¿Es el momento en que ella elige entre la pasión vivida en el pasado con un hombre, que por azar de la vida reverdece, y la admiración del presente por su esposo? ¿Es el instante en que una ausencia se hace presencia y tiene que echar un pulso con lo que estaba siendo estable y se poseía?
Para mí es una de las escena más logradas del cine. Esa capacidad con la que una actriz, Ingrid Bergman, apenas esbozando un leve y casi imperceptible gesto de su rostro, define la situación crítica del personaje, Ilsa Lund. Dos miradas consecutivas, una hacia la profundidad de sí misma, otra hacia el hombre resistente y tenaz.
Cuánto me gusta ver -revisar- esta película. Tengo siempre la sensación de que yo mismo soy un personaje en busca de reencuentros.
Escena de Casablanca, de Michael Curtiz, 1942.
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"Passat que torna,/ sempre al fons del que escric". Pots veure'n la continuació aquí.
ResponderEliminarDisculpa la autoreferencialitat!
He leído tu sesudo poema, y me pregunto: Y a su vez, ¿de qué llenamos el viento?
EliminarSu actuación, estupenda y sutil en cada gesto, es lo mejor de la película, que en muchos aspectos --para mí- ha sido sobrevaluada
ResponderEliminarHay tantas películas formidables de aquellos años que todas tienen su punto. Recientemente volví a ver El tercer hombre y me sigue pareciendo maestra.
EliminarTambién la volvía a ver hace poco. Creo que es mucho más completa
EliminarEs diferente y tiene el eco del expresionismo anterior que la convierte en una joya.
EliminarMagnífica escena, la actriz inconmensurable. Qué maravilla ¡Ay, cuántas cosas me he perdido del cine!
ResponderEliminarSalud
También los directores sabían mucho, algunos llegaron a los EEUU escapando de los nazis.
EliminarLo único que recuerdo de dicha película con agrado es su última frase. El papel de la Bergman no me transmitía. El protagonista masculino se daba un aire al mi señor padre, solo que este tenía un rostro más agraciado (n. 1905) y que curiosamente que vivió y trabajó intensamente en Paris.
ResponderEliminarCualquier obra, sea de arte plástico, literario, musical o cinematográfico tiene emisores y receptores. Y cada uno de nosotros, receptores, tenemos un mundo dentro -lo vivido y lo reflexionado, a más de lo sentido- que nos hace ver y percibir los mensajes de diferente modo. Si encima nos condicionan personajes de la vida real para percibir a los de ficción los prejuicios seguramente están servidos. A mí también me sucede en otros casos, por eso apenas veo televisión porque tanto personajillo del circo me causa escaso agrado.
EliminarUna escena memorable.
ResponderEliminarSomos afortunados los humanos por disponer de una variedad de lenguajes, un abanico que va desde lo hablado a lo gestual y lo reflejo.
EliminarEl vent és una cosa molt espiritual, no cal omplir-lo de res!
ResponderEliminar"Les onades creixen amb el vent,/ no el vent amb les onades" (Jesús M. Tibau")
Y el viento se deja mojar por el oleaje, y si no que se lo cuenten a las sirenas que conoció Odiseo.
EliminarUn muy fugaz plano de ella, cuando es lo más importante de toda la historia. Magistral también Víctor en su arranque de dignidad, un pocoinocente quizás, ignorante del respaldo que necesitaba en una situación tan tensa. Quizás el Rick del que se enamoró Ilsa era igual que el Victor actual, aunque es más probable que no. Parece que Rick siempre ha estado de vuelta de todo, sunwue sea poco verosímil.
ResponderEliminarAbrazoo
No creas, Rick fue un idealista también, pero acaso nunca un héroe como llevaba Víctor camino de ser. A mí me gusta mucho en ese tramo del filme el juego de miradas -músicos, el jefe de policía, Rick, etc.- en un alarde de complicidad muy logrado.
EliminarInolvidable esta escena, como tantas otras de esta mítica película. Por cierto, la actriz que canta 'La Marsellesa' con tanta emoción (y expresividad en la mirada) es Madeleine Lebeau, justo es citarla aquí.
ResponderEliminarSí, muy cierto. Pobre Yvonne, despechada por Rick, levantándose de la mesa para sortear unas lágrimas con otras. Cuánta emoción.
EliminarSerá por deformación profesional, pero al observar el cine clásico, especialmente el monocromo, la iluminación siempre me resulta artificiosa y le resta naturalidad al gesto. Eso me lleva a la pregunta de cómo sería de excelente el talento de la Bergman con las posibilidades actuales de una luz menos influyente y modificadora, más auténtica y natural.
ResponderEliminarSon los medios de que disponían en su tiempo y los ámbitos artificiales que generaban, ¿no? Puede ser lo que dices, a mí no me alcanza, y sin embargo capto la actitud del personaje, como en nuestra infancia lo captarían millones de españolitos que dulcificaban un poco su vida cotidiana yendo de vez en cuando al cine de barrio. Y cómo sería Ingrid hoy pues no sé, no estoy seguro, acaso las técnicas de alteración informáticas lo cambiaran todo, ¿para más natural? No tengo opinión, solo dudas.
EliminarCuántas veces la habré visto. Ingrid Bergman sabe con solo una mirada decir lo que siente y lo que es acorde al momento. La escena que reproduce el video siempre me impresionó. El final de la pelicula no me gusta. Ricky y su frase da cierre a ese sentimiento. Siempre nos quedará París. En realidad París jamás va estar allí para ella.
ResponderEliminarElla lo sabe. Como sería hoy tampoco lo sé yo. Y qué más da.
Salud , Fackel.
Anna Babra
Pues tiene su punto también el final, y el director sabía, o acaso era el modo de poner el cierre un tanto irónico (el resto de la historia fílmica se encuentra en la historia real de aquel tiempo)
EliminarA mi esta escena siempre me pareció el resumen d toda la película. Ella siempre indecisa, viviendo en esa dualidad permanente, porque en realidad ella les amaba a los dos, de formas diferentes pero sentía amor por los dos...y... por fin elige! ...la primera mirada de sorpresa, luego de amor o admiración/emoción, todo en una fracción de segundo, justo cuando su marido se dirige hacia los músicos para que toquen la Marsellesa y después, cuando comienza a sonar el himno, la vuelven a enfocar a ella y se la ve con una mirada de una tristeza infinita, casi de angustia - ahí está eligiendo - después cuando sonríe y como que se le expande el gesto, ya ha elegido... el amor que siente por Rick lo sublima en algo mucho más grande que cualquier pasión humana: la lucha por la humanidad, que es lo que representa su marido ( los aliados )
ResponderEliminarY...
Cerramos con un fundido en negro ; )
Mil gracias, hoy tb me has hecho sonreír a mi ; )
La lucha por la humanidad ¿sustituye a la pasión amorosa?
EliminarEs que debemos sonreír manque nos pese que decían los castellanos viejos. Pero sonreír es una propiedad instintiva y natural, que no está al margen del concepto que se tenga de la vida, eh.
En el contexto de la película, es la interpretación que yo le doy, a lo mejor estoy totalmente equivocada...mírale el gesto final de Ingrid, parece Agustina de Aragón a punto de encender la mecha del cañón en este caso, contra los alemanes, de la mano de su esposo... ; ) A ver, hoy estoy segurísima que el final de esta película, sin ninguna duda sería quedarse con Rick, los guionistas se cargarían al marido y andando! pero en 1942, plena segunda guerra mundial ¿ cómo iban a liquidar al personaje que representa el compromiso aliado?...eso y lo pecaminoso del asunto... ; )
Eliminar.. no sé lo que quieres decir con eso del concepto de la vida y la sonrisa... me referí con lo que te dije, que tu comentario allí, me gustó y me hizo sonreír... sin entrar en cuestiones vitales más complejas ; )
Te pilla fuera y lejos de la época en que se realizó el filme para generar una continuidad alternativa, pero por imaginar que no quede.
EliminarPues que sonreír no es tan solo una pose aparente, como vemos cotidianamente en muchos, sino que acaso responde a la idea que otros tienen de la vida vivida con expectación, sentida y ganas de que cunda, pero déjalo, no le des vueltas, soy yo y mis devaneos que sigo el hilo de Ariadna de este laberinto ordinario que se llama vivir. Por lo demás, te entendí.
Puestos a divagar, la sonrisa no es una pose, es un gesto totalmente espontáneo que surge cuando algo te agrada. Nada más. Lo de las expectativas vitales de las que tú hablas, creo que sí, eso es hilar el hilo de Ariadna, además muy fino, intentando salir de donde tú creas debes salir ; )
EliminarEs un gesto espontáneo y reflejo unas veces, acaso las más y según y cómo. Pero hay poses muy capacitadas para representar una apariencia como si fuera naturalidad, bueno, al menos yo me las he encontrado. Y en abundancia.
EliminarTodos estamos à espera de reencontros, de respostas a enigmas...
ResponderEliminarÉ um olhar enigmático, mas no fundo, creio que ela já tomou uma decisão.
Um filme inesquecível....
Beijos e abraços
Marta
Si hubiera una segunda parte del filme, transcurridos varios años de la época que refleja, ¿qué otras miradas nos depararía Ilsa Lund?
EliminarEsta escena siempre logra ponerme la carne de gallina, me parece descomunal cinematográficamente. ¡Qué grande es el cine!
ResponderEliminarEs decir, quienes lo hacen y lo hacen llegar a buen fin.
EliminarSí, Fáckel, es uno de esos momentos entrañables en los que el cine es más humano que la realidad. Una mirada inolvidable, la de Ilsa/Ingrid, llena de nostalgia por un pasado que fue, por un presente incierto y por un futuro trágico. ¡Ahí es nada!
ResponderEliminarSalu2.
Hombre, disiento, el cine, como la literatura, siempre es proyección -muy útil y certera- de la vida ordinaria. Lo que ocurre es que en esta no siempre captamos bien las expresiones, estamos en tensión al hablar con otros, dispuestos a saltar sobre o contra -como yo ahora- sus opiniones, actitudes, sonrisas. Y nos perdemos en ocasiones el valor no solo de lo que se dice sino de cómo se dice. No sabemos siempre disfrutar del acompañamiento. Pero algo es verdad: que cuando estamos dentro de una película -ver cine es entrar y no solo en una sala sino en el argumento y la interpretación de un filme- nos concentramos, si bien yo he necesitado volver a ver ciertas películas para captar tantos tics que se me habían escapado...
EliminarIgual que hay películas que, cuando se ven por segunda vez, nos parecen absurdas y llenas de defectos, hay otras que son más apreciadas. "Casablanca" es una de ellas. Digo que son "más humanas" porque en esas historias está lo esencial, lo más humano. No sé explicarme mejor. Es cierto que los personajes de una película no son "humanos" porque no tienen que ir al aseo ni tienen que rascarse la espalda a mitad de una conversación, pero sí muestran la esencia de la humanidad en sus sentimientos. No sé.
EliminarLa verdad es que nunca estoy seguro de nada.
Salu2 de reconocimiento.
Totalmente de acuerdo: en esas historias está lo esencial del humano, y hay muchas en que salen escenas de aseo o de prácticas íntimas ordinarias que tienen su punto y su revelación humana, a mí me gusta eso. La percepción de las cosas nos proporciona cierta seguridad (hablo por mí) pero siempre nos pedirá la mente ir más allá.
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