Quién eres tú. De dónde procedes. La arqueóloga interroga con un clamor silencioso a la escultura. La imagen calla. Le devuelve la mirada amable.
Qué manos te hicieron. Con qué intención. A la especialista le tiemblan los dedos. Raspa cuidadosamente una capa terrosa que oculta aquel rostro. El lodo se le introduce entre las uñas. Luego acaricia aquella superficie como si con el calor humano quisiera devolverle la vida.
A quién representas. ¿A una divinidad ante la que todos se postraban? ¿A un príncipe al que se rendían los pobladores de tu ciudad? ¿Al anhelo de belleza donde todos desearían verse encarnados? ¿Al viajero del tiempo que llega para enseñar y se va para difundir? ¿A una idea que resumía otras ideas anteriores? La imagen permanece en silencio, pero sonríe.
Para qué mirada se esculpieron esos ojos almendrados. Para qué boca se dibujaron esos labios exquisitos. Qué viento se detenía ante la delicada labor del cabello. Qué contemplación esperaba el alarde de tanto ornato. Qué extensión de emociones y afectos pretendía ser bendecida con tanta dulzura. Qué paisaje se conmovía ante tal presencia. La arqueóloga aprieta la escultura y recorre con la palma el sinuoso perfil donde termina el rostro abruptamente. En ese instante la arqueóloga cree percibir una convulsión de la piedra tallada.
Y una voz que llega desde la lejanía le sugiere: libérate de ideas preconcebidas, deja de lado los prejuicios, rompe los esquemas que tenéis sobre los que llegamos aquí antes que vosotros. De ese modo tal vez llegues a saber quién soy y cómo y para qué llegué a vivir.
Luego la imagen tornó a la mudez. Pero la arqueóloga entendió su silencio.
* Reconocimiento y admiración a Sebastián Celestino Pérez, Esther Rodríguez González y demás miembros del equipo de investigadores, ante el descubrimiento de unas esculturas en el yacimiento tartésico de Casas de Turuñuelo, en Guareña, Badajoz.
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El pelo punki es lo que más sorprende. O quizas es flamigero.
ResponderEliminarLos primeros punkis eran onubenses, o se dejaron ahí las estatuas los ingleses de riotinto?
Imagino que la arqueóloga, después de descubrirlas, que le hablen debe ser lo menos sorpresivo. Porque según escuche, estas esculturas ni cuadran con la historia preconcebida, aunque no lo tengo muy claro.
Abrazo, fackel
Sospecho que los pobladores a los que se ha llamado Tarteso de hace más de dos mil quinientos años no sabían de onubenses ni sevillanos ni de pacenses ni de lusos, es decir que se quitaban un peso de encima. Me parece una civilización fascinante, sobre todo si ayuda a comprender en lo que hemos devenido los ahora pobladores peninsulares. Cuestión de tiempo, de investigación y de empeño que lleguemos a saber mucho más.
EliminarAtrajo mi atención la arqueóloga, con sus preguntas, con sus deseos de saber. No sé si la respuesta le aportó mucho, si era una buena arqueóloga, no tengo motivos para creer lo contrario, seguro que estaba libre de ideas preconcebidas.
ResponderEliminarSaludos.
La arqueóloga de ficción creo que no supera a la real (o reales) La cautela con que se valoran hoy los descubrimientos, la tenacidad y el cuidado en la excavación, el conocimiento cada vez más elevado presagian un futuro de información sobre nuestro pasado -en este caso Tarteso- que uno ansía conocer, aunque sea en una aproximación.
EliminarCuando no tengo nada que hacer vengo a entenderte¿eres gallego español? cuando escribo gallego vienen a mi mente recuerdos de mi Patria la Argentina .Y los chistes de gallegos que me hacian matar de la risa.Saludos
ResponderEliminarSiempre conviene hacer algo, sin duda; gracias.
EliminarA esta, yo le borro los comentarios sistemáticamente.
Eliminar¡Qué maravillosa sensación debe ser descubrir piezas de hace miles de años!. Ya imagino las decenas de interrogantes de la arqueóloga...Genial ese diálogo con la piedra tallada. Ella pide que la veamos sin prejuicios porque, ella fue y es tan importante ahora como lo fue en su época.
ResponderEliminarAbrazos Fackel
El desafío consiste en interpretar, eso siempre.
EliminarEncontrar, tras largas jornadas de búsqueda, una obra de arte así, ha de ser el sueño de todo arqueólogo. La máscara acabará por hacerse entender y sobrarán las preguntas.
ResponderEliminarMuy buen texto, gracias por compartir la noticia. Un abrazo
Y siempre habrá que poner una parte de ficción o fantasía para tratar de aproximarse a un tiempo, a una sociedad, a unos individuos.
EliminarTenemos la mala costumbre de ver la historia como una línea ascendente. De forma que los que estamos ahora seamos siempre superiores a los anteriores, sin embargo la historia esta plagada de pequeños elementos que nos hacen replantearnos esa línea recta.
ResponderEliminarLos rasgos de esa estatua, lo enigmática que resulta nos dan otra visión diferente. Debe ser increíble ser arqueologa y encontrarte con algo así, ¿verdad?
La línea es desigual en la historia, hay progresiones y retrocesos, multitud de factores que se entrecruzan a veces de modo imprevisible, y el concepto ascendente siempre me pareció más religioso que científico, ya sabes, parte de una visión tópica y no comprobada.
EliminarSobre esa y otras partes de estatuas que han hallado se sabrá más. Los arqueólogos están siendo prudentes, pero debe ser, sí, muy emocionante el descubrimiento, la indagación, la comparación con otras obras desparramadas por el Mediterráneo.
Todavía hay muchos tesoros enterrados que nos interrogan sobre nuestra propia modernidad.
ResponderEliminarAsí es. Y que fueron muy modernos en su tiempo y lo siguen siendo ahora. Hasta artistas tan consagrados del presente, como Miquel Barceló, se siguen envolviendo en tiempos pasados. Como la propia naturaleza.
EliminarMuito interessante este post, muito legal descobrir este post, parabéns.
ResponderEliminarArthur Claro
http://www.arthur-claro.blogspot.com
Gracias por pasar y leer, Arthur. Saúde.
EliminarMe hago eco de tu reconocimiento a estos arqueólogos. Había leído la noticia pero gracias por todos tus enlaces, los reviso ahora mismo. Tu relato me gusta mucho porque está lleno de sensibilidad hacia el trabajo arqueológico y hacia lo hallado en los yacimientos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es una sensibilidad que viene desde mi juventud y de mis aprendizajes, ya ves.
EliminarRecalco como no hay que tener prejuicios: "Este extraordinario hallazgo supone un profundo cambio de paradigma en la interpretación de Tarteso, considerado tradicionalmente como una cultura anicónica por representar la divinidad a través de motivos animales o vegetales, o a través de betilos (piedras sagradas)".
ResponderEliminarGracias. Otro abrazo
Yo sería más cauto todavía. Aunque se haya encontrado en un yacimiento tartésico poco más se sabe de la factura de estos restos. Eso sí, me cuesta pensar que haya alguna cultura que no haya representado con imágenes su tiempo, sus vidas, sus quehaceres, sus creencias. Como Tarteso es un debate abierto habrá que esperar a más excavaciones, más hallazgos, más interpretaciones. Hay mucho en el subsuelo peninsular y muy antiguo que aún hay que situar y conocer. Gracias a ti, un abrazo.
EliminarColocas en el lector la avidez de conocer más de esa emoción contenida de la arqueóloga, jamás me puse a pensar en esos momentos para ellos, lo que les representa. Siempre se intenta una aproximación al pasado, a sus hábitos, costumbres y por qués, pero ¿algún día tendremos certeza?.
ResponderEliminarNo, en absoluto. No tenemos certeza de todas las experiencias de nuestro propio pasado personal como para tenerlas de la cantidad de individuos que nos han precedido, sus culturas, sus formas de pensar en detalle, todas y cada uno de sus medios y recursos...pero en fin ya hay bastantes aproximaciones, bastante conocimiento, en base a lo hallado. Además no se puede englobar a las culturas y civilizaciones en un totum único, pues todas han tenido un proceso temporal en evolución y cambio, donde ase han entrecruzado desde el comercio hasta las ideas, pasando por las mismas personas. Es un tema apasionante y conocer el pasado sirve. A mí me invita siempre a reflexiones y me proporciona sentido.
EliminarMaravilloso el trabajo de los arqueólogos que nos hacen entender un poco mejor de donde venimos. Bello texto y una verdadera joya el hallazgo. Siempre es un placer leerte.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Sí, Rita, debemos creer sobre todo en los investigadores y dedicarles mayor atención y reconocimiento, y hacer lo posible para que se destine más fondos al conocimiento. Otro.
EliminarHe llegit alguna vegada que la prehistoria és com la infantesa. Absolutament rellevant. Aquesta descoberta és com quan torna el passat a l'inconscient, al que escrius.
ResponderEliminarNaturalmente que es relevante y condicionadora, sin ella no estaríamos aquí. Pues ayer leía sobre culturas más antiguas a Tartesos, en zonas del sudeste, de dos mil quinientos años a.e.c., se llama la cultura de El Argar y hay restos de poblaciones interesantísimas. Si nos hicieran a todos el adn genético nos sorprenderíamos. Tal vez un día me lo haga si tengo dinero.
EliminarDe chica, llegó a mis manos un libro sobre arqueología. Quedé fascinada imaginándome en esas aventuras, descubriendo ruinas y tratando de averiguar orígenes y significados. Hasta llegué a creer que podría ser mí futura profesión. Estaba errada. 🤭
ResponderEliminarHasta hace pocas décadas se nos trasladaba la idea de que la arqueología era aventura y chaladura incluso. Su evolución ha sido vertiginosa, más técnica y más interdisciplinar, pero sigue siendo tarea paciente y exige mucha inversión económica para que tenga continuidad y éxito la investigación.
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