuanto expresan ciertas imágenes. Aunque nuestro anhelo más íntimo es sabernos protegidos por una humana madre amantísima, desesperada pero capaz de regenerar el mundo.

Claro que siempre habrá quienes digan que son imágenes generadas por inteligencia artificial.


*Fotografía tomada de un medio de prensa de estos días donde se hace evidente la maldad del Estado invasor y depredador sobre Gaza. 

viernes, 25 de julio de 2025

¿Te produce repugnancia?

 


¿Te repugna la piltrafa? ¿Hiere la imagen tu sensibilidad acomodada? ¿Pasas página y te vas a jugar al pádel? ¿Das gracias a tu dios particular de que no te veas tú o tus hijos de esa guisa? ¿Estás preparando el menú de la comida con dramáticas dudas sobre lo que vas a cocinar? ¿Has pasado por el retrete y has sentido a tus intestinos acordes con tu nutrición tripera? ¿Caminas por la calle peripuesto o peripuesta tras una ducha de agua abundante y geles varios bien oloríferos? ¿Vas de sonrisa que suscita empatía por doquier? ¿Te has tomado ya un rico y surtido desayuno? ¿Has quedado con alguna amistad para el aperitivo del mediodía? ¿Te quejas de que te has despertado más de una vez por la noche pero te tranquiliza saber que de nuevo te espera dentro de unas horas una cama rica y bien acolchonada? ¿Te asusta un ruido repentino por algo que se ha caído pero que solo ha causado ruido? ¿Te dispones a incorporarte a un curro más o menos digno o bien te sientes seguro con tu cobro del paro? ¿Paseas con el gusto de mirar los escaparates o sentarte en un banco sin tener que salir corriendo por nada? ¿Contemplas los edificios enteros de tu ciudad y te entretienes en los parques bien cuidados? ¿Te sentarás a la hora de la comida con los tuyos sin temor a que te pase nada, como no sea una indigestión, pero en modo alguno que te peguen un tiro? Etcétera.

No mires la imagen, ni esta ni otras que salgan por los medios si te da repelús. Incluso puede que te tiente pensar que pueden ser imágenes falsas. Alguna vez te habrán contado que existió el nazismo y que millones de humanos fueron perseguidos: disidentes liberales, izquierdistas, obreros sindicados, gitanos, homosexuales, cristianos antinazis, exiliados antifranquistas, judíos. Porque la lista de los perseguidos fue amplia y varia y si hubo una soah lo fue para todos, aunque se la puede nombrar de otro modo, crimen generalizado, por ejemplo. Lo que no te esperabas es que hoy tengan una práctica criminal descendientes de perseguidos de aquella infausta etapa mundial. Que el genocidio sea ejecutado por quienes tienen en su historia haber sido víctimas de otro genocidio. Pero simplemente es porque desconoces la violencia con que ya se constituyó el Estado de Israel. Mientras, si te queda una pizca de sensibilidad, si dispones aún de un espacio de bondad solidaria con otros humanos que no saben sino del sufrimiento sin fin, ¿qué piensas del silencio y la inacción de tu Europa, de tu Occidente, de las bellas ideas ya ajadas y cada día más marchitas? 



miércoles, 23 de julio de 2025

Lo iracundo

 








He tenido que salir corriendo de casa de Wang, estaba insoportable. Pensé que solamente cargaba contra mí pero enseguida me di cuenta de que los demás de su familia estaban aguantando también sus imprecaciones gratuitas. ¿Siempre es así, Cao? Eso es lo más curioso, que de ordinario es alguien afable, que se entrega a los demás, pero tiene un defecto. Quiere que todo sea como él pretende. Y si se le lleva la contraria y no entra en sus cálculos lo que proponen otros se cierra en banda, o bien, como antes, monta en cólera. A veces cuando está más tranquilo y se le hace ver que la furia que emplea no dice nada a favor suyo ha replicado que también hay genios o diosecillos iracundos. Como si recurrir a personajes fantásticos justificara su conducta. ¿Por qué tiene que ser así, Xiao? ¿Contra qué o quién se emplea alguien que se deja llevar por la ira? Mira, Cao, es complicado saberlo y más en este caso. No conozco a Wang, pero sospecho que un iracundo se venga de alguna manera del mundo personificando su irritación en otros. Pero el mundo es una generalización, Xiao, tiene que haber algo más. Por supuesto, simplemente que no acepta a la gente que es objeto de su furia cuando no sigue sus reglas. O bien algún tipo de venganza oculta, acaso no justa, pero que no puede controlar. Acaso sus insuficiencias o limitaciones, no poder llevar a cabo algo que desearía, le condicionan para tener esos arranques que muchas veces recuerdan al odio. ¿Pero entonces, Xiao, no es odio? No necesariamente. Pienso que acaso es su incapacidad para soportarse íntimamente la que le violenta y necesita desahogarse aunque paguen por ello los que tiene más a su alcance. ¿No has observado, Cao, cómo suelen ser los próximos los que más sufren su iracundia? Con gente desconocida o de escasa confianza no se atrevería. Y como bien has dicho antes, la ira no es propiedad del más desgraciado de los seres, sino que afecta también a individuos llenos de buena voluntad, a personas solícitas y amables. Pero tienen ese instante, esa oscuridad repentina que les perturba y complica la relación con otros. Luego habrá que huir de los iracundos, ¿no, Xiao? Al menos, amigo Cao, habrá que huir de la tempestad que pueda desencadenarse. Cada cual debe distinguir cómo hay que tratar al prójimo, ¿no te parece?



*Fotografía de Lee Jeffries

lunes, 21 de julio de 2025

Lo crédulo

 











Cao, ¿tú te crees todo lo que te van contando? La pregunta de Xiao me ha pillado desprevenido. ¿No debo?, respondo. No debes, dice Xiao taxativo. Considero a Xiao una persona abierta y medida en sus juicios, incluso tengo en cuenta muchas de sus opiniones. ¿Por qué ahora me hace dudar de él mismo? Ya sé lo que piensas, Cao, dice, que tampoco debes creerme a mí, o no creer todo lo que te digo. Puede ser un buen sistema de autodefensa. Desde que nacemos nos llevan por una senda de creencias. Todo lo consideramos aceptable solo porque las ideas o, si quieres, las informaciones, nos llegan de personas aparentemente tan fiables como nuestros padres. Más adelante, la escuela o cualquier otra institución que se reclama de la enseñanza, toma el relevo, en paralelo incluso con nuestras familias. Por medio siempre hay alguna religión que se ofrece elevada sobre todo el mundo práctico y pregona normas de conducta muy íntimas que, nos dicen, debemos acatar para encontrar sentido a la existencia. ¿No te has preguntado nunca a qué viene tanto esfuerzo denodado de unos y otros para que traguemos su visión del mundo, de la vida en general y de las personas en particular? Y lo más hiriente. Nos insisten en que si no aceptamos su punto de vista estamos en el error, seremos infelices si no desgraciados, y se nos negarán esos mundos irreales y fantásticos que nos venden como salida a las posibles angustias. ¿Has pensado alguna vez si no serán ellos los causantes de la angustia humana?   

Xiao ha cortado de pronto su desahogo. Él no sabe que yo voy dejando de creer muchas historias que no son sino eso, historias, narraciones, cuentos para mantenernos niños sumisos el resto de nuestras vidas.



*Dibujo de Josep Lada representando al literario soldado Svejk.

sábado, 19 de julio de 2025

Lo callado

 












Hoy estamos de pocas palabras, Xiao. ¿Y eso es malo, amigo? Puede ser un excelente síntoma de que nos relajamos, me replica. Así, Cao, mientras callamos observamos este páramo y la alternancia de los colores que la luz multiplica. La gente sometida a la vorágine pierde el tiempo en considerar lo que le rodea. Y el paisaje no tiene precio, alimenta nuestra mirada y con esta oxigenamos la mente. Porque un paisaje lleva infinitas vidas cuyas voces nos llegan. Las aguas, el viento, la vegetación, las aves, el ganado disperso, el rugir del cielo cuando hay tormenta, todo ello nos acompaña y sin duda que estaba ahí antes de que los hombres nos consolidáramos como ilusos y ridículos propietarios de la vida exterior. Entonces, Xiao, si la vida natural que nos rodea nos proporciona paz ¿por qué huimos tanto de ella cuando no nos ensañamos destrozándola? Los humanos, Cao, somos desconsiderados. Tendemos no solo a olvidar lo que la naturaleza ha dado a nuestra especie sino que obramos como hijos traidores y desagradecidos. Simplemente no valorando el suelo que pisamos somos injustos. La vida humana, tan compleja pero real, contiene mucho de artificio. Es como si los humanos hubiéramos creado un mundo que se explica por sí mismo y que tiende a entrar en choque con los otros mundos. ¿Vivimos, Xiao, tan enclaustrados en nosotros mismos que no sabemos mantener una armonía saludable? Mira, Cao, la armonía siempre es un concepto endeble, es en realidad un juego de tensiones, y el derroche de palabras que solemos utilizar no siempre es útil para el entendimiento, sino que puede, y de hecho sucede, bloquear nuestra naturaleza íntima. Y el bloqueo ya sabes a qué puede conducir. A desahogos incontrolados, a desajustes en las relaciones, a una catarata de ideas y palabras mal encaminadas, a una carrera de colisiones con otras personas a las que percibimos competitivas. Y el frenesí ciega. Por lo tanto, Xiao, ¿te parece que el hecho de que hoy vengamos con pocas ganas de comunicarnos es muy apropiado? Xiao no reprime la carcajada. Veníamos, porque ya ves que una simple frase inicial ha dado lugar a uno de nuestros juegos retóricos. Ahora, si quieres, quedémonos sentados sobre estas piedras divisando la geometría del paisaje, sin pensar ni decir absolutamente nada.

Arriba el cielo, nuestros pies en la tierra, el horizonte inalcanzable. La mirada perdida. Desconexión.


  

jueves, 17 de julio de 2025

Lo fugitivo

 









Te diré, Cao, que hoy he tenido la sensación de que no despertaba. ¿Te asustaste, Xiao? No, al contrario, esa sensación me producía paz, una especie de estar y no estar en cuya lasitud permanecía sin tiempo. Nada me dolía, los pensamientos no me afectaban, no me acuciaba urgencia alguna, ni siquiera hacían acto de presencia los recuerdos; en fin, algo tan extraño como placentero. Xiao pone una sonrisa benéfica a medida que relata su modesta experiencia que él considera grande. ¿En algún instante te parecía que habías muerto? Oh, no, Cao, la muerte no depara sensaciones sino carencia o, si prefieres, una anulación donde ni tú mismo cabes ya porque te has fugado. Pero a mí me parece, Xiao, que de alguna manera lo que sentiste era una fuga. Probablemente, Cao, pero una fuga dentro de la fuga que ya es de por sí vivir, una fuga que no improvisaba, que me llegaba sin conciencia ni proposición alguna, tal vez un efecto del sueño reciente que aún me sujetaba con su larga mano posesiva. No te sorprendas, pues, si hoy me observas huidizo, ignorando obligaciones, desviando cualquier motivo de reflexión, dando la espalda a las palabras en las que nos perdemos a todas horas.

Xiao se ha sentado junto al pozo del huerto de la bella Wei. ¿Lo hará por casualidad o dirigido por esa sensación duradera de la que me ha hablado?



*Fotografía de Masha Ivashintsova

domingo, 13 de julio de 2025

Lo energúmeno

 










Xiao, vengo acalorado. Para llegar hasta aquí he pasado por el mercado y había montada allí una trifulca que no tenía visos de arreglarse. Ciertamente, me he asustado. Respira, Cao, parece que lo que has visto te hubiera enajenado. No era para menos, Xiao. Unos energúmenos estaban empeñados en tirar los puestos de los modestos provincianos orientales cuyas provisiones no están bien vistas por algunos comerciantes locales que culpan a aquellos de competencia ventajista. Los malos modos, las amenazas, las expresiones que utilizaban contra esa gente foránea, el intento de sumar a los clientes habituales a su furia iba tomando cada vez peor cariz. La guardia, que lo presenciaba todo a distancia, no tomaba cartas en el asunto. El ruido iba a más, se esgrimían palos y alguno ya estaba echando mano a una daga que llevaba escondida, así que no me pareció oportuno verme envuelto en semejante avasallamiento. ¿Por qué tiene que haber esa clase de individuos que todo lo fundamentan en la violencia, como si esta fuera una solución? Mira, Cao, la violencia pocas veces tiene justificación, y menos si proviene de minorías que acaso cuentan mentiras y difaman a gente más humilde pero no menos honrada. Como no saben defender razones, acaso porque no las tienen, recurren a meter miedo, a chillar más que nadie, utilizando las desavenencias y problemas que puede haber en cualquier parte para hacerse notar y conducir por mal camino a las masas. Una actitud de este tipo puede llevar a una escalada de choque social de dimensiones peligrosas. El energúmeno es un personaje execrable, rayano tantas veces con el comportamiento delictivo. Yo pensé, Xiao, que se había reducido el número de esta clase de bestias humanas, porque erradicar debe ser algo imposible. Pues ya compruebas, Cao, y lo que has visto te debe servir de aprendizaje, que su presencia, tantas veces recóndita o adormilada, sigue ahí. Esos perturbadores siempre están predispuestos a la ocasión propicia. Lo que hay que preguntarse en estos casos es quién mueve los hilos por detrás y con qué fines abyectos incitan a la violencia. Pero ya lo irás viendo poco a poco.



*Imagen de Michal Macku

viernes, 11 de julio de 2025

Lo rebelde



 






Qué confuso y variable es el lenguaje, Xiao. De niño me llamaban rebelde si no paraba o si llevaba la contraria o si no obedecía. De joven me llaman también rebelde porque dicen que no acepto fácilmente lo que es obligatorio y hay que cumplir. Pero ¿acaso lo obligatorio es algo admitido libremente o es una determinación particular por la que quieren que pasemos todos? ¿Es el destino del hombre ser un constante rebelde? No está claro, Cao, si no estar de acuerdo con una situación o con acontecimientos y leyes significa ser rebelde o simplemente disentir. Naturalmente todo depende de si otros te dejan o no participar de un criterio diferente, al que tú consideras propio y respetable, o si tu rebeldía se ensaña con lo establecido incluso con contundencia porque no hallas márgenes donde hacerte valer. Yo me pregunto todavía si uno es rebelde por naturaleza o porque la obcecación de los poderes en vigor no quieren adaptarse a los tiempos y a las necesidades cambiantes. Quién sabe si la rebeldía insana, la contra rebeldía, no será sino la de quienes no quieren que nada se modifique para sostener sus propios intereses y privilegios. Entonces, Xiao, actuar rebelde ¿no será una cualidad innata del individuo? Algo aún puro, necesario para que el mundo gire, útil para que los seres humanos mejoren. De hecho lo es, Cao. Pero la sociedad exige para ser aceptado que pases bajo el arco de sus prescripciones y normas, de sus exigencias y condiciones, de los caprichos de los que dominan y de sus planes de dominación. En fin, todo un laberinto donde cualquier humano puede perderse y ser víctima de los que se postulan como hacedores del funcionamiento público. Yo veo en la rebeldía una actitud ética, Xiao, y no solamente una rabieta o una discordia. Xiao se sumerge en una mirada perdida, como si los argumentos razonables fluyeran de una larga experiencia protectora. No andas muy descaminado, amigo, dice por fin. Sin un atisbo rebelde todo se perpetuaría en una aquiescencia caótica incapaz de dar satisfacción a los individuos que nos arrastramos por este páramo con frecuencia inhóspito.



miércoles, 9 de julio de 2025

Cuando Xavier de Maistre viajaba alrededor de su habitación

 


"¿No es el deseo eterno y nunca satisfecho del hombre el de aumentar su poder y sus facultades, el querer estar donde no está, recordar el pasado y vivir en el futuro? Quiere ordenar ejércitos, presidir academias, quiere ser adorado por las bellas, y si posee todo esto, añora entonces los campos y la tranquilidad, y envidia la cabaña de los pastores: sus proyectos y esperanzas se topan sin cesar contra las desgracias reales inherentes a la naturaleza humana; no sabría encontrar la felicidad".


Simplemente me ha gustado este párrafo del libro que escribió durante su arresto domiciliario a consecuencia de un duelo. Voy a seguir con su Viaje alrededor de mi habitación.



domingo, 6 de julio de 2025

Lo fatuo

 












Te veo molesto, Cao. A tu edad no deberías tener muchos motivos, o al menos los justos. No puedo evitarlo, Xiao. Me he encontrado con Peng y me ha soltado un discurso tan jactancioso sobre el empleo que ha conseguido y cómo le va a permitir codearse con gente de otra posición superior a la nuestra que no he podido por menos que dejarle con la palabra en la boca. No soportaba su exhibicionismo fafarachero, que no sé si lo habrá logrado por méritos, pues ya se sabe cómo algunos disponen de influencias que dejan a otros, acaso más preparados y valiosos, fuera de la oferta. Cao, te vas a encontrar mucho fatuo en esta vida. Aquellos que presumirán de lo que tienen y aquellos que aparentarán de tener. Los peores los que presumen gratuitamente y te hablan de una situación elevada donde solo hay humo. Estos se prestan al coro de otros soberbios y están dispuestos muchas veces a hacerles favores poco dignos. ¿Incluso a cometer traiciones, Xiao? Incluso a vender a su propia madre, sobre los que incluso los genios maléficos de las historias que nos contaron se quedan cortos. Entonces, Xiao, ¿cuál es la mejor conducta ante ese tipo de individuos? Primero tener claro que no por tener más o mejor eres alguien más digno o, mejor dicho, simplemente eres. Está muy extendido socialmente que eres en cuanto tienes, y para muchos no solo es el objetivo sino también el desenlace, aunque me temo que se trata de un desenlace falso y causante de discordias. Y después, sin duda, ignorarles, Cao. Es más práctico. Lo que te digan evita que ni siquiera entre por tus oídos. Evitarás malestar en ti y sortearás el rechazo hacia esa persona presuntuosa.



* Obra de Manolo Sierra

jueves, 3 de julio de 2025

Lo incierto

 














Me da hoy en pensar, Cao, cómo todo el mundo da por hecho que tiene por delante un futuro. Lógico, Xiao, ¿no crees? Si no lo das por hecho no tendría uno muchas ganas de seguir para adelante. Pero esa es la cuestión, Cao. Que dar como obvio, o mejor dicho, suponer que se tiene futuro solo es algo potencial. Es lo más probable pero no se puede asegurar puesto que se trata de un tiempo no existente, al menos todavía. Te encuentro muy reflexivo esta mañana, Xiao, aunque dices una perogrullada. ¿A dónde quieres llegar? Xiao tiene hoy una mirada extraviada. A que la gente vive, bueno, todos vivimos dando como certeza lo que aún no se tiene. Y ¿hay una posesión más interesante y necesaria que el propio tiempo? En nuestro plan de vida, el que damos por descontado, no solo existe el pasado o lo que vivimos al día, sino que incluimos algo incierto, algo que aún no existe, como si lo viviésemos. Todo el mundo se prepara y actúa pensando en el día siguiente. Tal es la urgencia humana por anticiparse a los propios acontecimientos. Necesitamos siempre sentirnos un poco demiurgos de nuestras vidas. Como si todo dependiera únicamente de uno. Resulta incierto no solo si habrá ese tiempo sino que también son imprecisos y bastante soñadores los proyectos que se trazan. Quien más o quien menos se deja arrebatar por ilusiones, pues las ilusiones no disponen de tiempo. Aunque no te extrañe que muchos prefieran vivir una vida sin grandes novedades, prácticamente monótona, mientras otros arriesgan y hacen lo posible por comerse el mundo. No hay nada que no se diera ya ayer, Xiao, así ha sido casi siempre. Yo ese casi siempre, Cao, lo reduciría aún más. Elegir la vida que se querría llevar no se  ha brindado a toda la humanidad, y una buena parte de ella aún la tiene más dudosa. ¿Ves lo incierto que es saber si llegaremos a mañana? ¿Y además cómo llegaremos?

 



 

martes, 1 de julio de 2025

Lo onírico

 










Xiao, de los sueños se ha hablado mucho. Me refiero a los sueños mientras se duerme, pero ¿no hay acaso un mundo onírico en la conciencia de los hombres? Este mundo, Cao, más que onírico es anhelado. En lo onírico de verdad se vive entre lo realizado y lo pendiente de realizar, pero sin control. En el sueño del hombre despierto lo que se incentiva es el deseo insatisfecho que quiere ser traducido en logro. Una vez, Xiao, me hablaste del devaneo poético de Li Bai sobre la mariposa que soñó Zhuang Zhou. ¿Acaso hay frontera entre lo onírico y lo deseable? Prueba, Cao, a soñar que eres una mariposa o una lagartija, del mismo modo que yo siempre me veo como una libélula que me piensa a mí mismo. Y luego me cuentas.



lunes, 30 de junio de 2025

Pongamos que ni uno ni el otro son los mismos

 



Pongamos que ni Dalila ni Sansón son de Rubens. Que salieron de las manos de un aprendiz copista y avezado a la sombra de Sorolla. ¿Y qué? ¿Sería menos bello? ¿Expresaría el episodio fantástico del forzudo y la traidora con otros cánones? La polémica viene de hace tiempo y sale de vez en cuando en la prensa. Hay especialistas en arte que cuestionan la autoría del cuadro de la National Gallery, pero la National Gallery, que seguramente hereda la tradición orgullosa y pragmática made in UK, no da el brazo a torcer aseverando la autoría del pintor flamenco, contando para ello con otros especialistas. El tema nos remite al más recurrente de cuántas obras no habrá en museos que no respondan a autorías originales, algo que no me preocupa en absoluto, pero que desde el punto de vista de la Historia del Arte convendría tener claridad al respecto. No, por mi parte no voy a restar contemplación y respuesta emocional a lo que me transmite el musculoso rendido -¿a una pócima o a un orgasmo?- en los brazos de la vendida a los filisteos. Si fuera de Rubens me maravillaré porque Rubens me gusta mucho desde que hace años lo descubrí en toda su apasionante monumentalidad El Prado. Si fuera de un copista de la escuela de Sorolla me admiraría por saber que plasma un cuadro, probablemente desaparecido, de un maestro de siglos antes,  y lo reproduce con una maestría nada objetable. 

Pongamos, de otra parte, que una Virgen recompuesta no es la Virgen original. ¡Cómo si hubiera vírgenes originales! Todas las vírgenes del cristianismo proceden de las diosas de todas las culturas anteriores y paralelas, incluso de las paleolíticas. Hay un continuum en la idea de reproducción de las diosas. La Virgen cristiana sería una diosa pero dependiente de la mentalidad patriarcal aún dominante. Sería una adaptación de aquellas diosas denominadas paganas por la religión dominante, pero reconvertida a las ideas doctrinales que la institución ad hoc fue marcando desde el Concilio de Nicea. Pero el problema para muchos de fe ciega no es este. El problema angustioso es que la cara de una escultura, una reproducción de ficción, un rostro de fantasía adorado durante los últimos cuatro siglos y que ha suscitado tantas emociones a fieles seguidores de tal Virgen les parece que no es el mismo, luego ya no es lo mismo. ¿Cambiaría por ello la comunicación entre el fiel y la adorada estatua? ¿Quebraría la misma fe por ello? Pero en las afectaciones psíquicas y emocionales del personal no me meto. Cuando en una recomposición los restauradores han modificado facciones del rostro, produciendo sin duda otro gesto, ¿cómo es posible que haya suscitado tanto rechazo? Está claro. Los dioses y las diosas, como las vírgenes, no existen sino en el imaginario personal y/o colectivo que si le mueves un elemento se encuentra perdido. Los detractores de la restauración de esta virgen prefieren, a tenor de las protestas, un rostro tradicional al que estaban hechos y no el más tristón y afectado resultado del arreglo. Esta no es mi virgen que me la han adulterado, probablemente digan. Y lo que no dicen: es que entonces también yo -mis creencias, mi entrega emocional y sensorial, el sentido que yo he tenido con ella, etc.- me habría adulterado. En fin.

Se ve que aquello de que somos animales de costumbres, y esto vale tanto para los de la National Gallery como para los de Sevilla, sigue en vigor.


 

viernes, 27 de junio de 2025

Lo provecto

 












¿Me ves viejo, Cao? La pregunta de Xiao me inquieta. Nunca te he visto como un viejo, le respondo. Él insiste. Pero ahora, últimamente, ¿observas en mí el peso de la edad? Estoy cargado de arrugas, muchas anticipadas, mi sonrisa es cada día más morosa, mi andar más pausado y el pensamiento se desarrolla con lentitud cuando no con despiste. Eso, el despiste, es lo que más me preocupa. ¿Qué te digo?, se me ocurre. Creo que exageras, que haces de tus comportamientos algo cambiados o de tus propias transformaciones físicas un problema. O al menos lo anticipas. Tal vez, Cao, y es que uno tiene rachas. Saco la lengua al espejo y no tiene el color más saludable o trato de iluminar mi cara y es como si me faltasen motivos o al incorporarme de pie me cruje dolorosamente la rodilla, ah, y aunque argumento mentalmente me cuesta luego hilar un discurso ante otras personas. Eso, Xiao, es que tienes dudas sobre ese mismo discurso, no es otra cosa. Yo estoy en edad de ser más tajante pero basta que alguien se me plante delante señalando razones que yo no había considerado para que mi posición quiebre. Será solamente cansancio, porque razones para sentirse inseguro nos sobran a todos. Quiero pensar, Cao, que los años son nuestros verdaderos maestros. Los años y los poetas que mejor hablaron de la vida. Con frecuencia recito unos versos de Bai Juyi: "En días de juventud me asustaban días y meses / en edad de senectud no me afligen ni luz ni sombra", pero no estoy convencido de que yo piense así. ¿Ves, Xiao? Eso es que no has llegado a la edad provecta. Y que no obstante algunos rasgos fisiológicos vayan perdiendo lozanía tu mente pensante permanece más madura que nunca. Xiao esboza un rictus más animoso. Debe ser así, suelta, porque tampoco me siento abandonado por mis ímpetus sensuales, aunque estos se hayan distanciado de las urgencias de antaño. ¿Es interesante la escritura de Bai Juyi, Xiao? Es necesaria, mi joven amigo, porque mira, no te he cantado la segunda parte del poema, pero te la digo para que veas su honda capacidad reflexiva y, sobre todo, digerida: "Para aprender la igualdad en la enseñanza del vacío / une en la mente vejez y lozanía, muerte y vida". ¿Te gusta? Me parece sabia la conclusión, Xiao, pero aún estoy lejos de sentir el poema más allá de la superficie de mi piel.

Xiao ha esbozado un gesto amable y relajado, voy a llamarlo sonrisa. Es así como me gusta verte, le digo. El poder de la palabra puede destruir pero también activar la sangre, Cao. Y si la sangre agita aunque ya no hierva es que hay aún vida.




*Fotografía de Lee Jeffries.

miércoles, 25 de junio de 2025

Lo pusilánime

 










Ayer vino mi hermano mayor con un permiso del cuartel. Me contó infinidad de anécdotas y le encontré orgulloso y envalentonado. A mí me dieron escalofríos al escucharle algunas de las situaciones que está viviendo y debí poner cara de susto porque él se echó a reír. Eres un pusilánime, me dijo de pronto. Tendrías que acompañarme en lugar de dedicarte a tus estudios y tus letras. ¿Seré un pusilánime solo por no participar de las situaciones de riesgo que él me relató, Xiao? Xiao se rasca el mentón. Para él, ya se ve que sí, Cao, pero él está en el bando de los que han decidido que tienen que sacar pecho de su posición y en esa actitud construyen sus razones. ¿Por qué va a ser más débil quien opta por ejercitar su mente y dedicación a lo que no son las armas y la preparación para la guerra? Además un pusilánime no es quien reacciona y opina ante lo conocido sino quien se espanta por lo que ignora y no sabe valorar, quien por sistema se retrae ante cualquier motivo que le compromete su pasividad. Un pusilánime es quien entrega gratis su pensamiento al pensamiento de otros, quien abandona cualquier esfuerzo de tener criterio por sí mismo, simplemente porque así se halla más cómodo. Prefiere que otros decidan por él aunque corra el riesgo de pagar caro su sometimiento. No creo que sea tu caso, Cao, por lo que te conozco. Que te dediques a actividades distintas de las que se dedica tu hermano no te hace  más débil ni más pequeño. Es la fuerza de la mente y su capacidad de elegir la que define al hombre, no la delegación de su vida al interés de otros.

Xiao ha hablado con cierta acritud, pero no le he dicho que yo lo tengo claro. Que no envidio a mi hermano y que las experiencias se pueden tener interesantes y profundas si uno sabe dirigir sus pasos y, sobre todo, si no se vende al primer encantador de serpientes que pasa por delante. 



*Fotografía tomada de Novaya Gazeta.

domingo, 22 de junio de 2025

Lo pensil

 












Ayer al atardecer había templado, Cao. Se podía salir al huerto y allí me quedé un buen rato hasta que anocheció del todo. El vuelo de los vencejos, espectacular y saltimbanqui, me alejó de las fatigas de la mente. No podía quitarme del pensamiento algunas de las contundentes recomendaciones del estratega Sun Tzu, cada día más oportunas pero a su vez más odiosas a tenor de las noticias que nos traen los céfiros. Mas contemplar el imparable ejercicio de los vencejos me ayudó a dispersar las ideas funestas. No en vano dijo el poeta Chuang Tse que el sosiego de la mente cura enfermedades. ¿Sabes, Cao, que los vencejos viven permanentemente en el aire? ¿Que no tocan tierra sino para anidar y poner las hembras sus huevos y cuidar las crías? Te parecerá mentira y nuestra vista no lo advertirá pero toda su vida se desarrolla en vuelos que a nosotros nos parecen agitados y convulsos, y que seguramente lo son para poder combinar todas sus actividades. Alimentarse de insectos, aparearse entre ellos, acoplarse al viento, dormir en su espacio etéreo. Yo los llamo seres flotantes. Me ponen a prueba y siempre me vencen. Trato de seguir la distancia de su vuelo cuando de pronto han cambiado la dirección y ya no sé si están o no están.

Xiao ha callado de pronto. Permanece en un estado sereno. Xiao, ¿por qué observar a los animales nos aleja de la obsesiva fijación en nosotros mismos? No lo sé, Cao. Sólo sé que ayer, cuando la oscuridad no me permitía ni ver la casa del vecino, me entró una apacibilidad que me reconcilió con el animal que mora dentro de mí.



*Escultura de Alonso Berruguete.


sábado, 21 de junio de 2025

Lo maniqueo

 









La cabra tira al monte, dicen, Cao. La permitas lo que la permitas, seas condescendiente con ella, la respetes y alimentes, vendrá a comer y beber de tu mano pero en cuanto puede volverá a sus riscos. Porque lo suyo, lo de la cabra, son los terrenos pedregosos y elevados, donde campan multitud de especies de arbustos, desde los que se creen por encima de los mortales. Así te encontrarás individuos, si no te has topado con ellos ya, que harán ostentación de su orgullo de estar por encima del bien y del mal, pero que en cuanto puedan darán la cara por los que se definen como portadores exclusivos del bien. 

Me parece, Xiao, que quien alardee de estar siempre en el bien, siendo como es un humano sometido a pasiones y ambiciones, es un poco falso. Pero es que esas personas, Cao, definen lo que es el bien con arreglo a sus intereses y pretensiones, y condenan al que no está con ellos a permanecer en un supuesto mal persistente. Entonces, Xiao, ¿no son éticos? Esa es la cuestión, Cao, que la moral, el camino de la conducta es algo conforme a como lo ven ellos, no como una regla general admitida por la colectividad. Pero la colectividad, o parte de ella, Xiao, les sigue y se conduce como ellos señalan. Parte de ella, sin duda, porque las sociedades son duales, se dejan someter y hablan muchas veces con la voz de sus amos. Esa gente dirá que está contigo, que obra a tu favor, que desea que vayas por el recto camino, como si este fuera único. Pero a la postre solo te reconocen si estás con ellos. Dirán que respetan lo establecido, pero buscarán aliarse con quienes quieren supeditar lo establecido a sus objetivos y persecución de beneficios.

Xiao se ha quedado pensativo, pero no quiero que pierda el hilo. Le inquiero. ¿Me previenes por alguna razón en concreto contra esa manifestación caprina de algunos hombres? Amigo mío, es que he visto últimamente sus nuevas maniobras, que no son novedosas, porque siempre han interferido, siempre han mantenido un amplio poder e influencia, y a veces engañaban con una prudencia sospechosa. Pero solo se mantenían agazapados, hasta que circunstancias que les parecen favorables les hace emerger y no saben callar la boca. No creo, Xiao, que solo suceda en nuestro territorio, ese tipo de maniqueos los habrá por doquier. Naturalmente, Cao, los hay entre quienes invocan el Nirvana, o los que evocan el camino sabio del encuentro con uno mismo, o quienes proclaman que su reino no es de este mundo, o muchos otros que hablan de salvación y resurrección desde diferentes doctrinas, pero eso sí, sin renunciar nunca a obtener satisfacciones muy materiales en esta vida. ¿Con algún instrumento de poder en sus manos, Xiao? ¿Acaso tenías alguna duda, amigo mío?

Xiao se ha sentado junto a un juncal. El rumor del agua lenta me aleja del ruido de los hombres. Deberías probar, Cao, dice.



miércoles, 18 de junio de 2025

Por qué hay que leer a Pasolini en estos tiempos

 


Por leer palabras como estas de una entrevista que Furio Colombo le hiciera en 1 de noviembre de 1975:

"- ¿Qué es el poder para ti? ¿Dónde está? ¿Cómo lo haces salir de la madriguera?

  - El poder es un sistema de educación que nos divide en subyugados y subyugadores. Pero cuidado. Un mismo sistema educativo nos forma a todos, desde las llamadas clases dirigentes hasta los pobres. He aquí por qué todos quieren las mismas cosas y se comportan del mismo modo. Si tengo entre las manos un consejo de administración o una maniobra de Bolsa, lo uso. Y si no una tranca. Y cuando uno usa una tranca empleo mi violencia para obtener lo que quiero. ¿Por qué lo quiero? Porque me han dicho que quererlo es una virtud. Ejerzo mi derecho-virtud. Soy un asesino y soy bueno.

...

 - Déjeme volver a poner en orden las cosas. Primera tragedia: una educación común, obligatoria y equivocada que nos empuja a todos a la arena de tenerlo todo a toda costa. Somos empujados a esa arena como un ejército extraño y sombrío en el que unos tienen los cañones y otros tienen garrotes. Entonces, una primera división, clásica, es 'estar con los débiles'. Pero yo digo que en cierto sentido débiles lo son todos, porque todos son víctimas. Y todos son culpables, porque todos están dispuestos al juego de la masacre. Para tener. La educación recibida ha sido: tener, poseer, destruir".


Por criterios de este tipo merece la pena leer a Pasolini. ¿No son palabras de una actualidad manifiesta en nuestros días, es decir, a estas alturas o bajuras de la Historia?

Estos textos se recogen en el libro Todos estamos en peligro, selección de entrevistas a Pier Paolo Pasolini aparecidas en Editorial Trotta.